Cómic
Málaga se convierte en el centro del cómic mediterráneo con la primera edición de COMICMED

La Fundación Tres Culturas y el Polo de Contenidos Digitales de Málaga organizan la primera edición de COMICMED del 6 al 8 de marzo en las instalaciones de Tabacalera con la presencia de creadores como Benjamin Lacombe, Victoria Jamieson, Sara Varon, Pablo Berger, Nadia Hafid, Natacha Bustos, Wilfrid Lupano y Carmen Carnero.
La Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, con la colaboración del Polo Nacional de Contenidos Digitales, del Ayuntamiento de Málaga, presenta la primera edición de COMICMED, un encuentro sin precedentes que abordará el mundo de la novela gráfica y el cómic producido o vinculado con el Mediterráneo.
La programación, plagada de importantes creadores del género, combina conversaciones con autores, tres talleres prácticos (para distintas franjas de edad: adultos, adolescentes y niños) y una innovadora propuesta que fusiona cómic con música electrónica con aires marroquíes al ritmo de la DJ Hajar Lagranja.

El cartel de esta primera edición ha sido realizado por Nadia Hafid (Tarrassa, 1990), ilustradora de ascendencia marroquí cuyas obras han sido varias veces portada en ‘El País’, además de aparecer en artículos en medios internacionales como ‘The New York Times’, ‘The Economist’, ‘The New Yorker’ y ‘The Washington Post’, entre otros. Su nuevo trabajo, ‘Mal olor’, recientemente ganador del premio Finestres, verá la luz en castellano en este mes de marzo y los asistentes a COMICMED podrán tener acceso a ella en primicia.

Otro de los grandes nombres propios del festival es Benjamin Lacombe (París, 1982), considerado uno de los ilustradores más importantes del mundo, con un estilo muy marcado y personal que le lleva a concebir cada dibujo como una auténtica obra de arte: figuras pálidas, de grandes ojos y una mezcla de fragilidad y potencia visual.

Siguiendo con autores de gran nivel, el festival traerá por primera vez a España a dos creadores que, sin ser de origen mediterráneo, acuden con una obra cuya temática está muy presente en este mar y que, además, entronca a la perfección con los valores que promueve Tres Culturas de solidaridad, diversidad, inclusión y esperanza. Se trata de Victoria Jamieson y Omar Mohamed, que conversarán sobre la historia que les unió: la multipremiada ‘Cuando brillan las estrellas’, inspirada en las vivencias del propio Omar Mohamed en los campamentos de refugiados de Dadaab, en Kenia.

También habrá lugar para los cómics que dan el salto a la gran pantalla a partir del exitoso caso de Robot Dreams, el primer cómic de la escritora de libros infantiles Sara Varon que el director Pablo Berger plasmó en una inolvidable cinta que llegó a optar al Oscar como Mejor película de animación el pasado año. Ambos desgranarán los detalles de esta colaboración que ocupa un lugar de privilegio entre las producciones cinematográficas nacidas de un cómic.
Y si la historia de Robot Dreams viajó desde Estados Unidos hasta España para llegar al celuloide, el mismo trayecto, pero a la inversa, es el que realizan las obras de Natacha Bustos (nacida en Ibiza en 1981, aunque malagueña de adopción) y Carmen Carnero (Málaga, 1983), dos españolas que triunfan en Marvel y DC. La primera de ellas con cómics como Moon Girl and Devil Dinosaur, fue elegida por Marvel como una de las ocho artistas más prometedoras de la próxima generación en 2020; mientras que la segunda trabaja para esta misma compañía en exclusiva desde 2018, donde fue incluida en 2019 en el programa de artistas de élite de Marvel ‘Stormbreakers’.

Por último, cabe destacar a Wilfrid Lupano, (Nantes, 1971), con quien analizaremos libros como ‘La bibliomula de Córdoba’, del que es guionista, y en el que muestra el poder de la cultura y el conocimiento como barrera ante los totalitarismos. Además, será uno de los protagonistas de los talleres infantiles a partir de su obra ‘El lobo en calzoncillos’ en el apartado COMICMED KIDS, donde también se ofrecerá otro taller que aúna creación con nuevas tecnologías para la creación de videojuegos (en el Campus 42) y uno para público adolescente en el que Natacha Bustos mostrará cómo dibujar superhéroes.
En resumen, una programación diversa y heterogénea en la que se hablará mucho de cómic, pero también de nuevas técnicas de creación, universos digitales y fusión con otras artes. Una iniciativa en la que, además, se han implicado otras entidades e instituciones como el Centro Andaluz de las Letras, la Fundación Telefónica, el Instituto Francés y las editoriales Maeva, Edelvives, Norma Editorial, Apa Apa Cómics y Penguin Random House.
El acceso a todas las propuestas de este festival será gratuito previa inscripción en la página web de la Fundación Tres Culturas (www.tresculturas.org). Asimismo, los interesados podrán adquirir ejemplares en el punto de venta que habilitará la tienda Cómic Stores en el mismo festival.
Cómic
José Luis Munuera y ‘Su olor después de la lluvia’

