Entrevistas
Anna Castagnoli y ‘El vuelo de la familia Knitter’: «Había algo de heroico y también un poco melancólico en este vuelo sin parada, algo como una metáfora escondida sobre la vida: hay que tener el coraje de quitar lo que conocemos, y seguir andando»

La familia Knitter era una familia normal, compuesta de padre, madre, dos hijos, un perro, un gato y un canario. Y es precisamente el canario quien, un día particularmente bochornoso en el que apenas se puede respirar, les enseña a volar.
Así que, al principio de las vacaciones, la familia decide irse volando y, de tanto volar, llega a una isla paradisíaca, en la que los días pasan rápido y pronto llega la hora de volver. Y es que todo lo empieza se acaba.
Al menos eso es lo que se suele decir, sin embargo la familia Knitter tendrá que cuestionarse precisamente ese punto de sentido tan común. ¿Y si hubiese cosas que una vez aprendidas marcan un cambio tan grande en tu camino que no hay vuelta atrás? Así nos presenta la editorial A buen paso este álbum ilustrado: ‘El vuelo de la familia Knitter‘, una historia de Guia Risari que ilustra Anna Castagnoli. Con ésta última hemos charlado sobre los entresijos de este proyecto.
¿Cómo nació este proyecto? «De la manera mas clásica, la editora, Arianna Squilloni, me envió el cuento de Guia Risari y me preguntó si estaba interesada».
¿Qué te pareció el texto de Guia Risari la primera vez que lo leíste? «Me gustó desde el primer momento. Cuando era niña pensaba que si no era capaz de volar era porque no tenía bastante fuerza de voluntad. Hacía pruebas de vuelo cada vez que había un poco de viento. Además, las vacaciones eran para mí un momento idílico. Todas la tensiones y la dificultad del año desaparecían de repente. Mis padres tenían más tiempo para jugar con nosotros; no había escuela (que odiaba…); los lugares de naturaleza donde íbamos eran salvajes y magníficos. Pues, una ‘maravilla’, exactamente como una ‘isla que parecía recién surgida del mar”. Cuando leí el cuento, todas esas imágenes de paz y belleza me surgieron delante».
¿Qué mensaje nos transmite esta historia? ¿Cómo contribuyen las ilustraciones a ese mensaje? «En un primer momento pensé que el mensaje era demasiado idealizado: Los Knitter parecen una familia perfecta, dejan la realidad y se refugian en una isla paradisíaca, también perfecta. Demasiado sencillo. ¿Por qué engañar a los pequeños lectores? Este pensamiento me bloqueó por mucho tiempo. Mi marido, para ayudarme en mi búsqueda de un estilo, me decía: «Piénsalo como un sueño. Los libros pueden ser sueños. Necesitamos soñar». Esta idea no me convencía. Nunca me han gustado, ni siquiera cuando era niña, los libros con historias perfectas, donde todo sale bien y el final es feliz. Siempre me han parecido engañosas.»
«Pero, al darle vueltas al cuento para buscar la manera de ilustrarlo, empecé a ver que no era tan sencillo. ¿Por qué los Knitter se van de casa? ¿Por qué nunca regresan? Y, sobre todo, ¿por qué después de haber encontrado la isla perfecta, llena de ‘piedras grises, árboles centenarios y guaridas de animales, silencio y paz’, se van de nuevo? Había algo de heroico y también un poco melancólico en este vuelo sin parada, algo como una metáfora escondida sobre la vida: hay que tener el coraje de quitar lo que conocemos, y seguir andando. Entonces decidí poner algo de real en mi estilo y en las imágenes, para valorar este coraje. Un picnic sobre nubes, una ciudad llena de polución, juegos que podrían hacer también los niños en el mundo real. Solo en la realidad se puede ser valiente».
