Connect with us

Cómic

Ilu Ros nos acoge en ‘Una casa en la ciudad’

Published

on

Ilu Ros

Julio de 2023. La narradora vuelve por primera vez a La Ciudad, donde residió durante ocho años, con la intención de dar forma a un libro sobre aquella etapa de su vida. Es ahora muy distinta de la joven que en 2011 llegó con mil euros en el bolsillo y con el ingenuo deseo de trabajar «de lo suyo», y el regreso le hace revivir muchas de sus inseguridades. Al tiempo que se reencuentra con los amigos que permanecieron allí y afloran recuerdos felices y no tan felices, se abre paso una nada autocomplaciente reflexión sobre la identidad y el desarraigo, la precariedad, los conceptos de «casa» y «hogar», «amistad» y «familia», y, por fin, sobre el propio dibujo como refugio y tabla de salvación. Navegando entre el pasado y el presente, ‘Una casa en La Ciudad’ trata de la búsqueda de un lugar en el mundo y la constatación de que la vida no es más que aquello que transcurre durante ese mismo proceso de búsqueda. Editado por Lumen, en las siguientes líneas hablamos sobre este trabajo con su autora, Ilu Ros.

Ilu Ros

Se trata de un proyecto bastante personal. ¿Cuándo llega el momento en el que decides que vas a contarlo? “Yo creo que el run run comenzó a finales del 2019, que fue cuando yo me volví de Londres a España. Sobre todo porque ya empecé a escribir, a tomar notas y a hacer algunos dibujos relacionados con el hecho de volver, de volver a casa, volver ¿a dónde? Porque, claro, yo me volvía, yo decía: “nos volvemos a casa”, pero mi pareja y yo nos fuimos a vivir a Madrid, que nunca habíamos vivido en Madrid, pero para nosotros era volver. Pero también había habido un momento en el que volver a casa era volver a Londres. Entonces empecé a preguntarme: ¿Cuál es la casa? ¿Qué es el volver? Entonces ahí ya empecé a pensar sobre todo esto”.

“Y creo que ya como que la idea se quedó así rondando por la cabeza. Y en 2021, cuando saqué ‘Federico’, ya aquello había madurado. Entonces le dije a mi editora, el próximo libro que yo escriba quiero contar algo relacionado con esto. Pero aún no sabía el qué. Empecé a tomar como muchísimas notas y me perdí mucho en realidad. Eso también lo cuento en el libro, ese proceso”, nos cuenta Ilu Ros.

Ilu Ros

Después del libro, ¿qué te llevas de aquella experiencia en la ciudad? “Fueron ocho años, es decir, fue un período largo. Entonces no lo veo tanto como una experiencia de decir, es que fue una parte de mi vida que para mí fue larga y fue importante. Me cuesta verlo como experiencia solo. Igual que si dijera la experiencia de la adolescencia. Yo me fui con 26 años y es precisamente la edad, pues en la que, bueno, si te has formado académicamente, como que te tienes que ir estableciendo económicamente, profesionalmente y todas esas cosas. Y entonces de repente estaba la crisis económica y como que el suelo se nos movió a muchos, ¿no? Y a mucha gente también mayor. Entonces, claro, justo cuando ahí teníamos que ir construyendo algo, como que todo se derrumbó. Y entonces era una visión de no tener futuro, de no saber hacia dónde iba a ir, qué es lo que iba a pasar. Yo me fui, empezó a cambiar un poco el sistema, desde ese momento yo creo que ya todos los jóvenes han ido viendo el futuro como de una manera mucho más pesimista de la que la han visto nuestros padres, que siempre iban a mejor y nosotros no lo tenemos tan claro. Entonces, no lo veo tanto como experiencia, sino como que sí que me tocó en un momento en el que hubo un cambio”. 

Ilu Ros

‘Una casa en la ciudad’, una casa. Una casa quizás no es el concepto de casa física, sino va un poquito también más allá, ¿no? Entonces, quería preguntarte ¿dónde crees que está ahora tu casa? “Ahora mismo creo que mi casa está en Madrid. Porque al final me doy cuenta que yo creo que tu casa eres tú y te la llevas tú a cuestas, ¿no? Un poco caracol, y más los que a lo mejor hemos estado viviendo en diferentes sitios -continúa Ilu Ros-. Yo nací en Mula, en Murcia, viví ahí hasta los 18 o 19 años. Luego en Murcia, en la ciudad de Murcia, pero iba los fines de semana a casa. Luego me vine a Granada cinco años y luego ya me fui a Londres ocho. Entonces, mis raíces están donde están, están en Murcia. Pero ya como que te vas haciendo un “vuelvo” en cada sitio donde has ido viviendo y ya te das cuenta de que, realmente, a todas esas casas que han sido casa, cuando pasa el tiempo y vuelves, ya no lo son tanto, ¿no? Lo fueron, pero ya como que cuesta encajar igual, porque todo ha cambiado también”.

