Arte Urbano
El Festival Art Aero Rap viste a La Bañeza de arte urbano

El Festival Internacional de Arte Urbano de La Bañeza “Art Aero Rap” nació en 2013 como una iniciativa de una peña local con el objetivo de recuperar las tradicionales fiestas Jam que se celebraban en la ciudad. Sin embargo, el festival no se limitó al graffiti tradicional, sino que evolucionó al incorporar la creación de murales de gran formato, ampliando así su alcance artístico.
Con el paso de las ediciones, tanto el público como los vecinos de La Bañeza mostraron un creciente interés por esta forma de expresión, lo que permitió consolidar el festival y posicionar a la ciudad como un referente internacional en el mundo del arte urbano. A lo largo de más de 12 años, el “Art Aero Rap” ha transformado el paisaje cultural de La Bañeza, dejando un legado de creatividad y color que traspasa fronteras, señalan desde la organización.

¿Cuál es el objetivo de este evento? “Nuestro objetivo con el Art Aero Rap es crear un espacio dedicado al arte y la cultura que impulse el desarrollo de nuestra comunidad, al tiempo que contribuya a desterrar la percepción del arte urbano como un acto de vandalismo, demostrando su auténtico valor creativo y cultural. Una de las principales diferencias que distinguen al Festival Art Aero Rap de otros eventos similares es el trato excepcional que los vecinos de La Bañeza brindan a los artistas. Desde el inicio de esta aventura en 2013, nos propusimos transformar la percepción del arte urbano, y hoy podemos afirmar con orgullo que, al menos en nuestra ciudad, hemos logrado este objetivo”, aseguran.
“Los vecinos de La Bañeza son anfitriones inigualables para los creadores. No es raro que, edición tras edición, los artistas sean recibidos con agradecimiento, invitados a comer en hogares particulares o sorprendidos con obsequios por parte de los residentes. Este trato cálido crea un vínculo especial con nuestra ciudad, haciendo que muchos de ellos regresen año tras año para seguir viviendo y compartiendo estas experiencias únicas. Otra característica que nos diferencia y objetivo desde los inicios fue dar la libertad creativa total que ofrecemos a los participantes. En el Art Aero Rap, no imponemos temáticas ni estilos: cada artista tiene plena autonomía para plasmar su inspiración en el momento, lo que enriquece el festival con una diversidad de obras, técnicas y enfoques únicos. Nuestra visión inclusiva y abierta garantiza que ninguna corriente artística quede fuera, fomentando así una variedad vibrante y auténtica”.

“Además -continúan-, el festival aspira a ser un verdadero punto de encuentro internacional para artistas de todo el mundo. Desde su fundación en el siglo IX, La Bañeza ha sido históricamente un cruce de caminos, y esa identidad como lugar de conexión se refleja en nuestra misión. Queremos que el Art Aero Rap sea más que una plataforma para mostrar talento: buscamos que sea un espacio de intercambio cultural, donde artistas, vecinos, visitantes y compañeros puedan compartir vivencias, conocimientos y experiencias únicas. En definitiva, nuestro propósito trasciende la creación de un festival: queremos forjar una gran familia en torno al arte urbano, donde la conexión humana y cultural sea el verdadero motor de esta iniciativa. A través del Art Aero Rap, trabajamos por consolidar un legado de creatividad, inclusión y comunidad que inspire a futuras generaciones”.

¿Cuántos artistas han participado hasta el momento? “A lo largo de más de 12 ediciones, el Art Aero Rap ha contado con la participación de una extraordinaria cantidad de artistas provenientes de todo el mundo. En total, más de 170 creadores diferentes han contribuido al festival, acumulando 349 participaciones únicas. A día de hoy, y pese a la pérdida de algunas obras, La Bañeza conserva un impresionante legado de 341 murales que adornan los muros y fachadas de la ciudad. Estas creaciones, fruto del talento y la diversidad artística de los participantes, han transformado el paisaje urbano de La Bañeza en un auténtico museo al aire libre, testimonio vivo del impacto cultural del festival”.
Contadnos un poco qué se puede encontrar la gente en las calles de La Bañeza relacionado con este Festival. “La Bañeza se ha consolidado como un auténtico museo al aire libre, donde personas de todas las edades pueden disfrutar del arte en un entorno accesible y abierto. Tanto jóvenes como adultos tienen la oportunidad de recorrer sus calles, contemplando y reflexionando sobre los diversos significados de las obras que adornan la ciudad. Con más de 340 creaciones, el legado del Art Aero Rap tras más de 12 años de historia es tan diverso como impactante. Las calles de La Bañeza exhiben una variedad de estilos y técnicas que van desde murales de corte clásico, graffitis vibrantes, esculturas integradas en las paredes, murales compuestos de pegatinas, hasta retratos bordados a punto de cruz de más de 4 metros de altura. Esta rica mezcla artística refleja el espíritu inclusivo del festival, haciendo de La Bañeza un lugar donde cualquier forma de expresión artística es bienvenida. Aquí, todo creador encuentra un espacio para inspirarse y desarrollar futuras obras, contribuyendo a una ciudad que respira creatividad y cultura en cada rincón”.

