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Cómic

Ana Miralles y Emilio Ruiz y la Ava Gardner menos conocida en ‘Ava’

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Ana Miralles

En 1954, la estrella de cine Ava Gardner está en la cima de su carrera y acaba de estrenar una de sus obras cumbre: ‘La condesa descalza’. ‘Ava’ transcurre durante la promoción de la película en Sudamérica. Al aterrizar en Río de Janeiro, se encuentran con un país apasionado por el cine que está de luto por el reciente suicidio de su presidente, Getúlio Vargas. Un escenario y unas circunstancias extremas que sirven a los autores para descifrar las claves de la personalidad de Ava Gardner, una mujer que se enfrentó a todos en un tiempo en el que gozar de la misma libertad que un hombre suponía una verdadera transgresión. Emilio Ruiz y Ana Miralles, han buceado en memorias, biografías y documentos para tratar de reflejar con precisión a la persona detrás del mito y darle voz propia a una de las mayores estrellas de la época dorada de Hollywood en este cómic editado por Astiberri. Con Ana hemos charlado un poquito más sobre este libro, que ha obtenido el Premio Todostuslibros al mejor cómic nacional 2025.

Ana Miralles

¿Cómo nace todo? ¿Cómo empieza? Ana Miralles: “Teníamos ganas Emilio y yo de trabajar otra vez juntos. Hemos tenido un periodo en el que yo necesitaba también hacer otras cosas y me centré más en el tema de las ilustraciones, de la exposición y tal. Pero como hemos trabajado prácticamente desde el principio de mi carrera, siempre hemos hecho cosas juntos, pues pensamos que el siguiente proyecto también podría, después de ‘Djinn’, que fueron 16 años trabajando con Jean Dufault, pues pensamos que podía ser una oportunidad para hacer una historia ya más rotunda y con más tiempo y más seria. Entonces Emilio se puso a investigar y fue él quien propuso la historia, realmente. Estuvo estudiando y como los dos somos aficionados al cine, pues nos pareció muy adecuado”. 

Entiendo que ha sido muy importante ese período de documentación, de investigación que hay, no sé si previo o incluso durante el proceso de elaboración de este proyecto. “Sí, bueno, las cosas no se preven así tan absolutamente rotundas, van surgiendo y es poquito a poco, Emilio y yo somos pareja, vivimos juntos y día a día vas construyendo un poco el edificio. Entonces, con ‘Ava’ pasó eso. Él, aparte del interés del cine, me dijo: “es que pienso que si alguien la tiene que dibujar, tienes que ser tú. Tú podrías abordar este problema del parecido, del aire, de darle vida a este personaje de una forma más o menos exitosa, por lo menos que se pareciera, dentro de lo que es el realismo y el registro que yo trabajo”, nos cuenta Ana Miralles.

“El tema de abordar el trabajo fue también muy paulatino, poquito a poco fuimos trabajando con mucha documentación, Emilio ha leído muchísimas, todas las biografías que le han caído en las manos y ha ido recogiendo lo que ocurre siempre con estos trabajos, un exceso de información que luego tienes que digerir y ponerlo en imágenes”.

Ana Miralles

¿Qué peso ha tenido en todo ese trabajo el cine, las películas? “Pues bueno, todo, porque ya te digo, nos gusta mucho el cine clásico y las referencias son constantes. Con ‘Ava’ teníamos también ese punto de, no sé cómo explicarlo, de decir que había que hacer un poco de justicia, aunque sea una justicia poética, porque todos los documentales que nos vimos, aparte de los libros, siempre daban la misma versión de su historia y de su vida, que es una versión que yo entiendo que ha sido la de sus supervivientes, concretamente todo el entorno de Sinatra y todo eso. Entonces se hablaba siempre más de su vida amorosa, siempre con él como protagonista y a nosotros esa versión concretamente también nos parecía sesgada, porque además se alineaba mucho con lo que sería el tratamiento que le había dado la prensa de la época al personaje. Entonces, claro, el afán de investigar un poco más en su vida nos llevó a eso. También yo intentaba a través de sus películas ver cómo actuaba ella, cómo evolucionó. También percibir un poco más de lo que era su personalidad, porque de ella no han quedado imágenes fuera de lo que es la actuación, me refiero a imágenes en movimiento. Hay muchísimas fotos, pero ella se preservó mucho lo que es su intimidad”. 

