Coincidimos con la ilustradora Francesca Dell’orto en un encuentro organizado de la mano de EDELVIVES en el Museo ABC de Dibujo e Ilustración, en Madrid, y moderado por Alberto Martínez Arias, director de ‘El Ojo Crítico’ de RNE, y junto al ilustrador Antonio Lorente. Recogemos en las siguientes líneas algunas pinceladas de Francesca sobre su trabajo de ilustración en ‘Blancanieves‘, editado por Edelvives.
Francesca Dell’orto viene del mundo de la moda, y tuvo un flechazo con la ilustración. Llegó a este terreno por casualidad, tras su formación en escenografía y moda. Publicidad, teatro,… “Decidí volver a casa y empecé a diseñar tejidos para alta moda, pero también me enamoré de la ilustración. Tenía la necesidad de crear mi propio mundo, con esa mezcla de teatro e ilustración”.
“Crecemos con los clásicos, y lo extraño es cuando los retomamos en la edad adulta. Por un lado es algo familiar, pero por otro lado descubrimos cosas nuevas. Dos sorpresas en Blancanieves. Muchos hablan de historia machista, pero no solo es eso, es el espejo de nuestra sociedad. Tiene sus luces y sus sombras, como la propia humanidad. Pero tiene otros valores, una persona que entra a una casa ajena, come y duerme en una casa extraña… Debería suscitar muchas preguntas. También hay una parte muy infravalorada de los clásicos. En Blancanieves nos preguntamos, ¿qué es la belleza? Es muy difícil, y me gustaría agradecer a Edelvives el ir aprendiendo con todo esto, cómo enfrentarme a la imagen del espejo, cómo dibujar la belleza, cómo dibujar a Blancanieves… La belleza muta, está recubierta de un halo misterioso… Lo bueno de los clásicos es que no dejan de sorprendernos”, asegura Francesca Dell’orto.
Destaca la escenografía en los dibujos de Blancanieves, de Francesca. Detalles de los vestidos, el bosque,… “Cuando me enfrento a un texto, lo primero que intento es entender la estructura. En los clásicos hay muchos nexos de unión y muchos paralelismos. Quería abordar el tema de la belleza y en Blancanieves hay una antítesis. Belleza artificial y elaborada de la reina, asociada al Palacio, que contrarresta con la imagen y la belleza de Blancanieves, más natural, y que se desarrolla en el bosque. Paralelismos y contraposiciones que intento resaltar con la escenografía de la historia. Cuando uno se siente bien en un paraje concreto es porque es el reflejo de lo que lleva dentro. En la parte de Blancanieves hay muchas setas, que para mí representan la humildad, porque nacen directamente de la tierra…”.
Francesca en ilustración siempre ha trabajado en digital. “Tampoco es que yo haya dibujado a mano mucho anteriormente. A mí la pantalla me ha ayudado enormemente. Lo veo como un espectáculo, como si fuera la directora de un pequeño teatro, y tengo que diseñar los personajes, crear las atmósferas,… Pero me da muchas posibilidades, te permite experimentar con el movimiento, las luces, la coreografía de los personajes… Un sinfín de posibilidades”, asegura Francesca.
¿Disciplina? “Yo soy muy disciplinada”, asegura Francesca Dell’orto, a la que le gusta mucho llevar sombreros… “Al principio no lleva sombrero Blancanieves, pero sí cuando ya forma parte de la familia de los enanitos. Son cosas que añado de mi propia cosecha”.
Francesca cuenta que “la ilustración era un sueño de niña. Aunque empecé a dedicarme a esto hace tres años. La ilustración te permite contar una historia a través de las imágenes. Un sueño infantil no cultivado, que primero pasa por la escenografía y acaba en la ilustración”.
¿Cómo consigues hacer tuyo este proyecto? “Cuando te enfrentas a un proyecto como este, tienes que desprenderte de todo lo conocido y empezar con un espacio en blanco, y empezar a jugar. Si intentas ver cómo serías tú cada uno de los personajes de la historia, tienes una clave de lectura totalmente diferente”.
“No creo que sea insegura, aunque sí tímida. Al contrario de la reina no es vanidosa, y mientras la reina se muestra, no es que Blancanieves se esconda, sino que lleva su vida tranquilamente. El pelo suelto, por ejemplo, era algo que me apetecía explorar, sin intención en que el rostro esté escondido. Es más bien por hacer el contraste con la reina”.
¿Y qué es lo próximo que quiere hacer? “Tengo mucha suerte -continúa Francesca Dell’orto– porque Edelvives me ha sugerido otro proyecto, de otro personaje femenino, una mujer fuerte. Un desafío en mayúsculas. Acabo de terminar ‘La Cenicienta’.