Álbum Ilustrado
Elena Ferrándiz nos muestra ‘Nuestro mayor tesoro’

De los creadores de «Nuestro mejor regalo» nace un nuevo álbum ilustrado repleto de sentimientos y emociones. Una oda a esos seres que siempre que los hemos necesitado han estado ahí, para compartir los buenos momentos y, especialmente, para hacernos más livianos los momentos más complicados. Para esas personas a las que podemos llamar AMIGOS con mayúsculas surge un libro único, tan bello como emocionante, donde hermosas ilustraciones y emotivos versos se unen para dar las gracias de la forma más bonita posible.
Porque nada hay más valioso que un corazón lleno de gratitud, nace ‘Nuestro mayor tesoro’, que no se olvida de la importancia de trabajar la inteligencia emocional y los grandes valores desde la infancia: definir la verdadera y poderosa amistad, sana e incondicional, así como ser agradecidos con aquellos que nos han dado tanto. Seres que han sido refugio de cariño, comprensión y complicidad, merecen ahora que nosotros les demostremos cuánto significan en nuestras vidas de la forma más bonita: con gratitud infinita. Con estas palabras la editorial Cuento de Luz nos presenta este libro, un trabajo de José Carlos Román y Elena Ferrándiz. Con ésta última charlamos sobre su trabajo en este proyecto.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “El origen del proyecto está en el anterior libro que hice junto a José Carlos Román y editado también por “Cuento de luz”: “Nuestro mejor regalo”. Un homenaje a los abuelos y abuelas. Me gusta mucho esa relación intergeneracional y José Carlos trató el tema de una manera muy tierna. Fue el primer libro que hice para Cuento de luz, una editorial con la que tenía muchas ganas de trabajar. Este libro es de alguna manera continuación de aquel. Mantiene una misma estructura y el mismo tono poético, en este caso un libro para ensalzar la amistad”, nos cuenta Elena Ferrándiz.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Un homenaje a la amistad, a las personas que están siempre ahí en los buenos y en los malos momentos. Los que te dan alas y se alegran de tus triunfos, y nos hacen más llevaderos los momentos complicados. Un canto a la “amistad”. Es un álbum ilustrado lleno de ternura, empatía y amistad. Una historia que nos recuerda que las diferencias nos enriquecen y que el cariño no entiende de barreras. Un álbum lleno de sentimientos”.

