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Gusti: “Estoy como en trance, alucinando con esto. A día de hoy, estoy muy feliz con el bolígrafo”

Baixador de Vallvidrera es el nombre de la estación donde me bajo procedente de Plaza Cataluña. Aquí me debo de encontrar con Gustavo Rosemffet, o mejor dicho, con Gusti. Le he dicho por teléfono que llevo una camiseta gris claro con un muñequito echado sobre el teclado de un ordenador. Miro a todos los que pasan intentando reconocerlo y al final lo veo a lo lejos. Nos hacemos un gesto con la mano y sabemos que somos lo que buscamos. Con su coche comenzamos a subir entre la naturaleza del Parque de Collserola. Vamos a su estudio.
Ya allí, con unas vistas increíbles del parque, con un pequeño huerto a nuestros pies, nos acomodamos en la habitación que conforma su estudio, y en la que destaca la mesa llena de papeles con dibujos, lápices, bolígrafos, pinturas, y el “Mac”. “Cambio bastante de estilo”, me cuenta Gusti. “Yo nací en Argentina. Allí para sobrevivir de ilustrador tienes que hacer muchos dibujos diferentes, porque si te quedas con una sola línea, entonces… Toqué muchos estilos, más realista, más infantil,… dibujos animados. Esa mezcla atómica de cosas es mi estilo, soy un buscador nato, no repito en más de dos o tres libros un estilo, enseguida me canso, aparece algo nuevo, y va ligado a las técnicas. Igual que me entusiasmo con unos lápices de colores, no puedo hacer el mismo dibujo con esos lápices que si lo hiciera con tempera o acrílico, voy cambiando, la técnica me va dando unas pautas y voy investigando. Me dicen, me encanta tu estilo y yo digo, ¿cual es mi estilo? Ni yo se cual es mi estilo. Hay una mirada tiernita, con cierto humor, y ahí esta”.
Le pregunto por el público al que van dirigidas las ilustraciones. Es entonces cuando un gato se interesa por nuestra conversación, entra en el estudio y se acomoda bajo nuestros pies. “La mayoría va a decir que no piensa, que le importa un pepino el público. Yo podría también decirlo y quedar así… Pero sí que en un punto pienso. Esto no se va a entender o esto se entiende, tampoco me obsesiono. A veces digo, esto es para niños muy chiquitos, entonces no lo compliques, en ese sentido. O si lo quieres presentar a un premio. A veces cuando se te va la olla con el tema de querer demostrar que sos muy bueno, te pones a hacer un curro … La verdad por suerte cada vez menos, sí pasé una etapa así, de querer tener ese reconocimiento. No sólo que tengas trabajo, que la gente se ponga con la nariz pegada a tu dibujo para ver cómo lo hiciste… En el fondo son meses currando para qué, no sé, si es lo que tu sientes. A veces es bueno tener técnica para poder controlar. A mi me gusta ir más al dibujo más básico, infantil, doy muchas clases, talleres, y me fijo mucho en los dibujos de los chiquitos, me gusta mucho. Veo como dibujan, como cogen el lápiz…”.
Le recuerdo que él ha ganado importantes premios dentro del mundo de la ilustración. “En una época me gané todos los premios y mi mamá estaba muy contenta por eso. Al principio no me los creía. De hecho no me creo alguno de los premios, siento que me metí mucha presión con el tema de los premios. Tienes como que demostrar que eres muy bueno, y yo me sentía bastante normalillo como para ganar tantos premios. Ahora me siento que me encantaría que me dieran premios, pero ahora no me dan ni un premio. Ahora si festejaría, antes me daba vergüenza. El primero que me presente fue el que me hizo mas ilusión. Un proyecto con Ricardo Alcántara, con el que sigo trabajando, un libro, inspirado en los pintores naif… Luego recuerdo un premio en Bratislava…. Todo es tan relativo. Aproveché para hacerme un viaje en moto hasta Bratislava a buscar el premio…. Algunos premios están muy bien, otros dependen del jurado, del gusto de la gente, no pienso que porque uno gane un premio sea mejor que otro que no lo gane”, dice con rotundidad Gusti.
