Entrevistas
‘Todos mis defectos’ mostrados por Christian Inaraja
¿Dónde están tus zapatos? -pregunta mi papá-. A veces me lo paso tan bien que se me escurren los zapatos. Y ya se sabe, los zapatos tienen vida propia… ¡Quién sabe dónde habrán ido mis zapatos!». Esta es la historia de un niño, un niño como cualquiera… con todos sus defectos. Una divertidísima historia que pone de manifiesto la imaginación y el universo infantil que lo ocupa todo en una casa donde los adultos, quizás, tienen una perspectiva algo distinta a la de sus hijos. Un juego a doble página que busca mostrar en paralelo la visión del adulto frente a la de la infancia, más rica, imaginativa y libre… poniendo de manifiesto que en realidad, todas las personas (adultas y no tan adultas) tenemos nuestros defectos. Así nos presenta la editorial Libre Albedrío este álbum ilustrado, ‘Todos mis defectos’, un libro de Juan Arjona y Christian Inaraja Genís. Con éste último hemos charlado un poco más sobre este proyecto.

¿Cómo nace este proyecto? Christian Inaraja: “Gemma Sirvent, editora de Libre Albedrío tenía el texto de Juan Arjona desde hacía un tiempo y pensó que yo podría ilustrarlo (ya habíamos trabajado antes en el libro «Se busca culpable»). Me lo ofreció y yo accedí encantado, ya que me dejaba total libertad para dibujar e interpretar el texto”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Pues una historia normal, de un niño normal, en una familia normal… o no. Porque no sabemos lo que es normal. Porque todos nosotros somos normales…o no”.
¿Qué te pareció la historia de Juan Arjona la primera vez que la leíste? “Pues cuando la leí por primera vez no entendí nada, o entendí poco, supongo que fue por la estructura narrativa (entre reflexiones del protagonista y diálogos de los otros) que no me encajaba del todo -nos cuenta Christian Inaraja-. Después del café lo vi mas claro… y finalmente, después del tercer café, encontré el texto brillante”.

Cuéntanos algo sobre la manera de disponer la historia en las páginas. Nos ha gustado mucho la estructura y que en cierto modo solo cambia al final. “Esto fue lo que más me costó. El texto tenía diálogos, pero también voces en off, y no sabía cómo hacerlo para que se entendiera bien y que la ilustración jugara a favor de la comprensión lectora, así que pensé que podía dividir las dobles páginas en dos mitades, y que la primera mitad fuera para los familiares del protagonista que hablan, y la segunda, para la acción del protagonista. Creo que de esta manera queda todo más ordenado”, asegura Christian Inaraja.
¿Crees que ‘Todos mis defectos’ son todos los defectos de cualquier persona? “No. Las personas tenemos muchos más defectos. De hecho, son los defectos lo que nos hace únicos. La perfección es fría, los defectos nos embellecen”.
¿Qué importancia tiene el humor en este libro? “Mucha, ya que quería hablar (y supongo que Juan también) de los defectos con desinhibición y humor, para no convertirlos en sujeto importante”.

