Entrevistas
Laura Borràs y la magia oriental de ‘A oscuras’

La llegada inesperada de aquel circo ambulante fue celebrada por todos con gran entusiasmo. ¿Cómo era el animal que guardaban en secreto?’A oscuras’ es una nueva versión de un cuento tradicional de Oriente que nos invita a reflexionar sobre la parcialidad de nuestra mirada. Con estas palabras nos presenta Akiara Books este libro, del que hablamos con Laura Borràs, su ilustradora.
¿Cómo nace este proyecto? Laura Borràs: “Por mi parte, fue un encargo de Akiara Books. Tanto Inês Castel-Branco, su editora, como Halil Bárcena, el autor de la adaptación del texto, pensaron en mí para ilustrar este álbum, solo eso ya me convenció de inmediato. El texto me pareció una maravilla en seguida, y trabajar con Akiara Books es un placer desde el primer momento, por lo que todo el proyecto fue una experiencia maravillosa y una suerte inmensa”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Magia oriental, creo que eso es lo que me gustaría que pudieran descubrir. La magia, la sabiduría y la comprensión profunda del mundo están en todas las culturas. Pero creo que la oriental a veces sabe transmitirla con una óptica tan deslumbrante que a mí, al menos, me impresiona. Me impresiona por esa profundidad, aparente simplicidad y espiritualidad natural que emana. El álbum cuenta una historia muy antigua de la India, que Halil Bárcena ha adaptado con gran respeto y cuidado desde la versión del poeta sufí Mawlâna Rûmî (del siglo XIII)”.
“Cuando hablo de magia oriental quiero decir la sabiduría que suele desprenderse de este tipo de historias, pero también me refiero al misterio. Es un texto en que el que se mantiene la intriga hasta el final. Todos los personajes de la narración intentan descubrir cuál es un animal que está en un lugar a oscuras, y solo pueden intuir una parte… cada uno da su versión según su experiencia parcial… pero ninguno puede hacerse una idea del conjunto completo, aunque todos piensan que tienen razón y defienden su pequeña parte de “verdad”. Rûmî destaca que lo importante es saber ver, y que ver es “comprender la naturaleza real de las cosas”. Dicho así, parece muy sencillo, pero luego en el día a día de cada uno de nosotros, no es tan fácil. Partir de esta reflexión me parece fundamental”, asegura Laura Borràs.
¿Qué te pareció este relato la primera vez que lo leíste? “Me pareció magnífico, además hablé con Halil y me di cuenta de que había estado trabajando en él hasta la última coma, para intentar que fuera exactamente una historia muy mínima, pero que no perdiera ni un poquito del poder y de la esencia auténtica de la historia original. Es decir, vi un cuidado exquisito en cada detalle”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? “Intenté trabajar de otra manera, con una técnica que no suelo usar, al menos no de la forma en que lo hice en este proyecto. En lugar de utilizar la acuarela, opté por el gouache, porque como muchas de las páginas del libro transcurrían a oscuras y quería que el texto puediera verse a pesar de todo, me interesaba una técnica que fuera capaz de buscar la oscuridad y la opacidad (total o parcial), pero también la transparencia -nos cuenta Laura Borràs-. El gouache diluído me permitió jugar a veces como si se tratara de acuarela y, al mismo tiempo, también usé bases de pintura al óleo aplicada con rodillo, de manera que el gouache al agua hiciera sus juegos con el óleo todavía húmedo que estaba debajo. Es decir, intenté explorar lo oculto y lo visible con el gouache; la transparencia y la opacidad”.
“Al mismo tiempo, las páginas “a oscuras” decidí que fueran azules, así permitía la referencia al azul de los países árabes, muy característico en algunas zonas, el azul ultramar. También es un color propio de la zona donde vivo (en pueblos marineros). Así dejaba de lado, además, la oscuridad del negro, que me parecía en este casó que podía ser demasiado agresiva. No puedo explicar muy bien por qué, pero me imaginaba azul la oscuridad en este álbum”.
¿Qué hay de diferente respecto a otros trabajos? “Además de lo que he explicado antes, fue un reto interesante el uso de la oscuridad y la relación con el texto, que no queríamos que destacara demasiado dentro del conjunto -continúa Laura Borràs-. Y la idea de cómo se iban a ver las partes del animal en esa especie de acertijo misterioso que es el álbum también tuvo que ser bastante trabajada, porque inicialmente yo pensé en abrir pequeñas ventanas en la ilustración para que se viera solo una parte del animal, pero el resultado de esa prueba no me gustó demasiado, no quedaba claro. Así que tuve que seguir investigando para dibujar de forma abstracta cada parte, para no caer en el spoiler de dar demasiada información del todo (del animal completo) en ningún momento antes del final”.