De un mes para acá, su pasión son los bolígrafos. “A mi no me gusta un patrón y repetirlo, a mi me gusta dibujar, y lo típico, bolígrafos tenemos todos. Fui a la Fnac, y traje varios trozos de papel para envolver de esos marrones. Tenía que hacer un cartel para un acto del Instituto de la infancia de Sant Cugat. Les iba a dar un dibujo hecho. Pero cogí el papel este, me puse a garabatear, empecé un personajito, dos, tres, cuatro, y estuve dos días y terminé un cartel. Y me gustó el resultado, sin bocetar, simplemente deje llevar el bolígrafo, me empecé a entusiasmar y llevo un mes abducido, que no paro de dibujar. Estoy como en trance, alucinando con esto. A día de hoy, estoy muy feliz con el bolígrafo. Entonces Gusti se levanta y va en busca del cartel al que ha hecho referencia. Compruebo que por detrás es el papel de envolver de la Fnac y por delante, …. Sorpresa! Un pedazo de cartel dibujado con boli…
Pero, ¿de qué colores hay bolígrafos? “Yo tengo verde, rojo, negro y azul. A veces hay un color violeta, verde más clarito, … Por ahora estoy con esos colores, de golpe el amarillo se lo meto con lápiz de color, tengo también unas tizas de colores al agua para dar un fondo, porque también estar con el boli pintando son muchas horas. Voy mezclando y estoy contento”, me confiesa.
Sus dibujos han servido para ilustrar un libro electrónico, “La princesa cautiva”. “La verdad es que no le preste mucha atención todavía a eso”, asegura. “Hice uno, pero no se si se vende, si funciona,… Últimamente ando con pocas ganas de ordenador, ando más bien con ganas de volver a dibujar, así como papel blanco, lápices, cada vez tengo menos ganas de depender del ordenador, que es una herramienta fabulosa,… Todo lo que viene es que le estoy huyendo, y está bueno”. Mientras Gusti me cuenta esto, ha cogido el papel, lo ha puesto sobre la superficie del lápiz del ordenador y el sonido que se escucha de fondo es el del roce del bolígrafo con el papel.
Me acostumbré a trabajar con el ordenador, y perdí un poco de naturalidad… El dibujo, incluso con sus fallos, que se ensucia, tiene algo que… Una magia que es irrepetible. Ahora tengo ganas de dibujar, hacía tiempo que no disfrutaba tanto dibujando. No es tanto el resultado lo que me interesa como pasármelo bien.
Llegados a este punto, le pregunto por el papel del ilustrador junto al del escritor, si se está al mismo nivel o no. “Si lo valoramos en términos económicos, estamos mucho menos valorados que el escritor. Si es a nivel de reconocimiento, dentro del mundo de la ilustración hay auténticas figuras con reconocimiento, pero no llegan nunca al de un escritor. Puede haber casos puntuales. A nivel económico siempre anduvimos a la cola de los escritores. Creo que se va revirtiendo a poquito, aunque los porcentajes son bastante desiguales”.
En su web he podido ver alguno de sus cuadernos de viaje. Le pregunto si aquel viaje en moto hasta Bratislava dio como fruto alguno de esos cuadernos. Me dice que no. Entonces me cuenta que “un amigo fue el que me introdujo en los cuadernos de viaje, y fue en un viaje a Ecuador. Allí me lleve mi primer cuaderno y desde entonces no paré de hacer cuadernos. Más de diez años. Fue un gran hallazgo… Te haces amigo de la gente, no tienes ni que presentarte, te pones a dibujar, se te acerca la gente, se sientan, te preguntan, se ponen a charlar, levanta mucha curiosidad. Te sientas en una plaza y al rato estás rodeado de gente. A los cuatro días formas parte del paisaje. Me encanta. Si tuviera mas tiempo…”.
Desde hace rato no ha dejado de dibujar, mientras continuábamos con nuestra conversación. Ahora está haciendo un libro de pictogramas, que es al que corresponden muchos de los dibujos que tiene esparcidos sobre la mesa. Aunque sí que tiene un trabajo pendiente, un proyecto sobre su hijo, desde hace dos años. “Tiene síndrome de down, va sobre la aceptación y demás, y me gustaría hacer un libro, pero me cuesta, es un libro muy intimo,…. Lo tengo ahí”. Entonces me acuerdo de la camiseta que Gusti lleva puesta. Es roja, tiene un dibujo del malo de La Guerra de las Galaxias, Darth Vader. El lema, “El mejor padre de la galaxia”.
Cómic
La memoria contra el olvido en la muestra de Paco Roca

