Cómic
Jorge González nos transporta a Cádiz en ‘Salitre’

En la ciudad de Cádiz, su Casco Antiguo, conoceremos el barrio de la Viña, un espacio muy particular, microcosmos con personalidad propia dentro de la urbe. Y en él, a la familia formada por Mariló y Chano, junto a sus hijos Carli y Kiko. Vamos a conocer en sus historias, problemas, hechos del pasado que aún duelen en el alma y un suceso que, hace años, puso en jaque a toda la ciudad, originando el caos en sus calles. ‘Salitre’ es carnaval, piedra ostionera, la playa de La Caleta, viento de levante y un recuerdo que trae a la memoria un cielo que se tiñó de rojo… Un proyecto de José Luis Vidal y Jorge González. Con éste último hemos comentado algunas cosas de este libro.

¿Cómo nace este proyecto? Jorge González: “Mi amistad con José Luis viene desde hace tiempo. Viví unos años en Cádiz, hace ya más de una década, y suelo volver cada verano, amo esta ciudad. Imagino que habrá nacido de la divagación y las conjeturas diarias que solemos tener frente al mar”.
Buscando información sobre este proyecto, encontramos también estas palabras de José Luis Vidal: “La idea de ese proyecto en el que trabajar juntos nació poco a poco, a base de charlar, de interminables caminatas por la playa, hasta poder encontrar un punto común entre lo que yo quería contar y lo que a Jorge le interesa ilustrar. Os aseguro que recorrer este camino no ha sido cosa de dos días, pero al fin hemos llegado a su conclusión, y se titula Salitre”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Encontrarán a Cádiz, su atmósfera, la idiosincrasia de parte de su gente y como metabolizan el dolor, la musicalidad de sus diálogos y muchas cosas que se me escapan”, nos dice Jorge González.

¿Como ha sido el trabajo de documentación/investigación para este libro? “Mucha documentación me la pasó José Luis y además fui consiguiendo libros y viendo videos y fotos de la época”.
¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Hay más color con respecto a otros trabajos, algunos cambios en la forma también y en la estructura narrativa”, nos cuenta Jorge González, que en este proyecto ha trabajado con “lápices, tintas, grafitos y Photoshop”.

Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “Siempre me tomo un buen tiempo en disfrutar de la primera parte del proceso: búsqueda de documentación, de estilo, utilizo muchos cuadernos y cualquier tipo de materiales y sin pensar en absolutamente nada más que frustrarme, jugar, andar perdido y tratando de que aparezcan esos segundos en el que todo parece tener sentido. En la etapa siguiente los pensamientos son más racionales y es el momento de organizar todo el caos que alimenta el libro”.


¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Estoy dibujando un libro con guión de mi mujer, Katia Klein y es para la editorial Dupuis. También otro para Futurópolis con Christophe Dabitch (con el que hice Mécaniques du fouet). Además sigo teniendo una conversación ilustrada con Dave McKean, ya llevamos tres años, y desarrollando uno con guión mío que por el momento me está cayendo bien”.
Cómic
Julien Lambert nos guía por la ciudad de ‘VilleVermine’

‘VilleVermine’, una ciudad sucia, inmunda… Una ciudad de pequeñas estafas, de pequeños negocios, en la que delincuentes y perdedores repiten una y otra vez la misma escena. Jacques Peuplier, un duro investigador privado, lidera una caótica investigación sobre la desaparición de la hija de la reina del inframundo, con la ayuda solo de objetos como compañeros, cuyas voces es lo único que puede oír… y con los que conversa. Durante su viaje se enfrentará a un ejército de aviadores pilotados por un científico loco, encontrará el refuerzo inesperado de un pequeño niño de la calle (acompañado de su gato Mauvais-Poil), se enamorará, será perseguido, golpeado por unos hermanos desagradables y unos extraños bichos le harán la vida imposible. Con estas palabras la editorial Nuevo Nueve nos presenta este trabajo de Julien Lambert. Con él hemos hablado un poquito más sobre este cómic.

