Álbum Ilustrado
Sang-keum Kim nos cuenta ‘El deseo del topo’
Topo es nuevo en la ciudad y se siente solo. De camino a casa se encuentra con una bola de nieve a la que cuenta sus problemas. Encariñándose con ella. Pero no será fácil volver a casa con su nueva amiga. El conductor del autobús se niega a dejarlos subir alegando que la bola de nieve se derretirá. Así que el pequeño topo idea un plan: convertir a la bola de nieve en un adorable oso polar. Después de mucho esfuerzo, consiguen convencer a otro conductor para que los deje subir. El autobús es cálido y acogedor, y el pequeño topo se queda dormido. Pero todos sabemos lo que le pasa a la nieve cuando se calienta… Así nos presenta la editorial Pastel de Luna ‘El deseo del topo’, un álbum ilustrado de Sang-keum Kim. Aprovechando su paso por Madrid, en las siguientes líneas charlamos un poquito más sobre este libro y damos algunas pinceladas sobre la exposición que se montó en la ciudad madrileña.

¿Cómo nace este proyecto? Sang-keum Kim:”La primera inspiración surgió mientras dibujaba a Topo que volvía a su hogar formando una bola de nieve. Topo necesitaba coger el autobús para llegar a casa y, conforme se aproximaba a la parada, la bola de nieve crecía cada vez más. A medida que el tamaño de la bola aumentaba, también se fortalecía el vínculo de amistad entre Topo y la nieve. Sin embargo, el conductor del autobús le advirtió que la bola de nieve no podía subir al vehículo. Topo, entonces, se encontró en un dilema: no podía subirse solo, dejando atrás a su amigo. Con esta ilustración, quería plasmar la pureza de una ingenuidad tan blanca como la nieve, y también capturar la mirada de los adultos hacia esa inocencia tan propia de los niños”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “El deseo del topo puede interpretarse como un reflejo de la vida que lleva Topo antes de mudarse a un nuevo pueblo, historia que he explorado en ‘Cuando esté preocupado’. En un momento en el que todo le parece extraño y desconocido, Topo se topa con una bola de nieve, que se convierte en su amiga. Es una historia emotiva que presenta la mirada de los adultos hacia la imaginación ingenua de los niños”.
“El señor Ciervo y la abuela de Topo saben que la bola de nieve no es más que eso, una simple bola de nieve, y que al final acabará derritiéndose. Sin embargo, miran con ternura esta amistad, apoyan la imaginación de Topo y nutren su ingenuidad en lugar de romperla tal como los adultos permiten que los niños sigan creyendo en figuras como Papá Noel”, nos cuenta Sang-keum Kim.

“Al trabajar en ‘El deseo del topo’, mi intención era que esta historia llegara especialmente a los adultos, incluso más que a los niños. En este álbum ilustrado aparecen tanto quienes nutren la imaginación infantil como quienes la rechazan. Y vosotros, ¿con cuál de los dos os identificáis?”
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente respecto a otros trabajos? “Es el segundo álbum que he publicado tras ‘Cuando estés preocupado’. Topo se ha convertido en un personaje aún más entrañable. Cabe destacar que el final de esta historia permanece abierto. En lugar de ofrecer un cierre definitivo, quería dejar que cada lector, al pasar la última página, encontrara su propio final y completara la historia con su imaginación”.

¿Con qué técnicas trabajaste en este libro? “He utilizado lápices de colores, pasteles, bolígrafos y Photoshop”, afirma Sang-keum Kim.
Háblanos un poco del proceso de creación de este álbum ilustrado. “Con algunas ideas, empecé a dibujar bocetos iniciales, que luego coloreé, y sobre todo, probé distintas escenas. A través de este proceso, pude dar forma visual a ideas que antes solo existían en mi mente y así logré imágenes más definidas para este álbum ilustrado. Al mismo tiempo, redacté los textos para que los mensajes que deseaba transmitir llegaran de manera más clara y efectiva a los lectores”.

