Contar es una actividad propia de los seres humanos, ningún otro animal la lleva a cabo. Narrar historias forma parte de nuestro patrimonio genético: no podemos evitarlo. Contar y escuchar historias nos emociona, nos entretiene y además le da forma a nuestro pensamiento, guía nuestra comprensión del mundo. Este libro, cuyo narrador interpela directamente a su lector, planteándole preguntas, reflexiones y ejercicios, propone un recorrido fascinante, práctico y, a ratos, erudito para aprender a contar. Empieza con la búsqueda de historias -muchas de las cuales se encuentran en la tradición oral; pasa por su organización y estructura narrativa, su puesta en escena en la cabeza del narrador -donde los cuentos se visten de palabras y cobran vida; finalmente concluye con unas cuantas noticias curiosas acerca de la narración a lo largo del tiempo, y una bibliografía de referencia. Así nos presenta la editorial A buen paso este álbum ilustrado, ‘Contar‘, de Pep Bruno y Andrea Antinori. Con Andrea hemos hablado sobre su trabajo de ilustración en este libro.
¿Cómo nace este proyecto? Andrea Antinori: “Antes de ‘Contar’ no conocía Pep, fue Arianna Squilloni a “presentarnos”. Arianna tiene una capacidad increíble en crear parejas perfectas entre autor e ilustrador, ella ve fuera de cualquier estilo, es como si mezclara maneras de pensar de dos personas distintas, para crear un autor único. Como una receta, y el cocinero es Arianna. Entonces, cuando recibí el texto de Pep, en un rato ya tenía las imágenes impresas en mi cabeza”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Los lectores encuentran dos historias : una hecha por Pep, y otra contada por mí”.
¿Cómo fue trabajar con las palabras de Pep Bruno? Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “Fue muy curioso el proceso de elaboración de este libro. Al principio no pensaba en crear una historia única, empecé ilustrando cada “capítulo” de manera distinta, como máximo historietas pequeñas de la duración de dos o tres páginas. Las historias empezaban y terminaban muy rápidamente -continúa Andrea Antinori-. Lo que pasaba era que, a medida que avanzaba leyendo el texto, mi escenas y mis imágenes se conectaban más, convirtiéndose en una historia más grande. Hubo un momento exacto en el que entendí eso: cuando Pep habló de tradición oral, específicamente de Charles Perrault. De allí mi protagonista -que antes era simplemente una niña- se volvió en Caperucita Roja. Era suficiente poner un vestido rojo a mi personaje, y levantar su capucha para hablar de tradición oral. Así empecé a contar la historia de Caperucita Roja, pero en una forma totalmente personal (y errónea), poniendo Caperucita en el medio de muchas otras historias, tradicionales o propias”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este proyecto? “Eso tienes que decirlo tu y los lectores” (risas).
¿Con qué técnicas trabajaste? “Lápiz, rotuladores y gouache”.
¿Qué dirías que has aprendido con este proyecto? ¿Qué has aprendido sobre el oficio de contar de la mano de alguien como Pep? “Bueno, seguramente en mi trabajo de autor me ayudó sobre todo la parte técnica.
No soy un académico, cuando escribo mis textos lo hago con el mismo planteamiento que cuando dibujo, en eso coincido plenamente con Pep cuando habla de contar historias empezando de propias experiencias y de ti mismo. Pero claro, algunas reglas pueden ayudar para proyectar las propias historias -asegura Andrea Antinori-. Una cosa muy curiosa al mismo tiempo es que muchos de sus consejos son importantísimos también para quien dibuja, (bueno, en verdad se cuentan historias escribiendo y dibujando): por ejemplo, cuando Pep habla de mapas, es como hablar del storyboard cuando se piensa en un álbum ilustrado.
¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Mi próximo libro personal hablará de lémures. Dicho eso, me gustaría en verdad ver en España un libro que fue publicado este año en Italia, “La grande battaglia” (La gran batalla), un libro que habla de hecho de una batalla, contra la lluvia”.