Hay una frase en el libro: “Mi línea de vida son unas paralelas asimétricas y yo la acróbata que hace equilibrios saltando de un lado a otro, viviendo a retales”. Esa sensación de dos sitios, pero no saber a cuál te tienes que agarrar para mantener el equilibrio… “Claro, esa sensación que está muy relacionada con el desarraigo. Creo que no solo sucede, sucede mucho sobre todo a la gente que migra a otro país, pero yo creo que sucede a mucha más gente que se ha ido de su ciudad, de su casa, de su pueblo. Creo que se pueden sentir también identificados. Y es ese momento en el que te das cuenta de que te has ido y que ya volver, a lo mejor, y conforme va pasando el tiempo, va a ser más difícil. Porque cuando vuelves de visita, a ver a tu familia, a ver a tus amigos de siempre y todo eso, te vas dando cuenta de que te han echado de menos, pero no te necesitan. Ellos han seguido su vida y tú también la tuya, pero claro, te cuesta encajarlo. Te vas perdiendo cosas. Te vas perdiendo cosas que tú creías que no te ibas a perder, o nunca habías pensado que te ibas a perder”.

Ilu Ros

“No te lo habías planteado, ¿no? Cuando tu amiga empieza a tener hijos, cuando tu padre o tu abuelo se van haciendo mayores… te estás perdiendo cosas. Yo lo sentía, sobre todo en los momentos que estaba más triste, al principio que estaba como peor, estaba mucho más perdida -afirma Ilu Ros-. Era un sentimiento de pérdida, de no me estoy enterando de nada. No me entero bien de nada en el país donde estoy, porque no entiendo el idioma, y no me estoy enterando de lo que está pasando más allá. Parece que veías la película a medias siempre, ¿no? Luego además te enfadas, ellos tampoco entienden que es lo normal. Hay como una falta de comunicación, pero que es inevitable porque no te puedes estar enterando de todo lo que está pasando, si no, no vivirías en el sitio donde vives. Entonces es cuando ya decides que tienes que empezar a construir tu casita en el sitio donde estás. Agarrarte a la gente que tienes, no estar siempre pensando en el otro lado”. 

Me gustaría que me hablaras un poquito del proceso. Llega el momento en el que decides meterle mano a este proyecto, y empieza un poco ese proceso de recopilación de esas notas seguramente, de esos dibujillos, de esas fotografías, no sé, apuntes que tienes que empezar. ¿Cómo ha sido un poco todo ese proceso? Porque ese proceso al final también se muestra en el libro. “Poner en orden un poco todo eso ha sido quizá lo más difícil o una de las cosas más difíciles. Sí, lo más difícil ha sido ordenar, seleccionar, estructurar. Porque, bueno, el libro tiene muchos temas. Hay una trama clara que es la de esa Ilu que vuelve a la ciudad de Londres en 2023 para reencontrarse con la ciudad y empiezan a surgir esos recuerdos. Pero, claro, esa trama no la empecé a hacer hasta pasado 2023, yo ya había empezado el libro antes. Ya tenía muchas notas, muchas cosas y, claro, no encontraba la manera de contarlo, de unir todo eso. Me parecía que había cosas muy interesantes, que yo veía relacionadas, pero me costaba montarlo. Era como tener muchas piezas”.

Ilu Ros

“Es un libro que está hecho como a retales y luego como cosido. Como me imagino las colchas de Patchwork de la abuela -dice Ilu Ros-. Entonces, eso sí que fue lo que más me costó -confiesa Ilu Ros-. Porque tenía muchas cosas en la cabeza y me podían salir muchos libros diferentes. Entonces, volviendo en 2023 a Londres, dije, vale, a ver si yendo ya me viene el libro, también con esa esperanza de que me venga a reencontrar con la ciudad y entonces va a venir el Espíritu Santo, me va a tocar y voy a volver con el libro hecho. Y, por supuesto, no pasó. Como nunca pasan las cosas. Y sí que volví y dije, hostia, no lo tengo. Pero dije, vale, estoy todo el tiempo buscando el libro como en aquel momento estaba todo el tiempo buscando un futuro, buscando una casa, buscando un lugar en el mundo. Al final, un poco el libro trata sobre esa búsqueda. Puedo poner también esa búsqueda, ese proceso creativo, esa búsqueda del libro. Y entonces ahí fue cuando decidí hacer esta estructura, que es esa especie de diario en el que fui tomando notas de esa semana en la ciudad”. 

