Un lamento contra los devastadores incendios que aniquilan los bosques, en la voz de las criaturas que los habitan. Con esta contundente frase presenta Kalandraka este álbum ilustrado, ‘Esperando el amanecer‘, un trabajo de Fabiola Anchorena, ganador del XV Premio Internacional COMPOSTELA para álbumes ilustrados. Con Fabiola hemos charlado sobre este libro y su proceso de creación.

¿Cómo nace este proyecto? Fabiola Anchorena: “En agosto de 2018 decidí hacer un viaje a Iquitos, una ciudad puerto en la Amazonía de Perú, para reencontrarme con la naturaleza, pues estaba pasando por un momento difícil y me hizo mucho bien navegar por el río Amazonas y estar entre caobas, shiringas, cedros, monos y mariposas.

Iquitos, Perú – agosto 2018

“Exactamente un año después, la Amazonía ardía en uno de los peores incendios de los últimos años y esto me encogió el corazón no sólo por la tragedia en sí misma sino también por la poca empatía y valor que algunas personas le dan a los bosques y seres que viven en él. Fue entonces que decidí hacer un proyecto que hablara al respecto. Tenía claro el tema que quería tratar, pero aún no tenía una historia y fue en el 2020 que decidí trabajar en ella. Me topé con noticias y fotografías muy duras, y una en particular me llamó la atención, en la que hablaba sobre cómo el cielo de Sao Paulo fue cubierto por el humo, provocando una oscuridad general y ese fue el inicio de ‘Esperando el Amanecer’, nos cuenta Fabiola Anchorena.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Esperando el Amanecer es un libro álbum que explora desde la angustia y el miedo, la pérdida del hogar a través de sus habitantes. Los animales del día y de la noche, unidos y llevados por la incertidumbre, emprenden un viaje en busca del sol que parece que se ha escondido en lo profundo del bosque”.

Fabiola Anchorena
Página interior de ‘Esperando el amanecer’ editado por Kalandraka

Como indicas al final del libro, es un libro protesta… “Los incendios forestales suceden en distintos lugares del mundo, cada vez con mayor frecuencia e intensidad debido a los efectos del cambio climático, pero muchas veces son directamente provocados por el ser humano”.

Página interior de ‘Esperando el amanecer’ editado por Kalandraka

“Mi intención no es aleccionar a nadie, pero sí es una invitación a hacer un alto para reflexionar sobre lo que sucede a nuestro alrededor -continúa Fabiola Anchorena-. Nosotros, los animales humanos, no somos la única especie que vive en este planeta, también están los que vuelan o saltan, los que rugen o aúllan y los que quieren cantar con la luz de cada mañana”.

Página interior de ‘Esperando el amanecer’ editado por Kalandraka

“Es también querer pensar que hay una esperanza, un amanecer después de ese miedo; que podemos encontrarlo poco a poco, gota a gota, con pequeños gestos que luego se convierten en grandes hábitos para lograr en conjunto un cambio”.

¿Qué diríais que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Este es mi primer libro de mi completa autoría y le tenía mucho miedo. En un inicio no sabía cómo resolver la oscuridad. Nunca había trabajando con fondos tan oscuros, por lo menos no en ilustración impresa en papel. No quería que fuese un fondo negro y nada más, sino que buscaba que se entrevean cosas en esa atmósfera, pero sabía que la impresión sobre negro es todo un reto también”, afirma Fabiola Anchorena.

Exploración de lenguaje visual

“Trabajé primero con esta doble página para ver si lograba lo que quería transmitir. Luego ya en el proceso de edición tuve que agregar algunas plantas más para darle más contraste a la imagen final. Ya cuando resolví la oscuridad vino otro nuevo reto que fue el fuego y la lluvia, cosas que tampoco había trabajado antes”.

Referencia cinematográfica
Boceto de estudio

“Mis ilustraciones suelen ser de perspectivas horizontales y quise incorporar aquí otros tipos de encuadre, que es a donde va mi búsqueda en estos días”.

Tinta + lejía

¿Con qué técnicas trabajaste? “Las atmósferas las trabajé con tinta y lejía. Iba escaneando progresivamente el cambio en el papel. Primero digitalicé la mancha solo con tinta, luego con un rociador esparcía la lejía, lo digitalizaba. Sobre ese mismo papel ya intervenido, ayudada con una punta de metal sumergida en lejía generaba las chispas de fuego y lo volvía a digitalizar. También hice manchas sueltas que me sirvió para la bruma y otras texturas”.

