Cómic
Sun Bai, Lucas Burtin y ‘La playa más bonita del mar del Norte’
“Cuando el aumento del nivel de las aguas fue dado a conocer, prácticamente todos abandonaron la Tierra… Llegué de madrugada. Estaba nublado. Aparqué frente al puerto antiguo. Aparte de un tipo de mediana edad paseando a su perro, allí solo estaban las gaviotas. Era una mañana norteña. Una mañana melancólica pero apacible. Decidí pasear un rato por el centro”. Sun Bai y Lucas Burtin se graduaron en Bellas Artes en Le Mans y viven en Lille, donde se dedican a la ilustración, el cómic y la autoedición. Juntos o en solitario, su trabajo se centra en crear espacios narrativos íntimos, surcados por una suave melancolía y un velado erotismo. En ellos enmarcan relatos que oscilan entre la ciencia ficción más elíptica y el recuento minucioso de un paseo dominical. ‘La playa más bonita del mar del Norte’ es su primer libro conjunto, y en España lo edita Fulgencio Pimentel. Con ellos hemos hablado un poquito más sobre este trabajo.

¿Cómo surgió este proyecto? Sun Bai: “Siempre quise dibujar una historia sobre el “fin del mundo”: ¿cómo sería la vida de las personas después de que todo fuera “destruido”? Pensé que esta historia debería tener lugar en un pueblo costero. La idea de esta historia ha existido durante mucho tiempo y siempre quise colaborar con Lucas en un cómic”.
Lucas Burtin: “Sentimos que nuestros dos mundos podían fusionarse. Teníamos intereses comunes: el aburrimiento, la ciencia ficción… Fue durante una tarde en Dunkerque cuando el paisaje de la historia se hizo más claro. Dunkerque es una ciudad costera reconstruida después de la Segunda Guerra Mundial. Cada año se celebra un gran carnaval donde la gente se disfraza y bebe mucho. Sin saberlo habíamos elegido ese día para ir allí. Y ese día en particular, las festividades estaban lejos del centro. La atmósfera era extraña, como un anticipo del fin del mundo. Era el final del invierno y el clima era agradable. La ciudad se había vaciado. Estábamos paseando por la ciudad y de vez en cuando aparecían personas con pelo de todos los colores, todos contentos de ir de fiesta. Quedó claro que ella albergaría nuestra historia”.

¿Qué encontrarán los lectores en estas páginas? “Encontrarás una dulce y melancólica historia del fin del mundo, donde los personajes se cruzan sin llegar a conocerse realmente”, nos cuenta Lucas Burtin. “Justo antes de que ocurra el desastre, la heroína visita a un hombre que vive en esta ciudad costera -continúa Sun Bai-. Es como una última cita antes del fin del mundo, donde descubre que él eligió quedarse cuando todos los demás se iban a ir. Podemos ver esto como una historia de “elección”: antes del fin del mundo, elegir compartir un último café juntos y aceptar la decisión del otro”.

¿Qué caracteriza las ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente respecto a otras obras? “Podríamos caracterizar el dibujo por una línea ligera pero seca y un trabajo sobre el color que busca hacer vibrar esa línea. Inicialmente, fue un proceso largo fusionar nuestros estilos de dibujo. Lo cual lo distancia de nuestras respectivas obras aunque, paradójicamente, haya incidido en mi manera de concebir posteriormente mis imágenes”, afirma Lucas Burtin. Para Sun Bai, “este libro contiene muy poco diálogo y texto. Creo que mis otros cómics son mucho más comunicativos”.

¿Con qué técnicas trabajasteis? “Primero dibujamos las líneas con lápiz y luego coloreamos todo en la computadora. Después -prosigue Lucas Burtin-, realizamos un trabajo de impresión risográfica con Fidèle éditions, que además de ser una editorial, está especializada en esta técnica de impresión”.
“Para la edición en español hubo una gran adaptación con Fulgencio Pimentel para encontrar estas texturas en Pantone. También fue una oportunidad para explorar diferentes variaciones de color, que dan una nueva luz a este cómic”, asegura Sun Bai.

