Algunas personas son soñadoras, otras más prácticas, y a algunas otras les gusta inventar. En este libro vas a encontrar a quien se hace preguntas: ¿por qué la galaxia es tan oscura si está llena de estrellas?, ¿podría andar por el techo como los insectos?, ¿por qué la nieve es blanca si el agua es transparente? La física puede ser un camino para dar respuesta a todas estas incógnitas que envuelven el mundo que nos rodea. Un bello homenaje a la búsqueda del conocimiento y de aquello que nos apasiona. ‘La chispa en mí’ es un álbum mezcla de ficción e informativo, empieza con una protagonista adorable que se hace las preguntas más increíbles, hasta que da con una profesora que la entiende. Ella despierta esa chispa que más tarde se convierte en pasión por la ciencia, concretamente la física. Un libro de Miguel Tanco y editado por Editorial Libre Albedrío perfecto para acabar con el tabú de que la ciencia es difícil mostrándo un punto de vista divertido, cercano, a través de la curiosidad y la imaginación. 

¿Cómo nace este proyecto? Miguel Tanco: “El libro precedente a La chispa en mí, ‘Cuenta conmigo‘ (Libre Albedrío 2019) ha tenido un gran éxito y ha sido bien recibido por lectores de todo el mundo. Con 18 ediciones, sigue siendo recomendado por escuelas y padres en muchos países. Muchos editores me preguntaban si haría una continuación con otros temas parecidos, como podrían ser la física o la química. Como ‘Cuenta conmigo‘ trataba desde mi punto de vista personal de lo que nos impulsa en la vida, de nuestro motor interior, y de una niña que comparte esa pasión, que son las matemáticas, no creí necesario hacer una continuación. Así que les contestaba a los editores que, si se me ocurría una idea interesante, lo haría”.

“Cuenta conmigo es de 2019 y La chispa en mí de 2024, por lo que pasaron casi cinco años entre uno y otro y la idea surgió en algún momento en esos cinco años -nos cuenta Miguel Tanco-. La idea gira en torno a la transformación de esa chispa que llevamos dentro y de los caminos que pueden seguir las preguntas que nos planteamos, especialmente los más pequeños, que, en mi opinión, son quienes tienen las mejores preguntas del mundo”. 

Miguel Tanco

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Hay una historia de ficción y una continuación de no ficción que se entrelazan a través de una niña inquieta y llena de preguntas. En la primera, se exploran las preguntas de la niña, que a veces son abstractas, otras divertidas y, en ocasiones, profundas, y se plantea si tienen respuestas diferentes. En la parte final, de no ficción, las respuestas se responden con la Física, ofreciendo una posible salida a esas preguntas. Naturalmente, es solo una de las posibles respuestas, pero podrían surgir otras respuestas desde diferentes perspectivas. Y esto creo que podría ser un buen ejercicio de clase”. 

“La niña transforma, con la ayuda de profesores y su familia, la chispa que siente por la física -continúa Miguel Tanco-. En mi trabajo no me interesa tanto esa transformación práctica. Las personas creativas tienden a jugar con esa chispa para ayudar a otros a ver las cosas de otra manera. Los artistas se quedan ahí, en el abstracto, no son prácticos, aunque su trabajo sea naturalmente muy importante. A los artistas les gusta descubrir nuevos mundos, y es ahí donde un físico puede explicarles cómo esos mundos podrían funcionar. Debo admitir que disfruté mucho aprendiendo sobre el tema y la física.Descubrir cómo los insectos no se caen del techo o por qué la nieve es blanca es fascinante”. 

“Trabajé con la astrofísica Silvia Garbari, y ella me ayudó a ver el camino de la física y su importancia en el mundo práctico. Ahora estamos trabajando en un activity book para usarlo en las escuelas junto al libro”. 