¿Cómo nació este proyecto? “El comienzo fue mi proyecto de fin de carrera para la Escuela de Arte y Diseño ESA Saint-Luc de Lieja (Bélgica). Pasaron unos diez años entre esta primera versión escolar y la publicación del libro en 2018”.
¿Qué encontramos en este libro? “La historia se desarrolla en un pueblo imaginario llamado VilleVermine, una especie de «Ciudad Gótica» belga, inspirada en Lieja -nos cuenta Julien Lambert-. Trata sobre un hombre llamado Jacques Peuplier, quien tiene un poder especial: puede oír la voz de objetos inanimados y también hablar con ellos. Gracias a esta habilidad especial, es una especie de detective privado, especializado en encontrar objetos perdidos o robados. Pero la historia se descontrola cuando tiene que lidiar con otros humanos… Eso le supone un problema. Obligado a encontrar a una niña desaparecida, debe asociarse con un niño y un gato, y juntos se enfrentarán a un científico loco y a una especie de zombis voladores…”.

Cuéntanos algo sobre las ilustraciones. “Me influyó mucho el trabajo de Mike Mignola, Taiyo Matsumoto y Nicolas De Crecy. También me influyen las películas de Jean-Pierre Jeunet, Marc Caro y Guillermo Del Toro. Me interesa el expresionismo y le doy mucha importancia a la forma en que se mueven mis personajes”, asegura Julien Lambert.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Lápiz, tinta china y Photoshop (para los colores)”.

¿Cómo fue el proceso de creación de este libro? “Fue mi primer libro como guionista. Escribí varias versiones del guión, luego tres versiones para el storyboard. Después, dibujé a lápiz y entinté de forma tradicional. Y finalmente, coloreé por computadora con la ayuda de amigos y mi novia para los colores. Me llevó más de tres años escribir esa historia (inicialmente publicada en dos libros)”, afirma Julien Lambert.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “VilleVermine ya es una serie, y estoy trabajando en una nueva historia, la tercera. Pero voy con mucho retraso…”.
Cómic
Emma Ríos nos cuenta lo que hay detrás de ‘Anzuelo’

Al principio eran solo tres. Nubero, Lucio, Izma. Al principio, eran niños. La mar se había alzado, mostrando en todo su esplendor el poder y la complejidad que hasta ahora ocultaba en sus profundidades. Tres niños a la deriva, perdidos en los cambios físicos y mentales causados por la tragedia, que encuentran un vínculo en las mareas y en su deseo de no dañar a ningún ser vivo.
A través de unas virtuosas acuarelas cuyos colores transitan entre el amanecer y el atardecer, Emma Ríos lleva al lector a la orilla del mar para observar una historia de eco-horror postapocalíptico en la que la belleza y lo extraño se entrelazan. Los cuerpos de sus protagonistas, que se van diluyendo como la luz de la acuarela, van perdiendo su forma humana, a la vez que perdura una humanidad empática como única respuesta a una sociedad despojada de futuro. Con estas palabras la editorial Astiberri nos presenta ‘Anzuelo’, un cómic sobre el que pudimos hablar con Emma en Angulema, y estas son algunas de sus reflexiones en torno a este trabajo.

¿Cómo nace el proyecto de Anzuelo? “El proyecto de Anzuelo nace hace bastante tiempo ya. Hacía tiempo que quería hablar un poco de lo que es el mar desde mi punto de vista. De una persona que ha vivido bastante en contacto con él en Galicia. Y que siempre le ha interesado mucho lo que es el folclore, el terror, toda esta morriña, toda esta idea de, no sé, lo que sentimos nosotros por eso allí. Y al mismo tiempo tratar de convertirlo como en un pequeño cuento de terror y de tristeza, ¿no? Y de esa melancolía, que es bastante típica de mi propia cultura”.
“Llevaba tiempo pensando en escribir una carta de amor al mar y ha dado muchas vueltas. Y cuando acabé el último volumen de ‘Bella Muerte’ en 2020, vi la oportunidad, en el ecuador de mi carrera, y tomé la decisión de que quería realizar, de que tenía la posibilidad, de realizar un libro con plena libertad, ¿no? De tiempo, de espacio, etcétera. Para ver un poco en qué punto me encontraba yo como creadora. Y aunque quizá no contaba con que fuese un proceso tan largo, y que me fuese a llevar tanto tiempo, pero estoy bastante orgullosa de haberlo hecho”, nos cuenta Emma Ríos.