¿Qué diríais que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Cada vez más me gusta volver al dibujo manual y alejarme de lo digital, precisamente, porque la perfección de lo digital enfría las ilustraciones y las hace todas iguales”, confiesa Christian Inaraja.
¿Con qué técnicas trabajaste? “En este libro (también como en el anterior de Libre Albedrío), trabajé con lápices de colores y rotuladores, para mantener la calidez de lo manual y no esconder los defectos del dibujo. Tampoco tengo muchos colores, así que la paleta me viene marcada y es la que es, pero me gusta trabajar con pequeños «oulipos».
Cuéntanos algo del proceso de elaboración del libro. “Siempre me pongo a trabajar de manera inmersiva en un proyecto y empiezo por el principio y termino por el final. En una semana lo tengo todo hecho -relata Christian Inaraja-. Después repaso, a veces cambio cosas… y finalmente ilustro la portada, guardas… lo hago así para que todo el libro tenga el mismo pulso y estilo. Y aunque parezca un método fácil y rápido, muchas veces dibujo tres o cuatro libros para quedarme solo con uno. Es decir, hago muchos esbozos para encontrar las líneas y formas justas”.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Últimamente me apetece salir del formato tradicional del libro y estoy trabajando en ilustraciones para otros usos y formatos, menos narrativos, como figuras de madera, murales, etc. Pero también tengo libros que saldrán en el próximo año: uno muy bonito sobre pájaros y filosofía que se publicará en Colombia, otro con una pequeña historia sobre la pesca, otro con sombreros, otro con animales raros…”.
Cómic
Josep Homs y el diálogo entre ‘El diablo y Coral’
Praga, 1938. De la joven Coral cabe esperar cualquier cosa, incluso tratos con el diablo. Hija de un rabino en coma, Coral lleva una vida nómada acompañando a una troupe de circo y junto a un compañero inseparable, Satanás, con quien mantiene una relación tóxica que intentará romper a cualquier precio, aunque eso la obligue a ir al infierno. Con este planteamiento nos presenta Norma Editorial este cómic. ‘El diablo y Coral’ es un trabajo de Josep Homs, su primer proyecto integral, como guionista y dibujante. Con él charlamos sobre este libro aprovechando su visita al Salón del Cómic de Granada.

¿Cómo surge el proyecto? ¿Dónde está el origen? Ese momento en el que decides, venga, voy para adelante con este proyecto… Surge un poco fruto de casualidades y desdichas. No era algo que yo tuviera en mente en este momento. La idea de escribir siempre está ahí, flotando. Pero como he encadenado un proyecto tras otro, con guionistas que me gustanmucho, y que me han dado proyectos que me entusiasman, pues lo tenía como en la lejanía, en el horizonte. Pero de golpe, cuando encarábamos el último álbum de ‘Shi’, que es el séptimo, Zidrou nos pidió algo más de tiempo. Y con esas mi editora me sugirió hacerlo”.
“En principio la idea era buscar un guionista, yo propuse varios nombres con los que me apetecía trabajar, pero los tiempos no cuadraban. Y fue mi editora quien directamente me lo propuso. Ya has participado en el guión de ‘Shi’, me decía, porque Zidrou y yo lo hablamos mucho, lo construimos un poco entre los dos, y así surgió todo, un poco porcasualidad”, nos cuenta Josep Homs.
¿Qué se van a encontrar los lectores en las páginas de este cómic? “Más que desarrollar demasiado la idea de la historia, porque hay bastantes giros y spoilers peligrosos, mi intención era dejarme llevar y hacer el tipo de historias que recordaba yo como lector joven, de pequeño, que te leías algo y te dejaba como fascinado, te enganchaba. El cine que hacía Spielberg, que mezclaba mucha aventura, mucho ritmo, pero también un tono fantástico, eso era un poco lo que me apetecía hacer, y como me dieron bastante libertad por parte de la editorial, decidí buscar algo en esa línea”.

Hablame un poco de cómo surge el personaje de Coral. “Soy padre. Mis proyectos anteriores siempre han sido proyectos muy adultos en cuanto a que tratan temas que no tienen poca violencia, está también el tema sexual… Siempre había estado trabajando en libros que mis hijos no podían leer, y me apetecía hacer algo que pudiera gustar tanto a un lector adolescente, como a un lector adulto. Hay referencias a todo este cine o esta literatura o estos cómics que leíamos de jóvenes, que creo que un lector adulto podrá reconocer, y son como guiños hacia ellos, pero creo que la aventura de Coral y el personaje de Coral puede conectar muy bien con el lector adolescente también”, nos cuenta Josep Homs.
“Como a mi hija le gusta mucho leer, a mi hijo también, es más pequeño, cada uno participaba en cierta medida. Amedida que yo avanzaba en la escritura de la historia, me iban comentando, me iban haciendo sus apuntes”.

