Entrevistas
Ilustrar ‘La playa de los cangrejos violinistas’

Cada verano Luka espera impaciente el momento de ir de vacaciones al pueblo de los abuelos. Allí, junto a Llorona, día a día, disfruta de un espectáculo muy curioso frente a la bahía. Una mañana, todo cambia. Algo no va bien y Luka necesita saber qué está sucediendo. ‘La playa de los cangrejos violinistas’ es una historia que pone en valor los vínculos y las relaciones familiares entre distintas generaciones y el poder evocador y reparador de los lugares donde habitan nuestras raíces. Un trabajo de David Gómez y Silvia Álvarez. Con ésta última charlamos un poquito más sobre este libro.

¿Cómo nace este proyecto? Silvia Álvarez: “Pues nace porque el autor, David Gómez me escribió un día para decirme que quería que colaborásemos juntos y que si yo quería, me propondría a la editorial, así que yo encantada porque es un autor que me gusta, escribe muy bien”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Podrán encontrar un lugar muy singular que se ubicaba en la costa de Cádiz, donde el autor iba de vacaciones con su familia, del disfrute de un niño correteando por el lugar y los curiosos cangrejos que habitan allí. Es un libro que refuerza el valor del vínculo familiar entre distintas generaciones y el poder de los lugares donde están nuestras raíces”.

¿Qué te pareció la historia la primera vez que la leíste? “Me pareció una historia increíble, muy emotiva, esos cangrejos, las casitas de colores que parecen el decorado de una película, toda la historia me transmitía la emoción de la infancia, el recuerdo bonito, esos momentos felices que te quedan de esa etapa y me pareció una idea muy buena para poderla contar a través de nuestro libro”, nos cuenta Silvia Álvarez.
¿Qué diríais que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? “Es un libro que se caracteriza por el retrato de los paisajes de la bahía de Cádiz, un lugar con mucho colorido por las casitas de la playa de La Casería que es así como se llama”.

¿Con qué técnicas trabajaste? “La técnica utilizada es mixta, principalmente con lápices de color y aguadas de témperas sobre papel de acuarela, siempre trabajo de forma manual, me apoyo en la técnica digital para el acabado antes de enviar a imprenta, como el escaneo y retoques de color para que sea lo más fiel posible al original”.


Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “La elaboración siempre comienza por la lectura de la historia, la reflexión sobre ella y a continuación en este caso la documentación del lugar en imágenes porque tratamos un sitio real -continúa Silvia Álvarez-. He tenido que hacerme de un banco de imágenes para recrear esa playa tan peculiar. Lo siguiente es un story completo que cuando se aprueba por parte de la editorial paso a realizar ya las ilustraciones con todos mis materiales, que es cuando llega el disfrute de verdad, ya no tienes ganas de abandonar el lápiz ni los pinceles, solo quieres seguir y seguir hasta terminar con la última ilustración. Trabajo con mucha ilusión hasta el final, me gusta recrearme en el resultado y cuando ves el libro en tu mano, en ese momento se acaba el proceso”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Estoy con nuevos proyectos, con editoriales con las que ya he colaborado anteriormente, algún proyecto personal también con autores con los que ya tengo libros, no puedo concretar porque no me dejan hablar las editoriales, jajaja, pero pronto en redes irán saliendo cosillas de las próximas publicaciones”.
Álbum Ilustrado
Torben Kuhlmann nos hace volar con ‘Earhart’

Para los topillos, las vallas de los jardines suelen ser los confines del mundo. Pero un día, una topillo descubre un sello con la imagen de un gato gigante africano, cosa que le despierta la voluntad no solamente de llegar a África, sino de dar la vuelta al mundo. Su aventura la reunirá con el conocido ratón que atravesó el Atlántico y con una mujer que comparte su pasión por volar. ¿Lo conseguirá? Con el quinto volumen de la serie Ratones Aventureros, de ilustraciones y estilo muy reconocidos, Torben Kuhlmann crea un monumento a la pionera de la aviación Amelia Earhart. Además de ser conocida por sus hitos de la aviación, Earhart también hizo campaña dentro del movimiento de la liberación de las mujeres en su momento. Hoy en día sigue siendo un referente en la lucha por los derechos de las mujeres. Con esta quinta entrega de la colección, también se celebran diez años de la publicación del primer título: Lindbergh. La increíble historia de un ratón volador. Editado por Juventud, hemos hablado un poco más sobre este libro con Torben Kuhlmann.