“Además -continúa Sang-keum Kim-, creé una maqueta del libro con imágenes y textos, y pasé sus páginas para comprobar el ambiente que quería generar con esta obra antes de su publicación. El deseo del topo fue un proyecto desafiante; tras concebir la idea, me llevó dos años completarlo. Así que cuando, finalmente, un día me dije ‘ya está’, fue el momento en que decidí publicarlo”.
¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Actualmente estoy trabajando en un nuevo proyecto con personajes completamente inéditos en mis obras anteriores. Lo que sigue siendo común es que también será una historia consoladora y emotiva. Espero, con este y otros álbumes, volver a conectar con los lectores españoles”.

Exposición en Madrid
El Centro Cultural Coreano en España acoge una exposición de sus álbumes ilustrados hasta el 31 de enero de 2025. La muestra incluye obras originales, láminas, bocetos y maquetas de sus cuatro álbumes. Además, se puede disfrutar de ilustraciones exclusivas creadas para esta exposición.

¿Qué quieres transmitir con la selección de trabajos para esta exposición? Sang-keum Kim:“En esta exposición se presentan ilustraciones de cuatro álbumes ilustrados. Espero que el público pueda descubrir en persona cómo nacieron Topo y sus amigos en un invierno tan frío, y que lleven consigo esa calidez en el corazón”.

¿Qué técnicas vamos a poder ver en los trabajos expuestos? “Se podrán ver los bocetos preliminares, las maquetas del libro, las primeras ilustraciones y esbozos que luego tuvieron numerosos cambios y que difieren de las páginas finales que ahora pueden encontrar en mis libros publicados. Además, se exhibirá una selección de obras originales”.

Y sí me gustaría que nos contaras algo de esas ilustraciones que se muestran y que son trabajos realizados en Madrid. “He seleccionado cada escena con detenimiento. Tras una cuidadosa reflexión, he elegido aquellas que mejor transmiten el ambiente de cada obra. También he pintado en la pared alguna escena de mis álbumes ilustrados con el deseo de que los personajes de mis libros cobren vida en esta sala de exposiciones y llenen el espacio de calidez y ternura. Lo ideal es verlo con vuestros propios ojos”.
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Carmen Segovia y los ‘Cuentos oscuros’ de Shirley Jackson
Shirley Jackson, autora de obras maestras como La maldición de Hill House y Siempre hemos vivido en el castillo, firmó también numerosos relatos; no solo «La lotería» (1948), cuya célebre aparición en The New Yorker causó tanto revuelo y que, durante décadas, fue la única obra verdaderamente conocida de una autora por lo demás relegada, durante largo tiempo, a los rincones del «género» (llámese horror gótico o terror). Autora cuyo genio literario por fin aflora con la fuerza que merece ante lectores de todo tipo.
‘Cuentos oscuros‘ es una selección, coeditada entre Libros del Zorro Rojo y la editorial Minúscula e ilustrada por Carmen Segovia que reúne once cuentos que revelan una mirada penetrante sobre la oscuridad que permea la vida cotidiana, combinada con un talento peculiar para valerse de narradores poco fiables y crear personajes tan retorcidos como aparentemente ordinarios y hasta respetables. Sobre este proyecto hablamos en las siguientes líneas con Carmen.

Lo primero, cuéntanos cómo nace este proyecto. «Para mí este libro es un proyecto muy deseado que viene de lejos. En el verano de 2018, en una conversación con las editoras de Libros del Zorro Rojo, me preguntaron a qué autor de narrativa me gustaría ilustrar, y enseguida les respondí que a Shirley Jackson. Ahí quedó la idea sobre la mesa, nada más. Tenía clara la respuesta, porque ya llevaba tiempo con esa pequeña obsesión, la de ilustrar a esta autora».
«Había descubierto a Shirley a través de otras autoras. En 2014 estaba viviendo en México. Allí había descubierto otras maneras de entender el espacio entre lo real y lo fantástico, y cómo lo representaban artistas como Leonora Carrington, Remedios Varo.. pero a raíz de un duelo buscaba literatura que explorara lo inexplicable, y así fue como me topé con la antología de cuentos “Pájaros en la boca” de Samantha Schweblin editado por Almadía. Este libro me voló la cabeza y empecé a tirar del hilo. Así fue como descubrí a Shirley Jackson, una amiga me recomendó “Siempre hemos vivido en el castillo” y ya no pude parar de leerla. Quería ilustrarla para meterme de lleno en sus historias», confiesa Carmen Segovia.