Ana Miralles

“Trabajar ese personaje con esas claves, tienes que hacerlo desde el respeto y desde el cariño también -continúa Ana Miralles-. Y bueno, hemos intentado completar un poco el retrato que de ella hay, que no negamos todo lo que se dice de ella porque es cierto, que era alcohólica y que era una mujer que hacía su vida promiscua, pero como lo son muchos hombres, pero a ellos no les ponen objeciones si tienen muchas novias o no. Queríamos evidenciar la diferencia de trato al ser ella una mujer. Y como ella hizo lo que le dio la gana en esta vida, sin importar lo que dijeran de ella realmente, pues pagó por ello. Esa es la realidad. Se lo hicieron pagar y la prensa se le echó encima”.

Ana, si tuvieras que describir en unas pocas frases qué se van a encontrar los lectores cuando empiecen a pasar las páginas de este cómic… “Bueno, hemos trabajado varios niveles. Entonces, según el interés del lector, se pueden encontrar la historia de un fin de semana, de una star de la época en Río de Janeiro, con una serie de problemas que surgieron que no se esperaban y ver cómo ella reaccionaba. Y para los que están más metidos en el tema del cine, pues hay referencias. Sobre todo por las referencias que se nombran por los personajes, los enlaces que hay, los guiños, ese tipo de cosas. Entonces, yo creo que hay diferentes lecturas. También podemos hablar de la clave feminista y reivindicativa, en el sentido de que ella, con su actitud, aunque ella no era abiertamente, no se declaraba feminista, pero de facto sí que lo fue porque no permitió que nadie decidiera sobre su vida. Aunque fue una mujer que en su momento también fue maltratada y tuvo los problemas que sufren muchísimas mujeres. Pero bueno, por lo menos era alguien que tenía muy claro que era dueña de su vida. Desde ese punto de vista, yo creo que puede interesar a muchísimos tipos de lectores”.

Ana Miralles

Ana, si hablamos un poquito de las ilustraciones, de lo que es el dibujo, ¿qué dirías tú que tienen de característico tus dibujos para este trabajo? ¿Qué hay de diferente con respecto a otros anteriores? “Bueno, aquí he tenido que documentarme con muchísima aplicación, vamos a decirlo, ¿no? Porque al ser un personaje histórico no demasiado alejado en el tiempo, tampoco se podría fantasear tanto -asegura Ana Miralles-. Recuperar toda una época, que a mí es algo que me encanta, me encantan los viajes en el tiempo y de alguna forma con todas mis historias los recreo. Siempre me gusta recrear mundos perdidos y para ello hay que documentarse, hay que echar mano de todo lo que se tenga, ya sean fotos o pinturas de la época. Todo el tratamiento que le he dado tanto en el color como en el dibujo y la documentación, pues ha sido hasta donde yo he podido llegar de la forma más exhaustiva posible”.

Ana Miralles

“No me he permitido demasiadas licencias, pero vamos, para mí ha sido un verdadero placer. Desde los trajes, los personajes, los peinados, todo eso que te hace creíble una historia porque estás sintiendo un poco el aroma de la época, en todas las cosas que ellos hacen. También está, por ejemplo, el personaje de Río de Janeiro, que es una ciudad que hoy en día ya no es lo que Eva visitó, porque ella lo visitó en el año 54 y todavía tenía vestigios de una cierta arquitectura colonial. Era una ciudad muy blanca, edificios blancos, todos de los años 20, 30. Entonces, eso poco a poco en los años 60 fue desapareciendo, entró otro tipo de arquitectura y la ciudad cambió su fisonomía. Entonces, recrear esa ciudad también ha sido una búsqueda bastante interesante porque nos hemos basado en fotos, en algún documental y también hemos hecho un poco los recorridos que ella hacía”, asegura Ana Miralles.

Ana Miralles

“En la medida de nuestras posibilidades hemos intentado ser bastante exhaustivos, pero sin pasarnos. Tampoco esto es como para hacer un tratado ni de arqueología ni de arquitectura, por supuesto. Es siempre un trabajo libre y un trabajo de sugerencia más que académico. La idea era recrear el ambiente y un poco el aroma de lo que era el Río de la época”. 

