Entrevistas
Joaquín Camp da vida a ‘Aníbal. Perro fantasma’

Aníbal es un perro que ha tenido un percance: se ha convertido en fantasma. Con esta frase nos presenta la editorial A buen paso este álbum ilustrado, ‘Aníbal. Perro fantasma’. A lo largo de las páginas de este libro, Aníbal nos presenta los placeres y las dificultades de su nueva vida de perro fantasma. Ahora puede robar comida en el parque sin que nadie lo vea, ha aprendido a volar y… es feliz, casi siempre. Porque hay cosas, como un amor secreto, que no se pueden olvidar. Y Aníbal tenía un amor muy especial. ¿Volverán a encontrase alguna vez? Este libro rebosa sentido del humor en cada escena protagonizada por Aníbal. Sus ilustraciones crean un constante contrapunto irónico. El buen humor y el optimismo de este perro lo acompañan a él y a cualquier lector a lo largo de las pequeñas y grandes complicaciones y aventuras que nos aguardan cada día. Para saber un poquito más de este libro, hemos charlado con su autor, Joaquín Camp.
¿Cómo surge la idea de este libro? Joaquín Camp: “Este libro nace de una idea concreta: presentar un proyecto para el concurso de la Biblioteca Insular del Cabildo de Gran Canaria. Tracé un plan de seis meses de los que 3 meses los pasé escribiendo todo tipo de historias en mi pequeña libreta, otros dos meses armé un storyboard y finalmente un mes para hacer las ilustraciones. El comienzo de todo fue un ejercicio de escritura en el que combinaba palabras de forma aleatoria. De este ejercicio salió el concepto del «perro fantasma». A partir de ahí comencé a pensar en las características del personaje, sus conflictos posibles, en cómo serian sus amigos, etc. Al principio la idea era que el personaje fuese literalmente un perro fantasma, que había muerto trágicamente. Pero luego surgió la posibilidad de que él creyera que era un fantasma porque tenía una sábana encima, y esta idea me resultó tan potente que nunca más la pude abandonar. A partir de ahí el libro tomó un sentido muy claro”.

¿Qué nos vamos a encontrar en sus páginas? ¿Qué nos quieres contar? “La verdad es que cuando escribo un libro no tengo la intención de contar algo concreto. De hecho muchas veces me veo muy sorprendido cuando los lectores encuentran cosas en mis historias que yo jamás había reflexionado. Creo que cuando eso sucede el rumbo es bueno porque la historia tiene una gran cantidad de capas y diferentes lecturas, cosa que para mí es fundamental en un libro. De todas formas, si tuviese que decirte con que se van a encontrar diría que Aníbal, perro fantasma es una historia de amor”.
¿Qué importancia dirías que tiene el humor en un álbum ilustrado? “Para mí es un elemento que tiene que estar sí o sí -asegura Joaquín Camp-. No puedo pensar mis libros ni mi vida sin humor. El humor es algo que sirve de filtro para poder hablar de temas que muchas veces son complejos, es como un caballo de Troya que permite reflexionar y llegar a hablar de cosas que de otra forma sería más complicado abordar. En Aníbal, perro fantasma hay temas complejos. Aníbal debe lidiar con la angustia de que quizás nunca más pueda volver a su amor. Sin embargo, esto se cuenta desde un lugar tan cómico que ese dolor se revierte y se transforma en uno de los aspectos más hilarantes del libro”.

Háblanos un poco de tus ilustraciones para este libro. “Las ilustraciones están hechas casi en el último momento. Decidí darle una prioridad total a la escritura y generar una estructura narrativa lo mas sólida posible. Muchas veces, como ilustrador, suelo darle mucha importancia a la parte estética y me pierdo los detalles narrativos. Son como agujeros que a veces intento tapar con dibujos trabajados, como si quisiera distraer al lector. Para evitarlo, para no permitirme caer en esa trampa, decidí dejar el lápiz y los dibujos aparcados y dedicarme a la parte que sentía que estaba más endeble -confiesa Joaquín Camp-. De todas formas, creo que hacer las ilustraciones de esta forma les dio una frescura y una gracia que encajaba perfectamente con la historia”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “El libro está hecho íntegramente con acrílicos. La verdad es que no sé muy bien cómo se maneja, soy como un neanderthal a la hora de trabajar con esta técnica. Tengo unas pinceladas rústicas y torpes que creo le dan mucha gracia al movimiento del personaje”.