«En el 2015, cuando se iba a cumplir el centenario del nacimiento de Shirley Jackson, junto con una agente literaria, estuvimos moviendo un proyecto de su cuento “La bruja”, uno de mis favoritos, pero no prosperó. Después intenté ilustrar sus cubiertas, pero tampoco se materializó nada. Paralelamente a los proyectos con editoriales, que no había manera que salieran, su referencia me iba acompañando de una manera u otra en proyectos personales de aquella época como en los fanzines “Hiedra Venenosa” o “Haunted House”, un experimento escénico con una amiga música».
«Pero no fue hasta hace tres años que Libros del Zorro Rojo me pregunta si todavía seguía interesada en ilustrar a Shirley Jackson. La respuesta fue un sí, claro. Y el proyecto se convirtió en el libro que tenemos entre manos “Cuentos Oscuros”, publicado finalmente en 2024 en coedición con Minúscula y traducido por Maia Figueroa Evans».


¿Qué encontrarán los lectores en las páginas de este libro? «Yo creo que encontrarán el universo de una de las mejores escritoras de relatos, más allá del género con el que se la quiera etiquetar. Esta edición reúne once relatos, y cada relato contiene una ilustración a doble página, que propongo como un momento de pausa en la lectura, para poder entrar en la historia desde otro lugar. Encontrarán personajes que deambulan entre la ingenuidad y la crueldad, casas que son refugio y cárcel, escenas domésticas donde se abren grietas a lo insólito. Personajes, en su mayoría femeninos, con problemas de adaptación a una casa, a un marido, a una familia, a un pueblo, a una sociedad opresora. Historias inquietantes contadas con maestría, humor, humor negro, sutileza e inteligencia, o sea, pura diversión», afirma Carmen Segovia.
¿Que te parecieron estos cuentos de Shirley Jackson la primera vez que los leíste? «Yo los disfruté muchísimo, como la misma autora dijo “I delight in what I fear”. Creo que es una selección interesante, todos los relatos son diferentes entre sí, una buena muestra de las distintas aproximaciones al terror que tiene esta autora -nos cuenta Carmen Segovia-. Algunos ya los conocía y otros no. “Los del verano” ya estaban entre mis favoritos, pero otros no, como “Louisa, por favor, vuelve a casa” o “El desconocido”, que me dejaron KO. Los cuentos de Shirley tienen ese poder increíble de acompañarte durante mucho tiempo una vez leídos, muestran contradicciones morales sin ser moralista, propone más preguntas que respuestas».


¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? «Aunque, en su mayoría, los cuentos están ambientados en un contexto muy concreto, el de las grandes mansiones decadentes, pequeñas poblaciones y suburbios estaudounidenses de posguerra (1940-1960), mi intención no era hacer un retrato realista del mundo de Shirley Jackson, sino intentar captar la esencia de sus temas y dejarme llevar por mi propia interpretación, crear imágenes que dialogaran con los relatos desde una visión de síntesis más que mostrar escenas en particular», afirma Carmen Segovia.

