Álbum Ilustrado
Monica Barengo y su trabajo en ‘A volte, ancora’

Los grandes amores, dijo alguien, nunca terminan. Pero incluso si lo hacen, pueden dejarnos una inmensa nostalgia. Incluso a una edad avanzada, podemos encontrarnos recordando un amor de nuestra juventud y su luz. ‘A volte, ancora’ es un álbum que cuenta la belleza de haberse amado mucho y sobre todo la capacidad de recordarlo. Un trabajo de Davide Calì y Monica Barengo que edita Kite Edizioni. Con Mónica hemos hablado un poco más sobre su trabajo en este libro.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “Nació de la pluma de Davide Calì, originalmente se titulaba “Parfois, j’ai encore envie de toi”, si mal no recuerdo nació de la inspiración de una secuencia de imágenes que había creado para una exposición en la galería Jean Robillard de París. Davide me lo hizo leer justo después del lanzamiento de mi primer libro ilustrado Polline, pero decidimos esperar para trabajar en él para no republicar una historia de amor de forma nostálgica y para no etiquetarme como la ilustradora de historias de amor tristes, por lo que salió unos diez años después”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Encontrarán el amor, en su forma más impalpable, la del recuerdo”.

¿Cómo te pareció el texto de Davide la primera vez que lo leíste? “Como el libro salió varios años después de que lo leí por primera vez, puedo dar fe de que las ideas y las impresiones cambian dependiendo del momento en que vivimos o del punto de la vida en el que nos encontramos -nos cuenta Monica Barengo-. La primera vez que lo leí me conmovió, me recordó lo que estaba viviendo y lo asocié con algo romántico. Luego pasó el tiempo y yo también crecí con ello, cuando comencé a trabajarlo concretamente me di cuenta que esas palabras ya no representaban el amor para mí, entonces reflexioné en cómo podía transformarlas con mis imágenes. Prefiero no revelar cómo creo que lo hice, para permitir que aquellos que aún no saben de qué estoy hablando tengan el efecto sorpresa”.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Trabajé en este libro en una fase de cambio, donde quería darle otra cara a mi investigación y a mi trabajo. Este intento me hizo dar vueltas en círculos y me trajo de vuelta al punto de partida, pero entendí que no significa volver atrás, es como cuando sales de viaje y luego regresas a casa, no solo estas volviendo, las experiencias que has tenido te han cambiado, verás lo que tienes diferente, puede pasar que ya no lo des por sentado o que ya no desees ser otra cosa. Con este libro creo que eso es exactamente lo que pasó, volví y acepté quien soy sin sentir que tenía que cambiar o al menos no tener que forzar el ritmo”, confiesa Monica Barengo.
“Así que había un cuaderno lleno de bocetos y estudios preparatorios, un storyboard que cambiaba muchas veces como ocurre con todos mis libros, pero también había un intento con una técnica diferente que por el momento permanecerá en ese cuaderno”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Lo característico es que siempre soy yo (risas), vuelven mis símbolos, el reloj, los disparos, mis temas: la espera, el recuerdo, el tiempo suspendido, a veces esta repetición me asusta, otras veces me hace sentir como en casa, segura, acogida, como una persona que conozco y ya sé cómo me sentiré después de un día pasado con ella, aunque siempre veremos y haremos cosas diferentes”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajo con grafito, por lo que mis originales están en papel, pero el color es digital. Para mí la técnica nunca ha sido motivo de una investigación particular, sino sólo un puente para comunicar lo que quería decir, las ideas siempre han sido las verdaderas protagonistas de mi trabajo, pero siento que esto está cambiando”, asegura Monica Barengo.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Como en todos mis trabajos, bebí de mi experiencia personal, del deseo, como dije antes, de dar una lectura personal a las palabras de Davide y esta fue la parte que más tiempo me requirió. El miedo que tenía hacia este texto era que pareciera uno de esos amores en los que en un momento determinado se rompen, pero uno de los dos no lo acepta y sigue escribiendo esperando una reconciliación y no quería romantizar un comportamiento de ese tipo, para no hacerlo necesitaba poner cierta distancia. Navegando por él seguramente entenderás de qué distancia estoy hablando”, continúa Monica Barengo.