Contadnos un poco sobre el proceso de creación de este libro. “En primer lugar, hubo mucho trabajo de storytelling, como mencioné antes, que nos permitió definir los temas y asuntos que queríamos abordar. Luego pasamos mucho tiempo intentando fusionar nuestros estilos de dibujo: este fue probablemente el paso que llevó más tiempo. Al final encontramos un equilibrio: Sun Bai se encargó más de la edición y los personajes, mientras que yo me encargué de los decorados y los colores”.
“Primero tuve un borrador de la historia, luego Lucas y yo discutimos las escenas y los detalles para construir el libro juntos. En comparación con mi proceso habitual, donde hago la historia, el encuadre y los diálogos solo, fue una experiencia totalmente diferente”.

¿En qué estáis trabajando en este momento? ¿Algún proyecto nuevo? Sun Bai: “Ahora mismo estoy trabajando como ilustrador para prensa y moda, y estoy terminando un nuevo cómic de ciencia ficción con Fulgencio Pimentel que debería salir muy pronto. Es la historia de un hombre que se aburre en una estación espacial, dividido entre dos realidades: la del espacio y la de la Tierra”.
Lucas Burtin: “También dedico buena parte de mi tiempo a proyectos de ilustración, pero al mismo tiempo también estoy trabajando en una tira cómica: la historia de unos hombres olvidados al borde de un imperio, que poco a poco van perdiendo el equilibrio”.
Cómic
Agustina Guerrero nos invita en ‘Hoy’ a cambiar la mirada
¿Qué pasaría si una mañana decidieras cambiar el rumbo de tu día? Si por una vez dejaras de lado todos los planes que has ido elaborando en tu cabeza con milimétrica perfección. Si te propusieras huir de la hiperconectividad, de las prisas y de las tareas que te autoimpones.
A veces es necesario bajar el ritmo: detenerse, caminar sin destino, sumergirse en el presente y mirar. Mirar es una elección, nos recuerda Agustina Guerrero en esta novela gráfica que transcurre en una transformadora jornada en Barcelona: un día dedicado a dejarse llevar, a escuchar las historias que la ciudad tiene que contarle y a abrirse a que surja lo inesperado. Porque son precisamente esos momentos en los que uno se permite observar, sentir e improvisar los que dejan una mayor huella en la memoria y le dan sabor y sentido a la vida. En las siguientes líneas charlamos con Agustina sobre ‘Hoy’, su último trabajo, que edita Lumen.

¿Cómo surge la idea de las diapositivas? “Pues, porque sucedió. Me las encontré y me dije, tengo que hacer algo con este tesoro. A la hora de escribir y de dibujar, siempre parto de hechos reales. Me cuesta mucho escribir ficción. Y están en el libro, estas diapositivas, que además son maravillosas, están también manifestando en cierto modo el paso del tiempo, y que el personaje esté caminando por esas calles y por esos lugares, y reconociéndolos, pero 50 años después. Me parecía que era como tener presente el paso del tiempo, y también utilizar estas diapositivas como mapa, que la vayan guiando”.
Tanto el título como, bueno, un poco a donde nos va llevando también la historia en este libro, se habla de aprovechar y de disfrutar el ahora, el presente. Y que muchas veces, como le pasa a la protagonista, como te pasa a ti, empiezas a pensar mucho en todo lo que hay que hacer, en el futuro, en cosas que pasarán o no pasarán, y hay que pararse más y disfrutar del presente, ¿no? “Sí, de hecho, es la intención del libro. El libro no se iba a llamar así, se iba a llamar de otro modo. Y dándole vueltas también a la historia y a la esencia que tiene el libro, que es justamente esto, disfrutar, darle valor a lo cotidiano, a cada día. No sé, me da la sensación de que vivimos cada día tan aceleradamente, siempre esperando las vacaciones, siempre esperando el fin de semana para descansar… Y me parece que los días van pasando, que esto no es para siempre”, asegura Agustina Guerrero.