Si hablamos de técnicas, ¿con qué técnicas has trabajado en este proyecto? “Bueno, yo siempre los libros los suelo hacer en analógico. ‘Federico’ lo hice en acuarela, ‘Una trilogía rural’ en acrílico, y es lo que más me gusta realmente, porque disfruto mucho con las texturas y trabajando con el papel. Pero este libro, sí que empecé a dibujarlo en papel y las primeras páginas, la primera parte, la introducción, que es la niña que se lanza a la piscina, eso está en papel y tinta. Pero luego cuando empecé a intentar meter color dije, no, no, no, se me va porque se me va de tiempo. Entonces dije, vale, lo hago en digital, había hecho ya algún trabajo en digital, pero solo a bitono, y yo quería que en este hubiese color, pero no me terminaba de convencer el hacerlo a color digital. Entonces cogí y dije, voy a pintarme papeles de colores. Yo en un libro anterior que ilustré con la escritora Lara Moreno que publiqué con Páginas de Espuma, ya monté esas ilustraciones como si fueran un collage de papeles recortados de color. Puedo hacer eso, pero en lugar de hacer el collage en papel me hago esos papeles de color y digitalmente voy montando. Entonces me hago esa base de color para yo creerme que es analógico, que a mí me guste, y luego ya encima de eso dibujo. Y entonces ya me fui como un poco encontrando más a gusto. Si no lo hacía así, era como que se alejaba bastante de lo que había hecho hasta ahora, y necesitaba un punto intermedio”. 

Ilu Ros

Me llama mucho la atención en el dibujo, esos restos de lápiz, que se han quedado ahí, esas líneas ¿no? Me gustaría que me contaras la intención que tienen. “Al final, aunque haya dibujado en digital, he dibujado igual que dibujo en papel, que me hago mi capa donde me pongo, me hago un bocetillo, ¿no? Por dónde van a ir las líneas, por dónde van a ir los personajes y tal, y luego encima yo ya cojo el pincel de tinta. Y a mí sí que me gusta siempre como que se vean, como que se vea el proceso, me gustan mucho los procesos y creo que le da mucha vida al dibujo -asegura Ilu Ros-. Puesto que en analógico lo dejo, en digital lo he seguido dejando. También creo que la atmósfera del libro, la voz del libro, es muy de ir montando. Es como que en el libro voy haciendo, deshaciendo, me digo, me desdigo, entonces también está bien un poco esa estética como de boceto, de espacios que se van creando, se van montando, se van desmontando. Como también esa ciudad que es de color, que son como esos papeles de color, pero realmente el espacio se va rompiendo todo el tiempo, como también se va rompiendo la estructura del libro conforme la voy haciendo. Esas dudas”.

Y me gustaría que dieras algunas pinceladas sobre el color, también como ese elemento que juega con el tiempo un poco. Me gusta mucho, por ejemplo, cuando se ven esas dos Ilus, una en negro, como muy abrigada, además, y otra con ropa más fresca, en color, ese juego también con el color, ese juego narrativo. “Sí, claro, estoy hablando de dos tiempos, o sea, dos tiempos que están muy definidos, que son el tiempo actual del libro, que es el verano del 2023, ese va a color, y luego todos los recuerdos, todas esas memorias surgen en blanco y negro, bueno, en negro. Entonces, hay veces, claro, que se van superponiendo porque la ciudad sigue siendo la misma, pero los tiempos son diferentes. En realidad es también una reflexión que aparece a lo largo de todo el libro. Te alejas, te vas, te alejas de tu familia, siguen estando en el espacio, pero no están igual en el tiempo”.

Ilu Ros

¿Y la tipografía? “En ‘Federico’ y en ‘Cosas Nuestras’ y en ’Una trilogía rural’, hay partes como que van escritas a mano, y esto me lo hice yo manualmente. Digital, sí, pero, bueno, que lo iba escribiendo y luego cuando iba corrigiendo, pues tenía que borrar, subir el archivo. Entonces me dije, bueno, me voy a hacer una fuente, y me puse ahí un fin de semana intenso. Creo que, al final, este libro es el más complejo, me he complicado mucho la vida en cuanto a estructura, historia, trama, pero, por ejemplo, me la he facilitado un poco en hacerlo digital o montarme la fuente“, asevera Ilu Ros.

Como estás de gira con el libro, he visto en redes que hay por ahí un diario que de vez en cuando sacas, me gustaría que contaras un poquito ese trabajo con ese diario o con ese diario como compañero de viaje. “Hay una cosa que me pasa y es que, la ilustración es mi profesión, claro, yo dibujar lo hacía en mi tiempo libre, era mi ocio, o sea, sobre todo cuando era niña, cuando estudié Bellas Artes, pero, claro, ahora es mi profesión, entonces yo ya cuando tengo tiempo libre, no dibujo, no cojo un lápiz, para mí ya es trabajo. Sí que cuando estoy de viaje me gusta coger esa libreta y hacer dibujos, o utilizarla también, pues, para tomar notas, un poco como diario de viaje, cosas que se me van ocurriendo, cosas que observo, dibujar un poco, porque sí que lo hago como por el gusto de dibujar, sin ninguna presión, sin ninguna finalidad”.

