Entrevistas
Ana Sanfelippo y ‘Adoptar un dinosaurio’

Ale quiere una mascota: un perro, un gato, una gallina, un elefante… Pero sus padres NO quieren animales en casa. Un día la niña se encuentra un huevo gigante en el parque y se lo lleva a casa, lo cuida y lo mima. Cuando el huevo se rompe… Así nos presenta Nubeocho Ediciones el álbum ilustrado ‘Adoptar un dinosaurio‘, con José Carlos Andrés y Ana Sanfelippo. Con ésta última hemos charlado un poco más sobre este libro.
¿Cómo nace este proyecto? Ana Sanfelippo: «El proyecto llega a mí por parte de Luis Amavisca, de Nubeocho ediciones. Como vivo del otro lado del océano, en Buenos Aires, no conocía el trabajo de José Carlos, pero había un indicio en la descripción del texto por parte de Luis, “diversión y ternura”, que presuponía que podíamos ser una buena combinación. Así fue como estudié la propuesta y me alucinó a primera vista. Desde ya, luego resultó para mí un gran honor el hecho de que hayan pensado en mi trabajo para representar tan bellas líneas. Además, varios colegas ilustradores me habían hablado muy bien de la editorial, por lo que no cabían dudas de que sería una gran oportunidad».

¿Qué te pareció la historia de José Carlos la primera vez que la leíste? «¡Al instante me sentí identificada! ¿Quién no ha querido con insistencia una mascota cuando niño? Y en el absurdo de la historia es en donde encontré la idea de libertad con la que desean los más pequeños. Desde ese lugar conecté con la historia, lo que para un adulto puede ser entendido como un capricho, para un niño puede ser un sueño, y llevarlo a la realidad puede sorprender, liberar de prejuicios y provocar cambios en la vida de todos -asegura Ana Sanfelippo-. En definitiva nosotros los adultos muchas veces tenemos que aprender de la naturalidad con la que ellos disfrutan de lo desconocido, se sueltan a la aventura del conocer y crecer».
¿Qué van a encontrar los lectores en sus páginas? «Mucho color y detalles por sobre todas las cosas. Escenas divertidas e imaginativas. Y una cantidad importante de animales de los que siempre quisimos adoptar. No solo un dinosaurio como así nos menciona el título de la historia. Pienso que su gracia está en ello: lo primero que nos puede llamar la atención es la presencia de un dinosaurio en manos de una niña pequeña; pero el desafío y el gancho está en la adopción, en lo sencillo o complicado que puede ser hacer parte de la vida y cotidianidad a un integrante nuevo, y de las distintas maneras y formas que puede tomar ello».

¿Qué papel juega el humor en un álbum ilustrado como éste? «Jugó un papel primordial. Como mencionaba anteriormente lo absurdo de la historia es lo que interpela retóricamente al lector. Pone de manifiesto un imposible y como ilustradora quise llevar al extremo las consecuencias que tal cosa podría acarrear. El contraste entre el desenfado de alegría de los niños jugando con un dinosaurio, y el miedo sorpresivo que manifiestan los adultos; es lo que más me causó simpatía en el hacer. Se supone que los grandes son los que calman a los niños cuando éstos últimos están asustados, y en esta historia pasa todo lo contrario -afirma Ana Sanfelippo-. Y ni que hablar que no había solo uno, ni dos, había tres…»
¿Qué dirías que tienen de singular tus ilustraciones para este proyecto? «Quizás pueda decir que la singularidad la encuentro en lo emocional en los personajes. El texto narra una secuencia de hechos, pero no profundiza tanto en ellos, lo lleva con naturalidad. Quise jugar especialmente en hacer énfasis en eso, si Ale estaba enojada porque no la dejaban tener una mascota, puede leerse en su carita. A veces mientras dibujo me encuentro y me sorprendo poniendo las mismas caras que estoy dibujando; y me gusta pensar que cuando ven mis dibujos también transmiten esas emociones al punto de cambiar las expresiones de quienes lo estén leyendo».