Tras ver un anuncio en el periódico, Cédric decide adoptar a Ubac, un perro boyero. Desde este momento, se crea un vínculo único entre ambos, que durará trece años y cambiará para siempre la mirada de Cédric sobre el mundo. De repente, solo importa el presente. La vida se convierte en paseos llenos de olores y sabores nuevos, juegos, miradas cómplices o simplemente compañía silenciosa. Una presencia que se hará imprescindible y cuyo recuerdo permanecerá grabado en la memoria como un olor amado, incluso después de la lluvia. José Luis Munuera adapta la obra de Cédric Sapin-Defour, una poderosa historia de amor incondicional, que llegó a ser el libro de no ficción más vendido en Francia en 2023, con más de 400.000 lectores.

Así nos presenta la editorial Astiberri ‘Su olor después de la lluvia’, el último trabajo de José Luis Munuera. Con él quedamos para charlar un poco de este cómic aprovechando una sesión de firmas en Granada, en Subterránea Cómics. En las siguientes líneas podéis leer el resultado de esa entrevista, mientras él dedicaba cómics con un dibujo de Ubac, el perro boyero protagonista de la historia. Y podréis leer no solo la conversación con el dibujante, sino también la intervención de alguna lectora. Al final igual más que una entrevista es una conversación, y no solo entre dos personas.
Había hablado con mi editor en Lombard y él me preguntó si me apetecía hacer algo diferente, algo más relajado, más contemplativo. Entonces me propuso leerme esta novela. Me envió ‘Su olor después de la lluvia’. No se había traducido todavía al castellano, y me encantó. Me encantó la novela porque me parecía que era un relato totalmente emocional, sin filtro intelectual de ningún tipo, sin excusas, era pura emoción. Así que me dije: “vamos a intentar hacerlo”. Entonces, la editorial inició el proceso de búsqueda de derechos y yo por fin me reuní con el autor de forma virtual. Y conectamos muy, muy bien”.

“Yo tenía mucho miedo, porque es una historia muy personal, él la cuenta en primera persona, es su peripecia personal, su aventura, su vida con su perro durante trece años, y cómo el contacto con el perro le cambia, le modifica su visión de las cosas, y cómo le afecta a título personal -continúa José Luis Munuera-. Y tenía mucho miedo porque, claro, me iba a meter yo allí, como un elefante en una cacharrería, a trastocarle a este hombre sus intimidades, inventarme personajes nuevos, situaciones, en definitiva, hacer una ficción a partir de su historia real. Y tenía miedo de que el autor fuera muy protector con sus propias vivencias”.
“Pero nada más lejos de esto. Encontré un tipo absolutamente adorable, abierto, receptivo, que entendió desde el principioesas “traiciones” que podía yo realizar respecto al relato, y que me animó desde el primer momento. Así que ha sido una experiencia fabulosa”, asegura José Luis Munuera.
No es lo habitual, ¿no? Ese contacto con el autor del texto… En realidad no te puedo decir bien, porque es la primera vez que adapto a un autor vivo, y no había tenido la experiencia de tratar con el autor. Pero me imagino que te puedes encontrar todo tipo de personalidades, desde los que son súper protectores con su trabajo, a los que pasan olímpicamente y dicen: “haz lo que te dé la gana”, a los que quieren participar más directamente. Con Cédric, ya te digo, fue cojonudo. Él estuvo allí, en el proceso, me mandó todas las fotos que necesitaba de su casa, de su vida. Fue estupendo”.

