Cómic
Juanjo Guarnido: «Siempre habrá un próximo Blacksad. Es una serie que funciona. Tener una serie así, que se acople al mercado, es el sueño de todo autor de tebeos»

“Amarillo” es el título de la nueva historia de Blacksad, en la que está trabajando el dibujante granadino Juanjo Guarnido. Así nos lo cuenta en la entrevista telefónica que hemos mantenido con él, desde su residencia en París.
“Siempre habrá un próximo Blacksad -nos cuenta Juanjo-. Es una serie que funciona. Tener una serie así, que se acople al mercado, es el sueño de todo autor de tebeos. Se trata de una ‘road movie’, una aventura que tiene lugar en la carretera. Sucede en diferentes lugares, y Blacksad se irá desplazando de uno a otro en diferentes medios de transporte”.
“Amarillo” llegará tras las cuatro entregas de Blacksad que se han publicado en España por Norma Editorial, “Un lugar entre las sombras”, “Artic Nation”, “Alma Roja” y “El infierno, el silencio”. Sobre este personaje también se editaron dos volúmenes sobre “La historia de las acuarelas” (una recopilación de las acuarelas de Juanjo Guarnido sobre Blacksad), y un “Cómo se hizo…”.
“Empezó cuando Juan Díaz Canales y yo nos conocimos, en 1990, cuando trabajábamos en dibujos animados, en un estudio que se llamaba ‘Lápiz azul’, en Madrid. Surgió una gran amistad desde el principio, y descubrimos que teníamos en común este amor por los tebeos. Además del trabajo y la pasión por el dibujo, estaba esa pasión por los tebeos, que hizo que congeniáramos. Yo me di cuenta de que tenía un potencial como escritor y guionista muy importante, además del de dibujante. Por entonces ya empezamos a hablar de hacer, alguna vez, algo juntos. La idea no era ambiciosa, más bien hacer una historia corta por divertirnos, sin la idea de publicarlo”.
“Un tiempo más tarde, cuando me vine a Francia para trabajar para Disney, y Juan empezó con su propio estudio de animación en Madrid, volvieron esas ganas, esa intención de hacer algo juntos, y empezó a concretarse. Aquello se amplió y cogió unas dimensiones un poquito desmesuradas, porque ya era un proyecto de hacer un álbum, lo cual era algo arriesgado, un poco utópico, sabiendo que teníamos un trabajo fijo cada uno, que nos ocupaba bastante. Yo trabajaba para Disney, pero, al mismo tiempo, Juan, que es una persona muy persuasiva, me dijo que yo también tenía tiempo libre, que estaba en París, en Francia, en el centro del mercado del tebeo francés, el más importante a nivel de Europa e incluso del mundo. ¿Por qué no? Así, poco a poco, fue convenciéndome de que era un proyecto viable”.
“No sabía muy bien cuál sería el tema. Habíamos tenido ideas para hacer historias cortas, pero no ideas para un álbum. Él me sugirió varias, pero no me gustaron, y, en un momento dado, me atreví a decirle: ‘oye, mira, me gustaría retomar el personaje de Blacksad’, porque él había creado ese personaje y había hecho historias cortas, que no se llegaron a publicar. Él aceptó, y poco a poco fue viendo las posibilidades. Estaba claro que para mí representaba el trabajo ideal, me encantaba la idea de poder retomar ese personaje y dibujarlo a mi manera”.
“Ya por entonces, en esas historias cortas, era una historia policíaca con personajes con cabezas de animales. La idea de base de Juan era mezclar el género negro y la fábula”.
¿Cual fue el toque que le dio Juanjo Guarnido entonces a ese personaje? “Fue mi dibujo en particular. Dos cosas, una mi estilo propio de dibujo, bueno, la palabra estilo puede ser pretenciosa, estilo en cuanto se asocia a la originalidad, a la personalidad propia. Yo no he inventado nada, pero bueno, mi manera de dibujar, que es un cóctel de mis influencias principales, y luego pasado por mi manera de ser. Eso está ahí y está en Blacksad, la atención que yo le pongo a la expresividad de los personajes, de los gestos, no sólo las expresiones faciales, también el lenguaje del cuerpo. Eso forma parte de lo que yo he podido aportar a Blacksad. Y por otro lado mi idea de base, que era tratarlo de manera muy realista, porque las pequeñas historias de Juan tenían un estilo de dibujo distinto, menos realista. Yo me apliqué más, tanto en el realismo en general, como en el reconocimiento de las especies animales que se tratan, el tratamiento del color y de la luz,…”
¿Y qué hay de la relación entre dibujante y guionista? “Cada caso es diferente. Cada ejemplo es distinto, y cada equipo funciona de una manera. Juan y yo es que éramos amigos antes de socios de trabajo. Y siempre nos hemos llevado muy bien, y hay una amistad que está en el fondo de todo. Es frecuente, por suerte, que haya una amistad que refuerza la colaboración entre guionista y dibujante, pero entre nosotros es algo excepcional, una colaboración y una complicidad que va muy lejos”.
¿Cómo es el proceso que sigue desde la página en blanco, hasta que ésta está terminada? “Es muy complejo. (Risas). Es un proceso largo. Primero hago un pequeño story board, una distribución de viñetas, porque el guión que Juan me da no contempla la distribución de las viñetas ni de las páginas. En realidad es un guión de dibujo animado, que yo adapto a tebeo, porque me gusta hacerlo así, entre otras cosas. Disfruto tanto del trabajo de puesta en escena del tebeo… Esa organización de la narrativa es lo que da el lenguaje narrativo del tebeo, y para mí es tan interesante como el dibujo, si no más».