Y Ana, ¿con qué técnica sueles trabajar o has trabajado en este proyecto en concreto? “Yo soy, en ese sentido, fiel a lo que aprendí en su momento, y no me he reciclado con las nuevas tecnologías. Yo trabajo con lápiz y con acuarela. Y el soporte es el papel, no hago trabajo digital, porque aprendí a hacerlo de esa manera, lo hago relativamente rápido y me resulta muy satisfactorio estar en contacto con materiales físicos y palpables. Es algo que no lo puedo evitar. Necesito tocar materia y tener un soporte que sea físico, con pigmentos y con papel. A mí en las pantallas debe de ser una cuestión, ya no digo generacional ni mucho menos, pero ya debe ser algo genético. En las pantallas no veo bien los colores, no me sugieren la creatividad, tanto como coger un papel en blanco… En la pantalla parece que el medio no me favorece ese punto. Entonces, ya te digo que todos mis originales son en papel y hechos mayormente con acuarela. Los primeros que hice, en la época de los ochenta, esos también estaban hechos con tinta y con pincel. Era un paso que me alargaba mucho el proceso y con el tiempo lo he ido aligerando. Ya lo hago todo directamente con lápiz”, confiesa Ana Miralles.

Ana Miralles

Te quería preguntar por la repercusión que está teniendo el cómic, sobre todo la buena acogida, porque imagino que estáis contentos con esa recepción, con el reconocimiento que está teniendo el libro. “Eso ya es un capítulo aparte, porque ha sido una satisfacción salvaje. No nos lo esperábamos ni en nuestros mejores sueños. Lo digo en serio. No es ni falsa modestia ni nada, porque cuando haces un trabajo, y además da igual todo lo que hayas hecho antes, es que cada cosa que haces es una botella con un mensaje que lanzas al mar. No sabes si lo van a recoger o se va a perder en las profundidades. El hecho de que tú hagas algo depende de muchísimos factores. Primero, que el editor lo haga bien. En este caso lo ha hecho de maravilla. Ha hecho un libro precioso. Que salga en el momento oportuno. La fecha ha sido buena y que además no tuvieras al lado la aparición de otro autor que haya podido hacer algo dentro del mismo registro y que sea mucho mejor que tú. O que tenga más tirón comercial. Entonces, en ese sentido, hemos tenido suerte. Y después la prensa ha sido muy sensible a la historia y nos ha tratado muy bien. Ha sido bastante unánime al hablar de sus virtudes y nosotros estamos muy agradecidos. Es algo que para nosotros no era habitual, por lo menos en España. Habiendo hecho yo tanto trabajo fuera, estaba un poco desconectada de todo el sistema que hay aquí. Pero me ha sorprendido muchísimo, porque ha sido realmente muy interesante. Interesante ver cómo la prensa se ha volcado. Y luego el público, ya en las dedicatorias, pues lo veo que hay gente que está encantada y que además te lo dicen”.

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Cómic

Joaquín López Cruces, Enrique Bonet y ‘El otro mundo’

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Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

Verano de 1933. Un reducido grupo de estudiantes y maestros llega a Neveros, una remota aldea de la Alpujarra, enviados por el gobierno de la Segunda República para desarrollar allí uno de sus proyectos culturales más ambiciosos: las Misiones Pedagógicas, con las que quiere hacer llegar a los campesinos un inmenso patrimonio cultural al que nunca han tenido acceso -la música, el teatro, la poesía, el arte…-. En sesiones cargadas de magia, les descubrirán el cine y sus asombrosas proyecciones; les ofrecerán charlas sobre sus derechos y deberes como ciudadanos de la República, y les dejarán el rastro imperecedero de una biblioteca de libros y discos de pizarra. Con mucho esfuerzo, los viajeros se irán ganando la complicidad y el entusiasmo de los aldeanos, especialmente de los niños; pero también la hostilidad y la desconfianza de quienes ven amenazadas sus ideas, sus creencias y sus formas tradicionales de vida…

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

El otro mundo’, editado por Astiberri, se inspira en la experiencia real de la Misión Pedagógica desarrollada en varios pueblos de la Alpujarra granadina en agosto de 1933, entre cuyos miembros se encontraban el cineasta José Val del Omar y el escritor y poeta Antonio Sánchez Barbudo. Enrique Bonet Joaquín López Cruces indagan en los efectos del choque cultural entre dos mundos que siempre se habían dado la espalda, y en el enfrentamiento entre los anhelos de transformación social y la feroz resistencia al cambio y la pérdida de privilegios. Con ellos hablamos una mañana, en una cafetería junto al Arco de Elvira, en Granada, en una cafetería con libros que gestiona una familia gazatí. En las siguientes líneas tenéis algunas pinceladas y reflexiones alrededor de este trabajo.

¿Cuántos encuentros como este, aunque solo entre los dos, ha habido? “Alguna que otra, pero también muchas digitales, evidentemente, con mucho WhatsApp y mucho correo electrónico”, comenta Enrique Bonet. “Recuerdo que tuvimos la primera reunión, eso ya lo hemos contado varias veces, y esto fue por culpa de Munuera, fue el que nos lió. Fue en una reunión con varios dibujantes y cerveza -continúa Joaquín López Cruces-. Llevaba tiempo queriendo hacer un cómic largo, porque desde el primero que hice, hace más de 30 años, solo había hecho cosas más pequeñitas. Tenía mi propio proyecto, pero nada, eso de trabajar en solitario es muy complicado. Y fue Munuera el que me dijo que Enrique tenía un proyecto muy interesante”.