¿A dónde volarías tú si aprendieras? «A la isla de los Knitter».
¿Qué nos puedes contar de las ilustraciones? ¿Qué tienen de característico? ¿Qué hay de nuevo o diferente respecto a otros trabajos? «He hecho un cambio de estilo respecto a mis libros precedentes, como ‘El Caballero Pepino’ o ‘Caminos sin nombre’ (OQO). Son ilustraciones más vivas, menos contemplativas. He buscado algo del encanto que tienen para mi los libros alemanes de los años 20 del siglo pasado, pero con la fuerza, más cinematográfica, del álbum moderno. Por eso puse tres páginas seguidas sin texto. Trabajé también en crear una fractura entre texto e imágenes. Por ejemplo, en la última ilustración, la que cierra el libro, el texto dice que los Knitter se van volando, pero en la imagen los vemos tranquilamente sentados, mirando la noche llena de estrellas. Los quiero mucho a los Knitter en esta imagen. Puede ser que, al final, toda la historia ha sido, nada más que la expansion de este momento en el cual miran el cielo. ¿Ser humano no es esto? No poder llegar a guardar para siempre la belleza que vemos y vivimos, y aceptarlo…»
¿Con qué técnica están hechas? «Monotipia para la linea y acuarela para los fondos. Muchos viajes a la tienda de bellas artes para probar tipos de papel, tipos de acuarela, lápiz… Al final, para imprimir el color negro de la línea, el único papel que iba bien era el de un cuaderno antiguo que tenía en casa. ¡Tenía miedo de acabar las páginas antes de acabar el libro! Para el soporta del dibujo definitivo, he utilizado la ‘Canson Manga Illustrator’, un papel muy versátil y resistente».
¿Cómo fue el proceso de elaboración del libro? «Largo, muy largo. Tengo que agradecer la confianza y la paciencia que han tenido la editora y la autora para esperarme. La parte más larga fue la elección del estilo, cuando por fin lo encontré, la realización de las ilustraciones fue rápida. Me ayudaron a hacer el libro, paradójicamente, los atentados de París. Me afectaron tanto que tuve que decidir si bloquearme definitivamente, porque nada tenía sentido en un mundo tan estúpido, o dar un salto y acabar el libro. Pensé que los niños merecían un lugar donde confiar de nuevo en la vida, en ellos mismos, en la belleza. Un buen libro es también eso. Entonces puse toda mi energía y mi coraje y trabajé día y noche hasta que el libro no fue como lo quería. Cada dibujo lo he hecho y rehecho varias veces. Habitualmente soy un poco perezosa. Esta determinación me la han donado los Knitter».
Háblanos un poco del uso del color, que nos parece bastante característico… «Fue para mí la parte mas difícil del trabajo. No me gustan los colores cuando dibujo. Haría todo en blanco y negro, si pudiera. Busqué una manera de anular los colores entre ellos. De hacer casi desaparecer el color dentro de las gamas de grises y azules. Me ha gustado también hacer salir, página tras página, el tono de los azules hasta la noche final. Como algo que, poco a poco, toma cuerpo y realidad».
¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? «Sigo con mi trabajo de crítica en el blog ‘Le figure de Libri’, y además estoy escribiendo una guía del trabajo de ilustrador para el público italiano. Entre tanto, espero encontrar un texto que me enamore, para volver a ilustrar. Me gustaría ilustrar un libro de botánica, sobre las flores. Una botánica fantástica.
Álbum Ilustrado
Pedro Oyarbide y su visión de ‘El Principito’

