Entrevistas
Santiago Solís ilustra ‘El berrinche de Moctezuma’

«El monarca Moctezuma hoy está de mal humor. Se han cansado de pedirle que sonría, por favor…
-¡No sonrío! ¡Hoy no quiero! ¡Por favor, déjenme en paz! ¡Que se quede mi ayudante! ¡Que no entre nadie más!». Este poema humorístico narra una pataleta del más grande emperador y cómo una humeante taza de delicioso chocolate logra alegrar, finalmente, a todos. Así nos presenta la editorial Ekaré este pequeño gran libro, ‘El berrinche de Moctezuma’, un trabajo de Nuria Gómez Benet y Santiago Solís. Con éste últimos charlamos un poco más sobre este proyecto.

¿Cómo nace este proyecto? Santiago Solís: “Pues como empiezan muchos libros, con una invitación. Araya Goitia andaba en México y quedamos de vernos en una biblioteca, ahí me mostró varios libros de esta emblemática colección Rimas y Adivinanzas a la que pertenece El Berrinche. Antes de conocer el trabajo de Ekaré, hace muchos años, había comprado «Chamario» ilustrado por el gran Arnal Ballester, me lo encontré en una librería perdida en el norte del país, me encantó. Entonces cuando me proponen ser parte de esta colección y yo dije si. Me dio mucha alegría y también algo de miedo porque hay que estar al nivel de los libros que han publicado. Me parece que logramos algo muy bonito”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Sobre todo, una experiencia. Nuria propone un poema muy divertido para leer para ti mismo y para leer en voz alta para los chicos, es donde aprecio lo cercano que es la poesía con la canción. Yo le agrego otra pizca con los personajes que aparecen en lo visual pero que no están citados en el texto, para ir apoyando la atmósfera, la tensión, un pelín de caos y luego la salida suave. Volviendo a la analogía, Nuria puso la letra, yo los instrumentos y nos salió una canción”.

¿Qué te pareció el texto de Nuria la primera vez que la leíste? “Me gustó mucho el humor, y que es muy visual, es decir que desde el inicio te metes en la historia, en el olor a copal, del ruido de los comerciantes, los grandes palacios, los tocados de plumas, las audiencias con el emperador -nos cuenta Santiago Solís-. Hablé con ella hace poco, no nos conocimos en el camino sino hasta el final, y nos contó que fue un texto que escribió hace tiempo para su programa de radio. Entonces es un poema que vuelve a los oídos de otros lectores, pero ahora con imágenes para conectar con nuevos lectores, me parece muy mágico eso”.
¿Qué diríais que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Creo que para mí fue la creación de personajes, es decir, cuando ilustras Caperucita y el lobo, sabes que son 3 personajes (o cuatro si te toca la versión del cazador jajaja). Aquí en lo textual solo aparece Moctezuma, los que lo rodean en el cotidiano. Entonces pensé en una serpiente que podría ser su mano, su ayudante, quien le lleva la agenda para que el gobierno fluya. La serpiente es sabia, discreta, además, como puede ocultarse, se sabe todo el chisme del palacio. Luego necesitábamos a los cocineros y ahí pensé en los monos, leyendo sobre el cacao y los mayas, el mono como puede andar de aquí para allá es un gran mensajero y aparece en muchos mitos, además son grupales y aunque parece que son un caos, tienen un ritmo interno, una armonía secreta. Mi reto fue ese, meter nuevos personajes que movieran la trama y que tuvieran su momento de brillar, lograr una narrativa que sumara al poema”, nos confiesa Santiago Solís.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Esta vez fue en una tableta de dibujo. Yo inicialmente quería hacerlo en acrílico, pero debido a que los textos iban a caer en textura de color, optamos por el digital que tiene también la ventaja de hacer cambios un poco más sencillos. Fue mi primera vez con la tableta en un libro largo y parece que es más fácil, pero tiene sus dificultades: se pierde la idea del tamaño porque puedes acercarte o alejarte mucho, se le acaba la pila a la tablet y a la pluma también, la conversión de un archivo RGB a CMYK, la memoria del dispositivo, las rayas del coloreado fue prácticamente como dibujarlo a mano, entonces cada una me llevaba entre 2-3 días. No me esperaba tantas sorpresas. Fue un gran aprendizaje”.


