Álbum Ilustrado
Neus Caamaño e Inês Castel-Branco y ‘Un paisaje, una flor’
Las flores son seres maravillosos, arraigados en la tierra y orientados hacia el cielo. Estallan en los prados y las montañas, en los lagos y los estanques, en los bosques y las selvas, en las ramas de los árboles y en el borde de los caminos, en la arena y en medio del desierto. Cada una de ellas está intrínsecamente asociada a un lugar concreto, a un tipo de suelo y de clima que han forjado su personalidad y la han hecho tal como es. Cuando se juntan, crean un paisaje único teñido de blanco, amarillo, naranja, rojo, rosa, morado, azul…
Si por un instante nos detenemos a contemplarlas, nos daremos cuenta de que son uno de los regalos más delicados y sorprendentes de la naturaleza, un espejo donde encontrarnos y redescubrir quiénes somos. Y es que cada flor es una obra de arte, un milagro, un prodigio de la inteligencia de la vida. ¡Cada flor llena el mundo de belleza! Con ilustraciones que captan la esencia de cada paisaje y cada flor, ‘Un paisaje, una flor’ es un recorrido a través de los colores y las características extraordinarias de treinta flores muy especiales de todo el mundo. Así nos presenta Akiara Books este trabajo de Inês Castel-Branco y Neus Caamaño. Con ellas hemos hablado sobre este precioso libro.

¿Cómo nace este proyecto? Inês Castel-Branco: “Este proyecto nace en una madrugada de mayo de 2024, cuando «vi» el libro que quería hacer con Neus. Teníamos otro libro medio pactado, pero que finalmente no iba a salir con Akiara, porque era un libro en cartón para niños muy pequeños, y mi compromiso con la ecoedición y la producción local no me permitían hacerlo. Neus me dijo que lo entendía, pero que le gustaría volver a trabajar con Akiara, que ya contaba con ello… Me acosté pensando en su mensaje, y por la mañana me llegó la inspiración. En este caso, vi claramente que el libro debería ir sobre flores en su paisaje natural, que debería tener una estructura muy clara, que debería ser muy bello. Lo vi de manera tan potente, que pensé que yo misma podría escribir el texto, haciendo a la vez de editora y de autora”.

¿Qué vamos a encontrar en sus páginas? Neus Caamaño: “Es un libro con un título muy descriptivo, muy directo. Cada doble página presenta la misma estructura: en la página de la izquierda vemos un paisaje dominado por una flor, en la página de la derecha encontramos una ilustración más bien científica de esta flor en detalle que hace de acompañante de un texto de carácter informativo con toques literarios”.

Inês Castel-Branco: “Vamos a encontrar treinta flores muy especiales de todo el mundo, ordenadas cromáticamente. No me interesaba una flor aislada, sino los paisajes rebosantes de colores que las flores configuran cuando se juntan en los prados y las montañas, en los lagos y las selvas, en los jardines y los desiertos. Más que unos conocimientos demasiado técnicos, que pudieran interesar a unos pocos especialistas, yo quería contagiar la pasión que siempre he sentido por las flores, e indagar sobre lo que nos pueden enseñar con su «carácter», con su forma, con sus estrategias para multiplicarse o sobrevivir, a veces en condiciones adversas”.

¿Cómo ha sido todo el trabajo de investigación y documentación para este libro? Inês Castel-Branco: “Ha sido un trabajo intenso, de consultar muchos libros de botánica y páginas de internet, primero para escoger las protagonistas de nuestro libro (había muchas «suplentes» con las que se podría hacer un nuevo libro), y después para intentar descifrar lo que realmente importa de cada flor de cara a un lector adolescente o adulto. Para algunas flores era muy fácil encontrar su paisaje característico: los cerezos en Japón, los girasoles en Toscana, las lavandas en Provença, las hortensias en las Azores, las flores de nieve en los Alpes, los tulipanes en Holanda… pero otras pedían un trabajo más a fondo a fin de plasmar un contexto. Nos interesaba que la flor no fuera un elemento aislado, sino que creara un paisaje impregnado de un color característico. Yo iba pasando mis textos a Neus, ella hacía un primer boceto del paisaje, lo comentábamos, y después ella ya hacía la ilustración final. Lo bonito de todo este proceso es cómo íbamos avanzando cada semana: normalmente yo le enviaba los textos que escribía en mis «domingos con flores», y los lunes ella me pasaba todo lo que había trabajado durante la semana anterior. ¡Era emocionante el momento de ver cada nueva ilustración! Después yo maquetaba la doble página y, en función del espacio que quedaba, seguía afinando el texto. Hubo también un gran trabajo de diseño desde el inicio, de contraste entre fuentes tipográficas y de ordenación cromática, para que el libro constituya una experiencia estética para despertar el asombro”.