«Este story board es muy somero, son cabecillas de alfiler, garabatillos minúsculos que sólo entiendo yo, pero que me sirve para hacer después una primera versión de las páginas a lápiz, que hago en formato pequeño, en A-4. Una vez tengo eso, amplío esa versión a lápiz al doble, a tamaño A-3, y lo transfiero sobre papel de acuarela que he preparado a la manera tradicional. Primero lo transfiero con un sistema un poco engorroso y laborioso, con una especie de papel de calco, como el papel carbón de antes, pero que es de color azul, y la materia es una especie de tiza. El dibujo transferido es un poco grosero, hay que refinarlo un poquito a lápiz, ciertas partes, pero bueno, es una base de trabajo buena, y sobre esa versión hago el entintado, y luego el color con acuarela”.
¿Ordenador? “Ordenador, ninguno. En Blacksad, cero. En las páginas no verás nada hecho con ordenador, sólo el texto. Es una tipografía informática, pero que está basada en mi propia escritura. En cambio, en las páginas definitivas no hay nada de ordenador”.
¿Cuáles son las diferencias entre dibujar para cómic y dibujar para animación? “Son dos medios completamente distintos. El dibujo es el dibujo, pero la utilización que se hace de él es muy distinta. Sería imposible resumir aquí cuáles son las diferencias, las cualidades que se requieren de un dibujante para una cosa u otra… Hay un ejemplo muy elocuente. El hecho de que muchas personas me comentan, sobre todo en Blacksad, que encuentran mi dibujo muy dinámico y dicen: ‘claro, eso es porque es usted animador. Las poses de sus viñetas son poses de animación’. Yo les digo, pues no, todo lo contrario. El enfoque del dinamismo en cómic y en animación es el opuesto. Un dibujo de animación no serviría para una viñeta de cómic, y una viñeta de cómic no sería nunca un dibujo de animación”.
“Para animación, vas a necesitar un cierto número de dibujos que te van a desarrollar el movimiento, y ese movimiento está desglosado en sus mínimos detalles, contando con todos los desfases de tiempo de los diferentes elementos que intervienen en el movimiento. Un dibujo de animación representa un instante muy preciso del movimiento, y en general no son dibujos visualmente bonitos, en cambio, en el tebeo, hay que resumir todo eso, 10, 20 o 30 dibujos, en un solo dibujo. Ese dibujo será una síntesis de algunos de esos dibujos. Muy raramente un dibujo de animación serviría para resumir el plano entero. De un personaje de animación, hay siempre una o varias poses principales que se quedan en la retina del espectador, la sensación que tiene el espectador de ese personaje. Ese dibujo que el espectador retiene, normalmente no existe, en realidad es una síntesis de los diferentes dibujos. La imagen atractiva, la que marca, es justamente una ilusión de movimiento”.
¿Con qué personaje te quedarías de los que has diseñado para animación? “De lo que he hecho, lo que más me ha gustado,… hombre, estoy muy contento de todos los personajes en los que trabajé. De Disney, el que más me gustó trabajar, el último, que no es conocido, Lorenzo el gato. Era un cortometraje experimental, que se animó en el estudio de París. Había una especie de gato obeso, que se levantaba en un hechizo, y la cola cobraba vida y se ponía a bailar un tango con el gato”.
¿La industria española del cómic va un poco a remolque de otras? ¿Cómo ves este asunto? “No es culpa de la industria, ni de los editores españoles. La industria responde al mercado, y el mercado del tebeo en España es el que es. Es mínimo, está muy poco apoyado por las instituciones, los editores hacen lo que pueden. Pero con un público que no representa ni una décima parte del público y del mercado francés, qué quieres que hagan. No se le puede pedir peras al olmo. Los editores españoles en general lo hacen muy bien, pero es muy difícil que tomen iniciativas propias. Publican en general el material que se publica en Francia, que en parte es español”.
“El caso nuestro, de Juan Díaz y mío, trabajamos directamente para el mercado francés, es lo que nos interesa. Hay ciertos editores que se atreven y tienen la iniciativa de bregar contra el temporal y editar tebeos españoles, lo cual es fantástico. Es difícil que sea rentable. Cuando lo hacen, yo creo que es porque el tebeo está hecho y pensado para el mercado español. Aunque la situación editorial en España no sea comparable a la del mercado francófono, a quien no se le puede reprochar es a los editores. El patio no está para más. Últimamente encuentro que hay una cantidad enorme de material europeo que se publica en España, como cinco veces más que hace unos años, y representa una gran labor por parte de los editores”.
¿Qué cómic no puede faltar en la estantería de un amante de este género? “Es imposible resumir a uno, imposible resumir a varios. Lo que me gusta del tebeo es la variedad, y que me puede emocionar tanto y puedo considerar tan imprescindibles, y no estoy haciendo una lista resumen, “La Gloria de Hera”, de Le Tendre y Rossi, como “Maus” de Spiegelman, un “Spirit” de Will Eisner, un “Asterix” o un “Tintín”, un “Paracuellos” de Carlos Giménez, es tan rica la variedad en la creación de los tebeos, es una riqueza fantástica. Sería muy difícil limitar, he citado varias obras pero, claro, estoy dejando atrás en el tintero “Érase una vez en Francia”, “La hija del profesor” de Guibert y Sfar, “El cuaderno azul” de Juillard, … cada obra explora un registro diferente, de la narrativa, del dibujo, de la idea del tebeo, de los géneros, …”.
Cómic
Más de 25.000 personas estrenan San Diego Comic-Con Málaga