Continue Reading

Cómic

Joaquín López Cruces, Enrique Bonet y ‘El otro mundo’

Published

on

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

Verano de 1933. Un reducido grupo de estudiantes y maestros llega a Neveros, una remota aldea de la Alpujarra, enviados por el gobierno de la Segunda República para desarrollar allí uno de sus proyectos culturales más ambiciosos: las Misiones Pedagógicas, con las que quiere hacer llegar a los campesinos un inmenso patrimonio cultural al que nunca han tenido acceso -la música, el teatro, la poesía, el arte…-. En sesiones cargadas de magia, les descubrirán el cine y sus asombrosas proyecciones; les ofrecerán charlas sobre sus derechos y deberes como ciudadanos de la República, y les dejarán el rastro imperecedero de una biblioteca de libros y discos de pizarra. Con mucho esfuerzo, los viajeros se irán ganando la complicidad y el entusiasmo de los aldeanos, especialmente de los niños; pero también la hostilidad y la desconfianza de quienes ven amenazadas sus ideas, sus creencias y sus formas tradicionales de vida…

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

El otro mundo’, editado por Astiberri, se inspira en la experiencia real de la Misión Pedagógica desarrollada en varios pueblos de la Alpujarra granadina en agosto de 1933, entre cuyos miembros se encontraban el cineasta José Val del Omar y el escritor y poeta Antonio Sánchez Barbudo. Enrique Bonet Joaquín López Cruces indagan en los efectos del choque cultural entre dos mundos que siempre se habían dado la espalda, y en el enfrentamiento entre los anhelos de transformación social y la feroz resistencia al cambio y la pérdida de privilegios. Con ellos hablamos una mañana, en una cafetería junto al Arco de Elvira, en Granada, en una cafetería con libros que gestiona una familia gazatí. En las siguientes líneas tenéis algunas pinceladas y reflexiones alrededor de este trabajo.

¿Cuántos encuentros como este, aunque solo entre los dos, ha habido? “Alguna que otra, pero también muchas digitales, evidentemente, con mucho WhatsApp y mucho correo electrónico”, comenta Enrique Bonet. “Recuerdo que tuvimos la primera reunión, eso ya lo hemos contado varias veces, y esto fue por culpa de Munuera, fue el que nos lió. Fue en una reunión con varios dibujantes y cerveza -continúa Joaquín López Cruces-. Llevaba tiempo queriendo hacer un cómic largo, porque desde el primero que hice, hace más de 30 años, solo había hecho cosas más pequeñitas. Tenía mi propio proyecto, pero nada, eso de trabajar en solitario es muy complicado. Y fue Munuera el que me dijo que Enrique tenía un proyecto muy interesante”.

‘Le pedí a Enrique que me contara, pero me extrañó también un poco, porque siendo dibujante, y le dije: “¿no lo quieres hacer tú?” Y me dijo, no, no, estupendo”. “Yo llevaba tiempo dándole vueltas a la cabeza, con esta idea, con este proyecto de las misiones. Llevaba casi un año reuniendo documentación, pero no arrancaba con el guión”, apunta Enrique. “Si lo dibujas tú, no me lo pienso.Porque Joaquín, él lo sabe, ha sido uno de mis referentes o de mis maestros”.

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

¿El proceso de documentación? Enrique Bonet: “Yo había reunido mucha documentación escrita, empecé a informarme sobre las misiones, porque en internet había muchísima información, muchos artículos, y luego un libro que fue la fuente fundamental de información, tanto para mí como para Joaquín, que es un catálogo de una exposición que hizo la Residencia de Estudiantes hacia 2006, muy rico en imágenes y fotos. Es un libro muy bien editado. Fue un incentivo también para empezar a meterme en el mundo gráfico. Porque a mí esta idea surge gráficamente. La primera idea fue viendo imágenes que encontré por casualidad, y vi las primeras imágenes de un pequeño documental rodado por Val del Omar. Y esas primeras imágenes fueron las que me abrieron la pista y lo que me motivó a hacer la historia”. 

“También unida al tema de la Alpujarra -continúa Joaquín López Cruces-, que es un mundo que conozco bastante. He ido muchas veces y me parece también muy sugerente para dibujarlo”. En este momento comentamos cómo se refleja la singularidad de esta comarca granadina en una doble página, en la que Joaquín nos traslada casi a vista de pájaro a la plaza del pueblo… “Sí, eso fue gracioso, hacer la doble página fue una sugerencia de un amigo, de Javier de Isusi, el dibujante. Le enseñé las páginas que llevaba, y esa ilustración era una media página. Y me dijo, “estás loco, ponlo más grande, eso merece más”. Entonces, empecé a pensar, hice la prueba, y claro, tenía razón. Pero eso me obligó a retroceder, para que eso fuera una doble página, tuve que volver al principio y rehacer muchas cosas. Pero se lo agradezco, porque es una doble página que le gusta mucho a la gente. Además al lector le ayuda a descansar un poco, a situarse, a entender ese momento, hay como un cambio de ritmo, narrativamente funciona muy bien”. 