Ya has comentado un poco que al final son sus vivencias personales , las de Cédric, pero ¿qué se van a encontrar los lectores cuando empiecen a pasar las páginas de este cómic? “En Francia ahora mismo lo que está triunfando, lo que lo está petando editorialmente es una serie de novelas que se llama ‘La femme de ménage’, que son como una especie de novelas románticas, thriller, violento, medio erótico a veces. Pues ‘Su olor después de la lluvia’ está en el otro extremo del espectro narrativo”, nos cuenta José Luis Munuera.
“Esto es un ‘feel good’, una historia humana, de la experiencia vital, sin ningún tipo de epopeya dramática, la historia de un hombre y cómo construye, digamos, su familia de elección, cómo encuentra a su pareja, cómo vive con su ‘perrete’. Una cosa realmente muy ‘low-key’ en términos de aventura, pero espero que muy fuerte en términos de emoción”.
Ya hemos comentado que tú no tienes perro, entonces, ¿ha sido quizás más difícil a lo mejor conectar con la historia por eso? “No, porque la historia tiene un componente muy universal, digamos que habla del amor en términos generales. En este caso es con un perro, pero puede ser con tu hijo o puede ser con cualquier otro ser vivo. Y fue lo que me llamó también mucho la atención de la novela, cómo había conseguido, a mí como lector, emocionarme tanto sin que tuviera yo la experiencia directa de convivir con un perro en mi vida adulta, si lo tuve cuando era un crío. Y ese misterio, ese preguntarte por qué me ha afectado a mí, es una de las claves del lanzarme a intentar reconstruir el relato”, confiesa José Luis Munuera.

Y en todo ese proceso, una vez que ya hablas con él, que también estudias un poco la historia, ¿qué ha sido quizás lo más difícil? “Bueno, había varias cosas que eran complicadas. Una de ellas fue la representación del propio perro, Ubac. Yo soy un dibujante con tendencia al ‘cartoon’, más bien de escuela ‘disneyniana’. Y aquí el perro tenía que estar al mismo nivel que el humano en términos de credibilidad”.
En este momento en el que hablamos de Ubac, el perro protagonista de la historia, un un perro boyero, José Luis saluda a una de las lectoras que se ha acercado a la firma, Cris. Ella tenía un perro boyero del que se tuvo que despedir recientemente. “Sabía que estabas haciendo el libro y me lo encontré en Francia, y cuando salió, me dije, esto es para mí”, comenta esta lectora. ¿Y lo pasas muy mal con la lectura? Le pregunta Munuera. “Sí, hasta el punto de que empecé y dije, ahí se va a quedar…”, confiesa Cris. “Bueno, leí la primera parte”. “Pues ahora te toca la parte dura”, le advierte José Luis. “Y que te lo encontraras en Francia es normal, porque es como la canción del verano. Está por todos lados”.

En este momento también está a nuestro lado Joaquín López Cruces. Su nuevo trabajo, su nuevo cómic junto a Enrique Bonet está en el horno y saldrá a finales de agosto, ‘El otro mundo’. Comentamos la necesidad de juntarnos los tres para charlar de este proyecto pensando en ese lanzamiento… antes de volver a la conversación con José Luis Munuera.
Estábamos hablando del personaje del perro, de Ubac… “Sí, te decía que tengo una afiliación clara y que además reconozco sin pudor, disneyniana, y lo último que quería era hacer una versión de los 101 Dálmatas. Quería hacer algo que fuera más creíble. Entonces, el hecho de dibujar al ‘perrete’ en un registro que sea reconocible, pero que al mismo tiempo mantuviese la cualidad expresiva, que a mí me interesa mucho, de mi dibujo, era un pequeño ‘tour de force’ que me ha tenido bien entretenido. Porque la idea era que quien conoce esta raza de perros, lo reconociera”.
“Y así es. Es súper expresivo. Son unos animales increíbles”, participa de nuevo Cris. “Increíbles estos animales -comenta José Luis Munuera-. De verdad, una maravilla. Son un tipo de perro pastor que está seleccionado desde hace cientos de años para transportar carros con leche por los Alpes y demás. Y son muy familiares, muy domésticos. La verdad es que esun perro muy chulo. Un boyero”.

“Yo creo que puede tener un efecto catártico. De hecho, me he encontrado con muchas lectoras, sobre todo como tú (se dirige a Cris), que habían tenido, no necesariamente un boyero, pero sí un perro y que lo habían perdido recientemente. Es muy difícil cuando estás con alguien, y como si de repente se autorizaran a expresar todo lo que llevan dentro y no habíapodido contar. Porque tenemos como una especie de prejuicio cultural a la hora de hablar de que se te ha muerto un perro… Algunas de estas lectoras me decían que le había hecho mucho bien el libro”.

