Álbum Ilustrado
Sara Casilda y ‘En las patas de Fido’

‘En las patas de Fido’ es un álbum ilustrado que cuenta la historia del vínculo afectivo entre Fido y su pequeña humana, Laura, y el cual –a pesar de las adversidades– jamás podrá ser destruido. Una obra ilustrada con acuarela y lápiz de color que potencia un texto que, a pesar de su brevedad, es capaz de llevar al lector a través de un verdadero viaje emocional. Así nos presenta Pepa a Loba editora este trabajo de Marina Aguirre y Sara Casilda. Con ésta última hemos charlado un poquito más sobre este libro.
¿Cómo nace este proyecto? Sara Casilda: “Con un mensaje inesperado de Fátima, la editora de Pepa a Loba. Ya la conocía por Instagram, nos seguíamos en su anterior cuenta editorial «Planta Sueños», aunque nunca habíamos hablado. Yo en ese momento estaba enfocada en mis ilustraciones y proyectos personales, no tenía ningún proyecto editorial a la vista. Estaba trabajando también en las promos de mis otros cuentos y haciendo contenido para las redes sociales… Y me contactó hablándome de la historia de Marina y me propuso ilustrarlo. Me habló de su nueva editorial, del por qué de su nuevo nombre y del nuevo camino que estaban emprendiendo… Y fue una gran sorpresa”.

“Aunque no sólo pensaron en mi trabajo, por supuesto, ya habían contactado con otros ilustradores. Conmigo desde luego, no encontraron ninguna negativa por mi parte. Me encantaba el proyecto porque encajaba con mis valores y objetivos artísticos -continúa Sara Casilda-. Y creo fervientemente que lo que es para ti, porque conecta contigo, te hace feliz y es una oportunidad de crecimiento y de transformación, para uno mismo y para el mundo… La vida te lo da. Si lo aceptas”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Una historia de conexión y amor incondicional. Una historia real, con un toque mágico entre una niña, que se llama Laura, y su perro schnauzer, Fido. Una situación vulnerable, por la que todos pasamos y que gracias a una buena compañía somos capaces de superar. Y las ilustraciones, que representan estas características, claro”.

¿Qué te pareció la historia de Marina la primera vez que la leíste? “Creo que Marina crea una historia preciosa. Entre realista y fantástica con la que todos los que amamos y convivimos con los animales, en este caso los perros, nos sentimos identificados al instante. Además, amo que está escrita en forma poética y con un estilo que es más evocativo. Con pocas palabras te hace comprender perfectamente la situación de Laura y lo que Fido hace por ella”, asegura Sara Casilda.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Bueno, he podido trabajar muy bien el estilo «realista» o naturalista en la mayoría de las ilustraciones. Es algo que agradezco mucho. Es el estilo con el que siento que puedo ir más allá, profundizar y sacar casi todo lo posible lo que ve el ojo, que son maravillas. Me fascina la vida y todo lo que la compone. Especialmente en los rostros de los personajes. Y técnicamente esto es posible gracias al formato de papel y la composición que escogí y la editorial aprobó. Pero no con todas. Desgraciadamente tienes un deadline o fecha de entrega y no pude trabajarlas más. Así que aún quedan como una ilustración infantil. Se diferencia del resto de mis proyectos en esto y en el trabajo de luces y colores suaves y luminosos. Es un ambiente más dulce y ensoñador. Por el concepto y el mensaje se diferencia porque básicamente el objetivo es poner en alabanza la naturaleza y los animales y su importancia en sí mismos y para con nosotros. Y esto sólo lo tengo con otro álbum que ilustré, «James’reading rescue» y con mis ilustraciones y proyectos personales, de momento. El resto de los libros que he ilustrado son causas más sociales”.