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

Una de las esencias de la historia es ese momento previo a la Guerra Civil, en el que ya algo se palpa en el ambiente. “Realmente el objetivo de la historia es contar ese momento en el que ya la gente no se ponía de acuerdo, la gente no hablaba, sino que empezaba a haber un enfrentamiento en el que el diálogo parece que era imposible”, señala Enrique Bonet. Y, claro, el papel de las misiones era todo lo contrario, era la idea de llevar la cultura, el diálogo, la razón, de extenderla a todos los rincones, y te encuentras con esa realidad donde el país ya empezaba a estar dividido y partido. Que, además, tiene unas lecturas muy contemporáneas también, desgraciadamente. Quizás no era la intención, alprincipio, no teníamos esa idea, pero luego te das cuenta de que estamos casi reflejando un momento”. 

“Una cosa que me ha gustado mucho, a la hora de todo el desarrollo del libro, es que muchas de las cosas que han ido ocurriendo con el libro han sido, no digo casuales, sino que la propia estructura de la historia, los propios elementos que Joaquín iba aportando, van construyendo la historia. Al final, es todo como muy orgánico”. 

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

“No había cosas premeditadas, sino que han sido hallazgos que hemos ido encontrando, conforme el guión se iba construyendo y la historia iba creciendo también gráficamente. Aparte que yo he hecho una cosa que creo que no hay que hacer, que es que lo he dibujado por orden y página por página, y la primera parte incluso sin que se hubiera acabado el guión. Por eso, quizás, tiene ese aspecto orgánico, que ha ido desarrollándose”, indica Joaquín López Cruces.

“Él me ha sugerido cambios de dibujo, yo le he sugerido cambios de guión… Yo tenía una estructura básica desde el principio, que fueran tres días, tres actos, sabía cómo empezaba, cómo acababa, sabía más o menos lo que pasaba en medio, pero el desarrollo de todo eso lo fui desgranando poco a poco. Lo del color, también fue surgiendo. Me gustó mucho cuando Álex Romero dijo que parecía hecho por una sola persona, lo lees y no se nota que hay dos autores, y eso me encanta porque yo también lo veo así, y además pienso que esa es la magia de trabajar con alguien”.

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

Después hablaremos un poco más del uso del color, pero me gustaría también que habláramos de la figura del maestro. “Hay una frase cuando llegan al pueblo y los recibe el maestro, es el que recibe a la misión, porque las autoridades estaban en otras cosas, y uno de los componentes de la misión dice: “nadie mejor que un maestro para representar a la República”. Creo que esa es una de las claves también de la historia, el papel que hizo la República en ese sentido”, nos comenta Enrique Bonet. “Era un apoyo, todo ese suministro de libros, era para apoyar a la escuela y al maestro, para que tuviera herramientas. Las misiones, yo las veía como una extensión de la escuela pública, de ese intento que hizo la República y en el que invirtió muchísimo esfuerzo en dignificar el papel de los maestros, en crear escuelas, y que esas escuelas enseñaran de una determinada manera. Y las misiones eran un poco una extensión de esa política”.

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

“A mí lo que me gustaba de los proyectos de las misiones, entre otros, como el de La Barraca, que es más conocido, es que éste era un plan sistemático y un plan muy bien pensado, muy bien programado, muy planificado, y con una intención a muy largo plazo -continúa Enrique-. Lo que siempre pedimos en las políticas culturales, que no se suele hacer, aquí era una cosa muy a largo plazo, sabiendo que esto no iba a dar un resultado inmediato. Eran semillas. Y lo que contamos nosotros, la misión ha pasado por ese pueblo, ha dejado una semilla, y algo va a pasar ahí, personificado en esta niña, en Lucía, lo que recibe, pero no solo ella, porque el resto de los niños también, al final cambia su vida”. 

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

Vamos con el color, que lo marcan la niña, Lucía, el pelo de María y el fantasma… “Es como una V, porque es Lucía la que se relaciona con las otras dos -nos cuenta Joaquín López Cruces-. Fíjate que ni siquiera en el guión estaba eso, tampoco son exactamente protagonistas, porque María es una más de las misiones. Pero a mí me gustó, ya que teníamos una pelirroja, que es la que da ese color rojo, unirla con las otras, me parecía que era interesante. Al principio, yo pensaba hacerlo en blanco y negro, pero claro, una pelirroja en blanco y negro, cómo se indica, cómo se cuenta, es relevante que sea pelirroja, porque también añade ese punto de extrañeza a los lugareños… Pensé hacerla a dos tintas, hice bastantes pruebas, a ver cómo quedaba, pero en el fondo era como un reto para mí, porque siempre he sido más dibujante de líneas, de blanco y negro. Al final me obligué a trabajar con una paleta pequeña. Que no fuera blanco y negro, pero mitigarlo de manera que el rojo destacara”. 

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

¿Y las técnicas? “Hice bocetos a lápiz, pero en una libreta aparte, y luego las páginas están dibujadas directamente en un iPad. A veces fotografiaba los bocetos con el mismo iPad o escaneaba alguna cosa, si lo tenía muy trabajado prefería escanearlo y lo calcaba”, afirma Joaquín López Cruces.