¿Qué importancia tiene una actividad de estas características en un municipio como La Bañeza? “Desde el punto de vista turístico, La Bañeza no se caracteriza por poseer grandes monumentos, pero sí por la fuerza de sus festividades, que son el principal atractivo para los visitantes. Entre ellas destacan los coloridos y singulares Carnavales, así como el Gran Premio Urbano de Motociclismo, un evento único que logra reunir a más de 80.000 personas en tan solo un fin de semana. Aunque estas celebraciones tienen un notable impacto turístico, su efecto se concentra en fechas específicas y de manera limitada. En este contexto, el Art Aero Rap aporta un valor diferencial a La Bañeza al transformarla en un museo al aire libre accesible durante todo el año. Con obras de artistas de renombre internacional, el festival ha creado un patrimonio cultural vivo que atrae a visitantes de forma continua, diversificando la oferta turística y enriqueciendo la vida cultural y artística del municipio”.

“A pesar de que el festival no siempre cuenta con el respaldo institucional que merece, seguimos firmes en nuestro compromiso de consolidar este espacio excepcional para los amantes del arte urbano. Nuestro propósito es no solo fomentar el turismo, sino también posicionar a La Bañeza como un referente internacional en el panorama del arte urbano, ofreciendo una experiencia cultural única que trascienda fronteras”.
¿Quién está detrás de su organización? “La organización del festival está a cargo de la Asociación de Arte Urbano de La Bañeza AARTE, una entidad sin ánimo de lucro nacida de la necesidad de profesionalizar la gestión del festival ante su creciente repercusión. La asociación está compuesta por jóvenes de la ciudad comprometidos con nuestra tierra, con el objetivo de generar espacios artísticos y culturales en áreas menos visibles mediáticamente. Año tras año, luchamos con dedicación y esfuerzo para mantener viva la llama del arte urbano en nuestra comunidad, contribuyendo al desarrollo cultural de La Bañeza y sus alrededores”.
Arte Urbano
Lidia Cao y el protagonismo de sus líneas y colores

En las siguientes líneas nos acercamos al trabajo de Lidia Cao, y lo hacemos como hasta ahora, partiendo de uno de sus trabajos. En este caso, a partir de “Community”, un mural que encontramos en Carabanchel (Madrid). Técnica Superior de Ilustración por la EASD Pablo Picasso de A Coruña, en 2016 el arte urbano se cruzó en su camino, y desde 2018 su carrera como ilustradora se compagina con su trabajo mural, llevándola a participar en diversos eventos de arte urbano en los últimos años, tanto a nivel nacional como internacional.

¿Cómo surge la idea de ‘Community’? Lidia Cao:“La idea surge a través del encargo por la empresa Node. Se trata de un espacio de coworking y hospedaje, por lo que pensé en la importancia de convivir en armonía con gente de diferentes estilos de vida, cultura, etc.”
¿Qué has querido reflejar en este mural? ”En el mural quise representar un poco en resumen la idea que menciono anteriormente, hacer comunidad y piña en un espacio en donde convivan ideas y gustos diferentes”.

Me gustaría que me hablaras de tus procesos de trabajo. No sé si sueles trabajar con algún boceto previo… “Sí, siempre trabajo con un boceto. En este caso es necesario que pase por la validación del cliente por lo que sí o sí necesitas crear un boceto previo. Me sirve de ayuda para probar colores antes de enfrentarme al muro, afinar algunos detalles para llevarlo más claro y luego ya improvisar según la marcha”, nos cuenta Lidia Cao.
¿Con que técnicas trabajas? Y ¿materiales? “Suelo trabajar con pintura plástica base agua y acabado mate. A veces uso esmaltes al agua y spray. Las herramientas que más uso son los rodillos, brochas y los extensores/pértigas”.