Miguel Tanco

Las respuestas muchas veces están en los libros… “¡Si! Las respuestas y los diferentes caminos que uno puede tomar”, asegura Miguel Tanco

¿Qué chispa hubo en tí para llegar a la ilustración? “Tal vez ya lo hemos hablado alguna vez, pero siempre he tenido el susurro de la ilustración y los libros para niños en el oído. Pero la ilustración y las historias están llenas de matices que hay que explorar poco a poco, llevan tiempo. Estas profesiones tan peculiares suelen tener un camino lleno de curvas, y creo que con los años he aprendido que ese camino hay que construirlo con tiempo y con mucho trabajo. Me viene a la mente una historia que me contaron hace tiempo: cuando algunos inmigrantes italianos llegaron a América, les habían dicho que las calles estaban empedradas con oro. Y al llegar, descubrieron tres cosas: que las calles no estaban empedradas de oro, que las calles ni siquiera estaban empedradas, y que los encargados de empedrarlas eran ellos”.

“Sé que esta historia es común para otras muchas profesiones y vivencias, pero lo que quiero decir es que uno tiene que construir su propia formación y su recorrido personal, lo cual requiere esfuerzo y mucho trabajo. Es cierto que encontrar a las personas y maestros adecuados ayuda mucho. Esta es una buena profesión para encontrar gente admirable y a mí me han ayudado tremendamente, pero sigo creyendo firmemente que la chispa es interna y hay que verificar diariamente que siga ahí”.

Nota: “Sigo empedrando, pero aún no he visto el oro”, afirma Miguel Tanco.

Miguel Tanco

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Es difícil verlo desde dentro porque uno no siempre tiene la capacidad de apreciar esos cambios, pero diría que en este libro he puesto énfasis en los detalles que lo componen: el pasado de los protagonistas, el barrio donde viven, la ciudad, cómo sería la biblioteca, la escuela, etc.. He trabajado para no dejarme llevar tanto por una estética del momento, sino por una lógica que apoye la ambientación de la historia. Hace dos años viajé con mi familia al sur de California y me encantaron las zonas rurales con las casas pequeñas, su vegetación, los colores y la gente mixta. Quiseinspirarme en ello para situar la historia. Es una familia mixta, mitad mexicana en una sociedad muy abierta como la estadounidense”. 

¿Con qué técnicas trabajaste? “Es una técnica tradicional con tinta Black Star y acuarelas sobre papel Arches. El papel tiene una ligera textura, lo que ayuda a que la acuarela se expanda mejor. Sigo prefiriendo la fisicidad del papel y la acuarela, sobre todo porque me gusta trabajar en formatos grandes y poder sentir todo el espacio de la página, además dever un color real y los accidentes que ocurren en el proceso manual. Aún disfruto mucho el momento de crear los originales con las acuarelas y no lo cambiaría por lo digital”. 

Háblanos un poco del proceso de realización de este libro. “Una vez que las ideas han girado lo suficiente en mi cabeza, intento escribirlas en una secuencia lógica. Después, paso a generar visualmente todas las ideas posibles, y al mismo tiempo trabajo en la ambientación, las sensaciones, los colores o los personajes. Abro varios cuadernos, al menos 3; uno para ideas, otro para ambientaciones y otro para personajes. A partir de esos cuadernos, vuelvo a empezar, pero esta vez juntándolo todo. A veces, el texto se combina con imágenes que, en un principio, no tienen mucho en común, pero que juntas crean un tercer elemento. Después de tener un storyboard decente -continúa Miguel Tanco-, lo comparto con personas que no han visto el proyecto todavía, como mi agente editorial, Debbie Bibo (https://www.debbiebiboagency.com/). Ella me ayuda con una mirada fresca a ver cosas que yo no había notado o percepciones que no había considerado. Una vez que el storyboard tiene un buen flujo y hay suficientes elementos, empiezo con las primeras pruebas de color”. 

Danos algunas pinceladas sobre esa parte divulgativa del final del libro. “Al final del libro hay un cuaderno donde las preguntas abstractas de la niña encuentran una aplicación práctica a través de la física. En la parte didáctica, he contado con la ayuda de la astrofísica Silvia Garbari, con quien trabajé codo a codo. Ella, que también está involucrada en proyectos educativos, me ayudó a conectar todas las ideas relacionadas con la física y a hacerlas comprensibles para los niños”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Estoy trabajando en un libro álbum con el joven escritor Angelo Mozzillo sobre una historia prehistórica muy simpática, y también en un proyecto personal que ya he escrito y estoy ilustrando, pero del cual todavía no puedo hablar. ¡Espero poder hacerlo pronto!”