¿Con qué técnicas trabajaste? “ Siempre trabajo de modo tradicional. No hay nada más satisfactorio y feliz que tocar y oler los materiales y colores, sus texturas y ver cómo se van fundiendo en uno físicamente. Cómo se usa cada uno… Los papeles que usé son de acuarela, pero tienen poco gramaje y poca textura. Normalmente los papeles suelen ser de alto gramaje y textura, pero esto impide poder transferir un boceto en una mesa de luz. Así, podía darles unas finas capas de acuarela de base y trabajar mejor después el dibujo con lápices de color. Son las técnicas con las que he trabajado en todos mis libros. Aunque unas veces enfatizo más en una u otra”, nos cuenta Sara Casilda.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Siempre se empieza por la lectura del texto y por una conversación con la escritora y la editorial… Donde se aclaran los conceptos de la historia, dudas que puedan haber y hacemos acuerdos en cuanto al estilo y lo que queremos transmitir con las imágenes y con el mensaje. Después del storyboard suele haber correcciones y cambios, incluso en los textos… Esta parte es una de mis favoritas porque las posibilidades son infinitas, aunque abruma un poco. Y siempre existe el miedo a que algo en lo que tú estás muy convencida no les encaje al resto del equipo… Y es lo bonito porque un «rechazo» es una puerta siempre a algo diferente… Y el boceto y el dibujo me enamoran. Las líneas, las ideas básicas que se convierten en algo definitivo y más elaborado. Una vez todo el story está listo, llega la hora de empezar la gran aventura de la pintura de la ilustración. Algunos procesos siempre los grabo, las ilustraciones que creo que son más icónicas y bonitas. Y los vídeos los hago ya sea en forma de Reel para insta o en vlog y cámara rápida para mi canal de YouTube. Me encanta hacer los vlogs porque puedo mostrar más tiempo, más detalles y también los comento con mi voz. El dibujo y pintura de fondos son las partes con las que más insegura me siento, quiero y tengo que mejorar esto. Luego, con este libro he podido experimentar, aunque no aún de primera mano, sino a través de los vídeos que le pedí a Fátima, ¡una pizca del proceso de impresión! Es un sueño ver cómo crean en la imprenta los libros y espero poder verlo alguna vez en persona. Fátima me invitó, de hecho, allí a Galicia, pero no pude… ¡También ha sido mi primer cuento con vídeo tráiler o booktrailer, creado por Amaia de @cuentosenlanube que también me hizo muchísima ilusión y, me alegró tanto lo bonito que quedó, con su voz…! Un sueño”.

“Pero la gota de mayor felicidad fue que, con la preventa, pudimos colaborar con la protectora @ospalleiros y sus perretes y hacerles una donación. Eso ya fue el primer gran logro que pude cumplir con un proyecto de ilustración. Aunque yo dono a diferentes causas ambientales, sociales y animales con mi dinero, hacerlo a través de una iniciativa o proyecto que también anima y hace a los demás a hacerlo es genial. Espero que todos mis proyectos de colaboración sean así a partir de ahora, ojalá. Y si no, igualmente mi objetivo es siempre hacerlo de alguna u otra forma y concienciar a través de mi trabajo artístico. Por lo demás, ya sólo queda la promo esperar y desear una buena acogida y conexión con el resto del mundo”, afirma Sara Casilda.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Pues ahora mismo estoy pendiente de concursos de ilustración. Tengo un proyecto de álbum ilustrado muy bonito pendiente con la escritora Tamara Sastre. Una historia realista con toque fantástico, ambientada en la vida en el campo. La protagonista es una niña que colecciona piedras de río, muy especiales, y ahí lo dejo… El story está listo y tengo 2 ilustraciones terminadas a color. Y esperamos pronto hacerlo libro. Ya sea a través de concurso y directamente porque conecte con una editorial. ¡Y también estoy trabajando en otro proyecto personal de álbum ilustrado, en el que el texto es mío! Está basado en una historia real. De temática animalista también. Me animé hace mucho tiempo a escribir y estos meses que puedo he aprovechado y acelerado con los dibujos, en mejorar el texto y el storyboard… E igual espero hacer ese sueño realidad. Publicar mi propio libro, con texto e ilustraciones”.
Álbum Ilustrado
Anna Aparicio nos acompaña ‘De camino a la fiesta’