¿Qué te pareció el texto de José Carlos Román la primera vez que lo leíste? “Me pareció un texto muy necesario, porque es importante agradecer y expresar todo el amor que se tiene a los amigos, decirles lo que sentimos y que rara vez mostramos -continúa Elena Ferrándiz-. Además a mí como ilustradora un texto tan poético me daba muchas posibilidades para desarrollar en cada doble página mi propia visión. Y en ese sentido, tanto José Carlos como Ana, la editora de Cuento de Luz, me han dejado total libertad para crear”.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Como decía antes yo intento aportar con mi trabajo una visión personal, llenar las imágenes de metáforas y guiños visuales para que el lector/espectador se identifique y se emocione. Yo siento que escribo con imágenes. Con mi ilustración busco generar sensaciones, colocar al lector en un determinado estado de ánimo y provocar también una reflexión. Durante el proceso creativo hay muchos cambios, pero también una actitud muy abierta y atenta a lo que ocurre fuera y también dentro. En este libro, el proceso de documentación no es tan necesario como el que exige un texto clásico, pero sí el de investigación. Implicaba mirar hacia adentro para bucear en los sentimientos. Para eso, doy muchas vueltas y como en todos mis trabajos, hago muchos bocetos hasta llegar a la idea que creo que mejor expresa lo que intento reflejar. Bocetos que poco a poco se van haciendo más grandes, y salen del cuaderno para convertirse en los definitivos. También deshecho muchos”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “En realidad no sé si sería diferente, me gusta ser versátil e ir a favor del texto. Intento aprender de cada trabajo, cada uno de ellos me modifica y en todos intento trabajar desde la verdad -asegura Elena Ferrándiz-. Este libro tenía que tener una continuidad con el que comentaba antes, “Nuestro mejor regalo”, así que era seguir ese camino en cuanto a la técnicas y el tono. Seguir ahondando en metáforas sobre los sentimientos”.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Como en todos mis trabajos, mezclo diferentes técnicas, hay acuarela, gouache, un poco de todo, pero el grafito siempre está presente. Aunque para mí lo más importante es la idea. La técnica no es más que un artilugio, un instrumento para materializarla, es una herramienta. Por eso me gusta que cada ilustración me lleve por un camino”.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Lo que busco con mi trabajo es aportar una nueva voz, que es la mía y que las ilustraciones narren por sí mismas. No ser literal con lo que el texto dice en cada doble página, sino mostrar y expresar algo más, no ir a lo fácil y lo obvio. Quiero crear un lenguaje paralelo al de las palabras, mucho más directo e inmediato, a través de metáforas y guiños visuales. Como un poeta trabaja con las palabras”, afirma Elena Ferrándiz.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Ahora mismo estoy muy contenta con el último libro que he ilustrado: “Las medias rojas y otros cuentos feministas” de Emilia Pardo Bazán publicado por Editorial Nórdica. Un libro en el que he estado muy involucrada. Se publicó a finales de febrero y ya está en las librerías la segunda edición. En cuanto a los proyectos, hay varios que verán la luz en otoño y que me hacen mucha ilusión. También tengo pendientes distintos trabajos de narrativa ilustrada, que es algo que me apasiona, porque aunque supone una responsabilidad muy grande, es maravilloso ilustrar a autores clásicos que son tan importantes y a los que he tenido la suerte de poner imágenes. Y por otra parte, con ganas de volver a algunos proyectos personales”.
Álbum Ilustrado
Edu Flores se sale del guión con ‘Tres Tigres Tiquismiquis’

Los tres tristes tigres son convocados por megafonía para interpretar su famoso trabalenguas, pero, cansados de repetirlo una y otra vez, convencen al narrador para que invente una historia diferente. ¿Sabrá hacerlo bien? Así nos presenta Apila Ediciones ‘Tres Tigres Tiquismiquis’, un álbum ilustrado de Edu Flores, con el que charlamos un poco más sobre este divertido libro.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “El origen del proyecto está en un ejercicio que realicé junto a mis alumnos, que consistía en desarrollar un personaje que era asignado al azar. A mí me tocó un tigre y a partir de aquí comencé a pensar en un cuento en el que fuera protagonista. Recordé el trabalenguas de los tres tristes tigres y poco a poco se fue armando la historia en mi cabeza”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Un cuento divertido, entretenido, en el que lo más importante es disfrutar de la lectura y del juego que se plantea a través de la relación entre los personajes, el narrador y el propio lector. También una muestra de que se pueden cambiar las cosas aunque estén consolidadas por la tradición o la costumbre”, afirma Edu Flores.

¿Cómo es tu relación con los trabalenguas? “Son divertidos, están presentes en nuestra infancia, en nuestro conocimiento del lenguaje y la pronunciación. Nos ayudan a memorizar y suponen una especie de reto o juego. Me pareció una buena idea cuestionar este trabalenguas poniéndome en las garras de los tigres”.
Háblanos de esa relación de los tres personajes con ese director de casting. “Para el que no conozca la historia tengo que contar que los protagonistas son los tres tristes tigres. Estos están muy cansados y aburridos del trabalenguas de siempre. No entienden qué pintan ellos en un trigal, ni tampoco que su existencia se limite a un trabalenguas -continúa Edu Flores-. Ellos quieren ser protagonistas de una historia de verdad, de un cuento más largo. Por eso le piden al narrador que sea más original y que se invente una historia a su medida ¡y en una selva! El narrador accede a ello, el pobre. No sabe lo que le viene encima. Los tires tigres son algo… tiquismiquis”.