Ya nos has contado algunas cosas, pero, ¿con qué técnicas trabajaste? “Bueno, ya lo he avanzado antes sin querer, porque este es un tema importante en el álbum. Quise explorar las posibilidades y texturas del gouache con óleo de base, las aguas y juegos que esta mezcla produce. Pero además he usado tinta china y tinta de color marrón, que son muy habituales, imprescindibles, en mi trabajo. Aplicadas con plumilla casi siempre y a veces con pincel. Otro aspecto es que muchas de las ilustraciones están realizadas directamente, es decir, muy pensadas y ensayadas, digamos, a pequeña escala, pero luego realizadas espontáneamente. De tal forma que de alguna de ellas tengo unas cuantas, hasta que conseguí más o menos lo que quería. No siempre es tan sencillo, por más que tengas claro el discurso visual”.
Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “Fue un libro que trabajé, como siempre hago, en varios meses, más o menos cinco o seis, puede dedicarme mucho a él, porque había terminado justamente hacía muy poco un encargo de libro de texto, y estaba volcada en el proyecto -nos relata Laura Borràs-. En mi caso, combino la ilustración con la docencia en la universidad, por eso a veces no puedo hacer muchos proyectos a la vez, e intento centrarme en uno solo, sobre todo si se trata de un álbum. A veces no lo consigo, y llevo a cabo varios encargos, pero en este caso pude dedicarme mucho a él exclusivamente. Fue un gusto poder compartir con Halil y con Inês el proceso de desarrollo de las ilustraciones, que desde el primer momento les gustaron mucho y por lo tanto me llegó una energía muy positiva y creativa de su parte, lo cual ayuda enormemente. Fuimos un equipo magnífico. Lástima que el libro se publicó justo antes del confinamiento estricto en marzo de 2020, quedó encerrado en un almacén y ya no hemos podido ni hacer prensentaciones ni talleres ni nada… en aquel momento me dio mucha pena, pero ahora lo veo como una parte más de su historia, de su carácter como libro”.

¿Qué dirías que has aprendido con este proyecto? “Algo más sobre la filosofía sufí, intuitivamente he sentido un poco mejor mi conexión con esta magia oriental de la que antes hablaba. He conocido la forma de trabajar de Inês, que me parece tan cuidadosa y respetuosa con el libro como contenido, pero también como objeto, que es realmente una delicia. Y he conocido también a Halil, un poco de su mundo y de los proyectos que tiene entre manos. Aunque desde luego el confinamiento y las medidas actuales han dificultado muchas cosas que, de otra manera, hubieran sido todavía más enriquecedoras y cercanas para todos. Es decir, me he quedado con las ganas, para decirlo de forma directa, de poder presentar el libro con ellos, de poder conocerlos todavía mejor y compartir el proceso de presentación del “producto”, actividades, ferias y talleres alredador del álbum. Siempre quedan temas pendientes… algún día llegará el momento”, afirma Laura Borràs.
¿En qué estás trabajando ahora? “En este momento no estoy en ningún proyecto de ilustración, imparto un taller en mi casa en pequeño comité, muy muy pequeño comité, y me dedico a la docencia. Acabo de terminar un álbum de poemas muy delicado y que como proyecto también me ha parecido precioso, que saldrá pronto, y del que todavía no quiero decir mucho, y estoy a la espera de concentrarme en otra historia, propia o ajena, en cuanto la energía fluya en ese sentido”.
Álbum Ilustrado
Pedro Oyarbide y su visión de ‘El Principito’

Venerado por generaciones de lectores -pequeños y grandes- en todo el mundo, ‘El principito’ es un clásico inagotable que logra conmovernos en cada lectura. La historia de Saint-Exupéry narra el encuentro, en la soledad del desierto del Sáhara, entre un aviador que ha sufrido una avería y un niño que se acerca a él para pedirle el dibujo de un cordero. Este hombrecito de cabellos dorados, que ha viajado por varios planetas antes de recalar en la Tierra, es muy sabio en su inocencia. Su capacidad para el asombro y su arrojo en las preguntas constituyen el origen de las poderosas reflexiones sobre la vida que atesoran estas páginas.