“Y la finalidad del libro es esta, es como que estar bien de vacaciones, en un lugar bonito, es relativamente fácil. Pero me parece más interesante cómo cada uno habita lo cotidiano, y con qué ojos, y con qué mirada lo hace. Entonces, para mí, la intención del libro es esta”.
Hay una frase en el libro, de Gloria Fuertes, que es magnífica, me parece magnífica. Dice así: «O te subes al carro o tendrás que empujarlo. Ni me subí ni lo empujé. Me senté en la cuneta y alrededor de mí, a su debido tiempo, brotaron las amapolas». “Maravillosa, sí, es maravillosa esa frase. De hecho, creo que encaja a la perfección con el libro, es bellísima. Y además me encanta Gloria Fuertes también, así que, es fantástico que esté en las páginas de este libro”, afirma Agustina Guerrero.
¿Con qué técnicas has trabajado en este libro? “Yo desde hace ya muchos años trabajo en digital. Mis primeros libros eran todos analógicos, pero llegó un momento en el que empecé ya a trabajar más en digital. Es un proceso largo, porque al principio es como que trabajo en el ordenador, dibujando y escribiendo a la vez, como que las historias, lo que escribo y lo que dibujo, tienen que ir a la vez. No es que yo hago el guión y luego dibujo. Voy dibujando los bocetos, y luego una vez que está toda la página acabada, con su texto, con sus dibujos, lo traslado al iPad. Entonces ahí empieza el siguiente paso, que es pasar a limpio, de bocetos que están muy acabados. Muchas veces mi editora dice: bueno, pero Agustina, esto ya se puede publicar. Y digo, no, que ahora hay que pasarlo a limpio. Es como que lo rehago, pero puliendo mucho los detalles, los colores”.

Háblame un poco del uso del color en este libro, que sí que es súper llamativo. “La verdad que respecto a la paleta de colores, al principio yo tenía claro que quería que estuviese el azul. Me traslada a Barcelona, a ese ambiente marítimo, y el rosa tan potente, que para mí el rosa simboliza la felicidad, la alegría -continúa Agustina Guerrero-. De hecho, el rosa está presente cuando el personaje está bien. Porque el libro comienza con todos los colores fríos, con los azules. Y solo el rosa aparece cuando el personaje se siente en calma, cuando se siente bien. Cuando empieza a dar el paseo, el rosa ya es protagonista. Como que siento que los colores también comunican, se relacionan entre sí, y me parece que no se ponen al azar”.

“En este caso los he pensado mucho. Y bueno, el amarillo que solo sale prácticamente en su camiseta, que es esa luz, que sale como de su pecho, ¿no? Que dentro de esa ropa oscura que lleva, pues adentro tiene un brillito. Y el rojo, que aparece con otro carácter, en detalles, pero creo que muy acertados para mí”.
En el libro aparecen diferentes espacios de Barcelona, por donde vas paseando. No sé si ahí aparece alguno de tus sitios favoritos, o quizá hay alguno que no aparece y donde también te gusta escaparte, a descansar, a mirar, a observar, a escuchar… “Para mí uno de mis sitios favoritos, que aparecen en el libro, son los Jardines del Larival, donde está el Teatro Grec. Para mí recorrer esos jardines es como salir del bullicio y meterte como en una selva, porque está llena de plantas diferentes, de silencio. Pero bueno, intenté mostrar una Barcelona más de barrio, como que son los espacios que yo recorro cuando estoy bien, cuando me apetece. No suelo ir al centro y meterme allí, por esas calles”, nos cuenta Agustina Guerrero.

Al final hablas de vivencias, de cosas que son reales, que han pasado de verdad. ¿Es más fácil cuando hablas de algo que has vivido, que conoces perfectamente, o al mismo tiempo quizá es más difícil porque te expones también más al lector, te abres más al lector? “Sí, ahora, a día de hoy, me resulta fácil. Todos mis libros son autobiográficos. Tuve como mucho temor a dar este paso, abrirme. Pero con el libro ‘El viaje’, creo que hubo un cambio respecto a todos los libros que venía haciendo. En ‘El viaje’ el personaje, mi manera de contar, cogió otra dirección”.
“Tengo que reconocer que antes de lanzar ese libro tenía mucho miedo. Mis anteriores libros surgían más desde el humor, y aquí dí un giro. De todos modos la forma de exponerme no deja de ser algo que yo voy controlando. No deja de ser también poner en duda qué existe, qué no, en lo que cuento. No deja de ser una novela gráfica en donde voy explicando y contando lo que a mí me apetece. Te digo que me cuesta más exponerme en persona, ir a presentaciones, entrevistas, y hablar de ello, que dibujarme desnuda, por ejemplo. Poner mi cuerpo real frente a las personas y tal, es algo que había evitado. Bueno, ahora me estoy animando más, pero ese tipo de exposición es la que más me cuesta y la que más cuido también. De hecho, en mis redes prácticamente no salgo, muestro solo mis dibujos, porque eso lo quiero preservar, porque eso sí que me da más vértigo”, confiesa Agustina Guerrero.