“Hacer esto no fue fácil porque no quería en absoluto tocar ni modificar el texto de Davide, así que traté de encajarlo entre sus palabras y el nuevo significado que podía darle con mis imágenes. Este tipo de entrelazamiento tomó mucho tiempo. Cuando lo hago me siento como una autora que inventa una historia desde cero, con la dificultad de que tiene una serie de obstáculos que superar que son las palabras que no escribió, pero que deben dialogar con sus imágenes sin traicionar la lógica interna. No siempre es posible hacer este tipo de trabajo, en este caso el texto estaba bastante abierto, por lo que pude colarme”.
“Para que esta historia sea auténtica, requiere que me sumerja en algo que siento, sé, y que realmente haya sucedido, como en todas mis obras, hay mucho de mí en este libro también, a veces esta investigación puede obligarme a reabrir cajones que han estado cerrados durante años, sucede que también me ayudo viendo películas, escuchando y observando las historias de otros, leyendo libros que me puedan inspirar o darme ideas, recuerdo que en ese período había leído Las penas del joven Werther que poco tiene que ver con «A volte, ancora», pero lo que me había inspirado era la idea de que se puede amar y al mismo tiempo idealizar a alguien hasta el punto de querer perder la propia vida, si no es correspondido. Así que la idea, el recuerdo, son tan reales como la realidad misma, si no más”, afirma Monica Barengo.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Sí, estoy terminando un nuevo libro con Davide Calì, os puedo adelantar que encontraréis muchos gatitos” 🙂
Álbum Ilustrado
Pedro Oyarbide y su visión de ‘El Principito’

Venerado por generaciones de lectores -pequeños y grandes- en todo el mundo, ‘El principito’ es un clásico inagotable que logra conmovernos en cada lectura. La historia de Saint-Exupéry narra el encuentro, en la soledad del desierto del Sáhara, entre un aviador que ha sufrido una avería y un niño que se acerca a él para pedirle el dibujo de un cordero. Este hombrecito de cabellos dorados, que ha viajado por varios planetas antes de recalar en la Tierra, es muy sabio en su inocencia. Su capacidad para el asombro y su arrojo en las preguntas constituyen el origen de las poderosas reflexiones sobre la vida que atesoran estas páginas.

“Puede que el piloto que nos cuenta la historia no consiguiera desarrollar su talento artístico, pero sin duda sí lo ha hecho Pedro Oyarbide, que ha reinterpretado con inigualable maestría uno de los libros más entrañables de la literatura universal”, nos cuenta la editorial Lunwerg. Sus ilustraciones, vibrantes y detalladas, nos ofrecen la extraordinaria oportunidad de asomarnos a este libro como si fuera la primera vez. Este es el primer libro ilustrado de este artista español, que está detrás de las icónicas portadas de la arrolladora saga ‘Blackwater’. Con Pedro hemos charlado un poquito más sobre su trabajo en ‘El Principito’.
¿Cómo nace este proyecto? “Pues es curioso, porque yo había propuesto a Lunwerg ilustrar ‘El Principito’, pero no era posible ya que aún no estaba en dominio público. Tiempo después, me encontraba ilustrando otro título cuando mi editora me dijo que justo se habían liberado los derechos, por lo que nos pusimos manos a la obra, dejando el otro libro en standby, ya que era una oportunidad buenísima de sacar cuanto antes mi versión de El Principito”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Mi intención no era hacer una versión actualizada, sino ofrecer una visión en paralelo a la original aportando mi estilo y estética -nos cuenta Pedro Oyarbide-. Me he alejado del aire delicado y aniñado de las ilustraciones originales y lo he traducido a mi estilo, en muchos casos ilustrando pasajes desde otra óptica completamente diferente y en algunas ocasiones simplemente reinterpretando los originales”.
¿Cómo era tu relación con este libro antes de este proyecto? ¿Cómo ha cambiado o cómo es ahora tras este trabajo? “No lo leí de niño, siempre me causó cierto rechazo el estilo naif de las ilustraciones. No ha sido hasta meterme de lleno con el proyecto cuando he descubierto realmente todo lo que ofrece el texto, e incluso ahora las ilustraciones de Saint-Exupéryme parece que cobran sentido. Por otra parte me parece que es un libro que ya seas niño o adulto, tiene lecciones para todos. No tengo duda del porqué de su trascendencia, forma parte de la cultura popular”.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de documentación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Es un tarea que a priori impone, por eso mismo, es uno de los libros más traducidos y leídos de la historia, quería hacer algo que estuviese a la altura, o al menos que yo estuviese orgulloso del trabajo -confiesa Pedro Oyarbide-. Primero de todo lo leí un par de veces y tomé anotaciones para potenciales enfoques, no había unos márgenes de tiempo demasiado grandes ya que corría prisa sacarlo cuanto antes. Fue un proceso bastante fluido y de los bocetos originales a las ilustraciones finales, apenas hubo cambios compositivos”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Romper con la estética asociada a la obra original puede que acerque el título a otros lectores”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajo en digital, desde el boceto al arte final”, afirma Pedro Oyarbide.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Tengo varios proyectos editoriales interesantes, por una parte sigo ilustrando portadas de Michael McDowell, el autor de Blackwater. Próximamente saldrá ‘Hija de la Venganza’ con Blackie Books. También estoy con un libro completamente ilustrado de uno de los autores más relevantes de la literatura contemporánea española, pero que desgraciadamente no puedo revelar. Saldrá en 2026. A parte de eso estoy trabajando en varios proyectos para Miller Lite y Playstation”.
Álbum Ilustrado
Fermín Solís nos presenta a ‘Las niñas intrépidas’