‘Le pedí a Enrique que me contara, pero me extrañó también un poco, porque siendo dibujante, y le dije: “¿no lo quieres hacer tú?” Y me dijo, no, no, estupendo”. “Yo llevaba tiempo dándole vueltas a la cabeza, con esta idea, con este proyecto de las misiones. Llevaba casi un año reuniendo documentación, pero no arrancaba con el guión”, apunta Enrique. “Si lo dibujas tú, no me lo pienso.Porque Joaquín, él lo sabe, ha sido uno de mis referentes o de mis maestros”.

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

¿El proceso de documentación? Enrique Bonet: “Yo había reunido mucha documentación escrita, empecé a informarme sobre las misiones, porque en internet había muchísima información, muchos artículos, y luego un libro que fue la fuente fundamental de información, tanto para mí como para Joaquín, que es un catálogo de una exposición que hizo la Residencia de Estudiantes hacia 2006, muy rico en imágenes y fotos. Es un libro muy bien editado. Fue un incentivo también para empezar a meterme en el mundo gráfico. Porque a mí esta idea surge gráficamente. La primera idea fue viendo imágenes que encontré por casualidad, y vi las primeras imágenes de un pequeño documental rodado por Val del Omar. Y esas primeras imágenes fueron las que me abrieron la pista y lo que me motivó a hacer la historia”. 

“También unida al tema de la Alpujarra -continúa Joaquín López Cruces-, que es un mundo que conozco bastante. He ido muchas veces y me parece también muy sugerente para dibujarlo”. En este momento comentamos cómo se refleja la singularidad de esta comarca granadina en una doble página, en la que Joaquín nos traslada casi a vista de pájaro a la plaza del pueblo… “Sí, eso fue gracioso, hacer la doble página fue una sugerencia de un amigo, de Javier de Isusi, el dibujante. Le enseñé las páginas que llevaba, y esa ilustración era una media página. Y me dijo, “estás loco, ponlo más grande, eso merece más”. Entonces, empecé a pensar, hice la prueba, y claro, tenía razón. Pero eso me obligó a retroceder, para que eso fuera una doble página, tuve que volver al principio y rehacer muchas cosas. Pero se lo agradezco, porque es una doble página que le gusta mucho a la gente. Además al lector le ayuda a descansar un poco, a situarse, a entender ese momento, hay como un cambio de ritmo, narrativamente funciona muy bien”. 

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

Una de las esencias de la historia es ese momento previo a la Guerra Civil, en el que ya algo se palpa en el ambiente. “Realmente el objetivo de la historia es contar ese momento en el que ya la gente no se ponía de acuerdo, la gente no hablaba, sino que empezaba a haber un enfrentamiento en el que el diálogo parece que era imposible”, señala Enrique Bonet. Y, claro, el papel de las misiones era todo lo contrario, era la idea de llevar la cultura, el diálogo, la razón, de extenderla a todos los rincones, y te encuentras con esa realidad donde el país ya empezaba a estar dividido y partido. Que, además, tiene unas lecturas muy contemporáneas también, desgraciadamente. Quizás no era la intención, alprincipio, no teníamos esa idea, pero luego te das cuenta de que estamos casi reflejando un momento”. 

“Una cosa que me ha gustado mucho, a la hora de todo el desarrollo del libro, es que muchas de las cosas que han ido ocurriendo con el libro han sido, no digo casuales, sino que la propia estructura de la historia, los propios elementos que Joaquín iba aportando, van construyendo la historia. Al final, es todo como muy orgánico”. 

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

“No había cosas premeditadas, sino que han sido hallazgos que hemos ido encontrando, conforme el guión se iba construyendo y la historia iba creciendo también gráficamente. Aparte que yo he hecho una cosa que creo que no hay que hacer, que es que lo he dibujado por orden y página por página, y la primera parte incluso sin que se hubiera acabado el guión. Por eso, quizás, tiene ese aspecto orgánico, que ha ido desarrollándose”, indica Joaquín López Cruces.