El humor siempre presente. Me reí mucho con una frase del tercer tigre: «Mi territorio es la literatura infantil. Vivo del cuento. Es genial». ¡Qué bonitas las palabras y todos sus sentidos! “Sí, disfrutar, reírse y pasar un buen rato son los objetivos de este cuento. Cada tigre tiene su propia personalidad (atención spoiler: NO SON TRISTES) y la expresan relacionándose con el narrador de la historia y con los lectores. Buscaba generar un enredo en el cual la narratividad fuera interrumpida constantemente por los tres tigres derribando “la cuarta pared” para facilitar la participación activa de los niños y niñas con los personajes. Bueno, igual es todo un poco complicado explicado así, pero para mí lo más importante de este álbum ha sido buscar la complicidad de los lectores a través del humor y transmitir la idea de que las cosas no tienen que ir siempre por el mismo camino sino que también se pueden cambiar. Tal y como quieren los tigres”, asegura Edu Flores.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “En este álbum he sido bastante más ordenado que en trabajos anteriores. Lo confieso. He utilizado cuadernos para el desarrollo, primero de los personajes y después de cada una de las dobles páginas que componen el libro. Para esta labor previa al arte final he usado lápices de color y rotuladores. Me lo he pasado muy bien. Ha sido un proceso muy enriquecedor y dinámico en el que he podido experimentar tanto en lo gráfico como en lo literario, dejando espacio a las ocurrencias y a los cambios de última hora”.


¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Creo que la mayor diferencia es la claridad gráfica de las ilustraciones -nos cuenta Edu Flores-. El álbum con el que más se pueden relacionar es “Como el perro y el gato”. Es evidente que las técnicas usadas, de las que hablaremos a continuación, tienen mucho que ver en ello. En otros trabajos en los que utilicé la técnica del collage precisaba un estilo controlado: primero los fondos, luego las formas y todo siguiendo un orden predeterminado. Y eso repercutía en un resultado gráfico algo más rígido. En este álbum he buscado una mayor simplicidad en las composiciones y una mayor eficacia en el sentido narrativo del libro. En lo referente al color me he guiado por una paleta de colores pastel, con muchos naranjas y verdes unificados por el fondo blanco del papel”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Para el arte final también he usado técnicas de ilustración tradicionales. Y ha sido algo consciente. Quería reivindicar el trabajo manual, algo que va a contracorriente, precisamente en un momento en el que estamos un poco desconcertados por la llegada de la inteligencia artificial a nuestras vidas. Todavía no tengo una opinión formada al respecto y no quiero entrar en polémicas de sobre su uso, solo quería ilustrar disfrutando del vértigo del dibujo sin ‘control-zeta’. He usado una técnica mixta combinando rotuladores, lápices de color, acuarelas y acrílicos. Buscaba que al final de todo este proceso hubiera unos originales que poder exponer. Al final sí que he hecho retoques con Photoshop limpiando las imágenes, corrigiendo algún error que otro”.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Una vez que tenía clara la historia en mi cabeza la escribí dividiendo el texto en dobles páginas -afirma Edu Flores-. Luego hice el desarrollo de personajes y el storyboard en pequeño formato en un cuaderno. La siguiente fase consistió en desarrollar los bocetos del cuaderno al mismo tamaño que iba a tener el libro. Esto me permitió dibujar con mayor detalle a los personajes para favorecer la fluidez de los diálogos y el sentido narrativo de la historia. Por último, vino la fase del arte final. Probé con diferentes técnicas hasta que me decidí pos usar las mismas que había empleado en la fase de bocetos sumando la acuarela y el acrílico. Opté por no colorear los fondos y usar el color blanco del papel para que todo tuviera un sentido homogéneo”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Me lo he pasado tan bien y he disfrutado tanto ilustrando este libro que ya estoy inmerso en un nuevo proyecto en el que estoy utilizando el mismo proceso. También tiene que ver con el humor, aunque desde otro punto de vista. No puedo contar más. Lo siento, soy un poco tiquismiquis”.
Álbum Ilustrado
Nuria Gallardo cose y teje ‘El camino del río’

Acompaña al río en su fascinante viaje desde las altas montañas hasta el inmenso mar. Un camino repleto de valles frondosos, peces traviesos y ranas cantarinas. ‘El camino del río’ es un libro álbum realizado íntegramente con punto de cruz y collage textil por Nuria Gallardo. Editado por Tres Tigres Tristes, hablamos de este libro con su autora.