Neus Caamaño: “El libro se ha ido construyendo poco a poco. Inês iba preparando los textos a partir de listas de flores posibles con datos informativos muy concretos para que yo pudiera empezar a investigar aunque el texto no estuviera redactado del todo. A partir de estas primeras listas, escogí un par de flores con las que siento un vínculo especial (la amapola y el acónito) para empezar a documentarme y a hacer esbozos, pruebas de técnicas, de composición… En definitiva, para encontrar el tono de las ilustraciones (especialmente el de los paisajes)”.
Tras ese trabajo de documentación, ¿cuál fue tu mayor descubrimiento? Neus Caamaño: “Cada vez que Inês me pasaba un texto nuevo había algo de descubrimiento, incluso de las flores que podemos considerar menos especiales por estar muy presentes en nuestros paisajes. Por ejemplo, de la retama me encantó descubrir que las abejas, con su peso, hacen que las flores se abran para así acceder al polen”.

¿Cual es tu flor favorita? ¿Y tu paisaje? Inês Castel-Branco: “¡No es fácil contestar a esta pregunta! Puedo decir que el primer texto que escribí fue sobre el girasol, después la amapola… pero cada vez que entraba a fondo en el estudio de una nueva flor, ésta pasaba a ser mi flor preferida. De hecho, acabé el libro diciendo que quería tener un jardín con todas ellas, porque de verdad que ¡son maravillosas! Y cuando paso cerca de un prado, un jardín o una floristería, me detengo a mirarlas y a llamarlas por su nombre. Hay alguna ilustración de flor aislada que me ha impactado verdaderamente cuando la vi por primera vez, como por ejemplo la de las hortensias, que encuentro de una belleza extraordinaria, casi con una estética japonesa. Los paisajes que Neus iba ilustrando eran todos maravillosos. Me encantó el de las amapolas, que representa la silueta del Montgrí, una montaña que las dos conocemos bien, en la Costa Brava. Por ello la he escogido para la cubierta, ya que, además de sus colores potentes, tiene un significado simbólico para las dos. Pero también son bellísimos los paisajes de los nenúfares, de la flor de nieve, de los cerezos de Japón, de los campos de lavandines… ¡Estoy muy contenta con el libro! Pienso que Neus lo ha dado todo para que llegara a tiempo para la primavera, y que esta es la obra más madura, bella y pura que ha hecho nunca. Lo único que deseo es que el libro pueda despertar un poco del entusiasmo que las dos sentimos al hacerlo, al plasmar cada uno de estos paisajes y estas flores”.
Neus Caamaño: “No tengo una favorita, aunque justamente las que he mencionado hasta ahora son algunas de las que más me gustan: amapola, acónito, retama; y podría añadir: flor de cerezo, cempasúchil (o caléndula), pensamiento, aciano… si sigo enumeraré todas las del libro 😉