La liebre ha invitado a algunos amigos a su fiesta de cumpleaños. Pero, de camino, la pandilla de animales se encuentra con un montón de obstáculos que tendrán que resolver con mucha maña y ayudándose los unos a los otros. ‘De camino a la fiesta’ invita al lector a acompañar y ayudar a la pandilla en un viaje lleno de sorpresas y pistas escondidas. La editorial Flamboyant edita este libro juego sobre liderazgo compartido y el reconocimiento de lo que nos hace únicos, un trabajo de Meritxell Martí y Anna Aparicio. Con ésta última hablamos un poco más sobre este proyecto.
¿Cómo nace este proyecto? “Fue un encargo de la editorial Flamboyant, y me hizo muchísima ilusión desde el principio. Me encanta cuando una editorial confía en mí para dar vida a una historia, y en este caso, la propuesta fue especialmente bonita: una aventura en el bosque con animales que van a una fiesta de cumpleaños. ¡Tenía todos los ingredientes que me gustan!”, asegura Anna Aparicio.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Se encontrarán con una pandilla de animales humanizados que emprenden una aventura por el bosque para llegar a la fiesta de cumpleaños de su amiga, la liebre. A lo largo del camino, se enfrentarán a diferentes obstáculos y retos que tendrán que resolver con ingenio y, sobre todo, con mucha colaboración. Las páginas están llenas de vegetación, flores, detalles escondidos y pequeñas sorpresas visuales que invitan al lector a mirar y remirar. Es una historia que celebra la amistad, el trabajo en equipo y la magia de la naturaleza”.
¿Qué te pareció la historia de Meritxell la primera vez que la leíste? “Me gustó muchísimo desde la primera lectura -confiesa Anna Aparicio-. La temática de los animales como protagonistas me resulta muy atractiva y cercana, y el escenario -un bosque con tintes de cuento de hadas- es uno de mis preferidos a la hora de ilustrar. Además, la propuesta de Meritxell tiene un ritmo muy ágil y está llena de detalles que se van descubriendo poco a poco: pistas, objetos escondidos, elementos que reaparecen… Como lectora, me parece una historia que engancha y que invita a volver a leer. Y como ilustradora, fue un campo de juego lleno de posibilidades”.

¿Con qué personaje te identificas más y por qué? “El personaje con el que más me identifico es la rana. Me parece divertida y observadora, y además me encanta el agua, los ríos, los estanques… Me imagino perfectamente nadando por ahí con ella. Y si pudiera elegir un lugar del libro en el que vivir, sería sin duda la doble página donde aparecen las hadas. La idea de un bosque lleno de casas-árbol y animalitos haciendo su vida cotidiana me parece entrañable y fascinante”.


¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Creo que este álbum es especialmente personal. He tenido mucha libertad creativa a la hora de construir las escenas y dar forma al universo visual. Paralelamente, he estado trabajando en un cómic, y creo que eso ha influido en algunos encuadres más cinematográficos que no suelo utilizar tanto, como un picado muy marcado o un primer plano bastante llamativo de la verja».

«También hay secciones transversales, como en la doble página del túnel o en la página de las nueces, que aportan variedad narrativa -afirma Anna Aparicio-. Además, creo que hay más riqueza en los detalles y he utilizado una paleta de color algo distinta, con tonos que le dan un aire un poco vintage. Todo esto ha hecho que sea un trabajo muy especial dentro de mi trayectoria”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajo con lápiz para la línea y las texturas, y después coloreo en Photoshop. Me gusta ese equilibrio entre lo manual y lo digital, porque me permite mantener la calidez del trazo a lápiz y a la vez jugar con el color de forma más libre y precisa”.



Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “La elaboración fue un proceso muy divertido, aunque también con sus retos -confiesa Anna Aparicio-. Tenía que asegurarme de que los seis personajes principales y el pastel aparecieran de forma constante a lo largo de toda la historia, sin que se perdiera el ritmo visual. Además, había que integrar algunos detalles que el lector descubriría más adelante, así que tuve que pensar muy bien la composición de cada página. Un ejemplo es la escena del túnel de tierra que escarba el topo: imaginé que los personajes tenían que desmontar el pastel para poder avanzar y volver a montarlo después. Me lo pasé genial ideando estas pequeñas soluciones. También disfruté muchísimo creando el vestuario de cada animal y buscando rasgos gráficos que les dieran personalidad. Creo que esa diversión se nota en el resultado final”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Ahora en mayo se publicará un poemario en catalán con la editorial Animallibres, escrito por Germán Machado, que se llama Veure ploure (Ver llover). Es la primera vez que ilustro un libro de poemas y la verdad es que ha sido una experiencia muy especial. Me permitió trabajar de una manera más libre y sugerente, dejando espacio al silencio y a la emoción. Estoy muy contenta con cómo ha quedado».


«Además, este último año he estado trabajando intensamente en un cómic que nace de un proyecto personal. Saldrá en Francia a finales de agosto, publicado por Les Aventuriers d’Ailleurs. Ha sido un proceso largo y profundo, y tengo muchas ganas de que vea la luz”.