¿Con qué técnicas trabajaste? «Usé acrílicos, y algunos detalles en marcadores y lápiz. Me resulta importante el blanco en la página para marcar la estructura en las composiciones. Y trato de combinar de manera equilibrada colores plenos con lineas o grafismos que terminen de definir las formas», relata Ana Sanfelippo.
Háblanos un poco del proceso de elaboración de este álbum ilustrado. «Fue un proceso largo de meses pero muy rico y fluido. Intercambiamos bocetos y en líneas generales compatibilizamos las ideas. Trabajamos sobre la síntesis y el vínculo que se genera entre el texto e imagen, y sobre el manejo del tiempo. Este último cumple otro rol fundamental en la historia, hay un antes y un después».


¿Qué dirías que has aprendido con este libro? «Cada libro nuevo me lo interpongo como un desafío nuevo, y el proponer supone un aprendizaje por la experiencia misma de hacerlo. Pero fundamentalmente uno se lleva el trabajo en equipo en proyectos de este tipo. Autor y editor en el mejor de los casos empujan al ilustrador a dar forma cosas que de otro modo no hubiesen sido. Y este fue uno de esos casos. Dejarse llevar sin resistencia pero sí con voz propia e intercambio ayuda a fortalecerse y a entender lo que uno como ilustrador está buscando. Siempre es un camino inacabado y espero que todo nuevo libro me siga conduciendo a este crecer profesional», asegura Ana Sanfelippo.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Proyectos nuevos? «Hay varios proyectos en marcha que se van concretando de a poco. Entre ellos puedo mencionar una serie de álbumes ilustrados que a través de la ficción tratan temas vinculados a la dislexia, autismo, y otros; un cómic para los más pequeños; y hay por allí dando vueltas un proyecto propio de silent book».
Álbum Ilustrado
Pedro Oyarbide y su visión de ‘El Principito’

Venerado por generaciones de lectores -pequeños y grandes- en todo el mundo, ‘El principito’ es un clásico inagotable que logra conmovernos en cada lectura. La historia de Saint-Exupéry narra el encuentro, en la soledad del desierto del Sáhara, entre un aviador que ha sufrido una avería y un niño que se acerca a él para pedirle el dibujo de un cordero. Este hombrecito de cabellos dorados, que ha viajado por varios planetas antes de recalar en la Tierra, es muy sabio en su inocencia. Su capacidad para el asombro y su arrojo en las preguntas constituyen el origen de las poderosas reflexiones sobre la vida que atesoran estas páginas.

“Puede que el piloto que nos cuenta la historia no consiguiera desarrollar su talento artístico, pero sin duda sí lo ha hecho Pedro Oyarbide, que ha reinterpretado con inigualable maestría uno de los libros más entrañables de la literatura universal”, nos cuenta la editorial Lunwerg. Sus ilustraciones, vibrantes y detalladas, nos ofrecen la extraordinaria oportunidad de asomarnos a este libro como si fuera la primera vez. Este es el primer libro ilustrado de este artista español, que está detrás de las icónicas portadas de la arrolladora saga ‘Blackwater’. Con Pedro hemos charlado un poquito más sobre su trabajo en ‘El Principito’.
¿Cómo nace este proyecto? “Pues es curioso, porque yo había propuesto a Lunwerg ilustrar ‘El Principito’, pero no era posible ya que aún no estaba en dominio público. Tiempo después, me encontraba ilustrando otro título cuando mi editora me dijo que justo se habían liberado los derechos, por lo que nos pusimos manos a la obra, dejando el otro libro en standby, ya que era una oportunidad buenísima de sacar cuanto antes mi versión de El Principito”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Mi intención no era hacer una versión actualizada, sino ofrecer una visión en paralelo a la original aportando mi estilo y estética -nos cuenta Pedro Oyarbide-. Me he alejado del aire delicado y aniñado de las ilustraciones originales y lo he traducido a mi estilo, en muchos casos ilustrando pasajes desde otra óptica completamente diferente y en algunas ocasiones simplemente reinterpretando los originales”.
¿Cómo era tu relación con este libro antes de este proyecto? ¿Cómo ha cambiado o cómo es ahora tras este trabajo? “No lo leí de niño, siempre me causó cierto rechazo el estilo naif de las ilustraciones. No ha sido hasta meterme de lleno con el proyecto cuando he descubierto realmente todo lo que ofrece el texto, e incluso ahora las ilustraciones de Saint-Exupéryme parece que cobran sentido. Por otra parte me parece que es un libro que ya seas niño o adulto, tiene lecciones para todos. No tengo duda del porqué de su trascendencia, forma parte de la cultura popular”.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de documentación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Es un tarea que a priori impone, por eso mismo, es uno de los libros más traducidos y leídos de la historia, quería hacer algo que estuviese a la altura, o al menos que yo estuviese orgulloso del trabajo -confiesa Pedro Oyarbide-. Primero de todo lo leí un par de veces y tomé anotaciones para potenciales enfoques, no había unos márgenes de tiempo demasiado grandes ya que corría prisa sacarlo cuanto antes. Fue un proceso bastante fluido y de los bocetos originales a las ilustraciones finales, apenas hubo cambios compositivos”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Romper con la estética asociada a la obra original puede que acerque el título a otros lectores”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajo en digital, desde el boceto al arte final”, afirma Pedro Oyarbide.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Tengo varios proyectos editoriales interesantes, por una parte sigo ilustrando portadas de Michael McDowell, el autor de Blackwater. Próximamente saldrá ‘Hija de la Venganza’ con Blackie Books. También estoy con un libro completamente ilustrado de uno de los autores más relevantes de la literatura contemporánea española, pero que desgraciadamente no puedo revelar. Saldrá en 2026. A parte de eso estoy trabajando en varios proyectos para Miller Lite y Playstation”.
Álbum Ilustrado
Fermín Solís nos presenta a ‘Las niñas intrépidas’