Volviendo un poco a los dibujos, me gustaría que me hablaras también un poco del uso de diferentes perspectivas, no sé si hablar de planos cinematográficos de alguna manera… “Sí, mi amiga me dice: “juegas mucho con la cámara, como los encuadres”. Tú piensa que en este libro aparece prácticamente siempre el mismo personaje, entonces el ritmo también se va ganando y generando a través de los encuadres, porque si no, resultaría un libro muy monótono”.

“Además también para mí el mostrar las ilustraciones desde diferentes ángulos, es hacer una especie de guiño a que cuando uno pasea, cuando tienes los ojos puestos en mirar los detalles, miras para arriba, miras para abajo, miras para el costado, como que hay toda una mirada de 360 grados que quise también plasmarla en el libro. También con los detalles, que es un libro que tiene mucho detallito, que mi intención es que te den ganas, al cerrar el libro, de decir: quiero ir a mirar mi barrio con otros ojos. Es como un entrenamiento, una entrada en calor de la mirada. Yo siempre digo que este libro hay que mirarlo lento, para que cuando lo cierres digas, ostras, nunca me había percatado de este árbol que hay aquí. Como que la mirada se entrena también”, comenta Agustina Guerrero.

Hay muchas ilustraciones que nos encantan, que es verdad que te atraen, que te quedas mirándolas, observándolas. Hay una página en concreto en la que estás como dentro de una burbuja. Es como una pompa, como una pompa de jabón. Estás como en tu mundo y de pronto la cotidianidad o el día a día, rompe esa burbuja… “Sí, esta doble página me gusta mucho. En el libro yo no quiero demostrar que uno tiene que dejar de ser lo que es. Yo, por ejemplo, soy una persona que soy muy controladora, que me anticipo, que me gusta tenerlo todo organizado, saber lo que va a suceder. Ya forma parte de mí eso. Pero sí que es verdad que, claro, cuando ya se pasa al exceso, y cuando ya controla toda tu vida y tu cabeza no para de pensar y de analizar y de planear, es tóxico, me resulta tóxico a mí. Entonces, es la idea de buscar esos espacios o esas cosas que te hagan anclarte en el presente, como por ejemplo en este caso las plantas, que me llevan a esta burbujita, o salir en furgoneta, que me ponen a una Agustina que se deja fluir, digamos, que se deja improvisar. Y es lo que yo intento hacer ahora, como recuperar esas burbujitas, y que haya muchas a lo largo de la semana”.
Cómic
Carine Hinder nos presenta a ‘Bruma’ en su primera aventura
Encontrada en el bosque cuando apenas empezaba a caminar, ‘Bruma’ es hoy una niña espabilada que tiene un único sueño: ¡convertirse en bruja! El día en que su padre adoptivo le revela que la encontró con un libro secreto, un grimorio mágico, todo queda cristalino… ¿Y si Bruma fuera realmente una bruja? No se hable más, da con un caldero de segunda mano y se dispone a abrir su primera tienda de brujería. Con gran determinación, recluta por el camino a su ayudante, un cerdito negro llamado Hubert, y tiene en su amigo Hugo un compañero de aventuras encantado de ayudarla en esta empresa emocionante.
Pero Bruma no parece tener las habilidades de una bruja de verdad: sus hechizos no surten efecto y en cuanto a su primera poción, ¡acaba de dejar a todo el pueblo con una espesa niebla! No importa: convencida de la fuerza de sus poderes, decide adentrarse en el bosque prohibido para luchar contra un dragón legendario que cree que es el único causante de esta misteriosa niebla. Terca, decidida y un poco arrogante, guiará a Hugo y Hubert en una aventura salvaje que sorprenderá a muchos. ¿Y si Bruma tuviera realmente un don y un destino extraordinarios?