El Instituto Cervantes alberga la exposición ‘La memoria. Viaje emocional por los cómics de Paco Roca’, que recoge más de 70 piezas del autor de ‘Arrugas’ con las que propone un recorrido para «vencer el olvido» a través de viñetas que van desde la memoria silenciada de los exilados españoles hasta enfermedades como el alzhéimer.
En total, la muestra, además de con cuatro murales con dibujos inéditos, cuenta con 19 viñetas enmarcadas y 51 piezas originales en vitrina, entre páginas, bocetos, apuntes, guiones y fotografías de referencia. Todas ellas obras desde el año 2007 hasta la actualidad, provenientes de la colección privada del autor, y que recorren desde el dibujo hasta la impresión digital.

El hilo conductor de la muestra es la memoria, tanto en su vertiente histórica como en la emocional y la identitaria, temas recurrentes en la obra del artista, que cuenta en su haber con títulos como ‘Los surcos del azar’, ‘El abismo del olvido’, ‘Arrugas’ o ‘Regreso al Edén’.
Para el director del Cervantes, Luis García Montero, Roca ha organizado una exposición «luminosa y llena de color», lo que supone una apuesta significativa por la memoria. «Los ejercicios de memoria de hoy, más que invitar a un recuerdo en blanco y negro, tienen que invitar al color, porque se trata de recordar lo vivido sin mentiras», ha apuntado. En este sentido, ha defendido que la memoria en la obra del autor no se convierta en «una vuelta a las heridas del pasado», sino un ejercicio de recuerdos a través de imágenes y palabras. «Porque las palabras también son importantes y en ellas cabe algo más que un vocabulario: memoria, olvido, miedo, justicia…todas ellas nos invitan a pensar por dentro la realidad», ha destacado García Montero.

En esta exposición, coorganizada junto al Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática y que estará hasta el próximo 28 de septiembre, se recoge obra original, viñetas, bocetos, guiones y fotografías de Paco Roca, premio Nacional de Cómic (2008). Se trata de un recorrido estructurado en tres partes, cada una representada a través de un mapa emocional y la correspondiente obra del autor. Por un lado, la memoria histórica, centrada en cómics como ‘Los surcos del azar’ y ‘El abismo del olvido’, donde se abordan testimonios, injusticias, reconstrucción del pasado o memoria visual. Por el otro, la memoria e identidad, cuando a partir de ‘Arrugas’ se aborda la memoria como un elemento clave en la construcción de la identidad, reflejando el impacto del paso del tiempo y la pérdida de recuerdos. Por último, la memoria familiar, enfocada en ‘Regreso al Edén’ y ‘La casa’, en la que se profundiza en los recuerdos íntimos y la herencia emocional.

