Entrevistas
Danza e ilustración para explicar ¿por qué bailamos?

“Bailo en hombre y en mujer, en bicho y en pijama, en bicicleta y en huelga. Entera y enlatada, encinta, enloquecida, enamorada… En silencio”. Este es un fragmento de ‘Bailar‘, una pequeña joya de libro que sale de dos artistas polifacéticos, creativos, cada uno con sus herramientas: la bailaora Leonor Leal y el ilustrador Guridi.
«Zapateo como quiero ser», dice Leonor en este libro. “En realidad, cualquiera pensaría que más bien debería decir: “ Zapateo como soy”, pero en este caso quería posicionar al lector en el acto de imaginar. Cuando soñamos con nuestro propio baile siempre hay un deseo, un querer SER con todo nuestro cuerpo y nuestras capacidades. Es una proyección de lo mejor de nosotras”.

Este proyecto surge del “deseo de contar y compartir sensaciones más personales e incluso íntimas del movimiento en general, pero de forma específica el flamenco, que es lo que más conozco -nos cuenta Leonor-. Siempre he pensado que hay muy pocas bailaoras que escriben sobre el flamenco y sus experiencias y sin embargo todas tenemos toda una filosofía y muchas experiencias a lo largo de nuestra carrera. Quería continuar con mi búsqueda en palabras de todo un mundo interior lleno de metáforas e imágenes que nos hacen bailar y fue junto con Guridi y con la editorial Avenauta que nos sentamos a darle forma a todo esto”. “Nace de una conversación entre amigos sobre las sensaciones que se experimentan al crear -afirma Guridi-, concretamente crear con el cuerpo. Los procesos creativos en el mundo del arte son muy parecidos, lo que cambian son las herramientas que utilizas y el espacio sobre el que se desarrollan”.

Bailar es “una provocación íntima, un manual personal que habla desde el cuerpo y la mente de Leonor, la unión de trazo y movimiento, dos lenguajes que se comunican, no sé, sinceramente creo que para cada persona el libro será diferente”, nos dice Guridi. “El libro ha dado varias vueltas”, asegura Leonor. “En el proceso pasé por hacer un sondeo a un montón de alumnas de diferentes nacionalidades con las que me encuentro a lo largo de mis cursos. Les preguntaba sobre sus sensaciones en el flamenco y me encontré con que había muchas coincidencias entre ellas y curiosamente muchos tópicos asumidos por un imaginario más externo a ellas que otra cosa. Hubiera necesitado una charla más profunda con cada una de ellas y eso complicaba la cosa. Finalmente decidí escribir lo que yo misma sentía, lo que yo he experimentado y simplemente compartirlo y acercarlo con el libro a otra gente que quizás ni baila. Hay todo un saber del cuerpo que casi siempre queda en el ámbito de las clases o incluso, por cierto pudor, ni ahí”. “Es difícil a veces expresar con palabras lo que tu cuerpo te pide -continúa Guridi-, pero Leonor es una experta en ambas cosas, su capacidad expresiva con las palabras está estrechamente vinculada a su baile, creo que son la misma cosa”.

Guridi ha escogido una forma muy original de reflejar el movimiento de Leonor con sus trazos, utilizando en este proyecto solo pincel y tinta china. “En este libro he querido que mi pincel fuera suelto, libre, me he dejado llevar al ritmo y movimiento que él quería. Como si de una escritura oriental se tratase, cada trazo de alguna manera expresaba algo, después he superpuesto trazos azules para contrarrestar el movimiento inicial. El resultado es un movimiento gráfico en dos fases”.
Cuando le preguntamos a Leonor si se ve reflejada en el libro y en esos trazos… “Es curiosa la sensación -confiesa-. Hay sorpresa, admiración, alegría y a la vez… cierta distancia. Cuando me aplauden en un escenario al final de una obra, curiosamente, siento lo mismo. Como si no hubiera sido yo la que acaba de bailar. Solemos estar tan involucrados en el presente (bailando o en el proceso, en este caso) que cuando termina todo, es como despertar de un sueño con una alarma de reloj”.