¿Qué supuso el Premio Álbum Ilustrado de la Biblioteca Insular de Gran Canaria? “He tenido la suerte de tener muchos reconocimientos como ilustrador, pero este premio fue realmente importante para mí porque fue una palmada en la espalda a mi trabajo como autor de los textos. También fue una palmadita para mi cuenta bancaria. Está muy bien tener un dinero extra, pero creo que lo más importante fue que usé ese dinero para tener más tiempo para escribir mis historias. También me permitió darme el lujo de trabajar con una gran editora como es Arianna Squilloni, de A buen paso. Creo que un buen editor es como un fantasma. Su presencia ronda alrededor de uno pero de una manera muy sutil, cuidando de que todo salga de la mejor manera y puliendo el libro lo más posible para que funcione”, asegura Joaquín Camp.

¿Qué harías si te vieras en la misma situación que Aníbal? “Creo que Aníbal tiene muchas cosas en común conmigo. Viéndolo a la distancia y hablando con amigos sobre este libro, me llama mucho la atención su optimismo ante la adversidad. Él se convierte en un fantasma y acepta su destino con una gracia y una naturalidad que a mí me resultan muy conmovedoras. Me gustaría parecerme a Aníbal en eso. A veces lo logro y a veces…”
Álbum Ilustrado
Torben Kuhlmann nos hace volar con ‘Earhart’

Para los topillos, las vallas de los jardines suelen ser los confines del mundo. Pero un día, una topillo descubre un sello con la imagen de un gato gigante africano, cosa que le despierta la voluntad no solamente de llegar a África, sino de dar la vuelta al mundo. Su aventura la reunirá con el conocido ratón que atravesó el Atlántico y con una mujer que comparte su pasión por volar. ¿Lo conseguirá? Con el quinto volumen de la serie Ratones Aventureros, de ilustraciones y estilo muy reconocidos, Torben Kuhlmann crea un monumento a la pionera de la aviación Amelia Earhart. Además de ser conocida por sus hitos de la aviación, Earhart también hizo campaña dentro del movimiento de la liberación de las mujeres en su momento. Hoy en día sigue siendo un referente en la lucha por los derechos de las mujeres. Con esta quinta entrega de la colección, también se celebran diez años de la publicación del primer título: Lindbergh. La increíble historia de un ratón volador. Editado por Juventud, hemos hablado un poco más sobre este libro con Torben Kuhlmann.


¿Cómo nació este proyecto? “La nueva aventura del ratón se concibió para celebrar el décimo aniversario de la serie. Por eso, decidí regresar al mundo de los ratones voladores. En mi primer libro, Lindbergh, llevé a un ratón a través del Atlántico. Ahora, quería una pieza complementaria que narrara una aventura aún más audaz: Dar la vuelta al mundo”.
¿Qué encontrarán los lectores en las páginas de este libro? “Encontrarán la historia de un ratón de jardín bastante modesto que supera las limitaciones de una población centrada en la excavación y se atreve a aprender a volar -continúa Torben Kuhlmann-. En el desarrollo de la aventura, revisitamos el mundo establecido en mi primera aventura del ratón, Lindbergh, e incluso conocemos al protagonista de la primera historia. Espero que todos encuentren algo inspirador y alentador en este libro”.

¿Cómo fue el trabajo de documentación e investigación para este libro? “Como en todos mis libros, Earhart comenzó con una fase de investigación bastante exhaustiva. Observo numerosas fotografías para hacerme una idea de una época. En este caso, es la década de 1920. Además de eso, empiezo a leer sobre temas generales: la historia de la aviación, los intentos de dar la vuelta al mundo y, finalmente, la carrera de Amelia Earhart. Pero, contrariamente a la creencia popular, no se decide qué personaje real acaba dando nombre a la aventura de un ratón. Primero surge la idea de una posible trama. Con el tiempo, esa trama empieza a apuntar en una dirección determinada y a un posible candidato de la historia de la humanidad que podría darle nombre. En mi último libro, Earhart, la idea de un ratón dando la vuelta al mundo surgió primero. Este hecho apuntaba a los esfuerzos de Amelia Earhart, quien compartía sus ideas”, afirma Torben Kuhlmann.