¿Cómo nace este proyecto? “Pues nace de una ilustración. Me puse a dibujar varios animales, cuando no tengo inspiración me pongo a dibujar. Y la nutria, que es uno de los personajes del cuento, es la primera que apareció. Vi esa nutria desde arriba, en el agua, y ahí ya me imaginé el río. Y el río me llevó a su historia. Así que, nace de ese personaje?.

¿Qué van a encontrar los lectores en ese camino del río? “Pues ese camino parte de la montaña y les va a llevar por diferentes encuentros, personajes, obstáculos, curvas imposibles, y acaba llegando donde todos sabemos que acaba el río, que es en el mar, pero durante el camino pasan cosas”, afirma Nuria Gallardo.
¿Qué es lo que querías transmitir con este proyecto? “Es un proyecto en el que tampoco tengo un fin de transmitir, pero creo que sí que van surgiendo cosas durante ese camino. Yo empecé también un camino personal, digamos, y ese caminar creo que siempre te trae cosas. Entonces lo llevé, digamos, al río. Y sí que puedes hacer como un paralelismo, digamos, a la vida, al propio camino de la vida”.

Si hablamos de las ilustraciones, ¿qué dirías tú que tienen de característico tus ilustraciones para este proyecto? “Yo ilustro con telas, hago collage textil. Entonces, en este proyecto además incorporé el bordado, el punto de cruz, que es así como algo que no había utilizado nunca. Creo que le da otro carácter, la tela, ese material, que es el de bordar, el de tejer, el de contar cosas con lo que es el textil -continúa Nuria Gallardo-. Viene muy de atrás, ¿no? Y creo que yo lo llevo en la sangre un poco desde chiquitita, que aprendí con mi abuela a coser, a tejer, y siempre me ha gustado mucho utilizarlo para contar historias”.
Tanto por la historia como por esas técnicas que has utilizado, ¿cómo ha sido ese proceso de elaboración? “Llevó años, desde que nació esa primera nutria en un boceto, llevo tres años. Además, yo primero me imagino las imágenes, y luego me ocupo del texto. Al final soy ilustradora antes que escritora. Entonces, de ahí nacieron un montón de personajes, dibujé primero el río, seguido de todo ese circuito que va haciendo, y de ahí ya el río como que me fue llevando a la historia del texto”.


“Entonces, bueno, el proceso ha sido muy largo, porque luego han ido surgiendo cosas. El camino del río no solo pasa por el día, pasa el atardecer, pasa la noche. Entonces, todo ese transcurrir llevó mucho tiempo”, asegura Nuria Gallardo.
Y luego el formato también es singular… “Sí, eso es. El formato textil, además, que luego son ilustraciones muy grandes, y luego el libro tiene un formato muy bonito, que es en vertical, se abre en vertical, para ver ese río que va fluyendo hacia abajo. Esa era un poco la idea, el transcurrir de ese río y el acompañarlo”.

¿Algún proyecto nuevo? ¿En qué estás trabajando ahora? “Tengo proyectos, estamos moviéndolos, todavía no hay nada, digamos, firmado ni claro, pero sí que tengo proyectos como ilustradora, con otras autoras. Centrada ahora en este que acaba de salir y promocionándolo y que se dé a conocer”.
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Susana Matos y la experiencia en ‘Las manos de mi abuela’