¿Cómo nació este proyecto? “La nueva aventura del ratón se concibió para celebrar el décimo aniversario de la serie. Por eso, decidí regresar al mundo de los ratones voladores. En mi primer libro, Lindbergh, llevé a un ratón a través del Atlántico. Ahora, quería una pieza complementaria que narrara una aventura aún más audaz: Dar la vuelta al mundo”.
¿Qué encontrarán los lectores en las páginas de este libro? “Encontrarán la historia de un ratón de jardín bastante modesto que supera las limitaciones de una población centrada en la excavación y se atreve a aprender a volar -continúa Torben Kuhlmann-. En el desarrollo de la aventura, revisitamos el mundo establecido en mi primera aventura del ratón, Lindbergh, e incluso conocemos al protagonista de la primera historia. Espero que todos encuentren algo inspirador y alentador en este libro”.

¿Cómo fue el trabajo de documentación e investigación para este libro? “Como en todos mis libros, Earhart comenzó con una fase de investigación bastante exhaustiva. Observo numerosas fotografías para hacerme una idea de una época. En este caso, es la década de 1920. Además de eso, empiezo a leer sobre temas generales: la historia de la aviación, los intentos de dar la vuelta al mundo y, finalmente, la carrera de Amelia Earhart. Pero, contrariamente a la creencia popular, no se decide qué personaje real acaba dando nombre a la aventura de un ratón. Primero surge la idea de una posible trama. Con el tiempo, esa trama empieza a apuntar en una dirección determinada y a un posible candidato de la historia de la humanidad que podría darle nombre. En mi último libro, Earhart, la idea de un ratón dando la vuelta al mundo surgió primero. Este hecho apuntaba a los esfuerzos de Amelia Earhart, quien compartía sus ideas”, afirma Torben Kuhlmann.

¿Conocías a Amelia Earhart? ¿Qué fue lo que más te impresionó de ella? “Durante mi investigación, desarrollé un aprecio aún mayor por Amelia Earhart. La conozco desde mi infancia, porque siempre me ha fascinado la historia de la aviación. Conocí a todos los pioneros importantes, incluyendo a Charles Lindbergh, los hermanos Wright y Amelia Earhart. Por supuesto, oí hablar de su fallido intento de circunnavegar el mundo, y también me he topado con algunas teorías conspirativas en torno a su desaparición. Pero sabía muy poco sobre su biografía y su vida personal. Afortunadamente, eso cambió durante la investigación para el nuevo libro. Fue una persona verdaderamente inspiradora con perspectivas modernas. Siento un gran respeto por la determinación con la que persiguió su sueño. No solo se enfrentó a los peligros físicos; volar a menudo ponía en peligro su vida. Earhart también enfrentó una feroz oposición social para ser aceptada y, sobre todo, respetada como piloto”, nos cuenta Torben Kuhlmann.

Cuéntanos algo sobre las ilustraciones. “Las ilustraciones juegan un papel muy importante como recurso narrativo. No son solo un añadido decorativo a algo que también podría encontrarse en el texto. La idea es tener un toque cinematográfico. Cómo intento aprovechar al máximo el potencial narrativo de una imagen, a veces sin añadir palabras descriptivas, las ilustraciones resultantes utilizan algunos de los mismos trucos que usaría un director de cine o su director de fotografía: iluminar la escena, colocar la cámara, elegir la perspectiva y posicionar a los personajes. Es una narrativa visual, siguiendo el lema «¡Muestra, no cuentes!».

¿Con qué técnicas trabajaste? “Las ilustraciones se crean combinando acuarelas y lápices. Cada ilustración comienza como un dibujo a lápiz. Luego, añado algunas líneas con un delineador de punta fina muy delicado. Finalmente, coloreo el dibujo aplicando capa tras capa de acuarela. Crear una ilustración tan detallada puede llevar tiempo. Normalmente, espero terminar al menos una ilustración a doble página y una más pequeña cada semana. Para un libro completo como Earhart, trabajo hasta nueve meses exclusivamente en las ilustraciones”, confiesa Torben Kuhlmann.