“Él me ha sugerido cambios de dibujo, yo le he sugerido cambios de guión… Yo tenía una estructura básica desde el principio, que fueran tres días, tres actos, sabía cómo empezaba, cómo acababa, sabía más o menos lo que pasaba en medio, pero el desarrollo de todo eso lo fui desgranando poco a poco. Lo del color, también fue surgiendo. Me gustó mucho cuando Álex Romero dijo que parecía hecho por una sola persona, lo lees y no se nota que hay dos autores, y eso me encanta porque yo también lo veo así, y además pienso que esa es la magia de trabajar con alguien”.

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

Después hablaremos un poco más del uso del color, pero me gustaría también que habláramos de la figura del maestro. “Hay una frase cuando llegan al pueblo y los recibe el maestro, es el que recibe a la misión, porque las autoridades estaban en otras cosas, y uno de los componentes de la misión dice: “nadie mejor que un maestro para representar a la República”. Creo que esa es una de las claves también de la historia, el papel que hizo la República en ese sentido”, nos comenta Enrique Bonet. “Era un apoyo, todo ese suministro de libros, era para apoyar a la escuela y al maestro, para que tuviera herramientas. Las misiones, yo las veía como una extensión de la escuela pública, de ese intento que hizo la República y en el que invirtió muchísimo esfuerzo en dignificar el papel de los maestros, en crear escuelas, y que esas escuelas enseñaran de una determinada manera. Y las misiones eran un poco una extensión de esa política”.

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

“A mí lo que me gustaba de los proyectos de las misiones, entre otros, como el de La Barraca, que es más conocido, es que éste era un plan sistemático y un plan muy bien pensado, muy bien programado, muy planificado, y con una intención a muy largo plazo -continúa Enrique-. Lo que siempre pedimos en las políticas culturales, que no se suele hacer, aquí era una cosa muy a largo plazo, sabiendo que esto no iba a dar un resultado inmediato. Eran semillas. Y lo que contamos nosotros, la misión ha pasado por ese pueblo, ha dejado una semilla, y algo va a pasar ahí, personificado en esta niña, en Lucía, lo que recibe, pero no solo ella, porque el resto de los niños también, al final cambia su vida”. 

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

Vamos con el color, que lo marcan la niña, Lucía, el pelo de María y el fantasma… “Es como una V, porque es Lucía la que se relaciona con las otras dos -nos cuenta Joaquín López Cruces-. Fíjate que ni siquiera en el guión estaba eso, tampoco son exactamente protagonistas, porque María es una más de las misiones. Pero a mí me gustó, ya que teníamos una pelirroja, que es la que da ese color rojo, unirla con las otras, me parecía que era interesante. Al principio, yo pensaba hacerlo en blanco y negro, pero claro, una pelirroja en blanco y negro, cómo se indica, cómo se cuenta, es relevante que sea pelirroja, porque también añade ese punto de extrañeza a los lugareños… Pensé hacerla a dos tintas, hice bastantes pruebas, a ver cómo quedaba, pero en el fondo era como un reto para mí, porque siempre he sido más dibujante de líneas, de blanco y negro. Al final me obligué a trabajar con una paleta pequeña. Que no fuera blanco y negro, pero mitigarlo de manera que el rojo destacara”. 

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

¿Y las técnicas? “Hice bocetos a lápiz, pero en una libreta aparte, y luego las páginas están dibujadas directamente en un iPad. A veces fotografiaba los bocetos con el mismo iPad o escaneaba alguna cosa, si lo tenía muy trabajado prefería escanearlo y lo calcaba”, afirma Joaquín López Cruces.

¿Y el fantasma? “Bueno, esta es una historia de ficción, estamos fabulando, estamos en un mundo donde se van a mezclar elementos mágicos con elementos reales y quería jugar desde el principio en ese terreno, no de la fantasía, pero sí donde, como fabulador, nos permitía hacer cualquier otra cosa. Y si conseguíamos que el lector ya desde el principio entrara en ese juego, pues ya eso nos daba una herramienta. Tenía claro desde el principio que quería mezclar el tema de la magia, quería que aparecieran elementos mágicos y en la Alpujarra eso también estaba muy presente”, asegura Enrique Bonet. “Y en ese mundo pensé rápidamente en este fantasma, que nos permitía, por un lado, tener el contacto con la niña, como la niña era muda, la niña no hablaba, el único personaje con el que mantiene cierto diálogo es con este fantasma, aunque ella no habla, pero hay un diálogo entre las dos, y permitía introducir esas pinceladas de lo que está por venir, del futuro y también esa referencia al pasado sangriento de la Alpujarra. Con todas esas claves se va construyendo ese personaje. Y luego la aportación de Joaquín, que fue fundamental, a la hora de darle forma a ese fantasma, que yo lo había imaginado de una manera totalmente distinta…”.