La editorial Astiberri lanza esta serie protagonizada por una pequeña heroína fuerte, divertida y entrañable. Los dibujos de Carine Hinder y el guión de Jérôme Pelissier la convierten instantáneamente en una lectura imprescindible. En Francia, su país de publicación original, son muchos los que han disfrutado de la lectura de este primer volumen: la crítica, que ha galardonado a ‘Bruma’ en numerosas ocasiones (premios BDGest’, Splash!, Quai des bulles, Planète BD, Bulles de cristal), el público, ya que la serie lleva unos 225.000 ejemplares vendidos, y los profesionales de la animación, dado que el estudio Folivari tiene un proyecto de adaptación audiovisual en marcha. Con Carine charlamos un poquito más sobre ‘Bruma 1. El despertar del dragón’ en las siguientes líneas.
¿Cómo nació este proyecto? ¿Cómo se creó este personaje? “Jérôme Pelissier y yo vivíamos en París cuando decidimos mudarnos al campo, a un pueblo llamado Rochefort-en-Terre. Es un lugar precioso que se cubre de niebla en otoño. Estos paisajes me inspiraron mucho y quise crear un libro ilustrado ambientado en esa atmósfera. Imaginé que mi personaje principal podría ser una bruja, ya que su silueta -con sombrero puntiagudo y ropa oscura- resaltaría con gracia en la niebla. Le pedí a Jérôme que me escribiera una historia sobre una bruja y la niebla, ¡y así nació nuestro proyecto!”, nos cuenta Carine Hinder.

¿Qué encontramos en este libro? “El pueblo de Groach siempre ha tenido una bruja para proteger a sus habitantes. Desafortunadamente, la última desapareció hace varios años, y ahora los aldeanos ya no se atreven a aventurarse más allá de los límites del pueblo. ¡Bruma, una niña traviesa, decide convertirse en la bruja del pueblo! Pero se mete en problemas constantemente y termina arrastrando a su mejor amiga y a su cerdito a una gran aventura lejos de casa. Bruma es un cómic muy divertido, lleno de aventuras y personajes entrañables”.
¿Cómo fue la colaboración con Jérôme? ¿Cómo se desarrolló el proceso creativo? “Jérôme escribe la historia y yo la dibujo. Como Jérôme también es ilustrador, ¡también se encarga del color! Somos pareja y trabajamos en el mismo estudio, lo que nos permite intercambiar ideas constantemente y consultarnos en cada etapa de la creación -continúa Carine Hinder-. Tener la perspectiva del otro es extremadamente valioso; nos ayuda a mejorar nuestro trabajo constantemente. Ya habíamos colaborado en otros libros ilustrados antes, siempre yo me encargaba de los dibujos y él de los colores: nuestros respectivos puntos fuertes”.

¿Cómo fue el trabajo previo al libro? Me refiero a la fase de investigación, la documentación, las pruebas, quizás incluso los bocetos en un cuaderno… “Crear un cómic es un poco como hornear un pastel: ¡te aseguras de tener todos los ingredientes antes de empezar la receta! Así que primero tuve que diseñar a los personajes principales. Bruma tardó tres días en crearse. Después, todo fue más rápido: los aldeanos, el dragón, la aldea, el bosque y todas las criaturas que vagaban por los alrededores… Todo se desarrolló de forma natural. Me inspiré en mi propio pueblo para los escenarios, y también en la naturaleza. ¡Tenía un montón de bocetos y fotos para guiarme! Los propios aldeanos se inspiraron en personas reales de mi pueblo. Todo este trabajo se hizo en cuadernos de bocetos y en el ordenador, y me llevó aproximadamente un mes. En ese momento, teníamos todos los ingredientes listos y pudimos empezar la «receta»… en nuestro caso: el storyboard”, asegura Carine Hinder.

¿Cómo nació este personaje? “En aquel momento, estábamos en pleno confinamiento en Francia. Fue una época difícil la que vivimos con nuestros dos hijos. Les leímos muchas historias, y les encantaban especialmente los personajes divertidos, traviesos y torpes, aquellos con personalidades fuertes, pero de buen corazón. Bruma fue concebida para ellos, para aportar un poco de ligereza durante esos momentos estresantes”.
Háblanos de las ilustraciones. “Queríamos un cómic que combinara aventuras trepidantes con momentos de tranquila contemplación: grandes páginas ilustradas para variar el ritmo de lectura. Como el dibujo lo hacemos los dos, hicimos algunas pruebas para perfeccionar nuestro dúo. Cada nuevo volumen trae nuevos retos, ¡y es una verdadera alegría trabajar en esta serie!”, afirma Carine Hinder.