¿Cómo fue el trabajo de documentación / investigación para este libro? “Yo siempre digo que si a los libros y ya cuando llego a mi casa me digo «en que me metí ahora». Los proyectos que tienen un pie en la historia son difíciles porque justo necesitan esa conexión con el pasado, sin embargo, abren la puerta a reimaginar el mundo de tus antepasados. Me leí cuanto pude de Moctezuma, los palacios de la gran Tenochtitlán y el cacao. Busqué referencias del color cuando los palacios estaban pintados y en esculturas de la época. También me interesaba ligarlo a los mitos de la conquista y por eso aparece de pronto un caballo y el ave con un espejo. Me busque láminas sobre la indumentaria de los guerreros. Luego me di vuelo en la parte de los animales, porque es muy divertido dibujarlos. Están los monos y el cocodrilo como parte del mito del cacao y su conexión con el mundo maya, el ajolote está en la parte de las albercas y zonas termales, las aves para los tocados de plumas (guajolotes, águilas, gansos, patos, cotingas, zanates, colibrí, guacamayas, calandrias..). Luego en la decoración vasijas, esculturas, decorados, o piezas muy específicas como el Tzompantli. En fin, mucha información para ir construyendo la atmósfera”, afirma Santiago Solís.

Nos gustaría también que nos dieras alguna pincelada sobre el formato del libro y también nos gustó mucho el glosario final… “El formato ya es parte de la colección, es un tamaño pequeño de 15 x 15 aproximadamente. Tiene una parte linda para el dibujante porque la doble página es una escena apaisada y puedes construir muy bien el recorrido visual. Yo las imágenes siempre las hago más grandes para al hacerlas pequeñas, ganar detalle (tip para los ilustradores). El glosario final es un extra de la edición que viene pensado de origen, ocurre por ejemplo en «Retablillo de Navidad» al final incluye unas notas, creo que ese extra siempre lo agradece el lector y nos enseña nuevas palabras”.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Pues hago un poco de todo dentro de la cadena del libro, a veces me toca diseñar, otras ilustrar, a veces editar, incluso vender en las ferias, entonces siempre ando alrededor de los libros. Estoy en el proceso de un libro sobre dinosaurios, que los estamos trabajando muy cerca la escritora y la editora. En lo personal tengo un rato escribiendo en talleres de cuento y tengo dos textos que quiero ilustrar, me emociona eso, espero que salga uno de ellos en el segundo semestre del próximo año”.
Cómic
Lelio Bonaccorso y la vida de Peppino Impastato

La historia de un hombre capaz de desafiar a la mafia, empezando por la que tenía en casa. Una novela gráfica basada en la biografía de un icono de la lucha contra la mafia y de la libertad de expresión, acompañada varios textos críticos que analizan su figura y una entrevista al hermano. Liana Editorial nos presenta así ‘Peppino Impastato. La sátira contra la mafia’, un trabajo de Marco Rizzo y Lelio Bonaccorso. Con éste últimos hemos charlado un poquito más sobre este cómic.

¿Cómo nació este proyecto? “El proyecto nació en 2009 y viene de una persona que siempre ha contado en mi vida, la de Marco Rizzo, el guionista. Este es nuestro primer trabajo juntos, seguido de muchos otros”.
¿Qué encontremos en sus páginas? “La obra narra la vida de Peppino y sus compañeros, los momentos más importantes de su mundo. Con una serie de flashbacks, partimos de su infancia y finalmente llegamos a nuestros días, los del juicio. En definitiva, el hilo conductor siempre es la radio”, nos cuenta Lelio Bonaccorso.

¿Cómo era tu relación con esta historia y cómo ha evolucionado o cambiado al trabajar este libro? “Trabajar en este volumen fue sumamente emocionante, no fácil. La figura de Peppino Impastato es, sin duda, responsabilidad de muchas generaciones de jóvenes sicilianos y él siente el peso de esta responsabilidad en esta narración”.
¿Cómo fue ese trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, experimentación, quizás incluso planificación en un cuaderno… “La fase de investigación del material es muy importante -continúa Lelio Bonaccorso-. Marco y yo conocimos al hermano de Peppino, Giovanni, y visitamos su casa, ahora convertida en museo. Visitamos los lugares donde Radio Aut transmitía y recopiló tanta información en su libro. Textos, imágenes y vídeos…. Esta parte de la investigación es fundamental, especialmente en un trabajo de periodismo gráfico. Finalmente, el último paso es empezar a diseñar la página del libro”.