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

“Yo, en vez de poner a una señora andando, la envolví en sudarios, me documenté en esculturas griegas, porque era lo que me sugería a mí alguien envuelto así, en vendas, no iba a poner a la momia, pero tampoco a una señora muy bien arreglada. Esta mujer se ha despertado, la han sacado de ahí, pues estará envuelta así… Y luego, no sé, la primera vez que la puse andando, la subí unos centímetros por encima del suelo, y ya la hice que volara y todo. Pero yo pienso que sí, que si eres un fantasma, qué menos que puedas volar, no tienes esas limitaciones que tenemos en vida”, sonríe Joaquín López Cruces.

El otro mundo’ cuenta además con un sugerente apéndice de 16 páginas escrito por Enrique Bonet, que incluye diverso material gráfico y ubica lo que fueron las Misiones Pedagógicas que se desarrollaron en la Segunda República española. Un extra sobre el qué, y el quién es quién de aquel proyecto de promoción de la cultura que llegó a miles de pueblos y aldeas de España y que se desmanteló con la instauración de la dictadura franquista al fin de la guerra civil. También en esta parte del libro podemos disfrutar de los bocetos de Joaquín… “Tenía claro que quería meter algún tipo de complemento, de contextualización de las misiones -afirma Enrique Bonet-. Porque eso me permitía, también, no tener que explicar cosas en el tebeo. Habrá gente que se lea esto y quiera saber algo más, pero no se lo voy a contar en la historia”.

Joaquín López Cruces y Enrique Bonet
Joaquín López Cruces y Enrique Bonet

“La mayoría de bocetos son de la libreta, claro. Así es como yo trabajo, subo aquí las paginitas que hago antes de meterme en faena. Primero los hago sin páginas ni nada para ver si funciona la lectura de las viñetas, luego ver cómo encajan en la página… Tiene una parte que siempre es más rica el boceto”, añade Joaquín López Cruces.

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PROFESIONALES 4 reunirá a referentes del cómic y la ilustración en Madrid

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Profesionales 4

La cuarta edición de PROFESIONALES, el evento que busca poner en valor el trabajo y la trayectoria de los expertos del mundo del arte y el entretenimiento, ya tiene fechas: será del 13 al 16 de noviembre de 2025 en el Barrio del Cómic de Madrid.

PROFESIONALES 4 reunirá a lo más granado del sector del cómic, la ilustración, la animación y los videojuegos, reflejo de la diversidad de sectores en la que se mueven los profesionales, caracterizados por la versatilidad, por la disposición a tomar distintos caminos y aprender diferentes funciones, asegurándose opciones disponibles dentro de las diferentes industrias. 

Con una amplia programación gratuita y abierta al público, la cuarta edición vuelve con charlas y mesas redondas donde los profesionales compartirán su trabajo, experiencias y opiniones sobre la industria, talleres, actividades infantiles, etc. y, tras la enorme acogida del año pasado,  revisión de portafolios, en la que las personas interesadas podrán recibir comentarios de grandes profesionales de la industria.

Profesionales 4

Esta edición apostará, además, fuertemente por el networking entre los asistentes. Para ello, habilitará espacios durante las cuatro jornadas del evento. Asimismo, como novedad, celebrará una sesión de firmas de originales exclusivos; también, la primera de una serie de exposiciones homenaje a grandes figuras del cómic español ya fallecidas, en colaboración con Madrid Cómic Summit. Este año, en memoria del dibujante Enrique Ventura. 

Recorrido

En 2017, tuvo lugar la primera edición de PROFESIONALES que consistió en una firma multitudinaria de artistas del mundo del cómic en la céntrica Omega Center, con invitados de la talla de los dibujantes David Lafuente, David López o Pepe Larraz. Lo que comenzó siendo una reivindicación de la figura de los profesionales del dibujo a nivel nacional se acabó convirtiendo en una puesta en valor de los mismos, así como la mejor forma de acercar su trabajo al público amante del cómic, interesado en adquirir su producto y obra. 

Profesionales 4

Tras 6 años, y ante la insistente demanda del público, PROFESIONALES volvió a la carga el año pasado; esta vez, como un proyecto más grande y ambicioso. Se involucraron a algunas de las librerías que conforman el Barrio del Cómic de Madrid (Elektra Cómics, Atom Cómics, GenX Puebla y Omega Center) y se contó con la participación de más de 30 profesionales de diferentes sectores, sumando además del cómic, la ilustración, la animación y los videojuegos. 