«Ilustrar una antología de cuentos es diferente a ilustrar una única historia en un álbum ilustrado. Los personajes, los escenarios, son diferentes, pero los temas o el tono de la autora son recurrentes, así que hay que buscar ideas visuales que también atraviesen y cohesionen todos los cuentos y que al mismo tiempo muestren lo particular de cada historia. Después de muchas vueltas, encontré los elementos recurrentes que iba a usar: las casas, los reflejos, las flores y el contraste entre colores brillantes y oscuros. Estos elementos pretenden ser la representación visual de los temas, para mí, importantes de los cuentos de Shirley: la ambivalencia entre el bien y el mal, la crueldad cotidiana, la opresión doméstica y social, la locura…».
¿Con qué técnicas trabajaste? «Los bocetos y estudios previos a lápiz, las ilustraciones finales están realizadas con acrílico y luego intervenidas mínimamente en digital».

Danos algunas pinceladas sobre el proceso de realización de este libro. «El proceso fue todo un reto, precisamente porque me gustaba mucho y quería hacer algo que me pudiera interesar como lectora, o que le interesara a alguien que no conociese a Shirley Jackson. Aproveché para empaparme bien de la autora, biografías, películas… y de otras autoras/pintoras que me resonaban en el mismo universo, como Gertrude Abercrombie. En una libreta del proyecto iba tomando notas, bocetos… También tomo fotos y voy montando un archivo que me sirve de referencia. Ahí fui llegando a las conclusiones que os explicaba antes y ya me lancé a los bocetos más definitivos», continúa Carmen Segovia.

«Tenía claro que quería que todas las ilustraciones fueran a página doble, que no se mezclaran visualmente con el texto, para abrir un paréntesis entre las dos experiencias. Así que todas las ilustraciones tienen el mismo formato. Mi editora Diana Hernández me iba acompañando en los diferentes pasos. Luego pasé a la fase de pintura. Era verano y una parte de este proceso me tocó en la casa familiar de Galicia. Para concentrarme y no verme tentada por las tentaciones vacacionales me encerraba a trabajar en la buhardilla o fallado, como se dice allí. Un escenario muy de novela gótica. Acabaron las fiestas y la mayoría de veraneantes empezaron a irse menos nosotros. Cuando bajaba del fallado, bromeaba con risa nerviosa al observar que todo empezaba a parecerse sospechosamente a los cuentos de Shirley».
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? «Sigo con mis encargos de ilustración y clases. En cuanto a libros, desde hace un tiempo estoy más metida en la poesía, veremos si sale algo en forma de libro».
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Berta Páramo nos hace viajar en el tiempo en ‘Momias egipcias’
Descubre cómo los egipcios lograban transformar un cuerpo en inmortal. Las momias no son solo cuerpos envueltos en vendas. Se forman cuando el ambiente impide la descomposición natural, conservándolos durante siglos. Los antiguos egipcios perfeccionaron la técnica de la momificación con rituales complejos para garantizar la vida eterna. En las páginas de “Momias egipcias” aprenderás cómo se preparaban para el viaje hacia el más allá. Un trabajo de Berta Páramo que coeditan Zahorí Books y la editorial del CSIC, y que cuenta con la supervisión científica del egiptólogo José Manuel Galán.

Lo primero, cuéntanos cómo nace este proyecto.“Momias egipcias” es el tercer número que hago con CSIC y Zahorí Books en coedición para la colección Mentes curiosas-Curiosas mentes y tras “Oler” y “Bichos”. La editorial del CSIC tiene varias colecciones de adultos y tenían pendiente la idea de llevar la ciencia a los más pequeños. Así se pusieron en contacto con Zahorí Books, editorial especialista en libros informativos con la que yo ya había trabajado con“Robotland”, y surgió mi nombre para comenzar. La idea además era presentar a un investigador del CSIC con cada número que es el experto que revisa mi trabajo científicamente, lo que es un lujo. Como en el CSIC investigan de todo barajamos muchos temas. Egipto me ha atraído siempre, he estado allí por turismo y trabajando como arquitecta en una excavación arqueológica, así que encantada. Además, las momias tienen algo especial y muy particular en mi familia. Entre mis primos no nos mandamos caramelos o felicitaciones al uso en los cumpleaños, nos mandamos momias. ¡Somos así! (risas)”.
¿Qué encontrarán los lectores en las páginas de este libro? “Encontrarán un pedacito del Egipto Antiguo, el origen de la momificación, de cómo se convirtieron en maestros momificadores, por qué momificaban a sus muertos y cómo lo hacían paso a paso y alguna otra curiosidad”, afirma Berta Páramo.