¿Conocías a Amelia Earhart? ¿Qué fue lo que más te impresionó de ella? “Durante mi investigación, desarrollé un aprecio aún mayor por Amelia Earhart. La conozco desde mi infancia, porque siempre me ha fascinado la historia de la aviación. Conocí a todos los pioneros importantes, incluyendo a Charles Lindbergh, los hermanos Wright y Amelia Earhart. Por supuesto, oí hablar de su fallido intento de circunnavegar el mundo, y también me he topado con algunas teorías conspirativas en torno a su desaparición. Pero sabía muy poco sobre su biografía y su vida personal. Afortunadamente, eso cambió durante la investigación para el nuevo libro. Fue una persona verdaderamente inspiradora con perspectivas modernas. Siento un gran respeto por la determinación con la que persiguió su sueño. No solo se enfrentó a los peligros físicos; volar a menudo ponía en peligro su vida. Earhart también enfrentó una feroz oposición social para ser aceptada y, sobre todo, respetada como piloto”, nos cuenta Torben Kuhlmann.

Cuéntanos algo sobre las ilustraciones. “Las ilustraciones juegan un papel muy importante como recurso narrativo. No son solo un añadido decorativo a algo que también podría encontrarse en el texto. La idea es tener un toque cinematográfico. Cómo intento aprovechar al máximo el potencial narrativo de una imagen, a veces sin añadir palabras descriptivas, las ilustraciones resultantes utilizan algunos de los mismos trucos que usaría un director de cine o su director de fotografía: iluminar la escena, colocar la cámara, elegir la perspectiva y posicionar a los personajes. Es una narrativa visual, siguiendo el lema «¡Muestra, no cuentes!».

¿Con qué técnicas trabajaste? “Las ilustraciones se crean combinando acuarelas y lápices. Cada ilustración comienza como un dibujo a lápiz. Luego, añado algunas líneas con un delineador de punta fina muy delicado. Finalmente, coloreo el dibujo aplicando capa tras capa de acuarela. Crear una ilustración tan detallada puede llevar tiempo. Normalmente, espero terminar al menos una ilustración a doble página y una más pequeña cada semana. Para un libro completo como Earhart, trabajo hasta nueve meses exclusivamente en las ilustraciones”, confiesa Torben Kuhlmann.

¿Cómo fue el proceso de creación de este libro? “Mi proceso comienza con una idea, que rápidamente se convierte en un boceto de la trama. Tengo ideas iniciales para ilustraciones, así como fragmentos de texto. Recopilo muchas de estas ideas en mi cuaderno de bocetos hasta que estoy listo para organizar todo en un guión gráfico simplificado. Nuevamente, el texto y las ilustraciones se desarrollan simultáneamente. En ese momento puedo presentar la historia con confianza a mi editor y, tras obtener su aprobación, empiezo a trabajar en las primeras ilustraciones, seguidas de un primer borrador. El borrador se perfecciona continuamente durante los meses siguientes, a medida que se incorporan más ilustraciones al libro. Después de aproximadamente un año, el libro está finalmente terminado”.
¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Actualmente sigo en una pequeña pausa. Tengo algunas ilustraciones poco conectadas en mi escritorio y estoy experimentando con estilo y técnica. A finales de este año espero que una de mis pequeñas ideas iniciales se convierta en una trama, para poder empezar a trabajar en el próximo libro ilustrado. Ahora mismo, estoy bastante seguro de que veremos algo más que un ratón en ese libro”.
Cómic
Julien Lambert nos guía por la ciudad de ‘VilleVermine’

‘VilleVermine’, una ciudad sucia, inmunda… Una ciudad de pequeñas estafas, de pequeños negocios, en la que delincuentes y perdedores repiten una y otra vez la misma escena. Jacques Peuplier, un duro investigador privado, lidera una caótica investigación sobre la desaparición de la hija de la reina del inframundo, con la ayuda solo de objetos como compañeros, cuyas voces es lo único que puede oír… y con los que conversa. Durante su viaje se enfrentará a un ejército de aviadores pilotados por un científico loco, encontrará el refuerzo inesperado de un pequeño niño de la calle (acompañado de su gato Mauvais-Poil), se enamorará, será perseguido, golpeado por unos hermanos desagradables y unos extraños bichos le harán la vida imposible. Con estas palabras la editorial Nuevo Nueve nos presenta este trabajo de Julien Lambert. Con él hemos hablado un poquito más sobre este cómic.