¿Cómo fue el proceso de creación de este libro? “Mi proceso comienza con una idea, que rápidamente se convierte en un boceto de la trama. Tengo ideas iniciales para ilustraciones, así como fragmentos de texto. Recopilo muchas de estas ideas en mi cuaderno de bocetos hasta que estoy listo para organizar todo en un guión gráfico simplificado. Nuevamente, el texto y las ilustraciones se desarrollan simultáneamente. En ese momento puedo presentar la historia con confianza a mi editor y, tras obtener su aprobación, empiezo a trabajar en las primeras ilustraciones, seguidas de un primer borrador. El borrador se perfecciona continuamente durante los meses siguientes, a medida que se incorporan más ilustraciones al libro. Después de aproximadamente un año, el libro está finalmente terminado”.
¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Actualmente sigo en una pequeña pausa. Tengo algunas ilustraciones poco conectadas en mi escritorio y estoy experimentando con estilo y técnica. A finales de este año espero que una de mis pequeñas ideas iniciales se convierta en una trama, para poder empezar a trabajar en el próximo libro ilustrado. Ahora mismo, estoy bastante seguro de que veremos algo más que un ratón en ese libro”.
Cómic
Julien Lambert nos guía por la ciudad de ‘VilleVermine’

‘VilleVermine’, una ciudad sucia, inmunda… Una ciudad de pequeñas estafas, de pequeños negocios, en la que delincuentes y perdedores repiten una y otra vez la misma escena. Jacques Peuplier, un duro investigador privado, lidera una caótica investigación sobre la desaparición de la hija de la reina del inframundo, con la ayuda solo de objetos como compañeros, cuyas voces es lo único que puede oír… y con los que conversa. Durante su viaje se enfrentará a un ejército de aviadores pilotados por un científico loco, encontrará el refuerzo inesperado de un pequeño niño de la calle (acompañado de su gato Mauvais-Poil), se enamorará, será perseguido, golpeado por unos hermanos desagradables y unos extraños bichos le harán la vida imposible. Con estas palabras la editorial Nuevo Nueve nos presenta este trabajo de Julien Lambert. Con él hemos hablado un poquito más sobre este cómic.

¿Cómo nació este proyecto? “El comienzo fue mi proyecto de fin de carrera para la Escuela de Arte y Diseño ESA Saint-Luc de Lieja (Bélgica). Pasaron unos diez años entre esta primera versión escolar y la publicación del libro en 2018”.
¿Qué encontramos en este libro? “La historia se desarrolla en un pueblo imaginario llamado VilleVermine, una especie de «Ciudad Gótica» belga, inspirada en Lieja -nos cuenta Julien Lambert-. Trata sobre un hombre llamado Jacques Peuplier, quien tiene un poder especial: puede oír la voz de objetos inanimados y también hablar con ellos. Gracias a esta habilidad especial, es una especie de detective privado, especializado en encontrar objetos perdidos o robados. Pero la historia se descontrola cuando tiene que lidiar con otros humanos… Eso le supone un problema. Obligado a encontrar a una niña desaparecida, debe asociarse con un niño y un gato, y juntos se enfrentarán a un científico loco y a una especie de zombis voladores…”.

Cuéntanos algo sobre las ilustraciones. “Me influyó mucho el trabajo de Mike Mignola, Taiyo Matsumoto y Nicolas De Crecy. También me influyen las películas de Jean-Pierre Jeunet, Marc Caro y Guillermo Del Toro. Me interesa el expresionismo y le doy mucha importancia a la forma en que se mueven mis personajes”, asegura Julien Lambert.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Lápiz, tinta china y Photoshop (para los colores)”.

¿Cómo fue el proceso de creación de este libro? “Fue mi primer libro como guionista. Escribí varias versiones del guión, luego tres versiones para el storyboard. Después, dibujé a lápiz y entinté de forma tradicional. Y finalmente, coloreé por computadora con la ayuda de amigos y mi novia para los colores. Me llevó más de tres años escribir esa historia (inicialmente publicada en dos libros)”, afirma Julien Lambert.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “VilleVermine ya es una serie, y estoy trabajando en una nueva historia, la tercera. Pero voy con mucho retraso…”.
Álbum Ilustrado
Monica Barengo y su trabajo en ‘A volte, ancora’

Los grandes amores, dijo alguien, nunca terminan. Pero incluso si lo hacen, pueden dejarnos una inmensa nostalgia. Incluso a una edad avanzada, podemos encontrarnos recordando un amor de nuestra juventud y su luz. ‘A volte, ancora’ es un álbum que cuenta la belleza de haberse amado mucho y sobre todo la capacidad de recordarlo. Un trabajo de Davide Calì y Monica Barengo que edita Kite Edizioni. Con Mónica hemos hablado un poco más sobre su trabajo en este libro.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “Nació de la pluma de Davide Calì, originalmente se titulaba “Parfois, j’ai encore envie de toi”, si mal no recuerdo nació de la inspiración de una secuencia de imágenes que había creado para una exposición en la galería Jean Robillard de París. Davide me lo hizo leer justo después del lanzamiento de mi primer libro ilustrado Polline, pero decidimos esperar para trabajar en él para no republicar una historia de amor de forma nostálgica y para no etiquetarme como la ilustradora de historias de amor tristes, por lo que salió unos diez años después”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Encontrarán el amor, en su forma más impalpable, la del recuerdo”.