¿Hay algo nuevo en este sentido en ‘Community’ respecto a otros trabajos? “Es el primer mural que hago en donde he introducido un gran número de retratos principales -continúa Lidia Cao-. Normalmente juego con uno o dos retratos, pero este ha sido un reto en cuanto a tiempos, y el hecho de hacer varias caras en primer plano”.
¿Qué dirías que es lo más difícil a la hora de enfrentarse a una fachada en blanco? “Adaptarse al tamaño y el proceso de encaje. Si sale bien, todo se hace más «ameno», sin quitarle importancia al resto del proceso porque es duro igualmente, pero para mí si la base no está bien sentada (y como base me refiero al boceto en la pared) el mural se hace más complejo”.

¿Y lo más satisfactorio? “De igual manera que lo anterior, lo más satisfactorio es hacer un buen encaje y posteriormente un buen acabado final con la línea en mi caso”, asegura Lidia Cao.

¿Qué importancia tiene la colaboración con otras personas en la realización de trabajos de esta envergadura? “Te llena de nuevas experiencias y nuevas perspectivas. Muchas veces al ser un trabajo de muchas horas en solitario, pierdes un poco el sentido del criterio, y al trabajar con alguien que se dedica a lo mismo, pero con un estilo diferente, te abre otro campo de visión y las experiencias compartidas son muy gratificantes”.
¿Qué dirías que caracteriza tus trabajos en la calle? “Diría que a día de hoy me caracterizan la línea y los colores que empleo. Las temáticas también, aunque pueden ser variables”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Ahora mismo estoy preparándome para los proyectos que están por venir esta primavera/verano. Habrá algún mural más por Francia, Portugal y por el territorio español”.
Arte Urbano
Núria Alemany: ilustradora de palabras, poeta de la imagen

A Núria Alemany la conocimos en Barcelona, durante un foro organizado por la Asociación Del Álbum, dentro de la Semana del Álbum. Núria participó como ponente en el Foro. Hablamos de esta nueva sección del blog dedicada al arte urbano. En esa conversación se fraguó esta entrevista, que tiene su arranque en uno de los trabajos de muralismo de Núria, un mural de barrio.
¿Cómo surge ese proyecto? Núria Alemany: “Este proyecto surge mientras estaba haciendo otro mural en el barrio, reivindicativo y que resultará ser el precursor y concepto que da sentido a toda la obra. Plasmando una escena de la película de Spike Lee ,‘Do the right thing’, donde sale el personaje de Radio Raheem mostrando en sus manos la dualidad entre el Love & Hate (Amor y Odio). Mi intervención empezaba cuando interpreto la escena como la dualidad que en tiempos actuales veo reflejada de: Real o Fake (falso). Dando a entender esa búsqueda de la autenticidad en todos los sentidos y que hoy en día resulta difícil de captar”.

“Por ejemplo, la naturaleza nunca es fake: los árboles son como son, no pretenden ser otra cosa, las montañas no quieren ser unas más altas que las otras… En cambio, en cuestiones humanas, la gran mayoría de gente no se cuida de vivir desde su centro, sino que busca aprobación en los demás, fama, exhibirse como producto e intencionalmente no conecta con su parte más auténtica, sino que todo son artimañas para ganar dinero (cosa que no nos lleva nunca a esa búsqueda de la autenticidad) -continúa Núria Alemany-. Esa autenticidad es lo que yo quise reivindicar con ese mural. A partir de ahí, un par de vecinos me dijeron: ‘¿Por qué no continúas en la pared de al lado? Y yo pensé: “ok, no solo haré la pared de al lado, sino que terminaré toda la pared que hace esquina y que da toda la vuelta”.
“Para eso necesitaba ver hasta qué punto colaboraba el barrio conmigo, y entre sí, para que eso fuera posible. Tengo que decir que el hombre que me incitó a continuar el mural, murió por un accidente antes de poder ver la pieza acabada y por ese motivo el mural está dedicado a él donde el jarrón con flores pone: En memòria de Manolo”.