La lucha «contra el olvido» de Paco Roca
Se exhiben originales de estos cómics: páginas, bocetos, apuntes, guiones y fotografías de referencia, además de disponer un bodegón con dibujos recortados de distintas obras del autor. «Nos pasamos la vida luchando contra el olvido, queriendo mantener el recuerdo de lo vivido, de las personas que ya no están o de nuestro pasado como sociedad», señala Paco Roca, quien explica que esta muestra gira en torno a esa «preocupación» del ser humano en su lucha por mantener los recuerdos.
«En cierta manera se parece a un viaje en el que de camino a nuestro destino nos paramos a descansar en un lugar, un lugar pintoresco: nos detenemos a comer en un merendero de la infancia, nos desviamos a ver un sitio sugerente, y el azar nos hace parar en un sitio inesperado», apunta, asegurando que esta muestra es una recopilación de «lugares a los que se vuelve una y otra vez, recuerdos, testimonios o fobias».

La España «desmemoriada»
Para el dibujante, existe un riesgo al dejar de lado la memoria, en especial con las nuevas generaciones. «Es nuestra identidad y somos parte de nuestro pasado. Como dijo Orwell, quien controla el pasado controlará el futuro y ese es el peligro: España a la fuerza se ha hecho desmemoriada y es un grave riesgo no saber de dónde se viene», ha afirmado.

De hecho, Paco Roca ha hecho una crítica a que esa desmemoria actual permite que «todo quepa y acabe siendo un gran embarramiento en el que no se entiende nada». «Ahora ser fascista o franquista es lo más moderno entre determinados chavales y eso es el gran peligro de desconocer el pasado», ha lamentado.
La muestra se puede visitar hasta el 28 de septiembre.
Cómic
COMICMED, el encuentro que conecta el cómic con el Mediterráneo

La Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, con la colaboración del Polo Nacional de Contenidos Digitales del Ayuntamiento de Málaga, han celebrado la primera edición de COMICMED, un encuentro que ha abordado el mundo de la novela gráfica y el cómic producido o vinculado con el Mediterráneo.
La programación, plagada de importantes creadores del género, ha combinado conversaciones con autores, talleres prácticos para público infantil y juvenil, y una innovadora propuesta que fusiona cómic con música electrónica con aires marroquíes al ritmo de la DJ Hajar Lagranja.

El cartel de esta primera edición ha sido realizado por Nadia Hafid (Tarrassa, 1990), ilustradora de ascendencia marroquí cuyas obras han sido varias veces portada en ‘El País’, además de aparecer en artículos en medios internacionales como ‘The New York Times’, ‘The New Yorker’ y ‘The Washington Post’, entre otros. Su nuevo trabajo, ‘Mal olor’, recientemente ganador del premio Finestres, ha visto la luz en castellano este mes y los asistentes a COMICMED han podido tener acceso a el en primicia. Nadia protagonizó una de las mesas de este encuentro, en la que conversó con Javier Alonso, director del programa ‘Territorio 9’ en Radio 3.



Siguiendo con autores de gran nivel, el festival ha traído por primera vez a España a dos creadores que, sin ser de origen mediterráneo, acuden con una obra cuya temática está muy presente en este mar y que, además, entronca a la perfección con los valores que promueve Tres Culturas de solidaridad, diversidad, inclusión y esperanza. Se trata de Victoria Jamieson y Omar Mohamed, que conversaron sobre la historia que les unió: la multipremiada ‘Cuando brillan las estrellas’, inspirada en las vivencias del propio Omar Mohamed en los campamentos de refugiados de Dadaab, en Kenia.

También tuvieron cabida los cómics que dan el salto a la gran pantalla a partir del exitoso caso de ‘Robot Dreams’, el primer cómic de la escritora de libros infantiles Sara Varon que el director Pablo Berger plasmó en una inolvidable cinta que llegó a optar al Oscar como Mejor película de animación el pasado año. Ambos desgranaron los detalles de esta colaboración que ocupa un lugar de privilegio entre las producciones cinematográficas nacidas de un cómic.