Si hablamos de las ilustraciones, ¿qué dirías que tienen de característico tus dibujos en este proyecto? ¿Qué hay de diferente, quizás, con respecto a otros? “Mi idea a nivel gráfico era dar un tono casi de cuento, un cuento oscuro, algo a loTim Burton. Creo que la técnica es más plástica, sobre todo a nivel de color, que lo que hacía, por ejemplo, con ‘Shi’ o con ‘Millenium’, que era un dibujo más definido, más detallado, y el color iba como por debajo, era un color que jamás tapaba la línea, es un color más transparente. Aquí quería dar, no sé, una especie de sensación de ensoñación, de mundo de maravilla, además el telón de fondo, que es la ciudad de Praga, me aporta mucho, porque es una ciudad prácticamente de cuento”, indica Josep Homs.
“Entonces creo que la cosa va por ahí, independientemente de que luego hacemos como un viaje a los infiernos, y ahí me he dejado llevar más por la suciedad, e intentar dar una sensación de agobio, de incomodidad, de intensidad irrespirable. Y en las otras partes mi idea era un poco de fábula, de cuento oscuro”.

¿Con qué técnicas sueles trabajar o con qué técnicas has trabajado en este proyecto? “En este proyecto he trabajado digitalmente, a mí me gusta tocar papel y mancharme las manos y demás, por ejemplo en ‘Shi’ las páginas están dibujadas sobre papel y entintadas sobre papel, si bien el color es digital, por una cuestión práctica y de tiempo. Pero en este caso era un proyecto que surgió un poco de manera improvisada, y tampoco queríamos eternizar la vuelta al tomo final de ‘Shi’, así que decidí trabajar digitalmente justamente por eso. En cualquier caso lo que hago digitalmente se parece mucho a lo que hago con técnica tradicional. Lo que hago cuando cojo un programa, un software de ordenador, se diferencia muy poquito de lo que hago con el tradicional, simplemente que tienes las ventajas de que luego puedes contrastar, variar un poco el tono o seleccionar un color, si tienes que estar haciendo la mezcla y buscando el color, pues la opción del digitalfacilita el trabajo”, asegura Josep Homs.

Me gustaría preguntarte también por algunos detalles que me han llamado la atención, por un lado por ejemplo la tipografía, cuando el diálogo es del mal o del diablo, la letra ‘o’ se muestra diferente, es un detalle que a mí me ha llamado la atención. “Sí, es un recurso narrativo que me apetecía también trabajar, igual que el tipo, el bocadillo de los demonios se diferencia un poco. Me divertía, porque al utilizar la figura del demonio tiene como muchas maneras de representarse o de expresarse, desde una posesión, hacer que la persona poseída hable por voz del demonio o hable por su propia voz, en el momento que está o no poseído por el demonio, entonces jugar con la tipografía me ayudaba mucho a esto. Igual que detalles como que tenga un ojo amarillo y otro negro, así cuando el demonio se disfraza de humano, lohago para que el lector vea que realmente se trata del demonio, porque ese humano tiene un ojo amarillo y un ojo negro. Son trucos que te ayudan o facilitan que el lector esté entendiendo en cada momento si habla el demonio o no”.

Otro aspecto que nos ha gustado es que cada capítulo se abre con una frase de alguna persona reconocida, por decirlo de alguna manera. A mí por ejemplo me ha llamado mucho la atención la del Papa Francisco, porque habla del diálogo con el diablo y hay mucho de diálogo entre el diablo y Coral ¿no? “Bueno esto fue casi una casualidad. No es que siga mucho la figura del Papa, pero me acuerdo que estaba viendo la tele, en el telediario sería, que salía el Papa en un discurso y dijoesto, ¿no? Entonces me hizo muchísima gracia, incluso luego lo busqué por internet, Seleccioné ese fragmento pequeño y me lo guardé en el móvil para enviárselo a mi editora y bromear sobre ello. Pasaron los meses hasta que hicimos el libro y cuando decidí poner estas aportaciones, recordé aquel momento y decidí incluirlo”, asegura Josep Homs.
Has hablado antes de cine, de las películas de Spielberg, de aventuras… Hay una viñeta que yo creo que es como un homenaje a la película del Exorcista ¿no? “Absolutamente, de hecho es el cartel de ‘El exorcista’, lo único que en lugar de entrar en la mansión está entrando en el circo. Sí, sí, fue así, y de hecho debo atribuirle el mérito a mi hijo que con 13 años me dijo ¿y si el padre es exorcista? ¿Podrías hacer como la silueta de él? Y dije ¡ostras! No es mala idea, entonces yo busqué el lugar ideal para ubicarlo”.