‘Las niñas intrépidas’ es el abecedario con las niñas más divertidas, personajes de la A a la Z que realizan las hazañas más increíbles. Un libro en mayúsculas que invita a la lectura autónoma, a jugar con los nombres propios y los pareados, y a aprender la grafía de letras. Las ilustraciones del premiado Fermín Solís juegan con personajes cómicos, un poquito gamberros y muy, muy divertidos. Con Fermín hemos charlado un poquito más sobre este proyecto que publica Editorial Libre Albedrío.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “El origen de este proyecto está en un libro anterior llamado Los niños valientes de las mismas características, pero que mezclaba nombres tanto de niños como de niñas. Digamos que esta es una actualización, pero las protagonistas son las chicas”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Se encontrarán un abecedario donde una serie de personajes realizan acciones bastante atrevidas. Algunas de ellas mejor no intentar hacerlas en casa”, asegura Fermín Solís.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “En este caso, no hay mucho trabajo de investigación, es un libro divertido sin más para primeros lectores y ya tenía la base del anterior”.
¿Cómo nacen estos personajes? “Pues al contrario que otros libros míos, donde los personajes son importantes, porque la historia gira en torno a ellos, en este caso es simplemente una serie de gags en función al nombre de la protagonista de cada página, es casi más importante la rima que el dibujo”, afirma Fermín Solís.

¿Con qué niña intrépida te quedas? “La que lee cómics en la cornisa. Felisa. Aunque es difícil elegir”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Pues respecto a mis nuevos trabajo es más clásico, últimamente estoy evolucionando con la línea, haciendo cosas más atrevidas. En estas me mantuve bastante fiel al estilo del anterior libro”, nos cuenta Fermín Solís.

¿Con qué técnicas trabajaste? “En este caso, la técnica es digital”.
Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Te diría que casi lo más difícil es encontrar la rima divertida para cada nombre. A veces hay nombres difíciles de rimar. Luego me hago un boceto en un papel, y finalmente lo paso a limpio en digital”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “En noviembre aparece mi nuevo libro publicado por la editorial Salamandra. Fue el proyecto con el que gané el premio Salamandra FNAC de novela gráfica. Se trata de una historia que transcurre en un pueblecito de Extremadura llamado Deleitosa y, de nuevo, lleva como protagonista a una mujer”.
Álbum Ilustrado
Anna Pirolli nos guía en el viaje de ‘Fred y Gloria’