Venerado por generaciones de lectores -pequeños y grandes- en todo el mundo, ‘El principito’ es un clásico inagotable que logra conmovernos en cada lectura. La historia de Saint-Exupéry narra el encuentro, en la soledad del desierto del Sáhara, entre un aviador que ha sufrido una avería y un niño que se acerca a él para pedirle el dibujo de un cordero. Este hombrecito de cabellos dorados, que ha viajado por varios planetas antes de recalar en la Tierra, es muy sabio en su inocencia. Su capacidad para el asombro y su arrojo en las preguntas constituyen el origen de las poderosas reflexiones sobre la vida que atesoran estas páginas.

“Puede que el piloto que nos cuenta la historia no consiguiera desarrollar su talento artístico, pero sin duda sí lo ha hecho Pedro Oyarbide, que ha reinterpretado con inigualable maestría uno de los libros más entrañables de la literatura universal”, nos cuenta la editorial Lunwerg. Sus ilustraciones, vibrantes y detalladas, nos ofrecen la extraordinaria oportunidad de asomarnos a este libro como si fuera la primera vez. Este es el primer libro ilustrado de este artista español, que está detrás de las icónicas portadas de la arrolladora saga ‘Blackwater’. Con Pedro hemos charlado un poquito más sobre su trabajo en ‘El Principito’.
¿Cómo nace este proyecto? “Pues es curioso, porque yo había propuesto a Lunwerg ilustrar ‘El Principito’, pero no era posible ya que aún no estaba en dominio público. Tiempo después, me encontraba ilustrando otro título cuando mi editora me dijo que justo se habían liberado los derechos, por lo que nos pusimos manos a la obra, dejando el otro libro en standby, ya que era una oportunidad buenísima de sacar cuanto antes mi versión de El Principito”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Mi intención no era hacer una versión actualizada, sino ofrecer una visión en paralelo a la original aportando mi estilo y estética -nos cuenta Pedro Oyarbide-. Me he alejado del aire delicado y aniñado de las ilustraciones originales y lo he traducido a mi estilo, en muchos casos ilustrando pasajes desde otra óptica completamente diferente y en algunas ocasiones simplemente reinterpretando los originales”.
¿Cómo era tu relación con este libro antes de este proyecto? ¿Cómo ha cambiado o cómo es ahora tras este trabajo? “No lo leí de niño, siempre me causó cierto rechazo el estilo naif de las ilustraciones. No ha sido hasta meterme de lleno con el proyecto cuando he descubierto realmente todo lo que ofrece el texto, e incluso ahora las ilustraciones de Saint-Exupéryme parece que cobran sentido. Por otra parte me parece que es un libro que ya seas niño o adulto, tiene lecciones para todos. No tengo duda del porqué de su trascendencia, forma parte de la cultura popular”.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de documentación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Es un tarea que a priori impone, por eso mismo, es uno de los libros más traducidos y leídos de la historia, quería hacer algo que estuviese a la altura, o al menos que yo estuviese orgulloso del trabajo -confiesa Pedro Oyarbide-. Primero de todo lo leí un par de veces y tomé anotaciones para potenciales enfoques, no había unos márgenes de tiempo demasiado grandes ya que corría prisa sacarlo cuanto antes. Fue un proceso bastante fluido y de los bocetos originales a las ilustraciones finales, apenas hubo cambios compositivos”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Romper con la estética asociada a la obra original puede que acerque el título a otros lectores”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajo en digital, desde el boceto al arte final”, afirma Pedro Oyarbide.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Tengo varios proyectos editoriales interesantes, por una parte sigo ilustrando portadas de Michael McDowell, el autor de Blackwater. Próximamente saldrá ‘Hija de la Venganza’ con Blackie Books. También estoy con un libro completamente ilustrado de uno de los autores más relevantes de la literatura contemporánea española, pero que desgraciadamente no puedo revelar. Saldrá en 2026. A parte de eso estoy trabajando en varios proyectos para Miller Lite y Playstation”.
Álbum Ilustrado
Fermín Solís nos presenta a ‘Las niñas intrépidas’

‘Las niñas intrépidas’ es el abecedario con las niñas más divertidas, personajes de la A a la Z que realizan las hazañas más increíbles. Un libro en mayúsculas que invita a la lectura autónoma, a jugar con los nombres propios y los pareados, y a aprender la grafía de letras. Las ilustraciones del premiado Fermín Solís juegan con personajes cómicos, un poquito gamberros y muy, muy divertidos. Con Fermín hemos charlado un poquito más sobre este proyecto que publica Editorial Libre Albedrío.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “El origen de este proyecto está en un libro anterior llamado Los niños valientes de las mismas características, pero que mezclaba nombres tanto de niños como de niñas. Digamos que esta es una actualización, pero las protagonistas son las chicas”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Se encontrarán un abecedario donde una serie de personajes realizan acciones bastante atrevidas. Algunas de ellas mejor no intentar hacerlas en casa”, asegura Fermín Solís.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “En este caso, no hay mucho trabajo de investigación, es un libro divertido sin más para primeros lectores y ya tenía la base del anterior”.
¿Cómo nacen estos personajes? “Pues al contrario que otros libros míos, donde los personajes son importantes, porque la historia gira en torno a ellos, en este caso es simplemente una serie de gags en función al nombre de la protagonista de cada página, es casi más importante la rima que el dibujo”, afirma Fermín Solís.

¿Con qué niña intrépida te quedas? “La que lee cómics en la cornisa. Felisa. Aunque es difícil elegir”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Pues respecto a mis nuevos trabajo es más clásico, últimamente estoy evolucionando con la línea, haciendo cosas más atrevidas. En estas me mantuve bastante fiel al estilo del anterior libro”, nos cuenta Fermín Solís.