La colaboración entre estos dos artistas no queda en las páginas de ‘Bailar’. ¿Qué relación tiene el trabajo de Guridi con la danza? Le preguntamos. “Pues la verdad es que yo bailo fatal -bromea-, pero me da igual. Lo que quiero es sentirme libre y moverme como me lo pida el cuerpo, nunca he tenido problemas de sentirme ridículo bailando, me gusta. Cuando dibujo, bailo, y es ahí donde me siento seguro, cada trazo, cada punto, cada línea describe un movimiento y el conjunto es una coreo-grafía fascinante para mí”. “Raúl (Guridi) es un artista inmenso y estar con él, para mí es un regalo muy hermoso. Haría con él mil proyectos más, de hecho ha colaborado conmigo en la parte visual de mi último espectáculo. Él puede hacer de todo, es todoterreno”.

Este no es el único libro en el que el arte de Leonor y Guridi se han cruzado. ‘Catalina sin pamplinas’ es un álbum ilustrado con una bailaora como protagonista, escrito por Leonor e ilustrado por Guridi. “Supongo que la escritura es mi forma de contrarrestar la naturaleza efímera del baile -dice Leonor-. No sé si esa es la razón por la que inconscientemente, he adorado siempre los libros como objetos y como contenedores mágicos de otros mundos. No sé si puedo escribir de otras cosas, pero puedo compartir en palabras la experiencia que el flamenco me aporta cada día. El trabajo con el cuerpo, las emociones o música. Los viajes, los encuentros con otros artistas, los retos en los proyectos escénicos, el estar frente a un público… Son muchas cosas y sólo busco compartirlo con los demás y ¡hasta conmigo misma!, pues hasta que no lo plasmo por escrito parece que ni lo tengo dentro. Bailar es una cosa y contar lo que se baila es otra. Es como si fueran por carreteras diferentes aunque al final se llegue al mismo lugar. ¿Curioso no?»
Álbum Ilustrado
Pedro Oyarbide y su visión de ‘El Principito’

Venerado por generaciones de lectores -pequeños y grandes- en todo el mundo, ‘El principito’ es un clásico inagotable que logra conmovernos en cada lectura. La historia de Saint-Exupéry narra el encuentro, en la soledad del desierto del Sáhara, entre un aviador que ha sufrido una avería y un niño que se acerca a él para pedirle el dibujo de un cordero. Este hombrecito de cabellos dorados, que ha viajado por varios planetas antes de recalar en la Tierra, es muy sabio en su inocencia. Su capacidad para el asombro y su arrojo en las preguntas constituyen el origen de las poderosas reflexiones sobre la vida que atesoran estas páginas.