“Realmente ha sido un proceso bastante complejo, porque estaba desarrollando una distopía y había otra llamando a la puerta. Entonces, digamos que esto se solapó con lo que fue todo el tema de la pandemia. Y emocionalmente fue bastante duro para mí, pero por otro lado también era un refugio en el que meterse. Eso, en la situación vital en la que me encuentro, a mis cuarenta y bastantes, pues también he tenido que pasar como por varias pérdidas importantes. Digamos que todo eso como que ha sido bastante catárquico para lo que es el desarrollo y los cambios que se han producido en el libro en un proceso tan largo. Pero bueno, ahora lo veo y lo veo casi como una fotografía de un momento vital importante para mí y también como una fotografía de mi propia capacidad como autora que quiero poder superar en proyectos futuros”.

Comentabas que ‘Anzuelo’ es tu carta de amor al mar. “Sí, es una carta de amor al mar y es un cuento que habla mucho sobre la violencia. Se ha descrito como una especie de oposición a ‘El señor de las moscas’, como una idea lovecraftiana de ‘El viejo y el mar’ de Hemingway, pero digamos, eso es un poco lo que dice la gente. Yo en realidad lo que quería hacer era reflexionar sobre temas que a mí me preocupan, como lo que es la trivialización de la violencia en ficción o incluso en el mundo real, o ese abandono al nihilismo barato de que está todo hecho polvo, pero da igual, la gente de mi generación, nosotros no lo vamos a ver, y pensar un poco en realidad qué ocurre con la gente que queda atrás, con nuestros sobrinos, con nuestros hijos o lo que sea, qué ocurre para ellos, aunque realmente sigue siendo importante, aunque tú no vayas a ver este colapso”, afirma Emma Ríos.

“No es que pretendiese dar un mensaje ecologista, pero sí que hay un trasfondo de preocupación absoluta sobre la situación que estamos viviendo en general, tanto a la falta de educación en el humanismo, estamos demasiado obsesionados y agobiados por las consecuencias del capitalismo, nuestro curro, la situación económica, en general, las continuas crisis sucediendo, al mismo tiempo la crisis climática y toda esta desesperación, tratar de que haya una idea de esperanza, porque en realidad los seres humanos no tienen por qué recurrir a la violencia frente a una situación desesperada necesariamente, que tenemos un arma importante que es la empatía y que hay que aprovecharla para salir adelante. Incluso yo que sé, viendo por ejemplo imágenes hace poco de toda la desgracia de Valencia, de la Dana, de ver dos personas que se salvan una a otra y se dan un abrazo, que toda esa pureza para mí es súper válida y me interesa mucho, y realmente a mí me da ganas de vivir y de seguir adelante. Entonces quizá esa es una de las reflexiones y algunas de las ideas que yo pretendía defender, que en el fondo es mi propio pensamiento”, asegura Emma Ríos.

¿Con qué técnicas has trabajado? “He trabajado con acuarela, es una técnica en la que he trabajado a mano, son todo originales físicos, luego lo que he hecho es escaneado, he retocado los colores para que se parezcan a los originales, porque es una técnica muy difícil de reproducir y tal, pero he tenido mucha suerte con las imprentas. Es un trabajo bastante complicado, pero la acuarela era importante para la configuración de la atmósfera del libro, también el agua es un tema importante en el libro, entonces me interesaba mucho esa falta de control sobre todo. Evidentemente yo acabé siendo bastante mejor acuarelista al final de cuatro años, pero ha sido un proceso de aprendizaje brutal, he probado distintos papeles, distintas acuarelas, distintas técnicas, entonces ha sido como un proceso de aprendizaje propio que ha sido también muy interesante”

“Y ahora -continúa Emma Ríos-, viendo el objeto creo que ha merecido la pena, a pesar de todo el sufrimiento, repetir páginas, etc., repetir viñetas y tal, creo que ha merecido mucho la pena y me parece que como objeto, a pesar de que yo vea todos los errores y tenga mis dramas personales, creo que ha quedado bastante bello y me gusta mucho”.
Cómic
Verónica Álvarez nos cuenta su trabajo en ‘Las Hericornias’

Cada cien años, el reino de Lemuria envía a su heredera al templo de la diosa Aurora para pedirle protección y formular un deseo. Celeste ni siquiera tenía que haber sido la heredera, pero la débil salud de su hermana impide que ella tome el mando y, ahora, el futuro del reino está sobre sus hombros. ¡Y encima tiene que ir sola hasta el templo! Sabe que el viaje será largo y que estará sembrado de obstáculos, puede que hasta peligros… Aunque, por suerte, podrá contar con las armas de Lemuria y con su unicornia, Sadalbari. Cuando su camino se cruce con el de otras cuatro Hericornias, herederas unicornias de otros reinos, Celeste se dará cuenta de que su glorioso destino no tiene nada de único… Pero, también, de que no tiene que cumplirlo sola.
Con estas palabras la editorial Astronave presentaba la primera entrega de ‘Las Hericornias’, un trabajo de Kid Toussaint y Verónica Álvarez. Con ésta última hemos charlado sobre su trabajo en estos cómics.