¿Y el fantasma? “Bueno, esta es una historia de ficción, estamos fabulando, estamos en un mundo donde se van a mezclar elementos mágicos con elementos reales y quería jugar desde el principio en ese terreno, no de la fantasía, pero sí donde, como fabulador, nos permitía hacer cualquier otra cosa. Y si conseguíamos que el lector ya desde el principio entrara en ese juego, pues ya eso nos daba una herramienta. Tenía claro desde el principio que quería mezclar el tema de la magia, quería que aparecieran elementos mágicos y en la Alpujarra eso también estaba muy presente”, asegura Enrique Bonet. “Y en ese mundo pensé rápidamente en este fantasma, que nos permitía, por un lado, tener el contacto con la niña, como la niña era muda, la niña no hablaba, el único personaje con el que mantiene cierto diálogo es con este fantasma, aunque ella no habla, pero hay un diálogo entre las dos, y permitía introducir esas pinceladas de lo que está por venir, del futuro y también esa referencia al pasado sangriento de la Alpujarra. Con todas esas claves se va construyendo ese personaje. Y luego la aportación de Joaquín, que fue fundamental, a la hora de darle forma a ese fantasma, que yo lo había imaginado de una manera totalmente distinta…”.

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

“Yo, en vez de poner a una señora andando, la envolví en sudarios, me documenté en esculturas griegas, porque era lo que me sugería a mí alguien envuelto así, en vendas, no iba a poner a la momia, pero tampoco a una señora muy bien arreglada. Esta mujer se ha despertado, la han sacado de ahí, pues estará envuelta así… Y luego, no sé, la primera vez que la puse andando, la subí unos centímetros por encima del suelo, y ya la hice que volara y todo. Pero yo pienso que sí, que si eres un fantasma, qué menos que puedas volar, no tienes esas limitaciones que tenemos en vida”, sonríe Joaquín López Cruces.

El otro mundo’ cuenta además con un sugerente apéndice de 16 páginas escrito por Enrique Bonet, que incluye diverso material gráfico y ubica lo que fueron las Misiones Pedagógicas que se desarrollaron en la Segunda República española. Un extra sobre el qué, y el quién es quién de aquel proyecto de promoción de la cultura que llegó a miles de pueblos y aldeas de España y que se desmanteló con la instauración de la dictadura franquista al fin de la guerra civil. También en esta parte del libro podemos disfrutar de los bocetos de Joaquín… “Tenía claro que quería meter algún tipo de complemento, de contextualización de las misiones -afirma Enrique Bonet-. Porque eso me permitía, también, no tener que explicar cosas en el tebeo. Habrá gente que se lea esto y quiera saber algo más, pero no se lo voy a contar en la historia”.

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet
Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

“La mayoría de bocetos son de la libreta, claro. Así es como yo trabajo, subo aquí las paginitas que hago antes de meterme en faena. Primero los hago sin páginas ni nada para ver si funciona la lectura de las viñetas, luego ver cómo encajan en la página… Tiene una parte que siempre es más rica el boceto”, añade Joaquín López Cruces.

Continue Reading

Cómic

PROFESIONALES 4 reunirá a referentes del cómic y la ilustración en Madrid

Published

on

Profesionales 4

La cuarta edición de PROFESIONALES, el evento que busca poner en valor el trabajo y la trayectoria de los expertos del mundo del arte y el entretenimiento, ya tiene fechas: será del 13 al 16 de noviembre de 2025 en el Barrio del Cómic de Madrid.

PROFESIONALES 4 reunirá a lo más granado del sector del cómic, la ilustración, la animación y los videojuegos, reflejo de la diversidad de sectores en la que se mueven los profesionales, caracterizados por la versatilidad, por la disposición a tomar distintos caminos y aprender diferentes funciones, asegurándose opciones disponibles dentro de las diferentes industrias. 

Con una amplia programación gratuita y abierta al público, la cuarta edición vuelve con charlas y mesas redondas donde los profesionales compartirán su trabajo, experiencias y opiniones sobre la industria, talleres, actividades infantiles, etc. y, tras la enorme acogida del año pasado,  revisión de portafolios, en la que las personas interesadas podrán recibir comentarios de grandes profesionales de la industria.

Profesionales 4

Esta edición apostará, además, fuertemente por el networking entre los asistentes. Para ello, habilitará espacios durante las cuatro jornadas del evento. Asimismo, como novedad, celebrará una sesión de firmas de originales exclusivos; también, la primera de una serie de exposiciones homenaje a grandes figuras del cómic español ya fallecidas, en colaboración con Madrid Cómic Summit. Este año, en memoria del dibujante Enrique Ventura. 

Recorrido

En 2017, tuvo lugar la primera edición de PROFESIONALES que consistió en una firma multitudinaria de artistas del mundo del cómic en la céntrica Omega Center, con invitados de la talla de los dibujantes David Lafuente, David López o Pepe Larraz. Lo que comenzó siendo una reivindicación de la figura de los profesionales del dibujo a nivel nacional se acabó convirtiendo en una puesta en valor de los mismos, así como la mejor forma de acercar su trabajo al público amante del cómic, interesado en adquirir su producto y obra. 