¿Cómo fue el trabajo con Inês? “Es el quinto libro que publico con Akiara, pero esta es la primera vez en la que, aparte de ser editora, Inês es también escritora. Por muchos motivos, trabajar con ella es siempre un placer. Valoro enormemente su capacidad de escucha y su instinto editorial. Me fío de su criterio y siento que ella se fía del mío. Esta sensación de confianza mutua para mí es básica”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? Neus Caamaño: “No sabría decir qué hay de nuevo o diferente. Cuesta valorar esta parte del trabajo de una, creo que para eso se necesitan ojos frescos, externos. Lo que sí que puedo decir es que, para este trabajo, desde el principio he tenido muy presente la técnica del ukiyo-e, especialmente (claro) los grabados referentes a flores y paisajes. Es un estilo que me apasiona desde hace muchos años. Descubrí el mundo del grabado japonés al poco de acabar Bellas Artes, justo antes de empezar un curso de ilustración, y en mi recuerdo ha quedado como uno de esos descubrimientos que te marcan. No sé si fue así o no, pero me gusta pensar que ese descubrimiento me ayudó a acabar dar el paso para matricularme en la escuela de ilustración”.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajé con mezcla de técnicas: estampación con goma eva, plata de gelatina y acetato, stencil con polvo de grafito, retoque digital para composición y color y, finalmente, algún pincel digital para reforzar alguna textura”, nos cuenta Neus Caamaño.
Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Ha sido un libro largo de elaborar -confiesa Neus Caamaño-. Cada ilustración (especialmente los paisajes) ha requerido su tiempo. Creo que soy una ilustradora de procesos lentos pero, en este caso, todavía un poco más. Hubo un momento en el que me quedé bastante estancada, no acababa de encontrar cuál era mi posición, desde dónde estaba ilustrando. Finalmente, después de muchas vueltas, di con una clave que me abrió un mundo de posibilidades y que he disfrutado enormemente. Es algo muy sencillo: se trata de añadir al paisaje un pequeño elemento humano. A veces es un rastro casi imperceptible, otras algo rotundo como un castillo o un faro. Con este pequeño elemento encontré una manera de reforzar un aspecto que a mí me importaba especialmente: hacer que el paisaje, más que ser una ilustración informativa, fuera una ilustración evocadora con posibilidades narrativas y que, además, esas narrativas tuvieran apertura de significados. Para mí, el elemento humano es una puerta, el inicio de una historia, un misterio”.

“Otro tema que ha sido muy importante para mí durante la elaboración del libro ha sido la presencia del vínculo personal, íntimo, que tengo con las flores -continúa Neus Caamaño-. Mi madre, aparte de ser una gran amante de las plantas y las flores, es una gran conocedora de sus propiedades, sus usos y formas de elaborar preparados tanto cosméticos como medicinales. Sabe mucho, siempre está investigando, y habla de ellas constantemente. Así que, de alguna manera, cada dibujo que he hecho siento que ha sido por y para ella”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Ahora estoy trabajando en un álbum que me hace mucha ilusión porque es en tándem con Francesc Bononad, un escritor con el que ya he trabajado anteriormente con ‘El rey que reía y no reía’ (Thule, 2024). Me encanta el uso que tiene Francesc del lenguaje, del humor, y cómo su literatura me hace conectar con los cuentos de mi infancia. También voy a tener en breve sobre la mesa un par de textos para prelectores, un formato con el que cada vez me siento más conectada”.
Álbum Ilustrado
Luciano Lozano nos enseña ‘Cinco palabras mágicas’
¿Conoces las palabras mágicas? ¡Son increíbles! ¡Sirven para todo lo importante! Pero recuerda, las palabras mágicas te tienen que salir del corazón. ¡Y tienes que saber cuándo usarlas! Porque si no… ‘Cinco palabras mágicas’ es un cuento divertido y tierno al mismo tiempo. Un libro de palabras mágicas contadas con mágicas ilustraciones. Una historia con la que tanto los niños y niñas como los papás y mamás se sentirán identificados. Los sentimientos a veces son difíciles de expresar. Hay palabras que abren todas las puertas… Sobre este álbum ilustrado de José Carlos Andrés y Luciano Lozano hemos charlado con éste último. Un libro que edita Apila Ediciones.

Lo primero, cuéntanos cómo nace este proyecto. “Hacía tiempo que quería trabajar con Apila Ediciones. Los conocí en Zaragoza en los Encuentrazos, que organizan ellos en la Escuela Superior de Diseño, y que son muy recomendables, un fin de semana de charlas alrededor de la ilustración y el diseño. Estuvimos barajando varios textos hasta que llegó éste de José Carlos Andrés, que me encantó”.
¿Qué encontrarán los lectores en las páginas de este libro? “Un libro muy divertido, con muchas capas de lectura, que puede gustar a un niño y a un adulto, porque los dos se verán muy reflejados”, asegura Luciano Lozano.