Arrancó San Diego Comic-Con Málaga con una abrumadora respuesta del público, que disfrutó de una jornada con grandes nombres como: Luke Evans, Aaron Paul, Gwendoline Christie y Pedro Alonso, entre otros. Y también con el cómic como protagonista con las primeras mesas y charlas en torno a diferentes temas como el género del terror o la realidad de trabajar para el mercado americano.

El cómic como protagonista
El género del terror fue protagonista en la mesa ‘La reinvención del medio: El terror contemporáneo en el cómic’, con la participación de Werther Dell’Edera, Álvaro Martínez Bueno, Martin Simmonds y Fernando Blanco, moderados por Javier Pulido.
“Desde el punto de vista más creativo, lo que más me atrae del terror es que es el género en el cómic en el que es más importante el control del ritmo narrativo. Es lo que me resulta más gratificante de mi trabajo”, indicaba Fernando Blanco. Werther Dell’Edera apuntaba que “nunca pensé en el horror como un género que podría encajar. Es divertido y fácil para mí”.
Álvaro Martínez aseguró ser más de ciencia ficción, el terror no es un género que haya leído mucho en cómic, pero me he visto inmiscuido en ese mundo y he descubierto que me permite ser más expresivo que cuando hacía superhéroes. Me ha liberado plásticamente. Me ha funcionado creativamente”, apuntaba.

Martin Simmonds bromeaba con la presencia de “mucha sangre”, y nos contaba que “las cosas más aterradoras son cosas que suceden en el mundo real. Lo que me gusta del horror es que produce emociones, y además puede aparecer en cualquier otro género. Controlas el ritmo de la lectura y de la historia, es algo muy interesante cuando se trata de horror”.

Kelly Sue DeConnick (Capitana Marvel) y David López (All-New Wolverine) presentaron ‘FML’, una historia salvaje y surrealista donde adolescentes inconformes, energía punk, brujería y caos apocalíptico se mezclan en un Portland al borde del colapso. Una mirada intensa a los miedos y esperanzas del presente. Un trabajo que cuenta ya con 6 números, y quedan 2 por ver la luz (en agosto de 2024 salió el primer número).

La jornada también puso sobre la mesa la realidad de lo que es trabajar para el mercado americano, Carmen Carnero, Natacha Bustos, Rafa Sandoval y Laura Pérez pusieron sobre la mesa las luces y las sombras de esta realidad. Aspectos positivos como la visibilidad, la maquinaria de marketing que te dan grandes estudios como Marvel o DC se contraponen a las normas y directrices preestablecidas, las horas y soledad del dibujante.

Bajo la moderación de Francisco Sáez de Adana, salieron a la luz curiosidades como la importancia de la relación con el guionista y el editor, la existencia de una persona en estudios como Marvel dedicada a la corrección o la directriz que elimina cualquier diseño de armas apuntando a cámara.

Arranque con grandes nombres
San Diego Comic-Con Málaga 2025 arrancaba este jueves 25 de septiembre con una jornada que ya ha pasado a la historia cultural de la ciudad malagueña. Más de 25.000 personas fueron las primeras en descubrir y disfrutar de los 80.000 m² de superficie del Palacio de Ferias y Congresos de Málaga (FYCMA), dejándose sorprender por la magnitud de un evento que ha transformado el recinto en un auténtico universo para los fans del cómic, la animación, el cine, las series y la cultura pop.

El momento culminante llegaba con la ceremonia inaugural, celebrada en el Hall M y presentada por Dafne Keen y Taz Skylar. El acto contaba con la presencia de David Glanzer, chief communications & strategy officer de la San Diego Comic-Con, así como del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y numerosas autoridades.
Durante todo el día se sucedieron actividades con grandes artistas como Luke Evans, Aaron Paul, Pedro Alonso, Gwendoline Christie y Natalia Dyer, protagonistas de algunos de los encuentros más multitudinarios y esperados como el dibujante Jorge Jiménez, entre otros muchos. Aunque los verdaderos protagonistas de la jornada fueron los fans de la cultura pop, que pusieron el broche de oro a una primera jornada marcada por el entusiasmo del público, la magnitud del evento y un éxito de convocatoria sin precedentes.