‘Las manos de mi abuela’ es una historia tierna y llena de amor que nos traslada en el espacio y en el tiempo a través de la curiosa mirada de la infancia. Un homenaje a las abuelas, las mejores maestras, que aúnan memoria, naturaleza y sabiduría. Asomarse al mundo con curiosidad guiada por la mejor de las maestras, en un homenaje a la memoria y la sabiduría de las personas mayores. La importancia de los antiguos saberes y su transmisión generacional, maravillarse ante la magia de la vida cotidiana y, sobre todo, el vínculo tan especial entre una niña observadora y su abuela están presentes en este entrañable relato de Inês Cardoso ilustrado por Susana Matos. Narrado en primera persona y en tiempo presente, la protagonista de ‘Las manos de mi abuela’ nos hace partícipes de la profunda admiración y el respeto que siente por ella y de cuánto aprende a su lado: el proceso artesanal para elaborar queso, la utilidad de la costura para reutilizar telas, la estrecha relación con la naturaleza a través del cultivo de la huerta y el cuidado de los bosques…
La abuela de esta historia representa la sabiduría y la experiencia; una vida forjada a base de las carencias, el esfuerzo y el sacrificio propios de un pasado no tan lejano frente a los adelantos y las comodidades actuales. Con su testimonio percibimos el fenómeno del despoblamiento rural, los recuerdos que atesoran la memoria del matriarcado, el contraste entre el ritmo calmo de antaño y las prisas de hoy en día, la espera paciente en contraposición a lo fugaz y lo efímero. De este proyecto hemos hablado un poquito más con su ilustradora Susana Matos.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “El proyecto comenzó con una invitación de la editorial Kalandraka en Portugal, quien, conocedora de mi trabajo en proyectos anteriores, consideró que mis dibujos encajarían a la perfección con el texto”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Encontrarán una historia ilustrada sobre las vacaciones de una nieta con su abuela, donde recuerdos, experiencias y sabores se materializan en las manos expertas de la abuela. Encontrarán dibujos con detalles que reflejan mis propios recuerdos de mis vacaciones con mi abuela -continúa Susana Matos-. Descubrirán el paso del tiempo entre objetos y formas que desaparecen en el papel con líneas frágiles, como si desaparecieran con la memoria, en contraste con otras formas más prominentes de recuerdos más vívidos. En el libro, también podemos sentir en cada página la conexión con la tierra, las plantas y lo que nos brinda, en un proceso de paciencia y contemplación”.

¿Qué te pareció la historia de Inês la primera vez que la leíste? “Sentí emoción y un regreso a la infancia. Inmediatamente quise materializar todos mis recuerdos en dibujos”.
¿Cómo fue el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de prueba, de dibujos en un cuaderno… “Primero, busqué a los personajes, dibujándolos varias veces en un cuaderno. Después, busqué recuerdos para llenar los dibujos con los espacios y contextos de los lugares y objetos que recordaba del pueblo natal de mi padre y de los pueblos portugueses”, afirma Susana Matos.

¿Qué dirías que caracteriza a tus ilustraciones para este libro? ¿Qué tienen de nuevo o diferente en comparación con otras obras? “Para este libro, el proceso fue más una búsqueda interna que externa. En raras ocasiones tuve que recurrir a la investigación de imágenes para diseñar objetos (quizás solo para dibujar las cabras). El resultado fueron imágenes que se mueven en una delgada línea entre la realidad y el surrealismo. En este libro, era necesario moderar la metáfora y la poesía de las imágenes (una característica más presente en obras anteriores), lo que resultó en su simplificación para coexistir armoniosamente con el propio texto, ya de por sí metafórico y poético”.

¿Qué técnicas utilizaste? “Dibujo y pintura con lápiz de color sobre papel y coloreado digital”, nos cuenta Susana Matos.
Cuéntanos un poco más sobre la creación de este libro. “¡Te aseguro que no fue un proceso fácil ni rápido! Las imágenes sufrieron algunas transformaciones, tuve que rehacer algunos dibujos y experimentar con diferentes técnicas de pintura y coloreado. Al igual que el tiempo que tarda en crecer un melocotonero, como dice el libro, la propia concepción del libro también requirió la misma cantidad de espera, paciencia y perseverancia”.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Ahora estoy trabajando en un proyecto propio basado en mi observación del mundo y la sociedad actuales. Sigo intentando encontrar la manera de terminarlo; dada la complejidad de los tiempos en que vivimos, ¡no ha sido tarea fácil! No quiero que sea algo cerrado en mi opinión, y mucho menos moralista. ¡Ya es un comienzo para saber qué no quiero que sea! No hay texto, solo ilustraciones”.
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