‘Las niñas intrépidas’ es el abecedario con las niñas más divertidas, personajes de la A a la Z que realizan las hazañas más increíbles. Un libro en mayúsculas que invita a la lectura autónoma, a jugar con los nombres propios y los pareados, y a aprender la grafía de letras. Las ilustraciones del premiado Fermín Solís juegan con personajes cómicos, un poquito gamberros y muy, muy divertidos. Con Fermín hemos charlado un poquito más sobre este proyecto que publica Editorial Libre Albedrío.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “El origen de este proyecto está en un libro anterior llamado Los niños valientes de las mismas características, pero que mezclaba nombres tanto de niños como de niñas. Digamos que esta es una actualización, pero las protagonistas son las chicas”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Se encontrarán un abecedario donde una serie de personajes realizan acciones bastante atrevidas. Algunas de ellas mejor no intentar hacerlas en casa”, asegura Fermín Solís.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “En este caso, no hay mucho trabajo de investigación, es un libro divertido sin más para primeros lectores y ya tenía la base del anterior”.
¿Cómo nacen estos personajes? “Pues al contrario que otros libros míos, donde los personajes son importantes, porque la historia gira en torno a ellos, en este caso es simplemente una serie de gags en función al nombre de la protagonista de cada página, es casi más importante la rima que el dibujo”, afirma Fermín Solís.

¿Con qué niña intrépida te quedas? “La que lee cómics en la cornisa. Felisa. Aunque es difícil elegir”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Pues respecto a mis nuevos trabajo es más clásico, últimamente estoy evolucionando con la línea, haciendo cosas más atrevidas. En estas me mantuve bastante fiel al estilo del anterior libro”, nos cuenta Fermín Solís.

¿Con qué técnicas trabajaste? “En este caso, la técnica es digital”.
Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Te diría que casi lo más difícil es encontrar la rima divertida para cada nombre. A veces hay nombres difíciles de rimar. Luego me hago un boceto en un papel, y finalmente lo paso a limpio en digital”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “En noviembre aparece mi nuevo libro publicado por la editorial Salamandra. Fue el proyecto con el que gané el premio Salamandra FNAC de novela gráfica. Se trata de una historia que transcurre en un pueblecito de Extremadura llamado Deleitosa y, de nuevo, lleva como protagonista a una mujer”.
Álbum Ilustrado
Anna Pirolli nos guía en el viaje de ‘Fred y Gloria’