El resultado: un evento multidisciplinar de tres días de duración con más de 20 actividades. Como colofón, se organizó una gran sesión de revisión de portafolios para aspirantes a profesionales, respondiendo a la esencia de un evento creado por profesionales para profesionales, independientemente de la fase de su carrera se encuentren.

Profesionales 4

Tal fue la acogida del evento que, la siguiente edición, PROFESIONALES 3, cerró con una participación récord de casi mil asistentes, logrando así el objetivo de convertirse en punto de encuentro entre profesionales, aspirantes a profesionales y público general, dando respuesta a la necesidad de crear un evento de esta naturaleza. 

Barrio del Cómic de Madrid

El Barrio del Cómic hace referencia a una zona céntrica de la capital conocida por concentrar numerosos establecimientos y actividades en torno a la cultura pop, geek y friki.

Este área, punto de encuentro para los aficionados de los cómics, el manga, el gaming, la literatura de fantasía y ciencia ficción, la novela gráfica, etc., se organiza en torno a la comúnmente conocida Plaza de la Luna, a tan solo unos pasos de Gran Vía, punto donde desde los años 80 establecieron campamento base la mayor parte de las tiendas especializadas en esta subcultura.

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Para impulsar la zona, varios de los propietarios de los establecimientos más icónicos del barrio crearon un proyecto bajo el nombre Barrio del Cómic que ha lanzado su propio mapa para que los aficionados puedan hacer la ruta sin perderse nada.

Actualizado recientemente, cuenta ya con casi una veintena de librerías. Entre otras, Otaku Center opta por el producto japonés, Hobby Converters se centra en los productos de segunda mano frikis y Metrópolis, en cómics de Estados Unidos. También en cómics y merchandising se especializan Omega Center, Atom Cómics, Generación-X Puebla o Crisis.

Profesionales 4

Sobre Profesionales

Profesionales es un evento independiente de cómic, ilustración, animación y videojuegos que busca poner en valor el trabajo y la trayectoria de los profesionales del sector, y convertirse en punto de encuentro de referencia para expertos y aspirantes a profesionales.

Profesionales es un evento gratuito y abierto al público, creado y organizado por profesionales y dirigido a profesionales, aspirantes a profesionales y amantes de la industria del arte y el entretenimiento.

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Marina Velasco y su trabajo en ‘Mientras sea verano’

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Marina Velasco

El verano es una época de oportunidades, capaz de crear situaciones que en ningún otro momento se darían. En Almajadilla, un pequeño pueblo ficticio que aúna la cultura mudéjar aragonesa y la herencia andalusí del sur, coinciden dos mujeres de generaciones y vidas muy distintas. Lejos de chocar, crean un fuerte vínculo gracias a la búsqueda conjunta del amor propio: Fina, vecina y trabajadora del pueblo, nunca lo ha conocido; a Berta, recién llegada de la ciudad, se le ha arrebatado a la fuerza. ‘Mientras sea verano’, editado por Salamandra Graphic, es una historia que homenajea la cultura popular, celebra la diversidad y pone en valor el conocimiento transmitido entre mujeres. Con su autora, Marina Velasco, hablamos en las siguientes líneas.

Marina Velasco

¿Dónde está el origen de este proyecto? “El proyecto surge de las ganas de reflexionar sobre las posibles relaciones que se darían si nos detuviéramos a conocer verdaderamente a las personas de nuestro entorno (compañeras de trabajo, vecinas, etc…). Personas con las que compartimos gran parte de nuestro día y, sin embargo, apenas conocemos”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Encontrarán dos historias de crecimiento. Dos mujeres, totalmente opuestas, que coinciden en un pueblo recóndito de España. Movidas por su necesidad mutua de compañía, entablan una relación que les hace reflexionar y aprender sobre el cuidado. Todo ello contado desde la cotidianeidad y el humor. Acompañado de las sorpresas, el color y la magia que una DragQueen inesperada trae a sus mundos”, nos cuenta Marina Velasco.

Marina Velasco

¿Cómo fue el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Esta obra se aleja del carácter documental de «Que no se olvide«, introduciéndose en la ficción. Por ello el inicio del proceso tuvo que ser muy diferente. El primer trabajo era dar vida y personalidad a los personajes. Algo que, para mí, empieza en mi mente: creé tres personajes que dejé habitar mis pensamientos a su modo; observando la manera en que interactuarían unos con otros en la vida real y planteando situaciones ficticias con las que ir desarrollando su personalidad y su forma de expresarse -continúa Marina Velasco-. Una vez tuve los personajes y las motivaciones de la historia claras, llegó la hora de materializarlo. Para ello tengo un cuaderno, reservado exclusivamente a esta obra, que fui llenando de bocetos, ilustraciones, anotaciones de guion, etc.”.