Como ya nos decías, no es el primer libro informativo en el que trabajas… “Por el momento todos mis libros son informativos, de alguna manera parece que me estoy especializando, aunque no descarto la ficción. El primero fue ‘Cambio climático’ (Litera Libros) para el que hice las ilustraciones con textos de Yayo Herrero y María González. El resto los ilustro y escribo: ‘Fluidoteca’ (Litera Libros) sobre los fluidos corporales que se llevó Mención Especial en la categoría de Opera Prima en los Bologna Ragazzi Awards 2022 ; ‘Robotland’ (Zahorí Books) sobre la historia de los robots; ‘Manual de supervivencia para piojos’ (Litera libros) sobre los piojos de la cabeza, un libro que me está dando muchas alegrías entre ellas el prestigioso premio Jugendliteraturpreis en la categoría de no ficción que recibí el mes pasado en la Feria de Fráncfort; ‘Oler’ (Zahorí Books y CSIC) sobre el olfato; y ‘Bichos’ (Zahorí Books y CSIC)”.
“Siempre cuento que me gusta investigar, me gusta dibujar, me gustan los libros…¡así que hago todo lo que me gusta! No está nada mal. He descubierto que con mis libros hago lo que hacía de pequeña para estudiar: buscar mi propia manera de entender las cosas. Si yo lo entiendo así pienso que otros también pueden hacerlo”, confiesa Berta Páramo.
¿Cómo fue el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de documentación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Siempre comienzo mis libros investigando qué hay en el mercado sobre el mismo tema. Imagínate, de Egipto hay muchísimo. La idea es no hacer más de lo mismo. Este es un libro exclusivo sobre momias egipcias, así que es una parte muy concreta de la historia de Egipto en la que podía centrarme. José Manuel Galán, el egiptólogo que luego revisó mis textos me sugirió algunos libros con los que comenzar y luego llegaron más”.

“También busco documentales. Una vez que tengo una idea amplia del tema decido qué es lo que quiero contar y cómo. ¿Dibujos? Sí, para pensar, componer…pero como método de trabajo… En este caso no los recopilé, no suelo hacerlo”.
¿Cuál ha sido tu mayor descubrimiento tras ese proceso o qué te ha sorprendido más? “Quizá la industria que se montó en torno a la momificación. Los antiguos egipcios pensaban que el ser humano estaba formado por un cuerpo físico y unas entidades espirituales. Al morir el cuerpo esa unión se rompía. Para poder vivir en el Más Allá tenían que recomponerla. El cuerpo físico era el soporte y por eso había que conservarlo, había que momificarlo. Eso sí, existían distintos tipos de momificación según lo que pudieras pagar… así que con dinero tu supervivencia en el Más Allá era más fácil”, nos cuenta Berta Páramo.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Diría que no soy una ilustradora típica con un estilo reconocible. Seguro que se ve la misma mano en todos mis libros, pero cada proyecto, cada libro, me pide algo distinto. En este caso las ilustraciones tienen mucho que ver con el arte egipcio y la paleta de colores también. Pero, por ejemplo, la parte en la que explico los pasos de la momificación es una vista cenital. No lo he visto nunca así explicado y supongo que tiene mucho que ver con mi formación como arquitecta. Me he dado cuenta de que hay muchos “planos” en mis libros”.
“Además, siempre me gusta meter historias paralelas, cosas que a veces no son muy evidentes en una primera lectura o bien para algunos lectores, aunque los más pequeños suelen verlo. En este caso, en los pasos de la momificación hay un gato que acompaña todo el proceso y cuando ya está acabada la momia que la llevan en procesión a la tumba, aparece el gato momificado también. Resulta que también momificaban animales por diversas razones y una de ellas era llevarse a sus mascotas para seguir teniéndolas en la vida en el Más Allá”, continúa Berta Páramo.