Volvemos a hablar con Joaquín que tiene entre manos varios proyectos, de los que hablaremos en el futuro seguro. Y reconectamos con la conversación con José Luis Munuera para preguntarle por la técnica utilizada en este cómic. “La técnica es un poco la misma que estoy utilizando en las adaptaciones de clásicos anglosajones, ‘Peter Pan’, ‘Cuento de Navidad’… El dibujo lo hago primero en un iPad. Eso lo imprimo. Sobre esa impresión empiezo a guarrear con acuarela, meter texturas, el modelado, el volumen, luces, sombras, etc. Con el objetivo de que sea lo más guarro posible. Lo hago sobre un papel random, un folio random que me obliga a ser muy rápido y muy eficiente y tomar decisiones así muy rápidas. Y luego eso me lo paso a Photoshop y hago un trabajo de postproducción allí, que es casi retoque fotográfico, en el que voy trabajando en la profundidad de campo y tal. Al final acabo con un fichero en escala de grises en el que están todas las texturas, todo el tratamiento de la luz. Y eso se lo paso a mi colorista que en Photoshop también aplica capas de color”.
Cómic
Beatriz Castro y las aventuras de ‘El equipo Ortiga’

El bosque alrededor de Bellavista está lleno de basura, así que los amigos Noah, Robin, Charlie y Jara, cansados de pasar las tardes rodeados de latas, colillas y plásticos olvidados, deciden crear ‘El equipo Ortiga’. ¿El objetivo? Hacerle entender a la gente del pueblo que hay que cuidar la naturaleza y tomarse la limpieza en serio… ¡o habrá consecuencias! Con estas palabras la editorial Astronave nos presenta este libro de Beatriz Castro, con la que hemos charlado un poquito más sobre este proyecto.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “Me encanta escribir historias, la naturaleza y los animales. Decidí crear un grupo de niños muy concienciados con el medio ambiente”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Una historia divertida, llena de pájaros y árboles donde se habla de la amistad y de que trabajar en equipo hace que las cosas salgan mejor”, nos cuenta Beatriz Castro.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Ha sido mi primer cómic, lo planteé como un álbum ilustrado y mi editora dijo que lo convirtiéramos en novela gráfica, que además a los niños les gusta mucho. Tuve que hacer un guión detallado de las escenas y texto. Luego trabajé en los bocetos y una vez aprobados los bocetos trabajo en el color”.
¿Cómo nacieron los personajes protagonistas? “Hace unos años creé una ilustración para Halloween de unos niños con máscaras de animales, y siempre que dibujo me voy imaginando la vida de los personajes… su entorno, y recuperé esa cuadrilla para esta historia”, afirma Beatriz Castro.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Hay muchos más dibujos de lo normal ya que se trata de un cómic, por lo demás creo que todo es igual”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajo de manera digital”.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Fue un proceso más largo de lo normal, y tuve que adaptarme a un formato nuevo, como hacer un montón de viñetas -continúa Beatriz Castro-. Tuve que ser cuidadosa y no repetir posturas, crear muchas composiciones nuevas para que el libro fluyera de una manera dinámica y vistosa”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “La mayor parte de mi trabajo es para fuera de España, ahora estoy trabajando en varios libros. También sigo escribiendo historias, y estoy a la espera de respuestas por parte de editoriales para su posible publicación. ¡Crucemos los dedos!”
Cómic
Juan Gallego y los rincones de la mente en ‘La plaga’

Pedro lleva una existencia metódica y monótona centrada en su trabajo como arquitecto y apartada del mundo. Un día encuentra una plaga de gusanos en su despensa, lo que desencadena inquietantes sueños y sucesos que activan sus miedos más profundos. Mientras lucha contra ella, su vida se desmorona. Así nos presenta Reservoir Books ‘La plaga’, un cómic de Juan Gallego con su hermano Javier Gallego. Sobre esta novela gráfica hemos hablado un poco más con Juan.