¿Qué te pareció el texto de José Carlos la primera vez que lo leíste? “Me reí mucho. Me pareció muy redondo. Se nota que José Carlos tiene muchísima experiencia narrando, porque el texto es muy fluido. Me han ofrecido textos supuestamente divertidos que a mí no me hacían gracia. En esos casos, tengo que rechazarlo aunque me guste la editorial, porque el sentido del humor es algo muy personal. Si a mí no me hace gracia, no hay manera de que pueda entrar en el texto. Aquí fue muy fácil”.
¿Cómo fue el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de documentación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Como son sólo dos personajes, casi en tiempo real, me centré mucho en los personajes y en sus expresiones, porque creo que es lo mejor del texto, y es lo que te hace entrar en el libro -continúa Luciano Lozano-. Aquí he tenido la sensación de que más que ilustrador, era director de cine dirigiendo a dos actores. Como si lo único que hubiera tenido que hacer era elegir el encuadre y dejarlos a ellos solos. Me lo he pasado muy bien con ellos”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Siempre me gusta jugar con el blanco, pero creo que aquí ha ido un paso más allá. Las ilustraciones respiran mucho, y lo he contrastado con algunos fondos de color naranja para que tuviera ritmo. Y a nivel técnico, he prescindido de la línea que suelo usar para resaltar a los personajes. Me da la sensación de que es más pictórico y menos gráfico, aunque es un cambio que igual no es tan obvio”.
¿Qué nos puedes contar de esas dos figuras que aparecen sobre el mueble, que se supone que estaban junto al jarrón, y que también aparecen en las guardas? “Pues son dos perros Foo chinos que tengo en mi casa -afirma Luciano Lozano-. Se usan para atraer la energía positiva en los templos. Como me encanta el interiorismo, siempre busco referencias, igual que el aparador midcentury que también aparece en el libro. Es mi época favorita en mobiliario. Empezaron siendo un motivo secundario, pero me di cuenta de que tienen una bola a sus pies, y como todo el libro va sobre una pelota, me pareció divertido jugar con esa metáfora visual”.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Todo el libro es digital. Lo hice con mi iPad, que es la técnica que uso los últimos años, aunque intento trabajar como si lo dibujara a mano con acrílicos”.
Danos algunas pinceladas más sobre el proceso de realización de este libro. “Me pasa con este libro como con alguno más que he hecho últimamente, que mientras lo estoy haciendo me da la sensación de que me sale tan fácil que no está lo suficientemente trabajado. Es como si sólo valoráramos lo que cuesta trabajo y es laborioso. En otro momento, hace tiempo, habría añadido más elementos, pero ya me he dado cuenta de que una vez acabado, es de los que más me gusta como espectador”, confiesa Luciano Lozano.

“La afinidad con el texto y unos buenos editores hacen que las cosas sean muy fáciles. Y creo que a eso es a lo que hay que tender. El postit de las guardas del final con las 5 palabras escritas por la niña se me ocurrió cuando el libro estaba a punto de entrar en imprenta. Le pregunté a los editores y me dijeron que estaba a tiempo de incluirlo. Me gusta jugar con las guardas, y que la última tenga algún detalle diferente. Creo que aquí tiene mucho sentido que la niña se apunte las palabras en un postit”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Sí. Estoy con varios proyectos para editoriales francesas. Uno es la continuación de uno que he hecho este año sobre un gato viajero que envía cartas reales a unos niños, ‘Mon chat autor du monde’, de la editorial Didier Jeunesse. Y tengo dos proyectos empezados como autor, que espero que se editen el año que viene. Los títulos no son definitivos todavía”.
Álbum Ilustrado
Dibujando la resistencia antimicrobiana: EU-JAMRAI 2
La Acción Conjunta EU-JAMRAI 2 presenta Sketching Antimicrobial Resistance (Dibujando la Resistencia Antimicrobiana), una iniciativa que sitúa a la ilustración en el centro de una estrategia europea de sensibilización sobre la resistencia antimicrobiana (RAM), combinando creatividad, divulgación científica y un enfoque colaborativo entre 30 países.
El proyecto convoca a 30 ilustradores, uno por cada Estado participante, para crear un repertorio visual inédito que explora desde los retos que plantea la resistencia a los antimicrobianos a la diversidad estética y cultural europea. Las obras abordan temas como el uso responsable de antibióticos, la salud humana y animal, la relación con el medio ambiente, la confianza en la ciencia o el enfoque One Health, que integra todas estas dimensiones. La campaña se articula en varios ejes complementarios que conectan el arte con la ciudadanía, desde lo digital a las calles.