Háblanos de la técnica utilizada en este libro. “Trabajamos digitalmente, tanto para el dibujo como para el coloreado. Cada paso se realiza en el ordenador con nuestras tabletas gráficas. Esto nos permite ajustar fácilmente el storyboard y realizar mejoras en el cómic cuando sea necesario”.
¿En qué estás trabajando ahora? ¿Un nuevo proyecto? “¡Acabamos de empezar a trabajar en el volumen 5 de Bruma! En Francia, acaba de publicarse el volumen 4. También hemos empezado un álbum de cómics con relatos cortos protagonizados por nuestros tres héroes, que se publicará en 2027… ¡Y tenemos un montón de sorpresas preparadas!”
Cómic
Josep Homs y el diálogo entre ‘El diablo y Coral’
Praga, 1938. De la joven Coral cabe esperar cualquier cosa, incluso tratos con el diablo. Hija de un rabino en coma, Coral lleva una vida nómada acompañando a una troupe de circo y junto a un compañero inseparable, Satanás, con quien mantiene una relación tóxica que intentará romper a cualquier precio, aunque eso la obligue a ir al infierno. Con este planteamiento nos presenta Norma Editorial este cómic. ‘El diablo y Coral’ es un trabajo de Josep Homs, su primer proyecto integral, como guionista y dibujante. Con él charlamos sobre este libro aprovechando su visita al Salón del Cómic de Granada.

¿Cómo surge el proyecto? ¿Dónde está el origen? Ese momento en el que decides, venga, voy para adelante con este proyecto… Surge un poco fruto de casualidades y desdichas. No era algo que yo tuviera en mente en este momento. La idea de escribir siempre está ahí, flotando. Pero como he encadenado un proyecto tras otro, con guionistas que me gustanmucho, y que me han dado proyectos que me entusiasman, pues lo tenía como en la lejanía, en el horizonte. Pero de golpe, cuando encarábamos el último álbum de ‘Shi’, que es el séptimo, Zidrou nos pidió algo más de tiempo. Y con esas mi editora me sugirió hacerlo”.
“En principio la idea era buscar un guionista, yo propuse varios nombres con los que me apetecía trabajar, pero los tiempos no cuadraban. Y fue mi editora quien directamente me lo propuso. Ya has participado en el guión de ‘Shi’, me decía, porque Zidrou y yo lo hablamos mucho, lo construimos un poco entre los dos, y así surgió todo, un poco porcasualidad”, nos cuenta Josep Homs.
¿Qué se van a encontrar los lectores en las páginas de este cómic? “Más que desarrollar demasiado la idea de la historia, porque hay bastantes giros y spoilers peligrosos, mi intención era dejarme llevar y hacer el tipo de historias que recordaba yo como lector joven, de pequeño, que te leías algo y te dejaba como fascinado, te enganchaba. El cine que hacía Spielberg, que mezclaba mucha aventura, mucho ritmo, pero también un tono fantástico, eso era un poco lo que me apetecía hacer, y como me dieron bastante libertad por parte de la editorial, decidí buscar algo en esa línea”.

Hablame un poco de cómo surge el personaje de Coral. “Soy padre. Mis proyectos anteriores siempre han sido proyectos muy adultos en cuanto a que tratan temas que no tienen poca violencia, está también el tema sexual… Siempre había estado trabajando en libros que mis hijos no podían leer, y me apetecía hacer algo que pudiera gustar tanto a un lector adolescente, como a un lector adulto. Hay referencias a todo este cine o esta literatura o estos cómics que leíamos de jóvenes, que creo que un lector adulto podrá reconocer, y son como guiños hacia ellos, pero creo que la aventura de Coral y el personaje de Coral puede conectar muy bien con el lector adolescente también”, nos cuenta Josep Homs.
“Como a mi hija le gusta mucho leer, a mi hijo también, es más pequeño, cada uno participaba en cierta medida. Amedida que yo avanzaba en la escritura de la historia, me iban comentando, me iban haciendo sus apuntes”.

Si hablamos de las ilustraciones, ¿qué dirías que tienen de característico tus dibujos en este proyecto? ¿Qué hay de diferente, quizás, con respecto a otros? “Mi idea a nivel gráfico era dar un tono casi de cuento, un cuento oscuro, algo a loTim Burton. Creo que la técnica es más plástica, sobre todo a nivel de color, que lo que hacía, por ejemplo, con ‘Shi’ o con ‘Millenium’, que era un dibujo más definido, más detallado, y el color iba como por debajo, era un color que jamás tapaba la línea, es un color más transparente. Aquí quería dar, no sé, una especie de sensación de ensoñación, de mundo de maravilla, además el telón de fondo, que es la ciudad de Praga, me aporta mucho, porque es una ciudad prácticamente de cuento”, indica Josep Homs.
“Entonces creo que la cosa va por ahí, independientemente de que luego hacemos como un viaje a los infiernos, y ahí me he dejado llevar más por la suciedad, e intentar dar una sensación de agobio, de incomodidad, de intensidad irrespirable. Y en las otras partes mi idea era un poco de fábula, de cuento oscuro”.