“Puede que el piloto que nos cuenta la historia no consiguiera desarrollar su talento artístico, pero sin duda sí lo ha hecho Pedro Oyarbide, que ha reinterpretado con inigualable maestría uno de los libros más entrañables de la literatura universal”, nos cuenta la editorial Lunwerg. Sus ilustraciones, vibrantes y detalladas, nos ofrecen la extraordinaria oportunidad de asomarnos a este libro como si fuera la primera vez. Este es el primer libro ilustrado de este artista español, que está detrás de las icónicas portadas de la arrolladora saga ‘Blackwater’. Con Pedro hemos charlado un poquito más sobre su trabajo en ‘El Principito’.
¿Cómo nace este proyecto? “Pues es curioso, porque yo había propuesto a Lunwerg ilustrar ‘El Principito’, pero no era posible ya que aún no estaba en dominio público. Tiempo después, me encontraba ilustrando otro título cuando mi editora me dijo que justo se habían liberado los derechos, por lo que nos pusimos manos a la obra, dejando el otro libro en standby, ya que era una oportunidad buenísima de sacar cuanto antes mi versión de El Principito”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Mi intención no era hacer una versión actualizada, sino ofrecer una visión en paralelo a la original aportando mi estilo y estética -nos cuenta Pedro Oyarbide-. Me he alejado del aire delicado y aniñado de las ilustraciones originales y lo he traducido a mi estilo, en muchos casos ilustrando pasajes desde otra óptica completamente diferente y en algunas ocasiones simplemente reinterpretando los originales”.
¿Cómo era tu relación con este libro antes de este proyecto? ¿Cómo ha cambiado o cómo es ahora tras este trabajo? “No lo leí de niño, siempre me causó cierto rechazo el estilo naif de las ilustraciones. No ha sido hasta meterme de lleno con el proyecto cuando he descubierto realmente todo lo que ofrece el texto, e incluso ahora las ilustraciones de Saint-Exupéryme parece que cobran sentido. Por otra parte me parece que es un libro que ya seas niño o adulto, tiene lecciones para todos. No tengo duda del porqué de su trascendencia, forma parte de la cultura popular”.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de documentación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Es un tarea que a priori impone, por eso mismo, es uno de los libros más traducidos y leídos de la historia, quería hacer algo que estuviese a la altura, o al menos que yo estuviese orgulloso del trabajo -confiesa Pedro Oyarbide-. Primero de todo lo leí un par de veces y tomé anotaciones para potenciales enfoques, no había unos márgenes de tiempo demasiado grandes ya que corría prisa sacarlo cuanto antes. Fue un proceso bastante fluido y de los bocetos originales a las ilustraciones finales, apenas hubo cambios compositivos”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Romper con la estética asociada a la obra original puede que acerque el título a otros lectores”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajo en digital, desde el boceto al arte final”, afirma Pedro Oyarbide.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Tengo varios proyectos editoriales interesantes, por una parte sigo ilustrando portadas de Michael McDowell, el autor de Blackwater. Próximamente saldrá ‘Hija de la Venganza’ con Blackie Books. También estoy con un libro completamente ilustrado de uno de los autores más relevantes de la literatura contemporánea española, pero que desgraciadamente no puedo revelar. Saldrá en 2026. A parte de eso estoy trabajando en varios proyectos para Miller Lite y Playstation”.
Álbum Ilustrado
Fermín Solís nos presenta a ‘Las niñas intrépidas’

‘Las niñas intrépidas’ es el abecedario con las niñas más divertidas, personajes de la A a la Z que realizan las hazañas más increíbles. Un libro en mayúsculas que invita a la lectura autónoma, a jugar con los nombres propios y los pareados, y a aprender la grafía de letras. Las ilustraciones del premiado Fermín Solís juegan con personajes cómicos, un poquito gamberros y muy, muy divertidos. Con Fermín hemos charlado un poquito más sobre este proyecto que publica Editorial Libre Albedrío.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “El origen de este proyecto está en un libro anterior llamado Los niños valientes de las mismas características, pero que mezclaba nombres tanto de niños como de niñas. Digamos que esta es una actualización, pero las protagonistas son las chicas”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Se encontrarán un abecedario donde una serie de personajes realizan acciones bastante atrevidas. Algunas de ellas mejor no intentar hacerlas en casa”, asegura Fermín Solís.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “En este caso, no hay mucho trabajo de investigación, es un libro divertido sin más para primeros lectores y ya tenía la base del anterior”.
¿Cómo nacen estos personajes? “Pues al contrario que otros libros míos, donde los personajes son importantes, porque la historia gira en torno a ellos, en este caso es simplemente una serie de gags en función al nombre de la protagonista de cada página, es casi más importante la rima que el dibujo”, afirma Fermín Solís.

¿Con qué niña intrépida te quedas? “La que lee cómics en la cornisa. Felisa. Aunque es difícil elegir”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Pues respecto a mis nuevos trabajo es más clásico, últimamente estoy evolucionando con la línea, haciendo cosas más atrevidas. En estas me mantuve bastante fiel al estilo del anterior libro”, nos cuenta Fermín Solís.