Inauguración: “Bienvenidos a la familia Comic Con”
La ceremonia inaugural dejaba un mensaje claro: “Málaga ha hecho historia, siendo la primera ciudad del mundo que entra en la familia de San Diego Comic-Con”, y como decía su chief communications & strategy officer, David Glanzer“It`s amazing… y todo lo debemos al gran equipo que ha trabajado para hacerlo realidad durante todos estos meses”.

Grandes nombres del cine, la animación y el videojuego
Uno de los momentos estelares de la jornada fue el arranque de las ponencias en el Hall M. Más de 3.000 personas completaron el aforo para disfrutar de la conversación entre tres actores de renombre internacional, con roles icónicos en cine y televisión. Luke Evans, Aaron Paul y Pedro Alonso profundizaron sobre el cambio de paradigma en la narrativa audiovisual actual, donde la frontera entre héroes y villanos es mucho más sutil. “La mayoría de los que antes eran antagonistas, ahora son los protagonistas” reflexionaba Alonso, mientras que Paul apuntaba que “un héroe no tiene porque ser un buen chico siempre”.

Las tres estrellas indagaron en la humanidad y contradicciones internas que les generaron algunos de sus papeles más icónicos como Jesse de Breaking Bad, Berlín de La Casa de Papel o Gastón de La Bella y la Bestia. En referencia a este último, el propio Luke ha anunciado que regresará al musical en la gran pantalla y que “en una semana sabréis lo que es”.
Sobre sus próximos proyectos, Aaron y Luke tienen pendiente de estreno el largometraje Bear Country, un rodaje que finalizó hace cinco meses en Australia. Por su parte Pedro Alonso mostraba su intención de pasarse a la dirección con un guión de ficción propio en el que se encuentra trabajando junto a Paco Becerra.
La jornada también contó con la presentación Planos virtuales de Manuel R, a cargo de Manuel Ramírez, quien mostró sus innovaciones en narrativa visual. Por su parte, el animador canadiense Robert Valley, acompañado de Rodrigo Blaas, ofreció una inspiradora charla bajo el título Espíritu indie: Animación más allá del mainstream, que cautivó a los asistentes con su defensa de un estilo personal y alternativo. También el videojuego tuvo sus protagonistas como clase magistral de Ian Livingstone: “Del Taller a la Leyenda – 50 Años de Juegos, 30 de Revolución”. Fue un momento ideal para conseguir una firma de su libro Lucha Ficción y poder ver de cerca a una historia viviente de la industria de los videojuegos o la participación de Gonzo Suárez, creador de la Saga Commandos.
Mujeres guerreras
El empoderamiento femenino brilló en Mujeres guerreras, un encuentro celebrado en el Hall M con Daphne Keen, Gwendoline Christie y Natalia Dyer, que dialogaron sobre la representación de personajes femeninos en la ficción actual. Compartieron cómo se preparan tanto mental como físicamente para los personajes que han interpretado en producciones como Star Wars, Juego de Tronos o Stranger Things.

Las tres estrellas adelantaron sus próximos proyectos, entre los cuales mencionaron lecturas benéficas navideñas en el caso de Gwendoline, la última temporada de Stranger Things para Natalie y la participación en la nueva producción de Percy Jackson para Daphne.
Preestrenos y animación
El universo LEGO también tuvo su espacio con la charla Lego Star Wars: Rebuild the Galaxy – Pieces of the Past con Ashley Eckstein y Carla Torres Danés, moderadas por Álvaro Wasabi. La animación europea se puso en valor en la Muestra de animación: películas europeas 2025, con la participación de Manuel Sicilia, Adri García, Irene Iborra y Diego Vázquez, también moderados por Álvaro Wasabi. Además, los asistentes pudieron disfrutar en primicia del preestreno exclusivo de NBC Universal: Revival, una de las actividades más esperadas del día.
Cómic
‘Chris Ware. Dibujar es pensar’ en el CCCB hasta el 9 de noviembre

El norteamericano Chris Ware es uno de los autores más innovadores del cómic contemporáneo. Sus dibujos y viñetas emocionan porque abordan la existencia humana con gran profundidad. La exposición ‘Chris Ware. Dibujar es pensar’ repasa la obra y el pensamiento artístico de un historietista fundamental.
Comisariada por Jordi Costa, jefe de exposiciones del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), la muestra recorre cronológicamente la obra de Chris Ware a través de piezas originales, audiovisuales, objetos, libros y esculturas, y pone el foco en su invención de lenguaje. Producida por el CCCB y Ficomic, con la colaboración de la Galerie Martel, se puede visitar en la sala -1 del CCCB hasta el 9 de noviembre de 2025.