“También introduzco elementos que muy pocos verán pero que me hacen gracia. Aquí, en los textos que lee el sacerdote lector en el ritual de la momificación escribo en jeroglíficos “¡que la fuerza os acompañe!”, que vi traducido en la cuenta de la egiptóloga Marina Escolano-Poveda por el día de Star Wars y que me parece muy propio para decir a alguien que se va a la vida de ultratumba”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Suelo hacer bocetos a mano y trabajar en digital. Como he dicho, no soy muy cuidadosa con los bocetos y además me he mudado, de modo que de este libro no os puedo mostrar nada del proceso”.

Danos algunas pinceladas sobre el proceso de realización de este libro. Bueno, creo que ya lo he ido desgranando un poco: primero investigo, leo, leo y leo hasta que me hago una idea del tema. Luego paro para pensar qué quiero contar y cómo, y me pongo manos a la obra. En este caso la extensión del libro está definida por la colección, así que planteo un alzado del libro completo. Escribo e ilustro al mismo tiempo porque necesito ver la página compuesta. Luego hablo con los editores y discutimos temas. La diseñadora Joana Casals maqueta. Una vez hechas correcciones editoriales se lo envían al investigador, en este caso José Manuel Galán, egiptólogo, que lo revisa. Incorporamos, si hay, correcciones y ¡a imprenta!”, asegura Berta Páramo.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Sí, estoy trabajando en un libro sobre el Más Allá con Zahorí Books.Me he embarcado en un proyecto titánico pero que me está gustando muchísimo y creo que será un libro que refleje mucho cómo soy como autora”.
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Marco Chamorro nos presenta a ‘Cara de Hollín’
Cuenta la leyenda que las aguas del río Skeena y del océano Pacífico –en la parte noroccidental de Canadá– han visto crecer a los hombres más fuertes del mundo. En ellas se han entrenado cientos de hombres del pueblo tsimshian, aunque ningún otro como ‘Cara de Hollín’, el sobrino más joven de Jefe Acantilado de Piedra. Un joven en el que nadie tenía puesta ningún tipo de esperanza ni expectativa. Pero entonces, ¿qué pasó con Cara de Hollín?, te preguntarás. Eso es algo que sólo las chispas del fuego te pueden explicar. Este libro que edita A buen paso cuenta un mito que es al mismo tiempo la historia de un héroe reacio, un mito que tiene que ver con las cenizas del hogar, con el mensaje de los pájaros, con la fuerza del mar, con las tres pruebas de los cuentos de siempre. En fin, un mito que tiene que ver con cada uno de nosotros. Un libro de Arianna Squilloni y Marco Chamorro. Con ésta último charlamos en las siguientes líneas sobre su trabajo en este libro.

¿Lo primero cuéntanos cómo nace este proyecto? “Desde hace algunos años venía conversando con Arianna sobre mis ganas de trabajar con A buen paso. Le envié un proyecto, pero no terminaba de encajar en el catálogo de la editorial. Tiempo después, Arianna me propuso ilustrar ‘Cara de Hollín’, y así comenzó la aventura”.
¿Qué encontrarán los lectores en las páginas de este libro? “Cara de Hollín es una leyenda del pueblo tsimshian que cuenta la historia de un niño perezoso al que lo que más le gusta es quedarse en casa, junto al fuego, durmiendo todo el día con su piel de ciervo. Como ocurre en muchos mitos o cuentos populares, el protagonista atraviesa una transformación -nos cuenta Marco Chamorro-. Cara de Hollín no es la excepción, a lo largo de la historia deberá enfrentar distintas pruebas que lo harán cambiar, hasta convertirse en la persona más fuerte del mundo. Cargará sobre su espalda todo el peso del universo y lo hará con gusto, incluso con una sonrisa”.