¿Con qué técnicas trabajaste? “En este caso, la técnica es digital”.
Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Te diría que casi lo más difícil es encontrar la rima divertida para cada nombre. A veces hay nombres difíciles de rimar. Luego me hago un boceto en un papel, y finalmente lo paso a limpio en digital”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “En noviembre aparece mi nuevo libro publicado por la editorial Salamandra. Fue el proyecto con el que gané el premio Salamandra FNAC de novela gráfica. Se trata de una historia que transcurre en un pueblecito de Extremadura llamado Deleitosa y, de nuevo, lleva como protagonista a una mujer”.
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Anna Pirolli nos guía en el viaje de ‘Fred y Gloria’

Fred ha recibido una carta de su amiga Gloria, que vive al otro lado del océano. Pero… ¿Dónde está el océano? ¿Cómo se llega hasta alguien a quien quieres mucho, pero no sabes dónde está? La editorial Flamboyant publica “Fred y Gloria”, escrito por Ratha Tep e ilustrado por Anna Pirolli. Una historia para leer en voz alta, compartir en silencio y soñar despiertos. Con Anna Pirolli charlamos un poco más sobre este libro.
¿Cómo surgió este proyecto? “Del encuentro entre Ratha Tep, una talentosa periodista que también escribe libros infantiles, y mi agente, Debbie Bibo. Ella me propuso el texto y acepté: me encantó de inmediato la ironía de la historia y la fuerza del personaje principal”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Una historia de amistad que va más allá de las apariencias, una aventura llena de desafíos y situaciones irónicas a través de lugares increíbles, encuentros con personajes extraños y un giro que asombrará a todos”, asegura Anna Pirolli.


¿Qué te pareció el texto de Ratha la primera vez que lo leíste? “Me pareció muy tierno, divertido e intenso. La elección de Fred es contundente y no teme las consecuencias. Me gusta este tipo de personaje: aparentemente pequeño, pero al final decidido e incisivo, como una cuchilla afilada. Me encanta la ironía, y este libro está lleno de situaciones divertidas que aligera el difícil viaje del protagonista. Y también me pareció curioso que la historia comience con una correspondencia. Las cartas son un medio de comunicación casi obsoleto, pero conservan un atractivo poderoso y evocador”.

¿Cómo fue el proceso previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, documentación, pruebas y quizás incluso bocetos en un cuaderno… “Me encanta interpretar textos y encontrar el registro adecuado para dar vida al contenido, a veces oculto, de la historia -confiesa Anna Pirolli-. En cuanto leo una historia, tengo impresiones visuales, pero no tengo una idea precisa de cómo será el libro terminado, así que dedico mucho tiempo a recopilar ideas e imágenes que me ayudan a adentrarme cada vez más en la atmósfera del texto. Cuando esta sensación se hace más evidente, me sumerjo y empiezo a dibujar: primero los personajes, luego los escenarios”.


¿Qué dirías que caracteriza tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otras obras? “Esta fue mi primera vez usando acuarela y me divertí mucho. Desde hace unos años, siempre que puedo (dependiendo del tiempo disponible y del coste del proyecto), dibujo analógicamente. Tras veinte años de técnicas digitales, necesitaba volver a tocar la veta del papel y a oler los colores. La satisfacción de pintar no tiene precio, y la había olvidado -continúa Anna Pirolli-. Quería que las ilustraciones de este libro contaran la historia de Fred con detalles realistas. Quería crear entornos agradables e inmersivos para los niños, retomando las imágenes «clásicas» de los libros de mi infancia, que aún recuerdo y que me transportaron a un mundo paralelo”.

¿Qué técnicas utilizaste entonces? “Acuarela, aplicada en una capa muy densa”.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “¡Empecé a trabajar en este proyecto hace tres años! La primera versión del storyboard fue completamente diferente; me centré por completo en los personajes y casi nada en los escenarios. Mi agente se lo presentó a los editores, quienes lo apreciaron, pero con algunas reservas: parecía demasiado minimalista (¡y sin duda lo era!), y quizás el título no era apropiado. Dejé el libro a un lado por un tiempo, porque tenía otras cosas que hacer. Cuando finalmente lo retomé, dos años después, tenía una mentalidad diferente y empecé desde cero. La autora también hizo algunos cambios: dejar que el proyecto «descansara» nos ayudó a centrarnos mejor en los temas fuertes del texto. Si los lectores supieran las revoluciones que hay detrás de un libro infantil «sencillo», ¡se sorprenderían de la cantidad de trabajo!”, nos cuenta Anna Pirolli.


¿En qué estás trabajando ahora? ¿Nuevos proyectos? “Disfruto mucho dando clases, así que estoy preparando nuevos cursos para ofrecer en escuelas y por fin estoy escribiendo mi propio proyecto. Pero no te diré nada, ¡soy supersticiosa!”.

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