Profesionales 4

Tras 6 años, y ante la insistente demanda del público, PROFESIONALES volvió a la carga el año pasado; esta vez, como un proyecto más grande y ambicioso. Se involucraron a algunas de las librerías que conforman el Barrio del Cómic de Madrid (Elektra Cómics, Atom Cómics, GenX Puebla y Omega Center) y se contó con la participación de más de 30 profesionales de diferentes sectores, sumando además del cómic, la ilustración, la animación y los videojuegos. 

El resultado: un evento multidisciplinar de tres días de duración con más de 20 actividades. Como colofón, se organizó una gran sesión de revisión de portafolios para aspirantes a profesionales, respondiendo a la esencia de un evento creado por profesionales para profesionales, independientemente de la fase de su carrera se encuentren.

Profesionales 4

Tal fue la acogida del evento que, la siguiente edición, PROFESIONALES 3, cerró con una participación récord de casi mil asistentes, logrando así el objetivo de convertirse en punto de encuentro entre profesionales, aspirantes a profesionales y público general, dando respuesta a la necesidad de crear un evento de esta naturaleza. 

Barrio del Cómic de Madrid

El Barrio del Cómic hace referencia a una zona céntrica de la capital conocida por concentrar numerosos establecimientos y actividades en torno a la cultura pop, geek y friki.

Este área, punto de encuentro para los aficionados de los cómics, el manga, el gaming, la literatura de fantasía y ciencia ficción, la novela gráfica, etc., se organiza en torno a la comúnmente conocida Plaza de la Luna, a tan solo unos pasos de Gran Vía, punto donde desde los años 80 establecieron campamento base la mayor parte de las tiendas especializadas en esta subcultura.

Profesionales 4

Para impulsar la zona, varios de los propietarios de los establecimientos más icónicos del barrio crearon un proyecto bajo el nombre Barrio del Cómic que ha lanzado su propio mapa para que los aficionados puedan hacer la ruta sin perderse nada.

Actualizado recientemente, cuenta ya con casi una veintena de librerías. Entre otras, Otaku Center opta por el producto japonés, Hobby Converters se centra en los productos de segunda mano frikis y Metrópolis, en cómics de Estados Unidos. También en cómics y merchandising se especializan Omega Center, Atom Cómics, Generación-X Puebla o Crisis.

Profesionales 4

Sobre Profesionales

Profesionales es un evento independiente de cómic, ilustración, animación y videojuegos que busca poner en valor el trabajo y la trayectoria de los profesionales del sector, y convertirse en punto de encuentro de referencia para expertos y aspirantes a profesionales.

Profesionales es un evento gratuito y abierto al público, creado y organizado por profesionales y dirigido a profesionales, aspirantes a profesionales y amantes de la industria del arte y el entretenimiento.

Continue Reading

Cómic

Marina Velasco y su trabajo en ‘Mientras sea verano’

Published

on

Marina Velasco

El verano es una época de oportunidades, capaz de crear situaciones que en ningún otro momento se darían. En Almajadilla, un pequeño pueblo ficticio que aúna la cultura mudéjar aragonesa y la herencia andalusí del sur, coinciden dos mujeres de generaciones y vidas muy distintas. Lejos de chocar, crean un fuerte vínculo gracias a la búsqueda conjunta del amor propio: Fina, vecina y trabajadora del pueblo, nunca lo ha conocido; a Berta, recién llegada de la ciudad, se le ha arrebatado a la fuerza. ‘Mientras sea verano’, editado por Salamandra Graphic, es una historia que homenajea la cultura popular, celebra la diversidad y pone en valor el conocimiento transmitido entre mujeres. Con su autora, Marina Velasco, hablamos en las siguientes líneas.

Marina Velasco

¿Dónde está el origen de este proyecto? “El proyecto surge de las ganas de reflexionar sobre las posibles relaciones que se darían si nos detuviéramos a conocer verdaderamente a las personas de nuestro entorno (compañeras de trabajo, vecinas, etc…). Personas con las que compartimos gran parte de nuestro día y, sin embargo, apenas conocemos”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Encontrarán dos historias de crecimiento. Dos mujeres, totalmente opuestas, que coinciden en un pueblo recóndito de España. Movidas por su necesidad mutua de compañía, entablan una relación que les hace reflexionar y aprender sobre el cuidado. Todo ello contado desde la cotidianeidad y el humor. Acompañado de las sorpresas, el color y la magia que una DragQueen inesperada trae a sus mundos”, nos cuenta Marina Velasco.