“Puede que el piloto que nos cuenta la historia no consiguiera desarrollar su talento artístico, pero sin duda sí lo ha hecho Pedro Oyarbide, que ha reinterpretado con inigualable maestría uno de los libros más entrañables de la literatura universal”, nos cuenta la editorial Lunwerg. Sus ilustraciones, vibrantes y detalladas, nos ofrecen la extraordinaria oportunidad de asomarnos a este libro como si fuera la primera vez. Este es el primer libro ilustrado de este artista español, que está detrás de las icónicas portadas de la arrolladora saga ‘Blackwater’. Con Pedro hemos charlado un poquito más sobre su trabajo en ‘El Principito’.
¿Cómo nace este proyecto? “Pues es curioso, porque yo había propuesto a Lunwerg ilustrar ‘El Principito’, pero no era posible ya que aún no estaba en dominio público. Tiempo después, me encontraba ilustrando otro título cuando mi editora me dijo que justo se habían liberado los derechos, por lo que nos pusimos manos a la obra, dejando el otro libro en standby, ya que era una oportunidad buenísima de sacar cuanto antes mi versión de El Principito”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Mi intención no era hacer una versión actualizada, sino ofrecer una visión en paralelo a la original aportando mi estilo y estética -nos cuenta Pedro Oyarbide-. Me he alejado del aire delicado y aniñado de las ilustraciones originales y lo he traducido a mi estilo, en muchos casos ilustrando pasajes desde otra óptica completamente diferente y en algunas ocasiones simplemente reinterpretando los originales”.
¿Cómo era tu relación con este libro antes de este proyecto? ¿Cómo ha cambiado o cómo es ahora tras este trabajo? “No lo leí de niño, siempre me causó cierto rechazo el estilo naif de las ilustraciones. No ha sido hasta meterme de lleno con el proyecto cuando he descubierto realmente todo lo que ofrece el texto, e incluso ahora las ilustraciones de Saint-Exupéryme parece que cobran sentido. Por otra parte me parece que es un libro que ya seas niño o adulto, tiene lecciones para todos. No tengo duda del porqué de su trascendencia, forma parte de la cultura popular”.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de documentación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Es un tarea que a priori impone, por eso mismo, es uno de los libros más traducidos y leídos de la historia, quería hacer algo que estuviese a la altura, o al menos que yo estuviese orgulloso del trabajo -confiesa Pedro Oyarbide-. Primero de todo lo leí un par de veces y tomé anotaciones para potenciales enfoques, no había unos márgenes de tiempo demasiado grandes ya que corría prisa sacarlo cuanto antes. Fue un proceso bastante fluido y de los bocetos originales a las ilustraciones finales, apenas hubo cambios compositivos”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Romper con la estética asociada a la obra original puede que acerque el título a otros lectores”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajo en digital, desde el boceto al arte final”, afirma Pedro Oyarbide.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Tengo varios proyectos editoriales interesantes, por una parte sigo ilustrando portadas de Michael McDowell, el autor de Blackwater. Próximamente saldrá ‘Hija de la Venganza’ con Blackie Books. También estoy con un libro completamente ilustrado de uno de los autores más relevantes de la literatura contemporánea española, pero que desgraciadamente no puedo revelar. Saldrá en 2026. A parte de eso estoy trabajando en varios proyectos para Miller Lite y Playstation”.
Álbum Ilustrado
Fermín Solís nos presenta a ‘Las niñas intrépidas’

‘Las niñas intrépidas’ es el abecedario con las niñas más divertidas, personajes de la A a la Z que realizan las hazañas más increíbles. Un libro en mayúsculas que invita a la lectura autónoma, a jugar con los nombres propios y los pareados, y a aprender la grafía de letras. Las ilustraciones del premiado Fermín Solís juegan con personajes cómicos, un poquito gamberros y muy, muy divertidos. Con Fermín hemos charlado un poquito más sobre este proyecto que publica Editorial Libre Albedrío.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “El origen de este proyecto está en un libro anterior llamado Los niños valientes de las mismas características, pero que mezclaba nombres tanto de niños como de niñas. Digamos que esta es una actualización, pero las protagonistas son las chicas”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Se encontrarán un abecedario donde una serie de personajes realizan acciones bastante atrevidas. Algunas de ellas mejor no intentar hacerlas en casa”, asegura Fermín Solís.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “En este caso, no hay mucho trabajo de investigación, es un libro divertido sin más para primeros lectores y ya tenía la base del anterior”.
¿Cómo nacen estos personajes? “Pues al contrario que otros libros míos, donde los personajes son importantes, porque la historia gira en torno a ellos, en este caso es simplemente una serie de gags en función al nombre de la protagonista de cada página, es casi más importante la rima que el dibujo”, afirma Fermín Solís.

¿Con qué niña intrépida te quedas? “La que lee cómics en la cornisa. Felisa. Aunque es difícil elegir”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Pues respecto a mis nuevos trabajo es más clásico, últimamente estoy evolucionando con la línea, haciendo cosas más atrevidas. En estas me mantuve bastante fiel al estilo del anterior libro”, nos cuenta Fermín Solís.

¿Con qué técnicas trabajaste? “En este caso, la técnica es digital”.
Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Te diría que casi lo más difícil es encontrar la rima divertida para cada nombre. A veces hay nombres difíciles de rimar. Luego me hago un boceto en un papel, y finalmente lo paso a limpio en digital”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “En noviembre aparece mi nuevo libro publicado por la editorial Salamandra. Fue el proyecto con el que gané el premio Salamandra FNAC de novela gráfica. Se trata de una historia que transcurre en un pueblecito de Extremadura llamado Deleitosa y, de nuevo, lleva como protagonista a una mujer”.
Álbum Ilustrado
Anna Pirolli nos guía en el viaje de ‘Fred y Gloria’