Fred ha recibido una carta de su amiga Gloria, que vive al otro lado del océano. Pero… ¿Dónde está el océano? ¿Cómo se llega hasta alguien a quien quieres mucho, pero no sabes dónde está? La editorial Flamboyant publica “Fred y Gloria”, escrito por Ratha Tep e ilustrado por Anna Pirolli. Una historia para leer en voz alta, compartir en silencio y soñar despiertos. Con Anna Pirolli charlamos un poco más sobre este libro.
¿Cómo surgió este proyecto? “Del encuentro entre Ratha Tep, una talentosa periodista que también escribe libros infantiles, y mi agente, Debbie Bibo. Ella me propuso el texto y acepté: me encantó de inmediato la ironía de la historia y la fuerza del personaje principal”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Una historia de amistad que va más allá de las apariencias, una aventura llena de desafíos y situaciones irónicas a través de lugares increíbles, encuentros con personajes extraños y un giro que asombrará a todos”, asegura Anna Pirolli.


¿Qué te pareció el texto de Ratha la primera vez que lo leíste? “Me pareció muy tierno, divertido e intenso. La elección de Fred es contundente y no teme las consecuencias. Me gusta este tipo de personaje: aparentemente pequeño, pero al final decidido e incisivo, como una cuchilla afilada. Me encanta la ironía, y este libro está lleno de situaciones divertidas que aligera el difícil viaje del protagonista. Y también me pareció curioso que la historia comience con una correspondencia. Las cartas son un medio de comunicación casi obsoleto, pero conservan un atractivo poderoso y evocador”.

¿Cómo fue el proceso previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, documentación, pruebas y quizás incluso bocetos en un cuaderno… “Me encanta interpretar textos y encontrar el registro adecuado para dar vida al contenido, a veces oculto, de la historia -confiesa Anna Pirolli-. En cuanto leo una historia, tengo impresiones visuales, pero no tengo una idea precisa de cómo será el libro terminado, así que dedico mucho tiempo a recopilar ideas e imágenes que me ayudan a adentrarme cada vez más en la atmósfera del texto. Cuando esta sensación se hace más evidente, me sumerjo y empiezo a dibujar: primero los personajes, luego los escenarios”.


¿Qué dirías que caracteriza tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otras obras? “Esta fue mi primera vez usando acuarela y me divertí mucho. Desde hace unos años, siempre que puedo (dependiendo del tiempo disponible y del coste del proyecto), dibujo analógicamente. Tras veinte años de técnicas digitales, necesitaba volver a tocar la veta del papel y a oler los colores. La satisfacción de pintar no tiene precio, y la había olvidado -continúa Anna Pirolli-. Quería que las ilustraciones de este libro contaran la historia de Fred con detalles realistas. Quería crear entornos agradables e inmersivos para los niños, retomando las imágenes «clásicas» de los libros de mi infancia, que aún recuerdo y que me transportaron a un mundo paralelo”.

¿Qué técnicas utilizaste entonces? “Acuarela, aplicada en una capa muy densa”.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “¡Empecé a trabajar en este proyecto hace tres años! La primera versión del storyboard fue completamente diferente; me centré por completo en los personajes y casi nada en los escenarios. Mi agente se lo presentó a los editores, quienes lo apreciaron, pero con algunas reservas: parecía demasiado minimalista (¡y sin duda lo era!), y quizás el título no era apropiado. Dejé el libro a un lado por un tiempo, porque tenía otras cosas que hacer. Cuando finalmente lo retomé, dos años después, tenía una mentalidad diferente y empecé desde cero. La autora también hizo algunos cambios: dejar que el proyecto «descansara» nos ayudó a centrarnos mejor en los temas fuertes del texto. Si los lectores supieran las revoluciones que hay detrás de un libro infantil «sencillo», ¡se sorprenderían de la cantidad de trabajo!”, nos cuenta Anna Pirolli.


¿En qué estás trabajando ahora? ¿Nuevos proyectos? “Disfruto mucho dando clases, así que estoy preparando nuevos cursos para ofrecer en escuelas y por fin estoy escribiendo mi propio proyecto. Pero no te diré nada, ¡soy supersticiosa!”.

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