¿Qué dirías que distingue a tus ilustraciones para este cómic? ¿Qué hay de nuevo o diferente en comparación con otras obras? “Algo que caracteriza este trabajo es la parte emocional. Puse toda la pasión y la valentía que Peppino Impastato nos ha transmitido y sigue transmitiendo”.
Cuéntanos algo más sobre el trabajo desarrollado para este libro. “Este libro no es solo una obra, sino una importante iniciativa de difusión cultural, tanto que lleva 15 años en circulación y cuenta con un cómic muy leído en las escuelas. Varias generaciones de estudiantes italianos lo han leído y han aprendido de Peppino y sus compañeros. Marco y yo hemos conocido a decenas de miles de jóvenes y hemos contado esta historia. Estamos muy orgullosos del trabajo realizado. Obviamente, esperamos que ese trabajo dé sus frutos, pero es responsabilidad de los lectores decidir”, asegura Lelio Bonaccorso.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Actualmente, esta obra está muy activa en el mercado francés y en sus diversos proyectos. Recientemente se han publicado varios volúmenes y pronto se publicará en España un cómic sobre la historia del fútbol. Colaboro constantemente con Marvel y Disney, y tengo varios proyectos con Feltrinelli, mi editorial italiana. También colaboro con varios estudios sicilianos, con proyectos de desarrollo social y cultural en mi hermosa ciudad, Messina”.
Cómic
José Luis Munuera y ‘Su olor después de la lluvia’

Tras ver un anuncio en el periódico, Cédric decide adoptar a Ubac, un perro boyero. Desde este momento, se crea un vínculo único entre ambos, que durará trece años y cambiará para siempre la mirada de Cédric sobre el mundo. De repente, solo importa el presente. La vida se convierte en paseos llenos de olores y sabores nuevos, juegos, miradas cómplices o simplemente compañía silenciosa. Una presencia que se hará imprescindible y cuyo recuerdo permanecerá grabado en la memoria como un olor amado, incluso después de la lluvia. José Luis Munuera adapta la obra de Cédric Sapin-Defour, una poderosa historia de amor incondicional, que llegó a ser el libro de no ficción más vendido en Francia en 2023, con más de 400.000 lectores.

Así nos presenta la editorial Astiberri ‘Su olor después de la lluvia’, el último trabajo de José Luis Munuera. Con él quedamos para charlar un poco de este cómic aprovechando una sesión de firmas en Granada, en Subterránea Cómics. En las siguientes líneas podéis leer el resultado de esa entrevista, mientras él dedicaba cómics con un dibujo de Ubac, el perro boyero protagonista de la historia. Y podréis leer no solo la conversación con el dibujante, sino también la intervención de alguna lectora. Al final igual más que una entrevista es una conversación, y no solo entre dos personas.
Había hablado con mi editor en Lombard y él me preguntó si me apetecía hacer algo diferente, algo más relajado, más contemplativo. Entonces me propuso leerme esta novela. Me envió ‘Su olor después de la lluvia’. No se había traducido todavía al castellano, y me encantó. Me encantó la novela porque me parecía que era un relato totalmente emocional, sin filtro intelectual de ningún tipo, sin excusas, era pura emoción. Así que me dije: “vamos a intentar hacerlo”. Entonces, la editorial inició el proceso de búsqueda de derechos y yo por fin me reuní con el autor de forma virtual. Y conectamos muy, muy bien”.

“Yo tenía mucho miedo, porque es una historia muy personal, él la cuenta en primera persona, es su peripecia personal, su aventura, su vida con su perro durante trece años, y cómo el contacto con el perro le cambia, le modifica su visión de las cosas, y cómo le afecta a título personal -continúa José Luis Munuera-. Y tenía mucho miedo porque, claro, me iba a meter yo allí, como un elefante en una cacharrería, a trastocarle a este hombre sus intimidades, inventarme personajes nuevos, situaciones, en definitiva, hacer una ficción a partir de su historia real. Y tenía miedo de que el autor fuera muy protector con sus propias vivencias”.
“Pero nada más lejos de esto. Encontré un tipo absolutamente adorable, abierto, receptivo, que entendió desde el principioesas “traiciones” que podía yo realizar respecto al relato, y que me animó desde el primer momento. Así que ha sido una experiencia fabulosa”, asegura José Luis Munuera.
No es lo habitual, ¿no? Ese contacto con el autor del texto… En realidad no te puedo decir bien, porque es la primera vez que adapto a un autor vivo, y no había tenido la experiencia de tratar con el autor. Pero me imagino que te puedes encontrar todo tipo de personalidades, desde los que son súper protectores con su trabajo, a los que pasan olímpicamente y dicen: “haz lo que te dé la gana”, a los que quieren participar más directamente. Con Cédric, ya te digo, fue cojonudo. Él estuvo allí, en el proceso, me mandó todas las fotos que necesitaba de su casa, de su vida. Fue estupendo”.