Álbum Ilustrado
Kike Ibáñez y su trabajo en ‘El diablo sobre ruedas’

Lucía Fernanda es una niña lista e intrépida que ama con locura su bicicleta. ¿Tiene algún problema? Lucía Fernanda no sabe lo que es la paciencia, sobre todo si el tráfico de la ciudad le impide llegar a tiempo a la fiesta de carnaval. Y si además una furgoneta cargada de mercancía peligrosamente radioactiva está a punto de chocar con ella y su madre… No veas el pandemonio que es capaz de desatar. Kike Ibáñez en ‘El diablo sobre ruedas’ celebra la lucidez del pensamiento infantil dando vida a un personaje provisto de una personalidad irresistible que le ha llevado a ganar el premio del Concurso Internacional de la Biblioteca Insular de Gran Canaria. Un álbum ilustrado editado por A buen paso sobre el que hablamos con su autor.

¿Dónde está el origen de este libro? “El diablo sobre ruedas nace de un enfado. A mí me gusta moverme en bicicleta, me desplazo diariamente al estudio en bici, es una media hora de trayecto y la mitad es por carril bici. Un día iba yo tan tranquilo por el carril cuando de repente aparece un coche circulando por el carril bici hacia mí. Yo me quedé sorprendido, no porque hubiera un coche invadiendo el carril sino porque es un carril segregado, es decir, está aislado de la carretera y es difícil meterse en él si eres un coche -nos cuenta Kike Ibáñez-. Bien, pues yo me bajo de la bici y salgo del carril para que el coche pueda pasar y el conductor, un tipo muy calvo, muy gordo y con un enorme puro al llegar a mi altura me dice un insulto que no puedo reproducir, pero imagínate el insulto más asqueroso que hayas oído, yo me quedo más sorprendido aún, el tipo encuentra un hueco, da la vuelta y se incorpora a la carretera, y al volver a pasar a mi altura me vuelve a decir el insulto más repugnante que hayas podido imaginar. Yo aluciné y de la alucinación pasé al enfado, y del cabreo empecé a imaginar diferentes maneras de venganza. Cuando llegué al estudio empecé a dibujar El diablo sobre ruedas”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Los lectores se encontrarán una historia que está pensada para divertir, hice este libro para los niños, no sé qué les parecerá a los padres que la madre muera al principio y ese no sea el tema del libro, pero estoy seguro que a los niños les encantará porque aunque parece un disparate, en realidad todo tiene sentido”.
¿Qué nos dices del humor como herramienta de denuncia social? “La denuncia social es necesaria pero también es aburrida. Si cuentas lo mismo pero con gracia probablemente te escuchen más -asegura Kike Ibáñez-. Y no solo me refiero al humor, el arte como medio de comunicación y de entretenimiento llega más lejos que cualquier queja en una reunión familiar, en una cola de supermercado o en un atasco”.

¿Qué hay de Kike en la protagonista de esta historia? “La historia nace de mi experiencia personal y de cómo digiero esa vivencia, pero también el estilo gráfico bebe de mi mirada más limpia, es decir, de aquellas cosas que me gustaban cuando era niño, y muchos de esos referentes se pueden encontrar literalmente en las ilustraciones del libro: Superman, Pipi Calzaslargas, Mortadelo y Filemón, Bola de dragón, Wally…”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Estoy en mi momento profesional más sólido, siempre he variado el estilo en función del proyecto porque me parecía coherente, pero ahora he dado con una manera de dibujar con la que me siento muy identificado, las imágenes del diablo son lo más Kike que he hecho hasta ahora, inspirado por esa mirada infantil y sobre todo por una mirada a mi yo más profundo. Puede que mirar dentro de uno mismo parezca dramático, pero en realidad es bastante divertido”, confiesa Kike Ibáñez.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Todas las imágenes las hice sobre una cuadrícula, construyendo a partir de formas geométricas muy básicas, con un software de dibujo vectorial que no controlo demasiado, por que pensé que esa limitación podría dar un resultado interesante, al final trabajar así fue un infierno, ideal para esta historia”.