De cara un poco al futuro, ¿qué es lo próximo? “Lo próximo es, evidentemente, acabar el tomo final de ‘Shi’. Después no tengo la decisión 100% tomada, y tengo sobre la mesa cuatro proyectos distintos. Hay uno en el que vuelvo a ser yo quien se encarga del guión y me apetece mucho meterme ahí, lo he planteado ya a mi editora y le ha gustado mucho la idea. Sería lo que más me gustaría, pero dependerá un poco de que yo sea capaz de llevar las dos cosas al mismo tiempo, para cuando acabe el tomo final ya tenga también el guión de este otro proyecto y esté listo para empezar”.
Álbum Ilustrado
Marco Chamorro nos presenta a ‘Cara de Hollín’
Cuenta la leyenda que las aguas del río Skeena y del océano Pacífico –en la parte noroccidental de Canadá– han visto crecer a los hombres más fuertes del mundo. En ellas se han entrenado cientos de hombres del pueblo tsimshian, aunque ningún otro como ‘Cara de Hollín’, el sobrino más joven de Jefe Acantilado de Piedra. Un joven en el que nadie tenía puesta ningún tipo de esperanza ni expectativa. Pero entonces, ¿qué pasó con Cara de Hollín?, te preguntarás. Eso es algo que sólo las chispas del fuego te pueden explicar. Este libro que edita A buen paso cuenta un mito que es al mismo tiempo la historia de un héroe reacio, un mito que tiene que ver con las cenizas del hogar, con el mensaje de los pájaros, con la fuerza del mar, con las tres pruebas de los cuentos de siempre. En fin, un mito que tiene que ver con cada uno de nosotros. Un libro de Arianna Squilloni y Marco Chamorro. Con ésta último charlamos en las siguientes líneas sobre su trabajo en este libro.

¿Lo primero cuéntanos cómo nace este proyecto? “Desde hace algunos años venía conversando con Arianna sobre mis ganas de trabajar con A buen paso. Le envié un proyecto, pero no terminaba de encajar en el catálogo de la editorial. Tiempo después, Arianna me propuso ilustrar ‘Cara de Hollín’, y así comenzó la aventura”.
¿Qué encontrarán los lectores en las páginas de este libro? “Cara de Hollín es una leyenda del pueblo tsimshian que cuenta la historia de un niño perezoso al que lo que más le gusta es quedarse en casa, junto al fuego, durmiendo todo el día con su piel de ciervo. Como ocurre en muchos mitos o cuentos populares, el protagonista atraviesa una transformación -nos cuenta Marco Chamorro-. Cara de Hollín no es la excepción, a lo largo de la historia deberá enfrentar distintas pruebas que lo harán cambiar, hasta convertirse en la persona más fuerte del mundo. Cargará sobre su espalda todo el peso del universo y lo hará con gusto, incluso con una sonrisa”.

¿Qué te pareció el texto de Arianna la primera vez que te lo envió? “El texto me gustó mucho. Entré fácilmente en la historia y me dejé llevar por los personajes, por las situaciones y las pruebas que enfrentan a lo largo del libro. La construcción de Cara de Hollín me encantó, es tan niño, tan humano, con sus claros y oscuros, que le dan credibilidad al personaje”.
¿Cómo fue el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de documentación, de pruebas, quizá de dibujos en algún cuaderno… “Esta es una de las etapas que más disfruto al ilustrar un libro -confiesa Marco Chamorro-. Es ese momento en que todo es posible, en que se puede experimentar con distintas técnicas, sabiendo que con cada una ganas ciertas cosas y pierdes otras. Pero justamente en esa búsqueda el libro empieza a hablarte, y los diferentes elementos van encontrando su lugar”.