Ya has comentado un poco que al final son sus vivencias personales , las de Cédric, pero ¿qué se van a encontrar los lectores cuando empiecen a pasar las páginas de este cómic? “En Francia ahora mismo lo que está triunfando, lo que lo está petando editorialmente es una serie de novelas que se llama ‘La femme de ménage’, que son como una especie de novelas románticas, thriller, violento, medio erótico a veces. Pues ‘Su olor después de la lluvia’ está en el otro extremo del espectro narrativo”, nos cuenta José Luis Munuera.
“Esto es un ‘feel good’, una historia humana, de la experiencia vital, sin ningún tipo de epopeya dramática, la historia de un hombre y cómo construye, digamos, su familia de elección, cómo encuentra a su pareja, cómo vive con su ‘perrete’. Una cosa realmente muy ‘low-key’ en términos de aventura, pero espero que muy fuerte en términos de emoción”.
Ya hemos comentado que tú no tienes perro, entonces, ¿ha sido quizás más difícil a lo mejor conectar con la historia por eso? “No, porque la historia tiene un componente muy universal, digamos que habla del amor en términos generales. En este caso es con un perro, pero puede ser con tu hijo o puede ser con cualquier otro ser vivo. Y fue lo que me llamó también mucho la atención de la novela, cómo había conseguido, a mí como lector, emocionarme tanto sin que tuviera yo la experiencia directa de convivir con un perro en mi vida adulta, si lo tuve cuando era un crío. Y ese misterio, ese preguntarte por qué me ha afectado a mí, es una de las claves del lanzarme a intentar reconstruir el relato”, confiesa José Luis Munuera.

Y en todo ese proceso, una vez que ya hablas con él, que también estudias un poco la historia, ¿qué ha sido quizás lo más difícil? “Bueno, había varias cosas que eran complicadas. Una de ellas fue la representación del propio perro, Ubac. Yo soy un dibujante con tendencia al ‘cartoon’, más bien de escuela ‘disneyniana’. Y aquí el perro tenía que estar al mismo nivel que el humano en términos de credibilidad”.
En este momento en el que hablamos de Ubac, el perro protagonista de la historia, un un perro boyero, José Luis saluda a una de las lectoras que se ha acercado a la firma, Cris. Ella tenía un perro boyero del que se tuvo que despedir recientemente. “Sabía que estabas haciendo el libro y me lo encontré en Francia, y cuando salió, me dije, esto es para mí”, comenta esta lectora. ¿Y lo pasas muy mal con la lectura? Le pregunta Munuera. “Sí, hasta el punto de que empecé y dije, ahí se va a quedar…”, confiesa Cris. “Bueno, leí la primera parte”. “Pues ahora te toca la parte dura”, le advierte José Luis. “Y que te lo encontraras en Francia es normal, porque es como la canción del verano. Está por todos lados”.

En este momento también está a nuestro lado Joaquín López Cruces. Su nuevo trabajo, su nuevo cómic junto a Enrique Bonet está en el horno y saldrá a finales de agosto, ‘El otro mundo’. Comentamos la necesidad de juntarnos los tres para charlar de este proyecto pensando en ese lanzamiento… antes de volver a la conversación con José Luis Munuera.
Estábamos hablando del personaje del perro, de Ubac… “Sí, te decía que tengo una afiliación clara y que además reconozco sin pudor, disneyniana, y lo último que quería era hacer una versión de los 101 Dálmatas. Quería hacer algo que fuera más creíble. Entonces, el hecho de dibujar al ‘perrete’ en un registro que sea reconocible, pero que al mismo tiempo mantuviese la cualidad expresiva, que a mí me interesa mucho, de mi dibujo, era un pequeño ‘tour de force’ que me ha tenido bien entretenido. Porque la idea era que quien conoce esta raza de perros, lo reconociera”.
“Y así es. Es súper expresivo. Son unos animales increíbles”, participa de nuevo Cris. “Increíbles estos animales -comenta José Luis Munuera-. De verdad, una maravilla. Son un tipo de perro pastor que está seleccionado desde hace cientos de años para transportar carros con leche por los Alpes y demás. Y son muy familiares, muy domésticos. La verdad es que esun perro muy chulo. Un boyero”.