Lo primero que me gustaría que me contaras es cómo nace todo este proyecto, ¿dónde está el origen de este cómic? Juan Gallego: “Tanto a mi hermano como a mí nos gusta mucho el cómic desde nuestra adolescencia. Ya siendo más mayores, siempre habíamos pensado que nos gustaría hacer algo en ese sentido juntos. Javier tenía una idea de una historia que la tenía como a medio desarrollar. Era una especie de cuento, basado en una cosa que le había pasado, que es que había tenido una plaga de gusanos en su casa, y lo usaba de excusa para luego llevárselo a otro sitio. Javier tenía el cuento a medio hacer y yo estaba enredado en otras cosas”.
“Me puse a trabajar y colaborar con una fundación que se llama ‘Por Causa’, que hace cosas sobre periodismo y migración. Y con esta fundación hice un cómic corto sobre la valla de Melilla. A raíz de esto me apetecía hacer cosas de cómic, y animé a Javier a acabar ese proyecto que tenía a medio hacer. Estaba muy liado por entonces, pero yo estaba como muy caliente. Javier tenía un poema que había hecho que me gustaba mucho, que hablaba también de cosas de migración, y le dije que mientras se desliaba, yo iba a hacer algo, como de diez páginas o así, trabajando en ese poema.Cuando le mandé las primeras páginas de ese cómic, esa ‘cosa’ corta que estaba haciendo con su poema, pues la vio y me dijo: “hay que alargarlo, hay que intentar hacer una cosa más larga y que lo publiquen como un libro independiente”. Estuve una semana dándole vueltas, rehaciendo la escaleta, y vi que sí que se podía alargar para que tuviera en torno a 50 páginas, para que ya fuera publicable como libro independiente”.
“Y eso acabó en ‘Como si nunca hubieran sido’, que fue nuestra primera novela gráfica, que se coló por medio, porque ‘La plaga’, que era lo que queríamos hacer, era nuestra primera idea de cómic. En ese proceso, a Javier le dio tiempo a acabar el guión de ‘La plaga’. El primer cómic tuvo su éxito, obtuvo algún premio, y el editor nos preguntó por otros proyectos, y le hablamos de ese proyecto de ‘La plaga’. Le mandamos el guión y le gustó mucho. Así que ya sí que nos pusimos con él. Ese es un poco el contexto en el que nace el proyecto. Yo contento porque, en ese sentido, éste cómic ha sido al final más complejo técnicamente, visualmente, y la práctica y la soltura que me dio el otro, pues me ha venido bien, la verdad”, nos cuenta Juan Gallego.

Y, Juan, ¿qué se van a encontrar los lectores cuando empiecen a pasar las páginas de ‘La Plaga’? “Pues se van a encontrar una historia, yo creo que muy bien tramada, eso es mérito de Javier. Va avanzando muy poco a poco y en la que, al final, de repente, todo tiene sentido. Hay momentos donde te sientes desorientado. Tiene que ver con las cosas que le pasan al protagonista, y es posible que no entienden muy bien qué está pasando. Pero, al final, todo tiene su sentido… Muchos lectores me están diciendo que les invita a una segunda lectura muy rápida. Y, visualmente, mi aporte principal al cómic, a través de los distintos estilos que se manejan, es tratar de apoyar esa narrativa de la forma más contundente y expresiva posible. Los estilos se adaptan un poco a lo que está ocurriendo, a lo que está sintiendo el protagonista”, asegura Juan Gallego. “Ese cambio de estilos no es gratuito. No es cambiar de estilo por cambiar de estilo, sino que tiene el sentido de apoyar la narración, que siempre tiene que ser la función del dibujo, yo creo, en una novela gráfica”.

Me gustaría que me hablaras precisamente un poco de eso, de esa variedad de estilos. Es cierto que que cuando empiezas a pasar las páginas, hay partes que son como muy diferentes a otras. “Son muy diferentes y en una primera ojeada, lo que tiende a pensar la gente es que esto va a ser difícil de seguir o difícil de conectar. Lo que pasa es que yo creo que cuando lo lees, todo tiene sentido. De repente cuando lo estás leyendo, entiendes y ves el porqué de los cambios de estilo, y se entienden. Al final, la historia corre en diversos planos temporales, y adopté distintos estilos en función de los distintos tiempos en los que transcurre la historia. También hay distintos estados de consciencia en los que se encuentra el protagonista y también ese aspecto quise diferenciarlo a través de los estilos, potenciar esos distintos estados en los que se encuentra el protagonista y que influyen en la historia -continúa Juan Gallego-. Por ejemplo, parte de la historia se desarrolla a través de los sueños del protagonista. Los sueños tienen cada uno su propio estilo, un poco también en función de lo que está pasando. En los sueños, eso que dicen que soñamos en blanco y negro, pues aproveché esa excusa para que, por ejemplo, los sueños tengan esa coherencia”.
“Dentro de que aparentemente todo visualmente es muy dispar, yo creo que cuando lo lees y a medida que avanza la historia, todo coge mucha más coherencia y conexión de lo que a primera vista el libro pueda parecer”.