“La documentación la hice primero en internet, y después fui profundizando en la biblioteca, buscando materiales más específicos. Tuve la suerte de encontrar un catálogo de una exposición realizada en 2018 en el Museo de Bellas Artes de Rennes, dedicada a la artesanía, vestimenta, juegos y danzas de varios pueblos indígenas de Canadá, entre ellos el pueblo tsimshian. Ese material fue un hallazgo y me ayudó muchísimo”.
“El primer dibujo que hice fue a grafito, y durante un buen tiempo Arianna y yo pensamos que ese sería el estilo del libro: en blanco y negro, con un tono más “realista”. Pero mientras intentaba dibujar a Cara de Hollín, tratando de descubrir cómo dibujar su ternura, sus miedos, su fuerza, fui conversando con Arianna y decidimos cambiar de técnica. En resumen, creo que una vez que logré dibujar a Cara de Hollín y ambos quedamos contentos con el resultado, el resto del libro fluyó de una manera mucho más fácil y natural”, asegura Marco Chamorro.


¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Creo que algo que me gusta mucho de estas ilustraciones es la presencia del trazo, tienen fuerza. Por otro lado siento que los dibujos te meten de lleno en la historia, te acompañan y eso me encanta. La técnica que utilicé me permitió jugar con distintos registros: en las partes donde la historia se mueve en lo real, la usé de una forma; y cuando aparece ese lado más mágico o místico, la llevé hacia otro lugar, buscando nuevas texturas y sensaciones. Esa posibilidad de cambio dentro de la misma técnica fue algo muy enriquecedor para mi y es algo que no lo había explorado en otros libros”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajé con linograbado, usando dos placas de color para cada imagen. Es una técnica que vengo explorando desde hace algunos años y me gusta mucho el resultado que da, tiene algo artesanal, la huella de la tinta, no se puede controlar todo al milímetro o yo no lo logro… y justamente eso es lo que más me atrae”, afirma Marco Chamorro.




Háblanos del uso del color en este proyecto. Es muy característico. “Escogí el color negro por el hollín, por la ceniza y el naranja por el fuego. El fuego es muy importante para Cara de Hollín y para todo el pueblo tsimshian, la vida en las casas gira en torno a ese pequeño fuego donde se calientan, cocinan y se reúnen. El blanco del papel, en cambio, me ayuda a que la imagen respire, no se vuelva demasiado pesada y para su composición”.
Danos algunas pinceladas sobre el proceso de realización de este libro. “He tenido la suerte de ilustrar algunos libros, y con el tiempo me doy cuenta de que lo que más disfruto como artista es el proceso, todo el trabajo, la reflexión y las decisiones que hay detrás de cada dibujo. En este proyecto, los mensajes y las conversaciones con Arianna fueron fundamentales. Estaban la Arianna amiga, la Arianna autora y la Arianna editora, con sus preguntas necesarias, que me abrían varias puertas y posibilidades para orientar el rumbo de los dibujos, sin imponerme nunca nada. Esa parte fue muy importante para mí”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Sí, estoy ilustrando un libro, Lorombo, del poeta guatemalteco Julio Serrano. Lo publicará Amanuense el año que viene”.
Álbum Ilustrado
Laura Agustí y el recorrido íntimo de ‘Furor botánico’
Cansada de la estresante vida de la ciudad, Laura decide trasladarse con su pareja a una casa en Nevà, un pequeño pueblo de los Pirineos. La idea es pasar tres meses de prueba antes de atreverse a dar el gran salto y, tal vez, mudarse de forma definitiva. Pronto se reencontrará con todo un ecosistema muy familiar y que casi había olvidado: el de su infancia en la fría tierra de Teruel rodeada del lenguaje de las flores, los árboles y las plantas, así como el de toda una estirpe de mujeres comprometidas con el amor y el conocimiento de la naturaleza que le inocularon el «Furor botánico». Su bisabuela Pilar, que curaba los desánimos con azafrán y la planta de San Juan; su abuela Carmen, con la que Laura recogía la aceituna; su madre, que sigue mandándole alcoholes para friegas, y su hermana Marina, que calma las rabietas de su hija con aceites esenciales.
Entre recuerdos entretejidos con espléndidas ilustraciones, paseos por los senderos de los bosques para recoger setas, proyectos para su nueva casa y consejos para ajardinar nuestras vidas, Laura Agustí nos descubre la exuberante bondad del universo de las plantas. Editado por Lumen, en las siguientes líneas hablamos un poquito más sobre este proyecto con Laura.