Chris Ware (Omaha, Nebraska, 1967) dibuja desde pequeño o, como él mismo dice, escribe con viñetas. Ware ha experimentado e innovado con el lenguaje y la narrativa del cómic durante toda la vida: desde los cuadernos de dibujo, pasando por las icónicas portadas de la revista ‘The New Yorker’, hasta sus tres obras esenciales: ‘Jimmy Corrigan’, ‘Building Stories’ y ‘Rusty Brown’.
Esta exposición nos acerca al universo creativa de un artista emotivo, artesano y minucioso, influido por los orígenes del cómic, la música ragtime y la arquitectura, que ha narrado de forma brillante las emociones humanas, el racismo, el consumismo o los efectos de la política en la vida cotidiana. Según Ware, “dibujar es pensar”, porque el dibujo nos conecta con el pensamiento y la memoria.

La exposición se completa con una programación de actividades paralelas entre las que destacan la participación de Ware en la próxima edición de la bienal de literatura Kosmopolis en octubre.
La muestra es una adaptación ampliada de “Building Chris Ware”, comisariada por Benoît Peeters y Julien June Misserey, con la colaboración de Chris Ware, y presentada en el Festival Internacional de Cómic de Angoulema, en 2022. Posteriormente, ha itinerado por Francia, Suiza, Italia, Países Bajos y Alemania. La muestra del CCCB, clausura europea de la itinerancia, amplía los contenidos aportando, entre otros, nuevos originales y objetos de la colección privada de Chris Ware.

Para Judit Carrera, directora del CCCB, “Chris Ware es el autor de cómic más radical de la contemporaneidad y una figura que ha marcado profundamente su época. Max habló de la era Ware por su enorme influencia en los creadores situados en la vanguardia y las comparaciones con Joyce, Nabokov y Tolstói nunca han sido gratuitas. De Tolstói, Ware saca la fuerza para hacer de la ficción un fidedigno reflejo de la vida. La convicción de Nabokov de que palabras e imágenes se entrelazan en nuestra mente para formar el tejido de la memoria sostiene toda la poética visual del historietista. Y Joyce es su referente explícito a la hora de aportar una formulación visual a la subjetividad de los personajes y su corriente de conciencia”.

Apartados de la exposición
1. ACME NOVELTY LIBRARY. UNA CORPORACIÓN UNIPERSONAL
En 1993 apareció el primer número de Acme Novelty Library, en una edad de oro del cómic independiente norteamericano donde muchos autores nuevos controlaban sus propias cabeceras y convertían las páginas en un laboratorio de experimentación. Acme Novelty Library fue el proyecto que llevó más lejos este impulso, con ejemplares que cambiaban radicalmente de formato y aventurándose a una posmodernidad firmemente comprometida con sus raíces en la cultura popular. Todos los personajes principales de Chris Ware nacieron en estas páginas y se fueron integrando en narrativas cada vez más complejas. Los últimos ejemplares de Acme Novelty Library fueron autoeditados por Ware, adoptando la forma de libros objeto donde portadas, lomos y texturas formaban parte del mensaje y el sentido integral sumaba fragmentos de las obras en proceso Building Stories y Rusty Brown.

En este apartado se presenta una selección de los cómics publicados de la serie Acme Novelty Library, así como algunos objetos. Entre ellos, un dispensador de libros en miniatura que los suministra a cambio de llaves, un visor en 3D de imágenes en movimiento publicado como recortable en una de sus ediciones, muñecos de los personajes hechos por el artista y dibujos originales de algunas historietas.
2. JIMMY CORRIGAN. EL PADRE QUE (CASI) NUNCA ESTUVO
‘Jimmy Corrigan, the Smartest Kid on Earth’ es una historia sobre la soledad, el abandono y las relaciones familiares complejas, con un fuerte componente emocional y autobiográfico. Publicado como libro el año 2000, Chris Ware afirmaba que las cuatro o cinco horas que había que invertir en su lectura equivalían al tiempo que él había pasado con su padre, que abandonó la familia cuando Ware era muy pequeño y no se puso en contacto hasta muchos años después.
Una ciudad imaginaria de Michigan en 1993 y la Chicago de la Exposición Universal de 1893 son los principales escenarios en este relato de fracasos y soledades que traza un árbol familiar marcado por el abandono. Con un deslumbrante despliegue de recursos, la obra destaca por su representación de los tiempos muertos, la armonía de sus arriesgadas transiciones narrativas y la precisión gestual de sus personajes.