¿Cómo nació este proyecto? “El comienzo fue mi proyecto de fin de carrera para la Escuela de Arte y Diseño ESA Saint-Luc de Lieja (Bélgica). Pasaron unos diez años entre esta primera versión escolar y la publicación del libro en 2018”.
¿Qué encontramos en este libro? “La historia se desarrolla en un pueblo imaginario llamado VilleVermine, una especie de «Ciudad Gótica» belga, inspirada en Lieja -nos cuenta Julien Lambert-. Trata sobre un hombre llamado Jacques Peuplier, quien tiene un poder especial: puede oír la voz de objetos inanimados y también hablar con ellos. Gracias a esta habilidad especial, es una especie de detective privado, especializado en encontrar objetos perdidos o robados. Pero la historia se descontrola cuando tiene que lidiar con otros humanos… Eso le supone un problema. Obligado a encontrar a una niña desaparecida, debe asociarse con un niño y un gato, y juntos se enfrentarán a un científico loco y a una especie de zombis voladores…”.

Cuéntanos algo sobre las ilustraciones. “Me influyó mucho el trabajo de Mike Mignola, Taiyo Matsumoto y Nicolas De Crecy. También me influyen las películas de Jean-Pierre Jeunet, Marc Caro y Guillermo Del Toro. Me interesa el expresionismo y le doy mucha importancia a la forma en que se mueven mis personajes”, asegura Julien Lambert.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Lápiz, tinta china y Photoshop (para los colores)”.

¿Cómo fue el proceso de creación de este libro? “Fue mi primer libro como guionista. Escribí varias versiones del guión, luego tres versiones para el storyboard. Después, dibujé a lápiz y entinté de forma tradicional. Y finalmente, coloreé por computadora con la ayuda de amigos y mi novia para los colores. Me llevó más de tres años escribir esa historia (inicialmente publicada en dos libros)”, afirma Julien Lambert.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “VilleVermine ya es una serie, y estoy trabajando en una nueva historia, la tercera. Pero voy con mucho retraso…”.
Álbum Ilustrado
Monica Barengo y su trabajo en ‘A volte, ancora’

Los grandes amores, dijo alguien, nunca terminan. Pero incluso si lo hacen, pueden dejarnos una inmensa nostalgia. Incluso a una edad avanzada, podemos encontrarnos recordando un amor de nuestra juventud y su luz. ‘A volte, ancora’ es un álbum que cuenta la belleza de haberse amado mucho y sobre todo la capacidad de recordarlo. Un trabajo de Davide Calì y Monica Barengo que edita Kite Edizioni. Con Mónica hemos hablado un poco más sobre su trabajo en este libro.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “Nació de la pluma de Davide Calì, originalmente se titulaba “Parfois, j’ai encore envie de toi”, si mal no recuerdo nació de la inspiración de una secuencia de imágenes que había creado para una exposición en la galería Jean Robillard de París. Davide me lo hizo leer justo después del lanzamiento de mi primer libro ilustrado Polline, pero decidimos esperar para trabajar en él para no republicar una historia de amor de forma nostálgica y para no etiquetarme como la ilustradora de historias de amor tristes, por lo que salió unos diez años después”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Encontrarán el amor, en su forma más impalpable, la del recuerdo”.