¿Qué has querido reflejar en este mural y dónde lo encontramos? “En el mural he querido reflejar la vida que dan los oficios en la zona de St. Pere de Galligants (barri vell Girona). La personalidad de éste y todo su carácter. Podría haber hecho una pieza para mí solamente, pero ya que pedí la colaboración de los negocios y vecinos para desarrollarlo quise pensar algo que reflejase toda su esencia. La escena, entonces, ocurre dentro de una casa cualquiera donde en el comedor, sala de estar, garaje y estudio de música hay cada uno de los oficios, aportando su valor en ellos: cada elemento tiene su importancia y su papel, desde el mueble hecho por el restaurador ‘Batlle’, hasta el vino del ‘Xiqui’ que hay en la mesa, pasando por la camilla del tatuador de ‘Asmodeo tattoo’, etc.”, nos cuenta Núria Alemany.
“La lista es tan larga como elementos hay en el mural. Además, se suman también los distintos perros del barrio que representan a vecinos que también quisieron aportar su granito de arena. En total hay más de 40 elementos identificativos que puedes ir encontrando y relacionando a lo largo del mural. Quise reflejar eso, y sobretodo, quise hacer un experimento sobre la capacidad de colaboración que podía conseguir en el propio barrio. Me sorprendió positivamente cómo fue recibida la iniciativa. Aprendieron y aprendí de todos ellos”.

Me gustaría que me hablaras de tu proceso de trabajo. No sé si sueles trabajar con algún boceto previo… “Siempre trabajo con alguna idea/frase previa en la cabeza que quiero comunicar. Parto de un concepto, de algo que tengo ganas de decir. Algunas veces hago boceto y otras parto de distintas imágenes que a la hora de ejecutar voy juntando improvisadamente. Lo importante es que tenga un sentido, más allá de lo estético, que haya mensajes y sobre todo que no sea evidente. Siempre intento jugar con el hecho de tener que descifrar o descubrir: hay que mirar más allá de lo que se ve a simple vista. Yo hace tiempo que encontré una frase que me define bastante bien y es: Ilustradora de palabras. Poeta de la imagen”, afirma Núria Alemany.

¿Con que técnicas trabajas? Y ¿materiales? “Puro spray. Me gusta el reto de conseguir lo que fácilmente haría con un pincel. La técnica del spray requiere de mucho control y precisión, ya que la herramienta conlleva un cierto poder y presión, a la vez que no permite mezclar fácilmente los colores. De pequeña me hacía yo misma los colores, no con pincel sino con ceras de colores. Pero el spray me divierte más y me permite pintar más rápido, nunca me aburre”.

¿Hay algo nuevo en este sentido en este trabajo respecto a otros? “Una de las cosas nuevas es que es totalmente autofinanciado. Fue una iniciativa propia en la que quería constatar si el barrio colaboraba y podía conseguir así este autofinanciamiento. En el fondo fue como un estudio en el que me propuse comprobar si realmente tenía sentido plasmar esa convivencia y conocimiento entre los que hacían del barrio un ente propio con carácter. Y así fue, cada uno se puso en su lugar”, asegura Núria Alemany.
¿Qué dirías que es lo más difícil a la hora de enfrentarse a una fachada en blanco? “Lo más difícil para mí, igual que lo es cuando escribo, es la impaciencia de tener la forma y la composición ya marcada en dicho canvas. Sea cual sea el tamaño. Necesito tener clara esa totalidad para luego perderme y disfrutar en los detalles de la misma”.

¿Y lo más satisfactorio? “Lo más satisfactorio de enfrentarme a una fachada en blanco es desvirgarla con el primer trazo. Es romper el blanco con la forma que agarra el color o la forma que agarran las palabras. Ahí empieza el viaje”.
¿Qué importancia tiene la colaboración con otras personas en la realización de trabajos de esta envergadura? “Depende del trabajo. En este caso, y al tratarse conceptualmente de un cuadro (muy grande claro), es como un reto que te pones a tí misma y para mí fue imposible trabajarlo con alguien, ya que lo tenía en mi cabeza y lo iba visualizando a medida que iba avanzando. No fue un trabajo en equipo aunque sí reflejaba todo un equipo de trabajo. En otras ocasiones la colaboración siempre es buena cuando hay las mismas ganas de dar y recibir a la vez. Each one teach one”.