Una campaña online que celebra el poder de la ilustración
Sketching Antimicrobial Resistance arranca como una campaña digital. Desde su lanzamiento en el marco del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, EU-JAMRAI 2, de manera conjunta con todos los ilustradores, están desvelando una ilustración al día en sus redes sociales. Cada obra se acompaña de una breve explicación sobre diferentes aspectos que tejen el problema de la resistencia antimicrobiana y cómo se aborda desde la perspectiva del artista.
Esta estrategia convierte el proyecto en una galería virtual en evolución, que permite al público descubrir diariamente nuevas piezas, seguir el proceso creativo de los ilustradores y ampliar la conversación digital en torno a la resistencia antimicrobiana. La colaboración de los propios artistas -todos ellos con una presencia destacada en redes sociales- amplifica el alcance y la diversidad de las audiencias.

Un álbum ilustrado y exposiciones al aire libre en 5 ciudades europeas
Cada artista ha desarrollado una pieza original en su propio idioma, respetando su estilo y lenguaje narrativo. El resultado es un álbum ilustrado colectivo que reúne 30 visiones distintas sobre un mismo desafío global. El volumen será distribuido como herramienta educativa y estará disponible también para descarga libre en formato digital.

Las ilustraciones se exhibirán además en 5 ciudades europeas, en espacios públicos abiertos, reforzando el vínculo entre arte, ciudadanía y ciencia. Estas exposiciones permitirán acercar la ilustración contemporánea a audiencias amplias y diversas, invitando a reflexionar sobre la RAM a través de un lenguaje visual accesible y evocador. En España, podrá visitarse en Madrid en 2026, estando aún por confirmar el lugar y la fecha.
Arte y ciencia para transformar la comunicación en salud
La iniciativa apuesta por un enfoque comunicativo positivo, alejado de imágenes alarmistas o bélicas, y centrado en la capacidad del arte para generar empatía, comprensión y compromiso social. Los artistas han colaborado estrechamente con el equipo científico y de comunicación de EU-JAMRAI 2 para garantizar que las obras combinan libertad creativa y precisión conceptual.

Un proyecto europeo de amplia escala
EU-JAMRAI 2 reúne a más de 120 socios de 30 países, respaldados por unas 40 entidades colaboradoras, y está cofinanciado por el programa EU4Health. Su misión es reforzar la respuesta europea frente a la RAM, responsable de más de 35.000 muertes al año en la UE/EEE.
La campaña Sketching Antimicrobial Resistance se lanzó en el marco del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos y de la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos, en noviembre de 2025.

Álbum Ilustrado
Antonio Lorente y su versión personal de ‘El Principito’
En esta edición ilustrada, la célebre narración ‘El Principito’ vuelve a latir con fuerza gracias al talento del reconocido artista Antonio Lorente. Su trazo delicado y expresivo aporta una nueva mirada al pequeño príncipe venido de otro planeta, cuyas preguntas ingenuas desvelan las verdades más hondas sobre la vida, la amistad y el amor. Con estas palabras nos presenta la editorial Edelvives este proyecto, sobre el que hablamos con su autor, Antonio Lorente.

¿Cómo surge este proyecto? “Fue una propuesta mía. Sabíamos que la obra iba a estar libre de derechos. Hace un par de años lo comenté con mi editora, y en realidad estábamos pensando en lo mismo, íbamos todos al unísono”.
¿Cuándo fue la primera vez que leíste ‘El Principito’? “Yo tuve dos lecturas importantes de ‘El Principito’ en mi vida. Luego la he leído otras muchas, pero la más importante y, digamos, la que me ha marcado en mi vida, fue cuando era un niño. Igual tendría 8 o 9 años. No le vi la profundidad que realmente tiene, sino que me pareció como un libro de aventuras, ¿no? Y me marcó, me encantó -confiesa Antonio Lorente-. Pero después tuve una segunda lectura cuando fui a vivir a Londres, a buscarme la vida. Lo leí en inglés, quería un libro sencillo, un libro que no fuese muy denso para aprender inglés y para hacerme con el idioma, y me leí ‘El Principito’. En esa segunda lectura ya empecé a comprender lo que era esta obra, qué es lo que te quiere decir. La magia de este libro es que cada vez que te lo lees le sacas una lectura diferente”.

