Paisajes nevados y centelleantes. La montaña, imponente. Los Alpes y sus tierras azules inspiraron a la pintora alemana Gabriele Münter algunos de sus mejores cuadros. Fundadora y miembro del grupo artístico El Jinete Azul, desempeñó un papel fundamental en el desarrollo del expresionismo alemán de comienzos del siglo xx. La ilustradora Mayte Alvarado se asoma a las etapas vitales de Gabriele Münter, desde su llegada al pueblo de Murnau, pasando por su estancia en París, y recrea como parte del escenario de la novela gráfica los propios cuadros de la pintora alemana. Un paseo al ritmo de las cuatro estaciones por el arte de Münter, muchas veces injustamente eclipsado por su relación sentimental con Kandinsky. ‘Gabriele Münter. Las tierras azules’ es una coedición entre Astiberri y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza con motivo de la exposición ‘Gabriele Münter. La gran pintora expresionista’ que se puede visitar en Madrid hasta el 9 de febrero de 2025. Con Mayte hemos charlado un poquito más sobre su trabajo.
¿Cómo nace este proyecto? Mayte Alvarado: “Este proyecto es un encargo de la Fundación Thyssen-Bornemisza y la editorial Astiberri. Forma parte de una línea de cómic en la que la institución y la editorial llevan trabajando ya unos años, con varios títulos a sus espaldas y que está asociada a determinadas exposiciones desarrolladas por el museo. Este “Gabriele Münter, las tierras azules” se publica coincidiendo con la inauguración de la exposición “Gabriele Münter. La gran pintora expresionista” en el Thyssen, que supone la primera retrospectiva de la artista en nuestro país”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Te diría que no van a encontrar un cómic biográfico al uso. En la contraportada del libro aparece la frase “Un paseo al ritmo de las cuatro estaciones por el arte de Münter” y creo que es una buena definición. El cómic está formado por cinco fragmentos en la vida de Münter imaginados a partir de cinco cuadros de la artista y que tienen como hilo conductor el paso de las estaciones”.
“En muchas pinturas de Münter aparecen reflejados momentos de su propia vida: autorretratos, escenas cotidianas, personas que conoció, lugares que visitó… -nos cuenta Mayte Alvarado-. Lo que crea una relación muy especial entre su vida y su obra, al menos es así como yo lo percibo. Me pareció que era una bonita idea trabajar sobre esa relación, que ese debía ser el punto de partido del cómic”.
“Lo que he hecho, básicamente, es colocarme frente a un cuadro (no de manera literal…) e imaginar una escena a la que podría pertenecer ese instante detenido en la obra. Hacerme preguntas como ¿de qué estaban hablando?, ¿a dónde iba?, ¿de dónde venía? y darles una respuesta. Ha sido un proceso bastante divertido y aunque estoy hablando de imaginar todo el rato, en todas estas escenas hay apuntes biográficos de la vida de la artista debidamente documentados. Creo que si estás trabajando sobre una persona real tienes una cierta responsabilidad con esa vida a la hora de representarla”.
¿Cómo ha sido el trabajo de documentación e investigación para este proyecto? “Para la documentación he contado con la ayuda de la Fundación, especialmente de Marta Ruiz del Árbol, Conservadora de Pintura Moderna en el Museo Thyssen. Tuvimos varias reuniones online en las que Marta nos habló de la vida de Münter y de la exposición que estaban preparando -continúa Mayte Alvarado-. Toda esa información se convirtió en los cimientos sobre los que construir el cómic. En la documentación posterior hay una doble vertiente. Por un lado, la documentación gráfica: cuadros, muchos cuadros de la artista, fotografías de ella, de sus conocidos y de su casa en Murnau, que es donde se desarrolla la mayor parte de la historia y luego, más cuadros. Y por otro, documentarme sobre su vida, sobre el contexto histórico en determinados momentos, sobre ‘El Jinete Azul’ y sobre la vida de otros artistas que aparecen en el cómic. Aunque sepas que muchas de esas cosas luego no van a aparecer en el libro, creo que cuanta más información manejes, mejor. Además, yo al menos nunca sé dónde voy a encontrar lo que me interesa, los pequeños detalles que me van a servir para darle forma a la historia, así que he intentado documentarme todo lo posible y de una manera amplia”.
¿Qué ha supuesto para ti el descubrimiento de la obra de Münter? “Gabriele Münter es una artista bastante desconocida en nuestro país y, tengo que reconocer, también lo era para mí hasta que recibí la propuesta para hacer este cómic. Ha sido una experiencia muy bonita poder descubrir su obra y su vida trabajando en este cómic. Lo he disfrutado mucho. Creo que dibujar y escribir sobre “algo” es pensar sobre “algo”, así que he debido pensar mucho en Gabriele Münter durante los meses que he estado trabajando en este libro. Ha quedado vinculada de alguna manera a mí trabajo a través de este libro”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “No sé muy bien qué contestar a esta pregunta… Es un proyecto un poco particular porque yo quería que la obra de Münter estuviese muy presente en todo el cómic y toda la parte gráfica está basada en su obra. Aún así, no he sentido en ningún momento que tuviese que forzar mi estilo, ha sido un proceso muy natural y fluido en el que he estado muy cómoda. No siento haber hecho algo diferente, me reconozco en las todas las viñetas y me gustaría pensar que también se puede reconocer a Gabriele Münter en ellas. Podríamos decir que si el cómic funciona a nivel visual (o no) sería mérito (o no) de Héloïse Guerrier, editora de Astiberri, por pensar en mí para este proyecto”, asegura Mayte Alvarado.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Las páginas están realizadas con acrílico sobre papel. Una vez acabadas, las escaneo y ya integro los bocadillos y los textos con el ordenador. Así que mi forma de trabajar es bastante tradicional”.
Háblanos un poco del proceso de realización de este libro. “Desde el principio tenía claro que quería partir de la obra más que de la vida de Gabriele Münter para hacer el libro, pero no veía claro qué camino tomar. Estuve dándole vueltas a cómo hacerlo y fue a partir del cuadro “El desayuno de los pájaros” que me surgió la idea de tomar las estaciones como hilo conductor y como referencia del paso del tiempo. A partir de ahí, ya todo cuadra”.
“Elegí los cuadros a partir de los que podía crear una narrativa para la historia y a qué episodios en la vida de Münter los podía enlazar. Con eso ya tenía el esqueleto del cómic. Me gustó mucho la idea desde el principio, la veía muy claramente y sabía hacia donde quería trabajar. No suelo escribir un guión muy detallado antes de empezar a trabajar, con tener una idea general me vale. En este caso, la documentación, el guión y las páginas las he ido haciendo al mismo tiempo”, confiesa Mayte Alvarado.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún nuevo proyecto? “Durante los últimos dos años y medio he estado trabajando en dos cómics de encargo, ambos dedicados a figuras de pintores. Uno en el que solo me he encargado de la parte gráfica y que aún no se ha publicado y este “Gabriele Münter, las tierras azules” en el que me encargo tanto del guión como del dibujo. Ahora me estoy tomando un breve descanso y pensando cuál será el siguiente paso. Lo que realmente me apetece es embarcarme en un proyecto de cómic de ficción más personal, si bien también entiendo este cómic sobre Gabriele Münter como un trabajo bastante “mío”, por la libertad que me han dado tanto desde el Thyssen como desde Astiberri. He podido hacer el cómic que quería hacer y agradezco mucho la confianza que han depositado en mí y en la idea que tenía para este proyecto. También estoy dándole vueltas a una vieja idea para un cómic infantil, que es algo que me apetece probar hace bastante tiempo pero para lo que nunca encuentro el momento”.