Cuéntanos un poco más sobre el proceso de elaboración de este libro. “Algo que me parece interesante de este proyecto es que primero fueron las imágenes, hice tres dibujos que no sabía si se convertirían en unas pinturas, unas láminas o una historia; ni siquiera sabía si esa historia sería un cómic o el álbum que al final salió -afirma Kike Ibáñez-. Y fue un álbum porque me quise presentar al Concurso de Álbum Ilustrado de la Biblioteca Insular de Gran Canaria, y entre todos los proyectos que tenía, generar una historia sobre ese diablo me parecía que era lo que mejor encajaba con A Buen Paso que es quién edita el libro si ganas el premio. La historia que envié al concurso era un delirio, en algunas fases un sin sentido, pero gustó mucho al jurado y con la ayuda de Arianna (A Buen Paso) mantuvimos el delirio pero creamos un libro”.


¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Estoy trabajando en varios proyectos muy diferentes: una serie de cuadros, un libro para niños muy pequeños, un ABC book, un libro informativo y unas ilustraciones para un juego de cartas”.
Álbum Ilustrado
Luciano Lozano nos invita a seguir ‘La línea amarilla’

Mientras pasea, una niña descubre una línea amarilla y decide seguir su rastro. Sin saberlo, está a punto de recibir un regalo único que la acompañará para siempre. Con estas palabras la editorial Tres Tigres Tristes nos presenta ‘La línea amarilla’, un álbum ilustrado de Fernanda de Oliveira y Luciano Lozano. Con éste último hemos charlado un poco más sobre este libro.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “Parte de un texto de Fernanda. Habíamos trabajado en otro proyecto con Véronique Kirchhoff para Brasil y me lo enseñó. Se lo enviamos a Tres tigres tristes y les gustó y nos propuso editarlo”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Un viaje de conocimiento y aprendizaje con un texto corto y profundo como un haiku”, afirma Luciano Lozano.

¿Qué te pareció la historia de Fernanda la primera vez que la leíste? “Me encantó. Me pareció muy profunda. El texto que explicaba lo que pasaba en la historia era mucho más largo que el texto que aparece escrito. Me encantan estos proyectos, que dejan mucho peso a la imagen, y el texto está reducido al mínimo. Se parecen mucho a los proyectos que hago como autor”.
¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Ha sido un proceso diferente al de otras veces. Más orgánico. Como el texto explicativo era tan largo, lo hice directamente casi sin bocetos para ver cómo funcionaban las imágenes -continúa Luciano Lozano-. A Tres Tigres Tristes les envié el libro hecho sin bocetos. Luego limamos algunas cosas, sobre todo la portada, y una vez que teníamos la narrativa en imágenes y se entendía bien, rehice los personajes, pero el resto se mantuvo más o menos como lo hice al principio”.

Esta línea amarilla, ¿es una especie de camino de baldosas amarillas? “Bueno, es algo más cotidiano. Es como la típica frase de Cavafis que dice que lo más importante no es la meta sino el camino. Es poner el foco en el camino personal de cada uno. Aunque es verdad que la imaginación también tiene un papel importante. Ahora que lo pienso, el tema sería conocerse a uno mismo a través del otro, que la verdad, es un tema muy profundo para un libro infantil. Aunque el libro es divertido, no es un ladrillo. Tiene muchas lecturas”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Tiene un aire retro, que es muy mío. Es un poco atemporal, aunque está muy despojado de elementos superfluos. Es un poco más gráfico porque he jugado con la línea para que no fuera una línea fina homogénea de principio a fin, sino que se deformara, que se acercara y se alejara -confiesa Luciano Lozano-. Al principio lo visualicé todo en blanco y negro y con colores neutros para que la línea amarilla resaltara, pero luego fui añadiendo colores, aunque tampoco muchos. Creo que estoy en una etapa personal más colorista”.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Este libro es 100% digital. Últimamente todos los libros los hago así. Aunque elijo pinceles que tengan afinidad con mi trazo y que sean irregulares para que tengan un aire más artesanal. Me gusta usar lo digital como una herramienta y no como un fin”.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Ha sido un proceso muy fluido. Los editores veían muy claro el formato, que me encantó -asegura Luciano Lozano-. Y hablando con ellos por Skype se nos ocurrió la trama para la cubierta y las guardas. Fernanda ha sido muy flexible, y tanto ella como los editores y yo hemos aportado nuestra visión. Ha sido un trabajo en equipo muy enriquecedor. Me encanta trabajar así. Creo que es como mejor salen las cosas. Aunque para eso tienes que tener afinidad con la gente con la que trabajas y confiar en su criterio. Si eso coincide, el libro sale solo. Al final, los libros son como los hijos, cada uno tiene su propia personalidad. No hay dos libros iguales”.
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