Háblanos un poco más sobre cómo nacen estos personajes. “A pesar de ser personajes o historias ficticias, me gusta que mi trabajo nazca siempre de la realidad y de mi percepción del mundo. Observo el entorno, buscando detalles y fragmentos de historias que llamen mi atención y las anoto en mi cuaderno. Los personajes de «Mientras sea verano» nacieron de una de esas observaciones. Una breve situación en la que pude ver cómo el mundo de una mujer rural, que apenas conocía lugares fuera de su pueblo, se puso patas arriba al chocar, de manera inocente y genuina, con la comunidad LGTB”

Marina Velasco

¿Con cuál te identificas más? o ¿Qué hay de Marina en estos personajes? “Por edad, me es más fácil identificarme con Berta. Pero tengo un cariño enorme a Fina. Podría afirmar que Fina ha ido absorbiendo su ternura desbordante de mujeres imprescindibles en mi vida. Creo que es imposible descubrir a Fina y no quererla”, confiesa Marina Velasco.

¿Qué relación tienes (si la hay) con ese mundo rural que se muestra en el cómic? “Los veranos de mi infancia han trascurrido en un pequeño pueblo aragonés. Un lugar perdido en el monte, en el que la vida sucede ajena a la velocidad y la locura de las ciudades. Conforme crecí, mi vida se desplazó a Madrid y ninguno de los pueblos que yo veía a su alrededor se parecía a los pueblos de mi memoria. Eran grandes, con carreteras recorriendo sus calles y con tantos habitantes que no podían conocerse todos entre ellos. Por trabajo, me marché una temporada a la zona rural de Almería. Y para mi sorpresa, allí, en la otra punta de la península, los pueblos eran iguales a los que tanto conocía. Pueblos pequeñitos, llenos de cuestas, de rincones en los que ni los coches ni las prisas pueden entrar, con una historia propia en la que todos sus habitantes son protagonistas. De esa gran sorpresa surge el pueblo de esta historia, Almajadilla. En el que se mezcla la herencia Andalusí con la Mudéjar, el sur con el norte y nos da como resultado un lugar que podría estar en todos y en ningún sitio de España”.

Marina Velasco

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Mis ilustraciones están siempre marcadas por la búsqueda de la expresividad. No pretenden ser anatómicamente correctas o fieles a la realidad, sino que deforman la perspectiva y las proporciones para ganar expresividad y narrar a través de los cuerpos. En esta obra, busco además explorar con mayor profundidad el lenguaje del cómic. Parto de las composiciones de viñetas más clásicas y juego con ellas para crear páginas dinámicas llenas de color y movimiento”, afirma Marina Velasco.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Al igual que en mi obra anterior, parto del dibujo analógico. Me gusta mucho la fuerza y la expresividad que los materiales dejan sobre el papel. Creo todas las ilustraciones en papel, empleando lápiz y manchas de tinta. Seguidamente escaneo los dibujos y les añado el color de manera digital”.

Marina Velasco

Nos ha llamado mucho la atención y nos ha encantado ese recurso que has utilizado en algunas viñetas para describir algunas acciones o movimientos, a través de flechas discontinuas, y nos gustaría que nos hablaras un poco de este recurso. “Ese recurso viene de mi pasión por el movimiento. Me encanta jugar con las diferentes maneras de representarlo -comenta Marina Velasco-. Por ello, en la obra podemos ver figuras que se duplican, como si se superpusieran los fotogramas de una animación tradicional. O cuerpos de los que salen numerosos brazos, siguiendo el movimiento que realizan cuando gesticulan al hablar. Las flechas acompañan estas estrategias. En algunos casos enfatizan el dinamismo y guían el movimiento de la propia ilustración. En otros, adquieren un valor más irónico, recalcando detalles que ya son obvios para el espectador”.

Marina Velasco

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Después de haber publicado dos libros en 2025 («Mientras sea verano» y «Luna por encima de todo«), ahora estoy tomándome un pequeño descanso antes de ponerme manos a la obra con los siguientes proyectos editoriales que tengo en mente. Mientras tanto, sigo trabajando en proyectos artísticos de otra índole, como mi colaboración con La Pulpería, espectáculo de la DragQueen Lucy Octopussy, que dibujo en directo y para el que realizo toda la cartelería; el diseño del cartel del XXIV Salón del Cómic de Zaragoza; o intervenciones artísticas para el Festival Asalto de arte urbano”.

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