En el Kunsthistorisches Museum de Viena, una mañana sí y otra no —salvo los sábados, el día gratis del museo— el filósofo musical Reger ocupa su sitio en el banco situado frente a “El hombre de la barba blanca” de Tintoretto. Sin embargo, un buen día esa rutina se rompe: Reger le pide a su amigo Atzbacher que se reúna el sábado con él en el museo. Antes de desvelar el motivo de tan insólita conducta, Reger se desahogará en unas parrafadas llenas de energía contra el arte en general y contra los pintores en particular, reprobando a Stifter y a Heidegger por igual, denostando a Viena y a los vieneses. Y eso aun a sabiendas de que solo encontrará la salvación en un homólogo humano, que en el caso de Reger es «el ser de su vida».
Nicolas Mahler nos presenta una adaptación a novela gráfica de esta comedia más que negra de Thomas Bernhard, y que edita Sins Entido. Hemos hablado de este trabajo con Nicolas y en las siguientes líneas tenéis sus palabras en torno a este proyecto.
“Suhrkamp Verlag (una conocida editorial alemana) me pidió que eligiera una novela de uno de sus famosos autores y que hiciera una adaptación en forma de cómic. Entre sus autores están Beckett, Brecht, Hermann Hesse, Peter Handke,… elegí el libro de Thomas Bernhard “Maestros antiguos” de inmediato, porque Bernhard es uno de mis favoritos”.
“Cuando lo leí por primera vez (hace 20 años), me pareció increíblemente gracioso. Todavía aprecio el humor y la actitud hacia el arte en gerneral, y también los aspectos más sensibles del libro”.
¿Qué puedes decirme sobre los dibujos para este libro? ¿Son como el resto de tus dibujos? “Creo que podrían ser consideramos como más elaborados, un poco menos minimalistas de lo habitual. Copié algunos de los viejos maestros del Museo Kunsthistorisches de Viena, sobre todo los italianos, como Tintoretto”.
“Suelo dibujar con la pluma y la tinta en el papel, es entonces cuando escaneo y hago el segundo color y algunos cambios de poca importancia en el ordenador”.
¿Qué proceso sigues desde la página en blanco hasta el resultado final? “Con una adaptación así (la reducción de la novela de 300 páginas en un cómic de 160), una gran parte de mi trabajo estaba en leer y releer mucho el libro original. Entonces me decidí por las piezas que quería usar. Al mismo tiempo, investigaba en el museo. Algunas pinturas me hacían pensar en algunas partes del libro, y viceversa. Por lo que se podría llamar un montaje de Bernhard con la ayuda visual de los antiguos maestros italianos. Puesto que no soy capaz de imitar las pinturas de una manera que les haga justicia, éstas se volvieron bastante mundanas y involuntariamente graciosas. Creo que esto encaja bien con las agresiones verbales de Bernhard contra el arte y los artistas”.
¿Qué estás haciendo ahora? ¿Algún nuevo proyecto? “Justo después de este libro, Suhrkamp publicó mi “Alice in sussex”, donde llevé el montaje de los textos más allá, combinando la obra de Lewis Carroll, el poeta austríaco HC Artmann, Voltaire y Melville, y muchos otros, en una extraña historia. Es una especie de cuento de terror, con el barón Frankenstein y su monstruo en papeles secundarios. Fue muy divertido de hacer”.
“En este momento, estoy terminando mi tercera adaptación, después de “Der mann ohne eigenschaften” de Robert Musil. Es una gran novela (sin terminar), con más de 1.000 páginas. De nuevo lo llevé a 160 páginas, y traté de evitar el exceso de palabras. Grandes partes de esta adaptación al cómic son casi sin palabras. Trato de lograr que cada adaptación sea completamente diferente a la anterior. No soy fan de las adaptaciones muy fieles. Siempre se puede leer la novela original. Mis adaptaciones son sólo mis visiones de los libros”.