¿Qué dirías que caracteriza tus trabajos en la calle? “El mensaje, siempre hay detrás un concepto -afirma Núria Alemany-. La estética se queda para mí en segundo plano en el sentido que puede agarrar un estilo u otro en función de lo que quiera comunicar. También está el hecho de lo escondido, lo descifrable. Siempre encubro mi nombre dándole distintos formatos o incorporándolo sutilmente en la escena. Te quedas un rato mirando la pieza y vas descubriendo cosas”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Ahora mismo estoy trabajando varios proyectos de graffiti y de rap dentro de la entidad que llevo ‘Heal Hop’ (@heal_hop / www.healhop.cat) y que da un sentido social a cada disciplina artística. Es arte comunicativo y transmite lo que es la cultura del Hip Hop: un trabajo que parte de un reto para el individuo y la comunidad. De hecho, acabo de sacar un ensayo que refleja varios aprendizajes teorizados a partir de 15 casos prácticos en ‘Heal Hop’. En ellos cuento cómo esa dimensión cultural del Hip Hop (a través de la búsqueda de referentes, de su creatividad e imaginación para proyectar y su revolución) permiten conseguir una mejora en la dimensión sistémica (factores contextuales, emocionales y psicológicos) de nuestros potenciadores sociales (individuos y grupos). Todos estos trabajos me ayudan a mejorar realidades y a hacer reflexionar a los adolescentes sobre aspectos de su vida que, de esta forma, son capaces de reinterpretar y positivizar a través de la creatividad en la educación”.

“El Hip Hop nace de las ruinas para salir de ellas y se convirtió en cultura por la interrelación entre sus componentes, por la falta de juicio y la creación constante des de la propia esencia y búsqueda de cada uno. Para que eso suceda, el individuo debe de estar en un momento en el que no tiene ni teme nada que perder y, a la vez, tener toda la fuerza para querer avanzar hacia algo totalmente desconocido, tanto personal como artísticamente”.
Arte Urbano
Vera Galindo y sus murales para la gente

A Vera Galindo la conocimos a raíz de que ganara el Premio Apila Primera Impresión 2020, que organiza la editorial Apila Ediciones. ‘¿Cómo lo ves?’ fue el resultado de aquel premio, y nuestra primera entrevista con Vera. A raíz de aquello, hemos seguido su trabajo, y en las siguientes líneas nos centramos no en las páginas, sino en las paredes, en su labor como muralista. Y lo hacemos partiendo de uno de sus trabajos, ‘Raíces del vino’.

¿Cómo surge la idea de ‘Raíces del vino’? “Raíces del vino fue un mural que se realizó para la Bodega de Maluenda, Raíces Ibéricas. La idea del diseño y su composición a fragmentos nació por la necesidad de contar muchos aspectos del vino en una sola composición y también por su formato cilíndrico. Quería que se vieran cosas desde cualquier lugar alrededor de la cuba y no centrar todo en un solo punto de vista frontal. Quería hablar de muchos de los momentos que forman parte del vino. Capturar la esencia y su recorrido, desde el momento en que la viña es plantada hasta que el vino es descorchado. Desde el punto de vista de todas las personas que forman parte de su vida, tanto quien tiene viñas o tuvo, como quien disfruta de una copa de vino en un momento especial. Todo ello dio lugar a los diferentes fragmentos que van contando los distintos aspectos que quise remarcar”, nos cuenta Vera Galindo.

¿Qué has querido reflejar en este mural? “Quería hablar de diferentes escenas del ciclo de vida del vino. Cada fragmento es una ventana que permite a los observadores entender y apreciar cada etapa del proceso, destacando todo lo que hay detrás de cada botella y el factor social y humano, porque al final, son las personas las que hacen el vino y le dan sentido al consumirlo”.
Me gustaría que me hablaras de tu proceso de trabajo. No sé si sueles trabajar con algún boceto previo… “Me gusta comenzar siempre con una buena investigación del lugar que va a acoger el mural. Si es una empresa o cliente particular, como en el caso de la bodega, hablar con ellos, que me cuenten lo que hacen, lo que hacían, lo que les motiva, lo que significa para ellos su trabajo… Intentar comprender lo mejor posible todo ello que es relevante y puede resultar interesante para el mural -continúa Vera Galindo-. Si es un encargo para un lugar público, me gusta conocer el lugar, a la gente que pasa todos los días por allí, las historias o leyendas del lugar… Poder contar un poquito de su historia. Me parece muy importante que las personas que van a vivir el mural lo puedan sentir como suyo, puedan sentirse identificados y les transmita o cuente algo de su pasado o sus orígenes, algo que sea suyo”.