Este apartado está dedicado a su primera gran obra. Incluye la publicación original del libro Jimmy Corrigan. The Smartest Kid on Earth, la maqueta del libro, una selección de cómics de la serie Acme Novelty Library con historietas protagonizadas por Jimmy Corrigan, un audiovisual en el que se analiza en detalle un fragmento del libro, los dibujos originales de algunas páginas y figuras de los personajes hechas por Ware. Además, se ha recuperado para la exposición un interactivo de Jimmy Corrigan, creado en el año 2000.
3. QUIMBY THE MOUSE. LA MUSICALIDAD DEL SLAPSTICK
‘Quimby the Mouse’ son historietas donde Chris Ware rinde homenaje a las formas más libres de los cómics de los orígenes que más le han influido, especialmente Krazy Kat de George Herriman. Están protagonizadas por un ratón bicéfalo o por la excéntrica pareja formada por un ratón y una cabeza de gato. Ware creó la mayoría de estas páginas cuando estudiaba en Austin y su substrato autobiográfico es la nostalgia por la casa donde pasó la adolescencia con su abuela. La memoria, un interiorizado sentido de la pérdida y un pulso contra el olvido conviven en las peripecias de Sparky y Quimby con un trabajo formal y metalingüístico radical. La historieta es un mensaje visual donde las imágenes han de ser leídas como signo. El tratamiento extremadamente simplificado de los personajes, los acerca a la forma de piezas de una fuente tipográfica o de notas de una partitura musical que la mirada del lector activa y pone en movimiento.
Este apartado incluye dibujos originales con historietas del personaje, una animación de Quimby The Mouse realizada por John Kuramoto, publicaciones con el ratón como protagonista y una figurita de Quimby The Mouse. También se incluye un audiovisual en el que se analiza un fragmento de la obra.
4. VIAJE A LAS RAÍCES. LA INSPIRADORA VANGUARDIA DE LOS ORÍGENES
La obra de Chris Ware se sustenta en un profundo conocimiento de la historia del cómic, reivindicando la libertad expresiva de sus orígenes cuando, antes de que se consolidase su lenguaje hegemónico, vivió en Norteamérica una gran efervescencia de formas y posibilidades. Ware se transforma ocasionalmente en historiador y teórico del cómic y ha sido el rescatador editorial de obras de aquella edad de oro, como Krazy Kat de George Herriman o Gasoline Alley de Frank King. Herriman, King y Cliff Sterrett, autor de la serie Polly and Her Pals, son los grandes referentes de Chris Ware, que se inspiró en sus soluciones formales y narrativas para reactivar todos los potenciales del medio. El surrealismo poético de Herriman, el realismo humanista de King y los diálogos de Sterrett con las formas del arte de vanguardia se combinan en Ware en una fórmula transformadora que define el futuro de la historieta.
El apartado está dedicado a tres grandes influencias del artista. Se presenta un dibujo original de Cliff Sterrett, un cuaderno de bocetos de Frank King y los dibujos de Krazy Kat que George Herriman estaba preparando justo antes de su muerte. También se muestran dibujos e historietas publicadas en los periódicos de Polly and Her Pals de Cliff Sterrett y de Gasoline Alley de Frank King, así como diferentes objetos de los personajes de Gasoline Alley.
El apartado también cuenta con la obra Historie d’Albert, de Rodolphe Töpffer, considerado el padre del cómic por su pionera creación de libros satíricos ilustrados a mediados del siglo XIX. Además, este apartado incluye una entrevista realizada a Chris Ware expresamente para la exposición por Brian Ashby, así como los dibujos originales de la sobrecubierta creada por Ware para la publicación MeSweeney’s Quarterly Concern, núm. 13, la revista de Dave Eggers.
5. BUILDING STORIES. LA ARQUITECTURA DE LA EXISTENCIA
Chris Ware, amante de los edificios viejos y muy crítico con la arquitectura moderna más formalista, ha profundizado en las similitudes entre la construcción de un edificio, el diseño de una página y la articulación de un relato en uno de sus proyectos más singulares y complejos. Fruto de diez años de trabajo, Building Stories (‘Fabricar historias’) (2012) es una caja con catorce objetos editoriales de distintos formatos que no imponen un determinado orden de lectura: libros con lomo de tela, periódicos de grandes dimensiones, comic-books, tiras que forman bucles tableros de juego y otros. El centro de gravedad de este laberinto de destinos e historias entrecruzadas es un viejo edificio de apartamentos de Chicago de tres plantas que dispone de voz propia.

El tema de la renuncia recorre el conjunto de la obra y Ware despliega una madurez que le permite capturar las sutilezas y la complejidad de toda una existencia, dando tanta importancia a los entornos y a los objetos como a los pensamientos, a las emociones e incluso a las cosas nunca dichas.
En este apartado se presentan los dibujos de las páginas, una libreta de anotaciones y la publicación de Building Stories: una caja con 14 elementos -libros de diferentes formas y otros elementos- que conforman la historia. También, un audiovisual con el análisis de un fragmento de la publicación, una animación del interactivo Touch Sensitive, diseñado para la app iOS de McSweeney’s en 2011, una maqueta hecha de papel y un puzzle, ambos del edificio en el que se sitúan las historias.
6. RUSTY BROWN. EL UNIVERSO EN UN COPO DE NIEVE
Rusty Brown es una obra monumental y una auténtica (tragi)comedia humana donde Ware amplía su vocabulario narrativo hasta explorar territorios inéditos en el lenguaje de la historieta. La primera parte, la única publicada, contiene cuatro largos capítulos. El de apertura pone en relación los personajes principales a partir de la descripción del primer día de instituto de los hermanos Chalky y Alison. Ware juega de manera virtuosa con la temporalidad y las acciones paralelas, otorgándose el papel poco favorecedor de un pomposo profesor de arte. El segundo capítulo se centra en la juventud del padre de Rusty Brown, marcada por un tortuoso descubrimiento de la sexualidad y por sus vanas aspiraciones como escritor de ciencia ficción. Los dos capítulos restantes son los grandes descubrimientos de la propuesta. Uno retrata la vida del exacosador escolar Jordan Lint y da forma visual a la corriente de conciencia joyceana. El otro retrata a Joanna Cole, solitaria profesora afroamericana aficionada al banjo, poniendo el foco en la verdadera esencia del arte de Ware: la generosidad de su mirada humanista y la fuerza de la empatía para hacer de la ficción un instrumento de comprensión.