¿Cómo te pareció el texto de Davide la primera vez que lo leíste? “Como el libro salió varios años después de que lo leí por primera vez, puedo dar fe de que las ideas y las impresiones cambian dependiendo del momento en que vivimos o del punto de la vida en el que nos encontramos -nos cuenta Monica Barengo-. La primera vez que lo leí me conmovió, me recordó lo que estaba viviendo y lo asocié con algo romántico. Luego pasó el tiempo y yo también crecí con ello, cuando comencé a trabajarlo concretamente me di cuenta que esas palabras ya no representaban el amor para mí, entonces reflexioné en cómo podía transformarlas con mis imágenes. Prefiero no revelar cómo creo que lo hice, para permitir que aquellos que aún no saben de qué estoy hablando tengan el efecto sorpresa”.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Trabajé en este libro en una fase de cambio, donde quería darle otra cara a mi investigación y a mi trabajo. Este intento me hizo dar vueltas en círculos y me trajo de vuelta al punto de partida, pero entendí que no significa volver atrás, es como cuando sales de viaje y luego regresas a casa, no solo estas volviendo, las experiencias que has tenido te han cambiado, verás lo que tienes diferente, puede pasar que ya no lo des por sentado o que ya no desees ser otra cosa. Con este libro creo que eso es exactamente lo que pasó, volví y acepté quien soy sin sentir que tenía que cambiar o al menos no tener que forzar el ritmo”, confiesa Monica Barengo.
“Así que había un cuaderno lleno de bocetos y estudios preparatorios, un storyboard que cambiaba muchas veces como ocurre con todos mis libros, pero también había un intento con una técnica diferente que por el momento permanecerá en ese cuaderno”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Lo característico es que siempre soy yo (risas), vuelven mis símbolos, el reloj, los disparos, mis temas: la espera, el recuerdo, el tiempo suspendido, a veces esta repetición me asusta, otras veces me hace sentir como en casa, segura, acogida, como una persona que conozco y ya sé cómo me sentiré después de un día pasado con ella, aunque siempre veremos y haremos cosas diferentes”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajo con grafito, por lo que mis originales están en papel, pero el color es digital. Para mí la técnica nunca ha sido motivo de una investigación particular, sino sólo un puente para comunicar lo que quería decir, las ideas siempre han sido las verdaderas protagonistas de mi trabajo, pero siento que esto está cambiando”, asegura Monica Barengo.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Como en todos mis trabajos, bebí de mi experiencia personal, del deseo, como dije antes, de dar una lectura personal a las palabras de Davide y esta fue la parte que más tiempo me requirió. El miedo que tenía hacia este texto era que pareciera uno de esos amores en los que en un momento determinado se rompen, pero uno de los dos no lo acepta y sigue escribiendo esperando una reconciliación y no quería romantizar un comportamiento de ese tipo, para no hacerlo necesitaba poner cierta distancia. Navegando por él seguramente entenderás de qué distancia estoy hablando”, continúa Monica Barengo.

“Hacer esto no fue fácil porque no quería en absoluto tocar ni modificar el texto de Davide, así que traté de encajarlo entre sus palabras y el nuevo significado que podía darle con mis imágenes. Este tipo de entrelazamiento tomó mucho tiempo. Cuando lo hago me siento como una autora que inventa una historia desde cero, con la dificultad de que tiene una serie de obstáculos que superar que son las palabras que no escribió, pero que deben dialogar con sus imágenes sin traicionar la lógica interna. No siempre es posible hacer este tipo de trabajo, en este caso el texto estaba bastante abierto, por lo que pude colarme”.
“Para que esta historia sea auténtica, requiere que me sumerja en algo que siento, sé, y que realmente haya sucedido, como en todas mis obras, hay mucho de mí en este libro también, a veces esta investigación puede obligarme a reabrir cajones que han estado cerrados durante años, sucede que también me ayudo viendo películas, escuchando y observando las historias de otros, leyendo libros que me puedan inspirar o darme ideas, recuerdo que en ese período había leído Las penas del joven Werther que poco tiene que ver con «A volte, ancora», pero lo que me había inspirado era la idea de que se puede amar y al mismo tiempo idealizar a alguien hasta el punto de querer perder la propia vida, si no es correspondido. Así que la idea, el recuerdo, son tan reales como la realidad misma, si no más”, afirma Monica Barengo.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Sí, estoy terminando un nuevo libro con Davide Calì, os puedo adelantar que encontraréis muchos gatitos” 🙂
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