¿Con que técnicas trabajas? Y ¿materiales? “Suelo trabajar con pintura plástica o esmalte aunque en algunas ocasiones también con spray o con ambos. Depende todo de la pared o el soporte. En cuanto a materiales, rodillos, brochas y pinceles de diversos tamaños y mucha cinta de carrocero”.
¿Hay algo nuevo en este sentido respecto a otros trabajos? “En ilustración solía trabajar más con técnicas digitales, aunque en «Lila y Lola«, por ejemplo, comencé las ilustraciones a mano y luego las monté en digital. Creo que el mural me ha hecho cogerle más ganas a retomar lo analógico y buscar texturas más manuales y con la saturación digital que tenemos, siempre se agradece mancharse las manos y que el lienzo sea un papel y no una pantalla más”, asegura Vera Galindo.

¿Qué dirías que es lo más difícil a la hora de enfrentarse a una fachada en blanco? “El día de encaje creo que es el más tenso para mí. Trasladar el boceto a gran escala, cuadrarlo todo bien… En «Raíces del vino», por ejemplo, contaba con la peculiaridad de que al ser un tanque de vino era cilíndrico. Había que ajustarse a unas escaleras de las que no teníamos las medidas exactas ni la diagonal y a unas zonas en las que no podría llegar con la grúa bien. Hubo que readaptar alguna parte para ajustarla mejor a la diagonal de las escaleras y a la zona en la que podía llegar con la grúa y trabajar bien. El primer día fue un reto pero una vez que todo se queda bien marcado, viene lo bueno 🙂 “.
¿Y lo más satisfactorio? “Ir viendo cómo va cogiendo forma, disfrutar el proceso, la foto que echas todos los días al final de la jornada y comparas con la del día anterior. Y bueno, verlo acabado, claro”.

¿Qué importancia tiene la colaboración con otras personas en la realización de trabajos de esta envergadura? “Si son muros grandes siempre agradeces un par de manos extra. Y no solo el par de manos, la conversación, el apoyo, también su punto de vista cuando hay algo que no te termina de convencer… Cuando estás una semana o más, está bien no estar sola todo el rato. Y en proyectos que son entre varios en colaboración, también es genial el poder fusionarse, aprender de los demás. Cada uno tenemos una manera de hacer las cosas y me parece super interesante ver cómo trabaja cada artista porque siempre aprendes algo nuevo”, afirma Vera Galindo.
¿Qué dirías que caracteriza tus trabajos en la calle? “El color y las texturas es de las cosas que más me gusta trabajar y cuidar. Que la paleta esté bien escogida, que esté bien compensado el color en la composición. Al diseño y el concepto también es algo a lo que me gusta darle mucha importancia, pero quizá como la temática varía siempre, el color y las texturas es algo que siempre los caracteriza”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo de mural? “Ahora mismo, estoy arrancando el año con muchas ganas. Preparando diferentes composiciones que me gustaría llevar a mural o lienzo. Uno de mis propósitos de este año es trabajar más obra propia, que es algo que llevo queriendo hace mucho y por unas cosas u otras he tenido menos tiempo del que me gustaría. También estoy con algún proyecto personal de álbum que me gustaría acabar y sacar a la luz… un poquito de todo”.
-
Álbum Ilustrado4 semanas ago
Sol Ruiz, María Belón y el viaje de ‘Kokoro y el mar’
-
Álbum Ilustrado1 mes ago
Dipacho nos plantea un montón de ‘Preguntas animales’
-
Álbum Ilustrado1 mes ago
Raquel Catalina nos sumerge en el mar con ‘Ingrávida’
-
Álbum Ilustrado1 mes ago
Ainhoa Rodz, David y Sergio Gómez y ‘Bruno y (mi otro) yo’
-
Álbum Ilustrado1 mes ago
Personajes, técnicas y trabajos de Rebecca Dautremer
-
Cómic1 mes ago
‘Chris Ware. Dibujar es pensar’ en el CCCB hasta el 9 de noviembre
-
Cómic1 mes ago
Pascal Rabaté y su trabajo junto a Prudhomme en ‘¡Vivan las vacas!’
-
Álbum Ilustrado4 semanas ago
Hélène Druvert y sus ilustraciones troqueladas en ‘El palacio de cristal’