El apartado incluye la maqueta del libro y la publicación de Rusty Brown, una selección de cómics de la serie Acme Novelty Library donde aparecen historietas protagonizadas por los personajes del cómic y una amplia selección de dibujos originales, además de muñecos de los personajes hechos por el artista. También se muestra un tráiler animado hecho para presentar la publicación y el análisis detallado de un fragmento de la obra.
7. THE NEW YORKER
Desde 1999, Chris Ware colabora regularmente con la revista The New Yorker. A través de estos encargos, ha podido establecer un diálogo más directo y fructífero con el presente de su país. Sus portadas para la revista dialogan entre sí, comparten personajes o muestran una misma situación desde diferentes puntos de vista. El resultado es un fascinante work in progress que elabora una crónica desgarradora sobre un país sometido a cambios y transformaciones radicales: sus ilustraciones hablan de la América polarizada, de la sociedad pospandémica, de tensiones raciales y crisis económicas, de desajustes generacionales, de la inseguridad en los institutos y de la forma en que la tecnología digital acaba teniendo un coste en la comunicación y la percepción del mundo, entre muchas otras cosas.

Este apartado presenta un audiovisual con la secuencia cronológica de todas las portadas diseñadas por Chris Ware para The New Yorker, dibujos originales de algunas portadas y una selección de las revistas publicadas. También se muestra la animación de una de las portadas de The New Yorker hecha en colaboración con el programa de radio de Ira Glass This American Life y una entrevista a la escritora Zadie Smith sobre la obra de Chris Ware, grabada expresamente para la exposición.

8. ÉTICA DE LA OBSERVACIÓN. CUADERNOS DE DIBUJO Y VIEJOS EDIFICIOS
La publicación de los cuadernos de dibujos de Robert Crumb, padre fundador de la historieta underground norteamericana, causó un gran impacto en Chris Ware, que también ha acabado publicando sus cuadernos en tres volúmenes que muestran un interesante reverso de su producción editorial: aquí el estilo es más visceral, menos sintético y hay que interpretarlo como un pulso productivo con una realidad exterior que el artista quiere interiorizar destilando su observación cuidadosa en forma orgánica.
La selección de páginas de los cuadernos de dibujo de Chris Ware que se presenta se centra en la representación arquitectónica, sea del natural o de materiales documentales recogidos en el proceso de creación de Jimmy Corrigan. El estilo de estos dibujos contrasta con la estética más nítida y depurada de otros trabajos de tema arquitectónico, como los dibujos preparatorios de la animación Lost Buildings sobre la preservación de los viejos edificios de Chicago y las ilustraciones para la Historical Society of Oak Park and River Forest.

Este apartado incluye Lost Buildings, un audiovisual hecho por Chris Ware también en colaboración con el programa de radio This American Life y dibujos originales de este proyecto; así como esbozos hechos por el artista y posteriormente publicados en la serie Acme Novelty Datebook. Además, hay otros dibujos hechos para la Historical Society of Oak Park and River Forest.
9. RAGTIME. LOS SONIDOS DE UN TIEMPO RECUPERADO
Intérprete aficionado de piano y banjo, Chris Ware cayó bajo la seducción del ragtime cuando el éxito de la película El golpe (1973) de George Roy Hill revitalizó la popularidad de la música de Scott Joplin. Más tarde, una pareja sentimental de su madre, columnista del periódico donde ambos trabajaban, lo introdujo de manera más minuciosa en este género musical que tardó en ser reconocido como uno de los grandes tesoros de la cultura popular norteamericana del cambio de siglo.