¿Con qué técnicas trabajaste? “En este caso, la técnica es digital”.
Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Te diría que casi lo más difícil es encontrar la rima divertida para cada nombre. A veces hay nombres difíciles de rimar. Luego me hago un boceto en un papel, y finalmente lo paso a limpio en digital”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “En noviembre aparece mi nuevo libro publicado por la editorial Salamandra. Fue el proyecto con el que gané el premio Salamandra FNAC de novela gráfica. Se trata de una historia que transcurre en un pueblecito de Extremadura llamado Deleitosa y, de nuevo, lleva como protagonista a una mujer”.
Álbum Ilustrado
Anna Pirolli nos guía en el viaje de ‘Fred y Gloria’

Fred ha recibido una carta de su amiga Gloria, que vive al otro lado del océano. Pero… ¿Dónde está el océano? ¿Cómo se llega hasta alguien a quien quieres mucho, pero no sabes dónde está? La editorial Flamboyant publica “Fred y Gloria”, escrito por Ratha Tep e ilustrado por Anna Pirolli. Una historia para leer en voz alta, compartir en silencio y soñar despiertos. Con Anna Pirolli charlamos un poco más sobre este libro.
¿Cómo surgió este proyecto? “Del encuentro entre Ratha Tep, una talentosa periodista que también escribe libros infantiles, y mi agente, Debbie Bibo. Ella me propuso el texto y acepté: me encantó de inmediato la ironía de la historia y la fuerza del personaje principal”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Una historia de amistad que va más allá de las apariencias, una aventura llena de desafíos y situaciones irónicas a través de lugares increíbles, encuentros con personajes extraños y un giro que asombrará a todos”, asegura Anna Pirolli.


¿Qué te pareció el texto de Ratha la primera vez que lo leíste? “Me pareció muy tierno, divertido e intenso. La elección de Fred es contundente y no teme las consecuencias. Me gusta este tipo de personaje: aparentemente pequeño, pero al final decidido e incisivo, como una cuchilla afilada. Me encanta la ironía, y este libro está lleno de situaciones divertidas que aligera el difícil viaje del protagonista. Y también me pareció curioso que la historia comience con una correspondencia. Las cartas son un medio de comunicación casi obsoleto, pero conservan un atractivo poderoso y evocador”.

¿Cómo fue el proceso previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, documentación, pruebas y quizás incluso bocetos en un cuaderno… “Me encanta interpretar textos y encontrar el registro adecuado para dar vida al contenido, a veces oculto, de la historia -confiesa Anna Pirolli-. En cuanto leo una historia, tengo impresiones visuales, pero no tengo una idea precisa de cómo será el libro terminado, así que dedico mucho tiempo a recopilar ideas e imágenes que me ayudan a adentrarme cada vez más en la atmósfera del texto. Cuando esta sensación se hace más evidente, me sumerjo y empiezo a dibujar: primero los personajes, luego los escenarios”.


¿Qué dirías que caracteriza tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otras obras? “Esta fue mi primera vez usando acuarela y me divertí mucho. Desde hace unos años, siempre que puedo (dependiendo del tiempo disponible y del coste del proyecto), dibujo analógicamente. Tras veinte años de técnicas digitales, necesitaba volver a tocar la veta del papel y a oler los colores. La satisfacción de pintar no tiene precio, y la había olvidado -continúa Anna Pirolli-. Quería que las ilustraciones de este libro contaran la historia de Fred con detalles realistas. Quería crear entornos agradables e inmersivos para los niños, retomando las imágenes «clásicas» de los libros de mi infancia, que aún recuerdo y que me transportaron a un mundo paralelo”.

¿Qué técnicas utilizaste entonces? “Acuarela, aplicada en una capa muy densa”.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “¡Empecé a trabajar en este proyecto hace tres años! La primera versión del storyboard fue completamente diferente; me centré por completo en los personajes y casi nada en los escenarios. Mi agente se lo presentó a los editores, quienes lo apreciaron, pero con algunas reservas: parecía demasiado minimalista (¡y sin duda lo era!), y quizás el título no era apropiado. Dejé el libro a un lado por un tiempo, porque tenía otras cosas que hacer. Cuando finalmente lo retomé, dos años después, tenía una mentalidad diferente y empecé desde cero. La autora también hizo algunos cambios: dejar que el proyecto «descansara» nos ayudó a centrarnos mejor en los temas fuertes del texto. Si los lectores supieran las revoluciones que hay detrás de un libro infantil «sencillo», ¡se sorprenderían de la cantidad de trabajo!”, nos cuenta Anna Pirolli.


¿En qué estás trabajando ahora? ¿Nuevos proyectos? “Disfruto mucho dando clases, así que estoy preparando nuevos cursos para ofrecer en escuelas y por fin estoy escribiendo mi propio proyecto. Pero no te diré nada, ¡soy supersticiosa!”.

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