¿Cómo te pareció el texto de Davide la primera vez que lo leíste? “Como el libro salió varios años después de que lo leí por primera vez, puedo dar fe de que las ideas y las impresiones cambian dependiendo del momento en que vivimos o del punto de la vida en el que nos encontramos -nos cuenta Monica Barengo-. La primera vez que lo leí me conmovió, me recordó lo que estaba viviendo y lo asocié con algo romántico. Luego pasó el tiempo y yo también crecí con ello, cuando comencé a trabajarlo concretamente me di cuenta que esas palabras ya no representaban el amor para mí, entonces reflexioné en cómo podía transformarlas con mis imágenes. Prefiero no revelar cómo creo que lo hice, para permitir que aquellos que aún no saben de qué estoy hablando tengan el efecto sorpresa”.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Trabajé en este libro en una fase de cambio, donde quería darle otra cara a mi investigación y a mi trabajo. Este intento me hizo dar vueltas en círculos y me trajo de vuelta al punto de partida, pero entendí que no significa volver atrás, es como cuando sales de viaje y luego regresas a casa, no solo estas volviendo, las experiencias que has tenido te han cambiado, verás lo que tienes diferente, puede pasar que ya no lo des por sentado o que ya no desees ser otra cosa. Con este libro creo que eso es exactamente lo que pasó, volví y acepté quien soy sin sentir que tenía que cambiar o al menos no tener que forzar el ritmo”, confiesa Monica Barengo.
“Así que había un cuaderno lleno de bocetos y estudios preparatorios, un storyboard que cambiaba muchas veces como ocurre con todos mis libros, pero también había un intento con una técnica diferente que por el momento permanecerá en ese cuaderno”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Lo característico es que siempre soy yo (risas), vuelven mis símbolos, el reloj, los disparos, mis temas: la espera, el recuerdo, el tiempo suspendido, a veces esta repetición me asusta, otras veces me hace sentir como en casa, segura, acogida, como una persona que conozco y ya sé cómo me sentiré después de un día pasado con ella, aunque siempre veremos y haremos cosas diferentes”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajo con grafito, por lo que mis originales están en papel, pero el color es digital. Para mí la técnica nunca ha sido motivo de una investigación particular, sino sólo un puente para comunicar lo que quería decir, las ideas siempre han sido las verdaderas protagonistas de mi trabajo, pero siento que esto está cambiando”, asegura Monica Barengo.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Como en todos mis trabajos, bebí de mi experiencia personal, del deseo, como dije antes, de dar una lectura personal a las palabras de Davide y esta fue la parte que más tiempo me requirió. El miedo que tenía hacia este texto era que pareciera uno de esos amores en los que en un momento determinado se rompen, pero uno de los dos no lo acepta y sigue escribiendo esperando una reconciliación y no quería romantizar un comportamiento de ese tipo, para no hacerlo necesitaba poner cierta distancia. Navegando por él seguramente entenderás de qué distancia estoy hablando”, continúa Monica Barengo.

“Hacer esto no fue fácil porque no quería en absoluto tocar ni modificar el texto de Davide, así que traté de encajarlo entre sus palabras y el nuevo significado que podía darle con mis imágenes. Este tipo de entrelazamiento tomó mucho tiempo. Cuando lo hago me siento como una autora que inventa una historia desde cero, con la dificultad de que tiene una serie de obstáculos que superar que son las palabras que no escribió, pero que deben dialogar con sus imágenes sin traicionar la lógica interna. No siempre es posible hacer este tipo de trabajo, en este caso el texto estaba bastante abierto, por lo que pude colarme”.
“Para que esta historia sea auténtica, requiere que me sumerja en algo que siento, sé, y que realmente haya sucedido, como en todas mis obras, hay mucho de mí en este libro también, a veces esta investigación puede obligarme a reabrir cajones que han estado cerrados durante años, sucede que también me ayudo viendo películas, escuchando y observando las historias de otros, leyendo libros que me puedan inspirar o darme ideas, recuerdo que en ese período había leído Las penas del joven Werther que poco tiene que ver con «A volte, ancora», pero lo que me había inspirado era la idea de que se puede amar y al mismo tiempo idealizar a alguien hasta el punto de querer perder la propia vida, si no es correspondido. Así que la idea, el recuerdo, son tan reales como la realidad misma, si no más”, afirma Monica Barengo.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Sí, estoy terminando un nuevo libro con Davide Calì, os puedo adelantar que encontraréis muchos gatitos” 🙂
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