En una apartada aldea sueca, Jakob, un residente local, convoca a todos los habitantes a una reunión, insistiendo en su importancia vital. En la fecha acordada, todos los vecinos asisten excepto él. Horas después, encuentran su cuerpo sin vida, con el rostro desfigurado y las manos amputadas. ¿Quién podría ser el responsable, considerando que todos los habitantes estaban presentes en la reunión? Para resolver este misterio, llega a la región Arne Gunnarsson, un incansable inspector de la compañía aseguradora. Así nos presenta Bang Ediciones este libro, ‘Röd i Snön’, un trabajo de Francisco Torres Linhart, con el que hemos charlado un poquito más sobre este proyecto.
¿Cómo nace este proyecto? Linhart: “En los primeros días de la pandemia del Covid, cuando nos confinaron a todos en casa, muchos artistas de todo tipo y de cualquier disciplina, empezaron a hacer cosas en redes sociales como forma de contribuir de alguna manera a paliar el aislamiento y la soledad. Yo me planteé… ¿Qué puedo hacer yo? Y de esa necesidad nació “Röd i Snön”. Recuperé una idea que levaba un tiempo conmigo y le dí forma. Es verdad que lo más lógico y lo más adecuado en aquel momento, habría sido plantear algo divertido y además corto, pero realmente lo que me apetecía era hacer esta historia y eso es lo que hice”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Bueno, yo diría que encontrarán una historia de genero “negro”, pero en la que lo que menos importa realmente es ¿Quién es el asesino? Creo que lo más interesante de la historia es conocer a los distintos personajes que componen este mosaico de habitantes y sus respectivas historias, aderezado con un poco de surrealismo que siempre viene bien”.
La editorial habla de “nordic noir”. Cuéntanos. ¿Cuáles son tus referentes del noir? “Digamos que el inicio de esta idea se dio hace muchos años, en ese entonces yo acababa de leer la trilogía “Millenium” de Stieg Larsson, y como la disfruté mucho, busqué autores de lo que entonces se empezaba a llamar el “nordic noir” -nos cuenta Linhart-. Que eran autores nórdicos de novela negra y que además ambientaban sus historias en entornos, digamos, helados. Así descubrí a Camilla Lackberg y leí varios libros suyos que -en mi opinión- no llegaban al nivel de Larsson pero mantenían bien el tipo. Y justamente leyendo un libro suyo me vino el pensamiento de… “Me gustaría hacer algo así”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Ufff… Para responderte a esta pregunta tengo que contarte algo digamos… personal. Hace ya unos años tuve que dejar el trabajo como autor de cómics porque la que era mi pareja entonces enfermó de gravedad y requería atención y cuidados las 24 horas del día. Pasamos dos años terribles con constantes estancias muy largas en el hospital. Finalmente ella falleció y yo quedé destrozado, sin ganas de nada. Pero después de la época de duelo, una de las cosas que me animaron a seguir adelante fue volver al trabajo, a contar historias y a dibujar -continúa Linhart-. Pero lógicamente yo ya no era la misma persona, y tanto las cosas que quería contar como la forma de contarlas ya no era igual a todo mi trabajo anterior. Podríamos decir que “Röd i Snön” es el inicio de esta nueva etapa. Que sigue algunas formas estilísticas de mi trabajo anterior, como ser un autor de “línea clara”, pero con muchas diferencias al mismo tiempo”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Esto es fácil de responder, todo el libro está realizado a lápiz. Dos lápices en concreto un 2B (blando) y un HB (más duro), incluso si quieres que sea más detallado ambos son “portaminas”, no lápices tradicionales y el papel es papel de folio, del normal, del de toda la vida. Digamos que el proceso es un primer “lápiz” con el boceto en sucio y luego otro pasado a “limpio”. Después se escanea y color digital”.
Háblanos un poco del proceso de realización de este libro. Bueno, como te dije antes yo empecé a publicar este proyecto en Instagram cuando empieza la pandemia -afirma Linhart-. Yo tenía más o menos claro todo el argumento, digamos, central, pero no lo tenía desarrollado. Así que empecé un poco “a salto de mata” y a medida que iba dibujando viñetas iba trabajando también en el guión, incorporando nuevas ideas y dando algún giro a la historia tal y como estaba planteada en un inicio.
Por poner un ejemplo cuando comencé el libro pensaba que iba a estar dos años haciéndolo publicando una viñeta diaria. Luego cambié el formato y publicaba una entrega semanal con 9 viñetas, que ya eran dos más a la semana. Y sin embargo, finalmente el libro tardó en terminarse tres años y dos meses. Lo cual no se lo recomiendo a nadie, es demasiado tiempo”.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Normalmente me gusta estar con distintos proyectos a la vez porque así si entro en “crisis” con algún proyecto paso al otro y eso me da perspectiva. Ahora estoy enfrascado en tres proyectos diferentes entre sí. Por un lado una historia de cómic “Infantil o Juvenil”que aún no tiene destinatario. Un nuevo proyecto en Instagram, que quiero utilizarlo un poco como “laboratorio de ideas”. Y será una adaptación de un texto clásico, donde quiero investigar los límites de la narrativa del cómic. Y cómo no, una nueva “novela gráfica” que en esta ocasión va a ser de ciencia ficción”.