Fred ha recibido una carta de su amiga Gloria, que vive al otro lado del océano. Pero… ¿Dónde está el océano? ¿Cómo se llega hasta alguien a quien quieres mucho, pero no sabes dónde está? La editorial Flamboyant publica “Fred y Gloria”, escrito por Ratha Tep e ilustrado por Anna Pirolli. Una historia para leer en voz alta, compartir en silencio y soñar despiertos. Con Anna Pirolli charlamos un poco más sobre este libro.
¿Cómo surgió este proyecto? “Del encuentro entre Ratha Tep, una talentosa periodista que también escribe libros infantiles, y mi agente, Debbie Bibo. Ella me propuso el texto y acepté: me encantó de inmediato la ironía de la historia y la fuerza del personaje principal”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Una historia de amistad que va más allá de las apariencias, una aventura llena de desafíos y situaciones irónicas a través de lugares increíbles, encuentros con personajes extraños y un giro que asombrará a todos”, asegura Anna Pirolli.


¿Qué te pareció el texto de Ratha la primera vez que lo leíste? “Me pareció muy tierno, divertido e intenso. La elección de Fred es contundente y no teme las consecuencias. Me gusta este tipo de personaje: aparentemente pequeño, pero al final decidido e incisivo, como una cuchilla afilada. Me encanta la ironía, y este libro está lleno de situaciones divertidas que aligera el difícil viaje del protagonista. Y también me pareció curioso que la historia comience con una correspondencia. Las cartas son un medio de comunicación casi obsoleto, pero conservan un atractivo poderoso y evocador”.

¿Cómo fue el proceso previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, documentación, pruebas y quizás incluso bocetos en un cuaderno… “Me encanta interpretar textos y encontrar el registro adecuado para dar vida al contenido, a veces oculto, de la historia -confiesa Anna Pirolli-. En cuanto leo una historia, tengo impresiones visuales, pero no tengo una idea precisa de cómo será el libro terminado, así que dedico mucho tiempo a recopilar ideas e imágenes que me ayudan a adentrarme cada vez más en la atmósfera del texto. Cuando esta sensación se hace más evidente, me sumerjo y empiezo a dibujar: primero los personajes, luego los escenarios”.


¿Qué dirías que caracteriza tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otras obras? “Esta fue mi primera vez usando acuarela y me divertí mucho. Desde hace unos años, siempre que puedo (dependiendo del tiempo disponible y del coste del proyecto), dibujo analógicamente. Tras veinte años de técnicas digitales, necesitaba volver a tocar la veta del papel y a oler los colores. La satisfacción de pintar no tiene precio, y la había olvidado -continúa Anna Pirolli-. Quería que las ilustraciones de este libro contaran la historia de Fred con detalles realistas. Quería crear entornos agradables e inmersivos para los niños, retomando las imágenes «clásicas» de los libros de mi infancia, que aún recuerdo y que me transportaron a un mundo paralelo”.

¿Qué técnicas utilizaste entonces? “Acuarela, aplicada en una capa muy densa”.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “¡Empecé a trabajar en este proyecto hace tres años! La primera versión del storyboard fue completamente diferente; me centré por completo en los personajes y casi nada en los escenarios. Mi agente se lo presentó a los editores, quienes lo apreciaron, pero con algunas reservas: parecía demasiado minimalista (¡y sin duda lo era!), y quizás el título no era apropiado. Dejé el libro a un lado por un tiempo, porque tenía otras cosas que hacer. Cuando finalmente lo retomé, dos años después, tenía una mentalidad diferente y empecé desde cero. La autora también hizo algunos cambios: dejar que el proyecto «descansara» nos ayudó a centrarnos mejor en los temas fuertes del texto. Si los lectores supieran las revoluciones que hay detrás de un libro infantil «sencillo», ¡se sorprenderían de la cantidad de trabajo!”, nos cuenta Anna Pirolli.


¿En qué estás trabajando ahora? ¿Nuevos proyectos? “Disfruto mucho dando clases, así que estoy preparando nuevos cursos para ofrecer en escuelas y por fin estoy escribiendo mi propio proyecto. Pero no te diré nada, ¡soy supersticiosa!”.

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