Y si la historia de ‘Robot Dreams’ viajó desde Estados Unidos hasta España para llegar al celuloide, el mismo trayecto, pero a la inversa, es el que realizan las obras de Natacha Bustos (nacida en Ibiza en 1981, aunque malagueña de adopción) y Carmen Carnero (Málaga, 1983), dos españolas que triunfan en Marvel y DC. La primera de ellas con cómics como Moon Girl and Devil Dinosaur, fue elegida por Marvel como una de las ocho artistas más prometedoras de la próxima generación en 2020; mientras que la segunda trabaja para esta misma compañía en exclusiva desde 2018, donde fue incluida en 2019 en el programa de artistas de élite de Marvel ‘Stormbreakers’.


Igualmente por su importante proyección, destaca el reconocido dibujante e historietista Diego Galindo (Sevilla, 1978), que conversó con la profesora e ilustradora Cristina Peláez sobre su experiencia adaptando Stranger Things al cómic, explorando los retos y oportunidades de trasladar esta exitosa serie. Comentaron sus inicios, y Diego confesó que «siempre fue primero la imagen, el dibujo. Yo al principio miraba los cómics, más que los leía».

Por último, cabe mencionar a Wilfrid Lupano, (Nantes, 1971), con quien se analizaron libros como ‘La bibliomula de Córdoba’, del que es guionista, y en el que muestra el poder de la cultura y el conocimiento como barrera ante los totalitarismos. Wilfrid habló sobre el proceso de investigación y documentación para el libro. «Era difícil poner en imágenes un universo que no había sido representado. Era como poner una primera piedra», indicó. Lupano señaló el trabajo enorme de investigación que había realizado también el ilustrador, y apuntó a la idea de sacar a la luz temas como la arquitectura y también toda la producción de la Gran Biblioteca de Córdoba. «En occidente la construcción de Catedrales era un gesto económico y político fuerte. La construcción de Bibliotecas también lo era». Definió a ‘La bibliomula de Córdoba’ como una «mula movie», una road movie a ritmo de mula, en la que se expresa su amor a la cultura y los libros. «El libro es un objeto con una fragilidad increíble… y a pesar de todo, todo el saber ha llegado hasta nosotros porque ha habido personas que han hecho la conservación, las copias… Siempre algunas escapan hasta la civilización siguiente».


Además, fue uno de los protagonistas de los talleres infantiles a partir de su obra El lobo en calzoncillos en el apartado COMICMED KIDS, donde también se ofreció otro taller que aúna creación con nuevas tecnologías para la creación de videojuegos y uno para público adolescente en el que Natacha Bustos mostró cómo dibujar superhéroes.

En resumen, una programación diversa y heterogénea en la que se habló mucho de cómic, pero también de nuevas técnicas de creación, universos digitales y fusión con otras artes.
Cómic
Málaga se convierte en el centro del cómic mediterráneo con la primera edición de COMICMED

La Fundación Tres Culturas y el Polo de Contenidos Digitales de Málaga organizan la primera edición de COMICMED del 6 al 8 de marzo en las instalaciones de Tabacalera con la presencia de creadores como Benjamin Lacombe, Victoria Jamieson, Sara Varon, Pablo Berger, Nadia Hafid, Natacha Bustos, Wilfrid Lupano y Carmen Carnero.
La Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, con la colaboración del Polo Nacional de Contenidos Digitales, del Ayuntamiento de Málaga, presenta la primera edición de COMICMED, un encuentro sin precedentes que abordará el mundo de la novela gráfica y el cómic producido o vinculado con el Mediterráneo.
La programación, plagada de importantes creadores del género, combina conversaciones con autores, tres talleres prácticos (para distintas franjas de edad: adultos, adolescentes y niños) y una innovadora propuesta que fusiona cómic con música electrónica con aires marroquíes al ritmo de la DJ Hajar Lagranja.