Lo primero, cuéntanos cómo nace este proyecto. “‘Furor botánico’ comenzó hace varios años, a partir de una idea sencilla: quería hacer un libro que hablara de las plantas que me recordaban a mi abuela y, a través de ellas, de todas las mujeres de mi familia. Con el tiempo, esa semilla fue creciendo hasta convertirse en un proyecto más amplio, que habla de la herencia femenina, del cuidado y de la memoria. De cómo las plantas, a veces, son un hilo que nos conecta con quienes ya no están”.
¿Qué encontrarán los lectores en las páginas de este libro? “Un recorrido íntimo y visual por el vínculo entre las personas y las plantas. No es un libro de botánica al uso, sino una reflexión ilustrada sobre el cuidado, el paso del tiempo, la calma y la observación. También hay historias familiares y esa forma de entender la naturaleza como algo muy cercano, casi doméstico”, nos cuenta Laura Agustí.

¿Qué hay de Laura en todo este libro? “En realidad, en todos mis libros hay mucho de mí. ‘Historia de un gato’ también era muy personal. Creo que, como autora, siempre parto de lo que vivo o he vivido, de lo que siento y me interpela. En ‘Furor botánico’ está mi entorno, mi familia, mis rutinas y esa forma de mirar las cosas pequeñas que muchas veces se pasan por alto”.
¿Es más fácil o más difícil cuando una habla de cosas más personales? “Para mí es más fácil hablar de lo que he vivido o de lo que vivo y siento. Cuando algo te atraviesa, escribir o dibujar sobre ello se convierte en una forma de ordenar y comprender. No me resulta tan complicado como puede parecer, porque hablo desde la experiencia, y eso siempre aporta una cierta verdad”, confiesa Laura Agustí.

¿Cómo fue el trabajo previo al libro? “El trabajo previo lo hice junto a mi hermana y mi madre, que siempre me ayuda mucho en mis libros y, sobre todo, tienen más memoria que yo. Estuvimos recordando historias, conversaciones y remedios caseros que habían pasado de mi abuela a mi madre y luego a nosotras. Fue un proceso de recopilar recuerdos y también de observar las plantas que tengo alrededor”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “El color -asegura Laura Agustí-. En mis libros anteriores predominaba el negro, y aquí me atreví con una paleta mucho más viva, más vegetal. También hay más detalle y textura, porque quería que las ilustraciones respiraran como si fueran parte de un herbario emocional”.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Todo el libro está hecho en digital. Me llevó tiempo encontrar una manera de reproducir con Procreate la textura del rotring y una forma de colorear que se pareciera a lo manual. Para trabajar editorialmente resulta mucho más práctico hacerlo en digital: te ahorras escanear, limpiar y ajustar cada dibujo, y el resultado mantiene igualmente esa sensación manual”.
Danos algunas pinceladas sobre el proceso de realización de este libro. “Primero escribí el texto. Cada doble página trata un tema, y luego pensé qué imagen podía acompañarlo. El proceso fue lento, muy de laboratorio -afirma Laura Agustí-. Poder hacerlo desde la paz de los Pirineos ayudó a que esa calma se perciba al leerlo; no hubiera sido lo mismo hacerlo en Barcelona, donde los ritmos son otros. ‘Furor botánico’ me enseñó a trabajar con calma, a dejar que las ideas maduren, igual que crece una planta”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “El mes pasado entregué las ilustraciones para ‘Hamnet’, de Maggie O’Farrell, que se publicará en noviembre. Es un proyecto muy distinto, pero igual de exigente y emocionante. Mientras tanto, sigo dibujando para otros encargos y tomando notas para el próximo libro, sin prisa, dejando que las ideas crezcan poco a poco, como las plantas”.
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