“Yo creo que puede tener un efecto catártico. De hecho, me he encontrado con muchas lectoras, sobre todo como tú (se dirige a Cris), que habían tenido, no necesariamente un boyero, pero sí un perro y que lo habían perdido recientemente. Es muy difícil cuando estás con alguien, y como si de repente se autorizaran a expresar todo lo que llevan dentro y no habíapodido contar. Porque tenemos como una especie de prejuicio cultural a la hora de hablar de que se te ha muerto un perro… Algunas de estas lectoras me decían que le había hecho mucho bien el libro”.

Volvemos a hablar con Joaquín que tiene entre manos varios proyectos, de los que hablaremos en el futuro seguro. Y reconectamos con la conversación con José Luis Munuera para preguntarle por la técnica utilizada en este cómic. “La técnica es un poco la misma que estoy utilizando en las adaptaciones de clásicos anglosajones, ‘Peter Pan’, ‘Cuento de Navidad’… El dibujo lo hago primero en un iPad. Eso lo imprimo. Sobre esa impresión empiezo a guarrear con acuarela, meter texturas, el modelado, el volumen, luces, sombras, etc. Con el objetivo de que sea lo más guarro posible. Lo hago sobre un papel random, un folio random que me obliga a ser muy rápido y muy eficiente y tomar decisiones así muy rápidas. Y luego eso me lo paso a Photoshop y hago un trabajo de postproducción allí, que es casi retoque fotográfico, en el que voy trabajando en la profundidad de campo y tal. Al final acabo con un fichero en escala de grises en el que están todas las texturas, todo el tratamiento de la luz. Y eso se lo paso a mi colorista que en Photoshop también aplica capas de color”.
Álbum Ilustrado
Gusti nos invita a jugar con los animales de ‘¿Qué están mirando?’

Descubre “¿Qué están mirando?”, un libro infantil ilustrado con textos llenos de humor e imaginación. Con poemas de Salvador Comelles e ilustraciones originales de Gusti, este álbum de poesía visual invita a los niños y niñas a explorar doce animales fantásticos como la Galliespí o el Cocopardo. Una propuesta poética y creativa que estimula la fantasía, el lenguaje y la curiosidad desde los primeros años. Así nos presenta la editorial Carambuco este libro sobre el que hablamos un poquito con Gusti.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “El origen auténtico es que Cesca, la editora de El Cep i la Nansa y Carambuco, vino a casa a ver material para poder hacer algún libro, y ambos coincidimos en unas ilustraciones muy grandes hechas a bolígrafo donde podíamos jugar con el hecho de juntar animales diversos, y que eso podría dar lugar a algo muy divertido para los niños”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Yo creo que el hecho de juntar dibujos de animales tan diferentes y crear un tercer personaje es muy divertido para los peques y da lugar a la imaginación, al juego, y a cambiar la mirada”, nos cuenta Gusti.

¿Qué te parecieron los textos de Salvador Comelles? “Salvador es muy bueno, me sorprendió la calidad de sus poemas. Encantado de colaborar con él”.
¿Habías trabajado ya con poesía? ¿Qué hay de diferente con respecto a trabajar con otro tipo de textos, como un álbum por ejemplo? “Si, no es la primera vez. En este caso comenzamos la casa por la ventana, ya que los animales ya estaban hechos y la idea era encontrar cuáles se acomodan mejor entre ellos -continúa Gusti-. Así que sobre la mesa había un montón de combinaciones. Creo que la interacción dibujo-texto le da alas a los dibujos y viceversa”.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Como te comentaba, sobre la mesa había unas 10 láminas terminadas llenas de personajes. La idea fue separarlos y empezar a jugar cual se acomodaba mejor con la otra”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? ¿Con qué técnicas trabajaste? “Ya sabes que varío mucho de técnicas y estilos, en este caso son dibujos hechos con bolígrafo, esos de muchos colores y que me llevan muy profundo al niño interior -asegura Gusti-. Podría decirse que es una continuidad del libro que hicimos con Lola Casas, ‘Animales escondidos’. El trabajo fue así: yo propuse unos cuantos animales, los separé y probamos cómo funcionaban con otras mitades. Y luego Salvador fue poniendo voz a esos personajes, todo muy libre y con espíritu de jugar”.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Ahorita estoy embarcado en hacer una segunda parte de Mallko y Papá. Él ya va cumplir 18 años y me gusta la idea de hacer un libro, tipo libreta de apuntes, con las cosas que suceden con un adolescente con un cromosoma de más, y estos meses anteriores terminé un libro que se llama ‘Es muy fácil viajar con un oso’. Y terminé uno para Nube Ocho que se llama ‘Super Fede’.



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