Marina Velasco

¿Cómo fue el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Esta obra se aleja del carácter documental de «Que no se olvide«, introduciéndose en la ficción. Por ello el inicio del proceso tuvo que ser muy diferente. El primer trabajo era dar vida y personalidad a los personajes. Algo que, para mí, empieza en mi mente: creé tres personajes que dejé habitar mis pensamientos a su modo; observando la manera en que interactuarían unos con otros en la vida real y planteando situaciones ficticias con las que ir desarrollando su personalidad y su forma de expresarse -continúa Marina Velasco-. Una vez tuve los personajes y las motivaciones de la historia claras, llegó la hora de materializarlo. Para ello tengo un cuaderno, reservado exclusivamente a esta obra, que fui llenando de bocetos, ilustraciones, anotaciones de guion, etc.”.

Háblanos un poco más sobre cómo nacen estos personajes. “A pesar de ser personajes o historias ficticias, me gusta que mi trabajo nazca siempre de la realidad y de mi percepción del mundo. Observo el entorno, buscando detalles y fragmentos de historias que llamen mi atención y las anoto en mi cuaderno. Los personajes de «Mientras sea verano» nacieron de una de esas observaciones. Una breve situación en la que pude ver cómo el mundo de una mujer rural, que apenas conocía lugares fuera de su pueblo, se puso patas arriba al chocar, de manera inocente y genuina, con la comunidad LGTB”

Marina Velasco

¿Con cuál te identificas más? o ¿Qué hay de Marina en estos personajes? “Por edad, me es más fácil identificarme con Berta. Pero tengo un cariño enorme a Fina. Podría afirmar que Fina ha ido absorbiendo su ternura desbordante de mujeres imprescindibles en mi vida. Creo que es imposible descubrir a Fina y no quererla”, confiesa Marina Velasco.

¿Qué relación tienes (si la hay) con ese mundo rural que se muestra en el cómic? “Los veranos de mi infancia han trascurrido en un pequeño pueblo aragonés. Un lugar perdido en el monte, en el que la vida sucede ajena a la velocidad y la locura de las ciudades. Conforme crecí, mi vida se desplazó a Madrid y ninguno de los pueblos que yo veía a su alrededor se parecía a los pueblos de mi memoria. Eran grandes, con carreteras recorriendo sus calles y con tantos habitantes que no podían conocerse todos entre ellos. Por trabajo, me marché una temporada a la zona rural de Almería. Y para mi sorpresa, allí, en la otra punta de la península, los pueblos eran iguales a los que tanto conocía. Pueblos pequeñitos, llenos de cuestas, de rincones en los que ni los coches ni las prisas pueden entrar, con una historia propia en la que todos sus habitantes son protagonistas. De esa gran sorpresa surge el pueblo de esta historia, Almajadilla. En el que se mezcla la herencia Andalusí con la Mudéjar, el sur con el norte y nos da como resultado un lugar que podría estar en todos y en ningún sitio de España”.

Marina Velasco

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Mis ilustraciones están siempre marcadas por la búsqueda de la expresividad. No pretenden ser anatómicamente correctas o fieles a la realidad, sino que deforman la perspectiva y las proporciones para ganar expresividad y narrar a través de los cuerpos. En esta obra, busco además explorar con mayor profundidad el lenguaje del cómic. Parto de las composiciones de viñetas más clásicas y juego con ellas para crear páginas dinámicas llenas de color y movimiento”, afirma Marina Velasco.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Al igual que en mi obra anterior, parto del dibujo analógico. Me gusta mucho la fuerza y la expresividad que los materiales dejan sobre el papel. Creo todas las ilustraciones en papel, empleando lápiz y manchas de tinta. Seguidamente escaneo los dibujos y les añado el color de manera digital”.

Marina Velasco

Nos ha llamado mucho la atención y nos ha encantado ese recurso que has utilizado en algunas viñetas para describir algunas acciones o movimientos, a través de flechas discontinuas, y nos gustaría que nos hablaras un poco de este recurso. “Ese recurso viene de mi pasión por el movimiento. Me encanta jugar con las diferentes maneras de representarlo -comenta Marina Velasco-. Por ello, en la obra podemos ver figuras que se duplican, como si se superpusieran los fotogramas de una animación tradicional. O cuerpos de los que salen numerosos brazos, siguiendo el movimiento que realizan cuando gesticulan al hablar. Las flechas acompañan estas estrategias. En algunos casos enfatizan el dinamismo y guían el movimiento de la propia ilustración. En otros, adquieren un valor más irónico, recalcando detalles que ya son obvios para el espectador”.

Marina Velasco

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Después de haber publicado dos libros en 2025 («Mientras sea verano» y «Luna por encima de todo«), ahora estoy tomándome un pequeño descanso antes de ponerme manos a la obra con los siguientes proyectos editoriales que tengo en mente. Mientras tanto, sigo trabajando en proyectos artísticos de otra índole, como mi colaboración con La Pulpería, espectáculo de la DragQueen Lucy Octopussy, que dibujo en directo y para el que realizo toda la cartelería; el diseño del cartel del XXIV Salón del Cómic de Zaragoza; o intervenciones artísticas para el Festival Asalto de arte urbano”.

Continue Reading

Tendencia

2024 © Un Periodista en el Bolsillo | Las ilustraciones pertenecen a cada uno de sus autores