¿Qué te pareció el texto de Arianna la primera vez que te lo envió? “El texto me gustó mucho. Entré fácilmente en la historia y me dejé llevar por los personajes, por las situaciones y las pruebas que enfrentan a lo largo del libro. La construcción de Cara de Hollín me encantó, es tan niño, tan humano, con sus claros y oscuros, que le dan credibilidad al personaje”.
¿Cómo fue el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de documentación, de pruebas, quizá de dibujos en algún cuaderno… “Esta es una de las etapas que más disfruto al ilustrar un libro -confiesa Marco Chamorro-. Es ese momento en que todo es posible, en que se puede experimentar con distintas técnicas, sabiendo que con cada una ganas ciertas cosas y pierdes otras. Pero justamente en esa búsqueda el libro empieza a hablarte, y los diferentes elementos van encontrando su lugar”.

“La documentación la hice primero en internet, y después fui profundizando en la biblioteca, buscando materiales más específicos. Tuve la suerte de encontrar un catálogo de una exposición realizada en 2018 en el Museo de Bellas Artes de Rennes, dedicada a la artesanía, vestimenta, juegos y danzas de varios pueblos indígenas de Canadá, entre ellos el pueblo tsimshian. Ese material fue un hallazgo y me ayudó muchísimo”.
“El primer dibujo que hice fue a grafito, y durante un buen tiempo Arianna y yo pensamos que ese sería el estilo del libro: en blanco y negro, con un tono más “realista”. Pero mientras intentaba dibujar a Cara de Hollín, tratando de descubrir cómo dibujar su ternura, sus miedos, su fuerza, fui conversando con Arianna y decidimos cambiar de técnica. En resumen, creo que una vez que logré dibujar a Cara de Hollín y ambos quedamos contentos con el resultado, el resto del libro fluyó de una manera mucho más fácil y natural”, asegura Marco Chamorro.


¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Creo que algo que me gusta mucho de estas ilustraciones es la presencia del trazo, tienen fuerza. Por otro lado siento que los dibujos te meten de lleno en la historia, te acompañan y eso me encanta. La técnica que utilicé me permitió jugar con distintos registros: en las partes donde la historia se mueve en lo real, la usé de una forma; y cuando aparece ese lado más mágico o místico, la llevé hacia otro lugar, buscando nuevas texturas y sensaciones. Esa posibilidad de cambio dentro de la misma técnica fue algo muy enriquecedor para mi y es algo que no lo había explorado en otros libros”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajé con linograbado, usando dos placas de color para cada imagen. Es una técnica que vengo explorando desde hace algunos años y me gusta mucho el resultado que da, tiene algo artesanal, la huella de la tinta, no se puede controlar todo al milímetro o yo no lo logro… y justamente eso es lo que más me atrae”, afirma Marco Chamorro.




Háblanos del uso del color en este proyecto. Es muy característico. “Escogí el color negro por el hollín, por la ceniza y el naranja por el fuego. El fuego es muy importante para Cara de Hollín y para todo el pueblo tsimshian, la vida en las casas gira en torno a ese pequeño fuego donde se calientan, cocinan y se reúnen. El blanco del papel, en cambio, me ayuda a que la imagen respire, no se vuelva demasiado pesada y para su composición”.
Danos algunas pinceladas sobre el proceso de realización de este libro. “He tenido la suerte de ilustrar algunos libros, y con el tiempo me doy cuenta de que lo que más disfruto como artista es el proceso, todo el trabajo, la reflexión y las decisiones que hay detrás de cada dibujo. En este proyecto, los mensajes y las conversaciones con Arianna fueron fundamentales. Estaban la Arianna amiga, la Arianna autora y la Arianna editora, con sus preguntas necesarias, que me abrían varias puertas y posibilidades para orientar el rumbo de los dibujos, sin imponerme nunca nada. Esa parte fue muy importante para mí”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Sí, estoy ilustrando un libro, Lorombo, del poeta guatemalteco Julio Serrano. Lo publicará Amanuense el año que viene”.
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