¿Cómo nace este proyecto? ¿Cómo cobraron vida sus personajes? “El proyecto nació en Le Lombard, cuando le ofrecieron a Kid Toussaint hacer una historia sobre unicornios guerreros. Él creó el concepto de las ‘Hericornias‘ basándose en las historias de magical girls y creando y un universo lleno de magia y aventura. Kid y yo nos conocimos unos años antes en Angôuleme y durante ese tiempo había trabajado en la peli de ‘Mi pequeño Pony’, así que cuando surgió esta proyecto teníamos la excusa perfecta para trabajar juntos”, nos cuenta Verónica Álvarez.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Una historia llena de aventuras llenas de fantasía y humor, un grupo de chicas muy fuertes pero muy distintas entre sí que tendrán que aprender a trabajar juntas en equipo, y sobretodo, ¡un montón de unicornios con poderes únicos!”

¿Cómo es el trabajo con Kid Toussaint? “Una vez tiene el guión completo de cada libro nos reunimos para resolver dudas y hablar de cómo nos imaginamos ciertos personajes, escenarios, situaciones, estilo… Le mando mi propuesta de story y una vez que vemos que la lectura y el ritmo funcionan me pongo a trabajar en el acabado final en digital. La verdad es que da gusto trabajar con él, y me ha ayudado mucho a la hora de entender cómo se trabaja en el mundo del cómic”, asegura Verónica Álvarez.
¿Cuántos libros de Las Hericornias podemos encontrar en el mercado? “En el mercado franco/belga sale el tercer libro de la serie el 25 de abril, y en España tenemos de momento de la mano de Astronave el 1 y el 2 y próximamente el tercero”.


¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para estos libros? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Mi estilo es una mezcla de Disney, con algo de manga, con algo de videojuego, con algo de lo que aprendí mientras trabajaba en animación… Un popurrí de todo lo que me gusta y todo lo que visto y leído y jugado durante mi infancia, que creo que pega con la historia y conecta con el público a quien va dirigida -continúa Verónica Álvarez-. En mi caso que he trabajado en más sectores, la diferencia principal con el cómic es el nivel de creatividad que puedes aportar, desde la creación de los personajes, el universo, la narrativa, el color… tienes el control de todo, y eso hace que sea algo muy personal y especial con lo que estoy disfrutando un montón”.


¿Con qué técnicas trabajas? “Quitando el story a mano en una libreta, lo demás es digital. Organizo las páginas en clipstudio, pero para el acabado final uso photoshop”.
Danos algunas pinceladas sobre el proceso de elaboración de estos libros. “Una vez me he leído todo el guión, me pongo a trabajar en el story. Ahí básicamente me hago un resumen de una frase de lo que se quiere transmitir en esa página, e intento diseñar toda la página para que la narrativa ayude todo lo posible para transmitir esa idea, dejando más espacio a las viñetas dónde quiero que el lector permanezca más tiempo o en las que quiero destacar más porque sucede algo importante -relata Verónica Álvarez-. Dentro de cada viñeta siempre tengo en cuenta dónde irán colocados los bocadillos y con el espacio que me queda intento elegir el plano que me ayude a situar la acción o a ver más las reacciones de los personajes, o el detalle de aquello que quiera destacar… siempre teniendo en mente el concepto que quiero transmitir en la página”.

“Después paso a limpio la línea y finalmente con el color, intento trabajar por escenas y que cada escena tenga una paleta de color con la que se pueda identificar rápido lo que está pasando y que además en cada viñeta ayude a poner el foco de atención en las cosas que me interesa resaltar en la página para que la idea llegue clara al lector. Al final es usar cada paso y cada herramienta de las que disponemos como un refuerzo para transmitir ese concepto inicial”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Estoy trabajando en ‘ Las Hericornias’ 4, en ‘A bailar’ 4 (de María Menéndez-Ponte para editorial SM) y próximamente empezaré un proyecto nuevo junto a Giovanni Di Gregorio. Tengo entretenimiento para rato”.
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