¿Cómo ha cambiado un poco esa visión? Ahora que lo has trabajado más en profundidad, por decirlo de alguna manera. “He llegado a hacerlo propio, y eso está muy guay. Al final he construido mi propio universo de ‘El Principito’. Me headentrado tanto, tanto, que al final lo he hecho muy mío, que era de lo que se trataba. Respetando todo lo que viene siendoel libro, lo que es la historia, intentando siempre respetar al máximo su imaginario. Pero en este caso me he permitido incluso algunas licencias”.
“Tienen bastante similitud, si te das cuenta, porque tiene mucho espacio blanco. Era difícil intentar hacer un libro con mi estilo de algo tan sencillo. Esas pequeñas líneas del autor, y hacerlas de repente tan barrocas… Entonces, ahí tuve un poco de miedo al principio, pero luego pensé que era una idea bastante buena, hacer una nueva versión”, asegura Antonio Lorente.

¿Has disfrutado este proyecto? “Un montón, lo he disfrutado muchísimo. Empecé con miedo, pero me suele pasar en muchos proyectos, sobre todo con proyectos que tienen una iconografía tan marcada, como el caso de ‘El Principito’. Esemiedo fue desapareciendo conforme humanicé a Mi Principito, y estoy súper contento, la verdad, con lo que he realizado”.
Recuero, por ejemplo, cuando hablábamos sobre tu trabajo en ‘Peter Pan’, como le habías dado también tu toque al personaje… ¿Cómo es El Principito de Antonio? “Yo quería que fuese muy especial. Muy especial ya desde ese primer impacto visual. Y al principio empecé a inspirarme un poco, no en el personaje en sí de Eduardo Manos Tijeras, pero sí en esa sensación que transmite de pureza, de nobleza, de un punto lunático. Por eso, cuando empecé a crear ‘El Principito’, en los primeros pasos, le di muchas vueltas, hasta que llegué al que quería. “Al principio lo hice como muy repeinado, y empecé como a desmelenarlo, a sacarle mechones más largos, a darle ese punto más lunático que yo considero que tiene, hasta que dije: “lo tengo”, este es El Principito que tiene que salir”, afirma Antonio Lorente.

Si hablamos de técnicas, imagino que está en la misma línea que los últimos proyectos… “Sí, es cierto que estoy retrocediendo, estoy volviendo a las bellas artes… pero luego, como todo, lo termino digitalizando, dándole toques de color digital, pero sí que hay mucho de gouache, de óleo, de técnica artesanal tratada con alguna pintura digital o con toques concretos”.

¿Qué hay de Antonio Lorente en este Principito? “Pues yo diría que todo, tiene todo de mí, porque he intentado volcar todo lo que sé en este libro y la verdad que viendo el resultado final estoy súper contento, he salido de mi zona de confort también, porque es algo muy diferente a lo que suelo hacer, imágenes sin fondo. “No me habría imaginado nunca hacer un libro prácticamente sin fondo, y que a la vez funcione como esa sensación de espacio. Todo lo conceptual que he metido en este libro creo que ha funcionado, y como objeto final estamos muy contentos”.
-
Álbum Ilustrado1 mes agoMatthias Picard y las tres dimensiones de ‘Pataslargas’
-
Cómic1 mes agoJérémie Almanza nos guía a ‘Los reinos silenciosos’
-
Álbum Ilustrado1 mes agoLaura Agustí y el recorrido íntimo de ‘Furor botánico’
-
Cómic4 semanas agoJosep Homs y el diálogo entre ‘El diablo y Coral’
-
Álbum Ilustrado4 semanas agoMarco Chamorro nos presenta a ‘Cara de Hollín’
-
Cómic2 semanas agoFran Mariscal une problemas sociales y fantasía en ‘Moribundo’
-
Cómic3 semanas agoCarine Hinder nos presenta a ‘Bruma’ en su primera aventura
-
Álbum Ilustrado2 semanas agoAntonio Lorente y su versión personal de ‘El Principito’