¿Qué dirías tú que tienen de característico tus ilustraciones, tus dibujos para este cómic? ¿Qué tienen quizás de diferente con respecto a ese otro cómic que me comentabas o a otros trabajos? “Bueno, en el anterior el estilo me vino a la cabeza muy directamente, como la historia era una historia muy dura, muy oscura, pues utilicé un estilo que reflejaba eso perfectamente. Era un blanco y negro muy roto, no había colores, pero sí que había grados de grises, y la línea estaba como muy suelta, muy rota. Trataba de transmitir totalmente la situación de desesperanza de las personas que cruzan el Mediterráneo intentando llegar a Europa en busca de una vida mejor. Una situación muy dramática y el estilo buscaba reflejar eso”, asegura Juan Gallego.
“En ‘La Plaga’, pues cambia totalmente, aunque la idea al final es la misma, es decir, que el estilo se subordine a lo que cuenta el libro, a la narración. Lo que es la trama principal, lo que sería la línea argumental principal del libro, tiene un estilo como más estándar, más convencional, que a mí quizá, a nivel dibujístico, me resulta más natural. Por asimilarlo a algo, te diría un poco estilo cómic americano, es a lo que más se podía parecer, que es mi mayor influencia en ese sentido, yo es lo que más he leído. Ahora no tanto, ahora leo más europeo, pero durante muchos años, en mi adolescencia, me hinchaba a ver tebeos de superhéroes, y te influye mucho eso. Frank Miller para mí pues es una influencia como muy fuerte. Y después, lo que te comentaba de cambiar de estilos en función de la narración”.

¿Con qué técnicas sueles trabajar? ¿Cómo es un poco tu proceso? “Tengo que trabajar en digital porque, vamos, por mis circunstancias personales es que es la alternativa lógica y natural. Me pasó en el otro cómic. También doy clase en la universidad, y tanto por cuestiones de tiempo, como porque no tengo un sitio, un estudio, con una mesa donde yo me pueda sentar con calma, lo que hago es dibujar a lo mejor a golpes de cuatro o cinco horas, y ahí lo digital me ofrece una solución que es imbatible en ese sentido.Este cómic lo he ido haciendo a veces en el tren, cuando iba al trabajo, ¿sabes? Cuando tengo una hora, pues me siento y me pongo a dibujar. Entonces lo he hecho principalmente con el iPad y Procreate -afirma Juan Gallego-. En el anterior usé Photoshop, pero en este proceso acabó apareciendo el iPad y probé Procreate y aluciné en colores. Es un programa que es muy parecido a los medios tradicionales analógicos, es decir, tú coges el lápiz, eliges tu herramienta, ya sea un pincel, un lápiz, un carboncillo, te pones a dibujar y enseguida obtienes resultados muy similares a los que obtendrías usando los medios tradicionales, entonces la curva de aprendizaje es súper rápida. Además los desarrolladores del programa te responden a las dudas y problemas que puedas tener. También me gusta mucho la filosofía de las personas que lo gestionan, que están muy en contra de la inteligencia artificial, ellos lo que quieren es dar soluciones para los artistas, dibujantes, pintores, dar una solución digital”.

¿Cómo es trabajar con tu hermano? Porque, no sé, mucha gente dirá, qué guay, porque está con su hermano. Y por otro lado igual dicen, entre familia… “Nosotros nos llevamos muy bien, siempre nos hemos llevado muy bien desde pequeños. Los dos decimos lo mismo: “mi hermano es mi mejor amigo”. Tenemos mucha confianza el uno en el otro, nos consultamos, ya no solo cuestiones de cómics, sino cuestiones serias de la vida. Es una de las personas de las que más me fío y entonces, en ese sentido, cuando tienes ese nivel de compenetración y te llevas tan bien, pues es fácil. Bueno, hay una cosa, mi hermano es una persona muy exigente, muy perfeccionista y a mí me dicen que también. Pero respetamos mucho el espacio de cada uno”
“Durante el proceso, trabajando con su guión, le podía ir consultando dudas, posibles cambios, se los explicaba, y él me ha dejado hacer ahí, le ha parecido lógico y normal también, porque además es que efectivamente eran cambios que resultaban naturales. Hasta que no te pones a aterrizar, ya en dibujo en línea, lo que dice el guión, hay cosas de las que es muy difícil darte cuenta, porque yo mismo al leerlo no me había dado cuenta. Él confía mucho en mí, consultamos todas las decisiones, y listo”.
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