Fred ha recibido una carta de su amiga Gloria, que vive al otro lado del océano. Pero… ¿Dónde está el océano? ¿Cómo se llega hasta alguien a quien quieres mucho, pero no sabes dónde está? La editorial Flamboyant publica “Fred y Gloria”, escrito por Ratha Tep e ilustrado por Anna Pirolli. Una historia para leer en voz alta, compartir en silencio y soñar despiertos. Con Anna Pirolli charlamos un poco más sobre este libro.
¿Cómo surgió este proyecto? “Del encuentro entre Ratha Tep, una talentosa periodista que también escribe libros infantiles, y mi agente, Debbie Bibo. Ella me propuso el texto y acepté: me encantó de inmediato la ironía de la historia y la fuerza del personaje principal”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Una historia de amistad que va más allá de las apariencias, una aventura llena de desafíos y situaciones irónicas a través de lugares increíbles, encuentros con personajes extraños y un giro que asombrará a todos”, asegura Anna Pirolli.


¿Qué te pareció el texto de Ratha la primera vez que lo leíste? “Me pareció muy tierno, divertido e intenso. La elección de Fred es contundente y no teme las consecuencias. Me gusta este tipo de personaje: aparentemente pequeño, pero al final decidido e incisivo, como una cuchilla afilada. Me encanta la ironía, y este libro está lleno de situaciones divertidas que aligera el difícil viaje del protagonista. Y también me pareció curioso que la historia comience con una correspondencia. Las cartas son un medio de comunicación casi obsoleto, pero conservan un atractivo poderoso y evocador”.

¿Cómo fue el proceso previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, documentación, pruebas y quizás incluso bocetos en un cuaderno… “Me encanta interpretar textos y encontrar el registro adecuado para dar vida al contenido, a veces oculto, de la historia -confiesa Anna Pirolli-. En cuanto leo una historia, tengo impresiones visuales, pero no tengo una idea precisa de cómo será el libro terminado, así que dedico mucho tiempo a recopilar ideas e imágenes que me ayudan a adentrarme cada vez más en la atmósfera del texto. Cuando esta sensación se hace más evidente, me sumerjo y empiezo a dibujar: primero los personajes, luego los escenarios”.


¿Qué dirías que caracteriza tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otras obras? “Esta fue mi primera vez usando acuarela y me divertí mucho. Desde hace unos años, siempre que puedo (dependiendo del tiempo disponible y del coste del proyecto), dibujo analógicamente. Tras veinte años de técnicas digitales, necesitaba volver a tocar la veta del papel y a oler los colores. La satisfacción de pintar no tiene precio, y la había olvidado -continúa Anna Pirolli-. Quería que las ilustraciones de este libro contaran la historia de Fred con detalles realistas. Quería crear entornos agradables e inmersivos para los niños, retomando las imágenes «clásicas» de los libros de mi infancia, que aún recuerdo y que me transportaron a un mundo paralelo”.

¿Qué técnicas utilizaste entonces? “Acuarela, aplicada en una capa muy densa”.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “¡Empecé a trabajar en este proyecto hace tres años! La primera versión del storyboard fue completamente diferente; me centré por completo en los personajes y casi nada en los escenarios. Mi agente se lo presentó a los editores, quienes lo apreciaron, pero con algunas reservas: parecía demasiado minimalista (¡y sin duda lo era!), y quizás el título no era apropiado. Dejé el libro a un lado por un tiempo, porque tenía otras cosas que hacer. Cuando finalmente lo retomé, dos años después, tenía una mentalidad diferente y empecé desde cero. La autora también hizo algunos cambios: dejar que el proyecto «descansara» nos ayudó a centrarnos mejor en los temas fuertes del texto. Si los lectores supieran las revoluciones que hay detrás de un libro infantil «sencillo», ¡se sorprenderían de la cantidad de trabajo!”, nos cuenta Anna Pirolli.


¿En qué estás trabajando ahora? ¿Nuevos proyectos? “Disfruto mucho dando clases, así que estoy preparando nuevos cursos para ofrecer en escuelas y por fin estoy escribiendo mi propio proyecto. Pero no te diré nada, ¡soy supersticiosa!”.

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