Amigo de músicos como Reginald R. Robinson, que recuperan la esencia del ragtime, Ware ha diseñado portadas de discos del género, ha dibujado historietas que rinden homenaje a piezas concretas y ha canalizado parte de esta pasión a través de su inolvidable personaje de Joanna Cole de Rusty Brown. Ha sido también editor del fanzine The Ragtime Ephemeralist, que representa un buen testimonio de su condición de coleccionista obsesivo de memorabilia relacionada con este universo.
Aquí se presentan originales de fanzine The Ragtime Ephemeralist, los dibujos de algunas portadas de figuras destacadas de este género musical, como Scott Joplin y Reginald R. Robinson, además de una lista de reproducción de música ragtime. Este espacio también expone los carteles de las seis sedes europeas que han mostrado la obra de Chris Ware durante los últimos cuatro años.
10. PEDANTRY & PEDAGOGY. LA CUARTA DIMENSIÓN DE LA GRÁFICA
En 2015, la School of the Art Institute of Chicago invitó a Chris Ware como corresponsable de la asignatura «Medios Impresos». En sus materiales didácticos empezó un nuevo registro gráfico de acusada radicalidad que en 2018 dio forma al proyecto Pedantry & Pedagogy, materializado en una exposición en la Galerie Martel de París y en un dosier de edición limitada. Aquí el artista abraza el límite con la abstracción practicada por autores de cómic experimental como Yüichi Yokoyama, Jochen Gerner, Oscar Raña o Cynthia Alfonso para proponer el diálogo entre una serie de objetos de madera e intrincados diagramas murales que reflexionan sobre el acto creativo en un juego que consigue armonizar metalenguaje y humor visual. Las figuras deconstruidas de Pedantry & Pedagogy son, al mismo tiempo, personajes de historieta, lectores y autores en un laberíntico juego de espejos que disloca perspectivas y rompe las leyes físicas del espacio. Aquí se podría estar esbozando la próxima frontera en la trayectoria de Ware: la de la inmersión en una forma pura que no es necesariamente críptica e indescifrable, sino imposible de ser reducida a palabras.

En este apartado se presenta una caja con los objetos diseñados por Ware para la School of the Art Institute of Chicago, así como dibujos originales y una litografía de la serie. Este espacio también muestra algunos materiales relacionados con la publicación Monograph, editada por el propio artista.
Cómic
Pascal Rabaté y su trabajo junto a Prudhomme en ‘¡Vivan las vacas!’

En ‘¡Vivan las vacas!’ David Prudhomme y Pascal Rabaté consiguen hacer un análisis sociológico realista e irónico del ser humano veraneante del siglo XXI. Editado en España por Barbara Fiore Editora, hemos charlado un poquito más sobre este cómic con uno de sus autores, con Pascal Rabaté.

¿Cómo surgió este proyecto? “El proyecto surgió del deseo de colaborar con David Prudhomme. Como escritor e ilustrador, queríamos fusionar nuestras ideas y nuestros trazos”.
¿Qué encontraremos en este libro? “Mucha observación y recuerdos, tanto compartidos como individuales”, asegura Pascal Rabaté.

¿Cómo fue el trabajo preparatorio? Me refiero a la fase de investigación, la documentación, las pruebas y quizás incluso algunos bocetos en un cuaderno… “Originalmente, se trataba principalmente del deseo de colaborar en un proyecto coral. Empezamos a pensar en una historia sobre huertos familiares. Dibujamos un plano de los jardines, añadimos una vía férrea, luego un campo de fútbol, una iglesia, una tienda de comestibles y una playa. Rápidamente dejamos los jardines para ir a la playa”.

“Una vez tomada la decisión, nos propusimos enriquecer nuestro proyecto con observaciones sobre las costas mediterránea y atlántica -continúa Pascal Rabaté-. Nos impregnamos del ambiente, especialmente de Palavas-les-Flot (ciudad natal del ilustrador Dubout). Recogimos situaciones y diálogos y llenamos nuestros cuadernos de bocetos”.
Háblanos un poco sobre las ilustraciones. “La idea al trabajar juntos no era elegir un estilo común, sino combinar nuestros dos estilos para crear un diálogo dibujado. Dividimos a los personajes y contribuimos a todas las viñetas. Al final, los estilos resultaron ser similares”.

Me gustaría que nos hablaras del lenguaje cinematográfico de este cómic. Tenemos la sensación de que todo el cómic se compone de un único plano secuencia… “El proyecto consistía en pasar de un grupo a otro, retratar a la comunidad de vacaciones a lo largo de un día, sin detenernos ni juzgar -asegura Pascal Rabaté-. No hablaría de un plano secuencia, sino de anadiplosis, una cosa lleva a otra, y luego a otra… el proyecto, para mí, está muy alejado del cine”.

Háblanos de las técnicas utilizadas en este cómic. “David y yo usamos las mismas herramientas: pluma estilográfica y lápiz, o grafito para crear la escala de grises o el modelado. Nos turnábamos trabajando en las tablas. Empezamos con notas tomadas en las playas; cuando nos quedábamos atascados en una pose, le pedíamos al otro que posara”.
¿Cómo se desarrolló el proceso creativo? “El proyecto solo se hizo en conjunto. Intentamos trabajar por separado, él en Burdeos, yo en París, y nos dimos cuenta de que necesitábamos estar juntos para avanzar. Así que hicimos sesiones de trabajo en París y Burdeos”, nos cuenta Pascal Rabaté.

¿En qué estás trabajando actualmente? ¿Algún proyecto nuevo? “David acaba de publicar un libro ambientado en la Grecia de los años 20, y yo estoy terminando otro que se ambienta en la Alemania de esa misma década. Por supuesto, cada uno tiene otros proyectos en marcha, pero estamos empezando a pensar en otro proyecto conjunto, esta vez sobre la Navidad”.
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