El cartel de esta primera edición ha sido realizado por Nadia Hafid (Tarrassa, 1990), ilustradora de ascendencia marroquí cuyas obras han sido varias veces portada en ‘El País’, además de aparecer en artículos en medios internacionales como ‘The New York Times’, ‘The Economist’, ‘The New Yorker’ y ‘The Washington Post’, entre otros. Su nuevo trabajo, ‘Mal olor’, recientemente ganador del premio Finestres, verá la luz en castellano en este mes de marzo y los asistentes a COMICMED podrán tener acceso a ella en primicia.

Otro de los grandes nombres propios del festival es Benjamin Lacombe (París, 1982), considerado uno de los ilustradores más importantes del mundo, con un estilo muy marcado y personal que le lleva a concebir cada dibujo como una auténtica obra de arte: figuras pálidas, de grandes ojos y una mezcla de fragilidad y potencia visual.

Siguiendo con autores de gran nivel, el festival traerá por primera vez a España a dos creadores que, sin ser de origen mediterráneo, acuden con una obra cuya temática está muy presente en este mar y que, además, entronca a la perfección con los valores que promueve Tres Culturas de solidaridad, diversidad, inclusión y esperanza. Se trata de Victoria Jamieson y Omar Mohamed, que conversarán sobre la historia que les unió: la multipremiada ‘Cuando brillan las estrellas’, inspirada en las vivencias del propio Omar Mohamed en los campamentos de refugiados de Dadaab, en Kenia.

También habrá lugar para los cómics que dan el salto a la gran pantalla a partir del exitoso caso de Robot Dreams, el primer cómic de la escritora de libros infantiles Sara Varon que el director Pablo Berger plasmó en una inolvidable cinta que llegó a optar al Oscar como Mejor película de animación el pasado año. Ambos desgranarán los detalles de esta colaboración que ocupa un lugar de privilegio entre las producciones cinematográficas nacidas de un cómic.
Y si la historia de Robot Dreams viajó desde Estados Unidos hasta España para llegar al celuloide, el mismo trayecto, pero a la inversa, es el que realizan las obras de Natacha Bustos (nacida en Ibiza en 1981, aunque malagueña de adopción) y Carmen Carnero (Málaga, 1983), dos españolas que triunfan en Marvel y DC. La primera de ellas con cómics como Moon Girl and Devil Dinosaur, fue elegida por Marvel como una de las ocho artistas más prometedoras de la próxima generación en 2020; mientras que la segunda trabaja para esta misma compañía en exclusiva desde 2018, donde fue incluida en 2019 en el programa de artistas de élite de Marvel ‘Stormbreakers’.

Por último, cabe destacar a Wilfrid Lupano, (Nantes, 1971), con quien analizaremos libros como ‘La bibliomula de Córdoba’, del que es guionista, y en el que muestra el poder de la cultura y el conocimiento como barrera ante los totalitarismos. Además, será uno de los protagonistas de los talleres infantiles a partir de su obra ‘El lobo en calzoncillos’ en el apartado COMICMED KIDS, donde también se ofrecerá otro taller que aúna creación con nuevas tecnologías para la creación de videojuegos (en el Campus 42) y uno para público adolescente en el que Natacha Bustos mostrará cómo dibujar superhéroes.
En resumen, una programación diversa y heterogénea en la que se hablará mucho de cómic, pero también de nuevas técnicas de creación, universos digitales y fusión con otras artes. Una iniciativa en la que, además, se han implicado otras entidades e instituciones como el Centro Andaluz de las Letras, la Fundación Telefónica, el Instituto Francés y las editoriales Maeva, Edelvives, Norma Editorial, Apa Apa Cómics y Penguin Random House.
El acceso a todas las propuestas de este festival será gratuito previa inscripción en la página web de la Fundación Tres Culturas (www.tresculturas.org). Asimismo, los interesados podrán adquirir ejemplares en el punto de venta que habilitará la tienda Cómic Stores en el mismo festival.
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