José Fragoso está detrás de ‘Olivia Wolf’, un cómic divertido y monstruoso. La editorial NubeOcho nos invita a conocer a la niña loba Olivia Wolf y a sus monstruosos amigos. ¡No hay días aburridos en Engendroland! Con José hemos charlado un poquito más sobre este proyecto, que ya cuenta con sus dos primeros títulos: ‘El sandwich con extra de moho’ y ‘La noche de los monstruos gigantes’.

¿Cómo nace este proyecto? José Fragoso: “Soy un gran lector de cómics y tiras cómicas, es un género que siempre me ha encantado y en el que quería introducirme. Aunque hice un par de cómics en el pasado (Happyville, durante mis años en EE.UU., y S.O.S. Songs from Outer Space, un libro disco con la banda The Brass Buttons), estaba muy centrado en el álbum ilustrado”.

“Un día en plena pandemia, Luis Amavisca de la editorial NubeOcho me comentó que creía que yo podía hacer un buen cómic y me encargó la creación de un personaje. Esa confianza que me transmitió fue lo que me despertó la ilusión de meterme de lleno en este mundo. Han sido dos años de trabajo en los que he aprendido mucho y en los que la vida, el recorrido y las posibilidades que te ofrece un cómic sinceramente me han enamorado”, nos cuenta José Fragoso.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Olivia Wolf cuenta el día a día de un grupo de amigos en el colegio, con sus familias, en el parque de atracciones o haciendo una fiesta de pijamas. Se trata de monstruos y humanos que conviven en la ciudad de Engendroland, donde te puede atacar un monstruo al ir al cole, tu profesora es una zombie que se está descomponiendo durante la clase, o tienes un amigo invisible que no sabes si es chico o chica porque nunca lo has visto. Pero principalmente nos habla de un grupo de amigos viviendo aventuras”.

“Algo que tenía claro es que no quería que hubiera violencia: los personajes siempre resuelven sus problemas con ideas originales -asegura José Fragoso-. Creo que especialmente en los dibujos animados actuales hay demasiada agresividad, se pegan todo el rato y normalizan un comportamiento que debería ser rechazable, incluso utilizan la violencia como gag humorístico. Es un recurso demasiado fácil que envía un mensaje muy tóxico: deberíamos evitar ese atajo y exigirnos dar a nuestros lectores material más trabajado”.

“También en todos los números explico algo útil para los niños como parte de la historia. En el número 1 cuento qué es el moho y cómo se forma, y en el 2 hablo sobre qué siente un bebé cuando lo meces. Y siempre al final de cada cómic acaban agotados y con ganas de irse a dormir, como cualquier niño de su edad.”

“Como en todos mis trabajos encontraréis ternura, humor y unos personajes a los que quiero mucho -continúa José Fragoso-. En estos dos números de la serie (y el tercero, en el que estoy trabajando ahora) he conectado con ellos hasta el punto de ser el primero que quiero saber qué les pasa. ¡No hay ni un sólo día aburrido en Engendroland!”

José Fragoso

¿Cómo nació este personaje? “Quería mezclar lo salvaje con la ternura: son monstruos, pero son adorables. O lo que es lo mismo: ¡son niños! Olivia es una niña lobo que se transforma en niña cuando se duerme y se relaja. Su hermano Carter es casi siempre lobo, porque los bebés pocas veces se relajan. Me encanta el cine de terror y los monstruos clásicos, así que cuando empezamos a hablar del proyecto sentí que quería ir por ahí. También me parecía interesante mostrar el contraste entre monstruos y humanos: los monstruos son más intensos, pero a la vez esa intensidad provoca rechazo en algunos (los villanos).”

¿Qué tal esta aventura con el cómic? “Maravillosa -afirma José Fragoso-. Me ha permitido establecer una conexión con la historia y los personajes que es más difícil de conseguir en el álbum ilustrado. En el cómic, el personaje es lo más importante y todo ese apoya en él. En el álbum ilustrado, la historia lleva casi todo el peso porque no tenemos tanto espacio para desarrollar sus personalidades.”

¿Qué diríais que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Aunque suelo trabajar a mano con plumilla y acuarelas, en Olivia Wolf he hecho casi todo el trabajo digitalmente. Son libros de más de 70 páginas, por lo que el ordenador y la tableta te facilitan mucho el trabajo. Necesitas una consistencia de colores y espacios para los que el digital es ideal. De todas formas, he intentado mantener la imperfección del dibujo a mano, que me representa y me gusta mucho más.”

¿Con qué técnicas trabajaste? “Todos los bocetos iniciales están dibujados a mano con lápiz y son bastante cercanos al dibujo final. Después, línea y color los he realizado con una tableta Cintiq y Photoshop. Siempre he usado el digital para retoques, pero nunca en un libro completo: aunque es muy útil, pienso que es una herramienta de dibujo más que no debería sustituir al resto”, asegura José Fragoso.

¿Qué importancia tienen dos conceptos en este y en otros trabajos tuyos como son el humor y el juego? “Vengo de Calvin & Hobbes o La Familia Addams, por lo que el humor es siempre parte de mi trabajo. El lector es inteligente y si le doy obviedades le perderé: intento mantener un ritmo que no le aburra e irle sorprendiendo.”

Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “La mayor parte del tiempo me dedico al álbum ilustrado, así que escribir unos cómics tan largos ha sido un reto. Al principio reconozco que me costó, pero ahora me siento muy cómodo y disfruto mucho del proceso. Empiezo con una tormenta de ideas de la que surge una escaleta, que leemos y releemos con la editorial. Aquí tengo que mencionar a mi editor Salva, con el que he pasado largas horas comentando todo tipo de detalles. Una vez definida la escaleta pasamos a los bocetos, donde escribo el diálogo y creo la composición de las páginas. Esta parte también tiene mucho trabajo de ajustes y correcciones”.

“Cuando hemos cerrado los bocetos, pasamos al dibujo definitivo -continúa José Fragoso-. Y una vez que conozco perfectamente la historia, ritmo y ambientes, creo la cubierta: tiene que representar fielmente lo que encontraremos en el cómic, por eso siempre la dejo para el final. Una vez que entrego el trabajo terminado, queda un minucioso proceso de ajustes por parte de la editorial. Crear un cómic es un trabajo largo y detallado, mucho más que en el caso de un álbum ilustrado.”

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Además del número 3 de Olivia Wolf, estoy trabajando en otra colección de cómics con La Esfera Azul que aparecerá después del verano: una historia muy diferente a Olivia Wolf pero con la misma ternura, humor y diversión. También estoy ilustrando varios álbumes que se irán publicando a lo largo del año. He empezado a ilustrar middle grade y en marzo aparecerá el primero. Es una nueva experiencia que he disfrutado mucho y ya estoy trabajando en más títulos. Y a finales del mes pasado publiqué ‘Don Piez’ con la editorial Tinturas, mi nuevo álbum ilustrado como autor: la historia de un pez que nace con pies en lugar de aletas y sueña con ser el primer bailarín de claqué del océano”.