¿Con qué técnicas sueles trabajar o con qué técnicas has trabajado en este proyecto? “En este proyecto he trabajado digitalmente, a mí me gusta tocar papel y mancharme las manos y demás, por ejemplo en ‘Shi’ las páginas están dibujadas sobre papel y entintadas sobre papel, si bien el color es digital, por una cuestión práctica y de tiempo. Pero en este caso era un proyecto que surgió un poco de manera improvisada, y tampoco queríamos eternizar la vuelta al tomo final de ‘Shi’, así que decidí trabajar digitalmente justamente por eso. En cualquier caso lo que hago digitalmente se parece mucho a lo que hago con técnica tradicional. Lo que hago cuando cojo un programa, un software de ordenador, se diferencia muy poquito de lo que hago con el tradicional, simplemente que tienes las ventajas de que luego puedes contrastar, variar un poco el tono o seleccionar un color, si tienes que estar haciendo la mezcla y buscando el color, pues la opción del digitalfacilita el trabajo”, asegura Josep Homs.

Me gustaría preguntarte también por algunos detalles que me han llamado la atención, por un lado por ejemplo la tipografía, cuando el diálogo es del mal o del diablo, la letra ‘o’ se muestra diferente, es un detalle que a mí me ha llamado la atención. “Sí, es un recurso narrativo que me apetecía también trabajar, igual que el tipo, el bocadillo de los demonios se diferencia un poco. Me divertía, porque al utilizar la figura del demonio tiene como muchas maneras de representarse o de expresarse, desde una posesión, hacer que la persona poseída hable por voz del demonio o hable por su propia voz, en el momento que está o no poseído por el demonio, entonces jugar con la tipografía me ayudaba mucho a esto. Igual que detalles como que tenga un ojo amarillo y otro negro, así cuando el demonio se disfraza de humano, lohago para que el lector vea que realmente se trata del demonio, porque ese humano tiene un ojo amarillo y un ojo negro. Son trucos que te ayudan o facilitan que el lector esté entendiendo en cada momento si habla el demonio o no”.

Otro aspecto que nos ha gustado es que cada capítulo se abre con una frase de alguna persona reconocida, por decirlo de alguna manera. A mí por ejemplo me ha llamado mucho la atención la del Papa Francisco, porque habla del diálogo con el diablo y hay mucho de diálogo entre el diablo y Coral ¿no? “Bueno esto fue casi una casualidad. No es que siga mucho la figura del Papa, pero me acuerdo que estaba viendo la tele, en el telediario sería, que salía el Papa en un discurso y dijoesto, ¿no? Entonces me hizo muchísima gracia, incluso luego lo busqué por internet, Seleccioné ese fragmento pequeño y me lo guardé en el móvil para enviárselo a mi editora y bromear sobre ello. Pasaron los meses hasta que hicimos el libro y cuando decidí poner estas aportaciones, recordé aquel momento y decidí incluirlo”, asegura Josep Homs.
Has hablado antes de cine, de las películas de Spielberg, de aventuras… Hay una viñeta que yo creo que es como un homenaje a la película del Exorcista ¿no? “Absolutamente, de hecho es el cartel de ‘El exorcista’, lo único que en lugar de entrar en la mansión está entrando en el circo. Sí, sí, fue así, y de hecho debo atribuirle el mérito a mi hijo que con 13 años me dijo ¿y si el padre es exorcista? ¿Podrías hacer como la silueta de él? Y dije ¡ostras! No es mala idea, entonces yo busqué el lugar ideal para ubicarlo”.

De cara un poco al futuro, ¿qué es lo próximo? “Lo próximo es, evidentemente, acabar el tomo final de ‘Shi’. Después no tengo la decisión 100% tomada, y tengo sobre la mesa cuatro proyectos distintos. Hay uno en el que vuelvo a ser yo quien se encarga del guión y me apetece mucho meterme ahí, lo he planteado ya a mi editora y le ha gustado mucho la idea. Sería lo que más me gustaría, pero dependerá un poco de que yo sea capaz de llevar las dos cosas al mismo tiempo, para cuando acabe el tomo final ya tenga también el guión de este otro proyecto y esté listo para empezar”.
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