Figuras analógicas trabajadas en grafito acuarelable, ensambladas digitalmente
Figuras analógicas trabajadas en grafito acuarelable, ensambladas digitalmente

“Todos los personajes y el entorno los trabajé con grafito acuarelable. Cada parte la trabajé por separado, cuerpo, pelo, manchas, alas, pico… y todo lo ensamblé digitalmente, esto me permitió trabajar mejor sobre el fondo oscuro”, nos cuenta Fabiola Anchorena.

Esta pequeña maqueta (84 x 2,5 cm.) me acompañó a lo largo de todo el proyecto

Cuéntanos algo sobre el uso del color en este proyecto. “Mi primer acercamiento gráfico a este proyecto fue trabajar en un estudio de secuencia de color, donde propuse una transición de la oscuridad con colores desaturados por la ausencia de la luz, al tenebrismo con colores más encendidos por el encuentro con el fuego, hasta la explosión de color por la llegada de luz gracias a la lluvia”.

Estudio de atmósfera 1 – la oscuridad

“No solo el texto y la imagen narran esta historia, para mí era importante crear diferentes atmósferas. Cosas que se ven y no se ven en la oscuridad y la pérdida del color en los animales representando la desolación que sienten”.

Estudio de atmósfera 2 – la confusión

“Cuando se van acercando al fuego buscaba mucho movimiento en las chispas para generar esta angustia que envuelve a los personajes y mostrar lo agobiante que es estar en esa incertidumbre de no saber qué es lo que está pasado. Aquí los colores del entorno ya se van encendiendo y saturando”.

Estudio de atmósfera 3 – el miedo

“Ya con el encuentro del fuego, todo se enciende y los personajes están cubiertos de este hollín que les deja el humo”.

Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “Esperando el Amanecer ha tenido sus grandes tropiezos y caídas muy dolorosas. En el fatídico 2020 se abrieron grandes oportunidades para estudiar en lugares impensados para mí y tuve la oportunidad de llevar el Diplomado de Libro Álbum y Libro Ilustrado en la UNAM dirigido por el maestro Gerardo Suzán. A pocas semanas de empezar el curso, corriendo por el corredor de mi casa para llegar a clase caí sobre mi mano derecha, una de mis herramientas de trabajo más importantes, y no pude utilizarla durante más de 4 meses”.

Guión de ‘Esperando el amanecer’
Bocetos y anotaciones con la mano izquierda

“A inicios de 2021, Micaela Chirif abrió uno de sus talleres de revisión de proyecto y aproveché en revisar el guión que había escrito con la ayuda del teclado y unos bocetos que logré hacer con mi mano izquierda para entender el esquema narrativo. En cada sesión fui resolviendo la narrativa y ajustando el texto también”.

Guión visual

“Cuando recuperé el uso de mi mano hábil logré trabajar en el guión visual y para el diplomado presenté dos imágenes terminadas pero no quedé muy contenta con ellas -nos sigue contando Fabiola Anchorena-. Sentí que no era el momento para trabajar este proyecto, así que lo dejé descansar.

Exploración de tinta + lejía

“En 2021 tuve la oportunidad de tomar otro diplomado esta vez en ilustración editorial dictada por la Universidad Católica de Chile. En uno de los cursos de experimentación descubrí en clase con Leonor Pérez la magia de la lejía con la tinta y esa fue una gran señal para retomar mi proyecto”.

Estudio de personajes y entorno

“Luego trabajé en el estudio de los personajes, pensando en sus características y movimientos; y también en el entorno”.

Manos a la obra

“Y ya con todas mis exploraciones y estudios era el momento de poner manos a la obra, ensamblar todas las partes y finalmente armar todo el proyecto”.

¿Qué supuso el Premio Internacional Compostela para álbumes ilustrados 2022? “Mi camino hasta aquí ha tenido muchos desvíos. He pasado de hacer planos de estacionamientos a diseñar ropa, logotipos, revistas, manuales de marca, gráfica para empaques, he vuelto al diseño textil hasta llegar aquí dando un salto gigantesco. Cuando estaba esperando los resultados del premio, mi mamá me recordó que terminando la escuela secundaria le dije que antes de cumplir 40 tenía que publicar un libro. Ahora tengo mi primer libro con un gran premio y publicado en distintas lenguas que llegan a muchas personas alrededor del mundo. Esperando el amanecer es también mi amanecer porque me ha demostrado que me puedo dedicar a crear mis propias historias que es lo que más me gusta hacer”, afirma Fabiola Anchorena.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Estos meses están siendo muy difíciles para mí porque perdí a mi compañera, mi hija de cuatro patas de casi 15 años y mi terapia está siendo trabajar en un proyecto sobre la resiliencia. También estoy retomando un proyecto que nació antes de Esperando el amanecer, que trata sobre la libertad animal”.