En ‘Ruido’ se dan cita chicles antropomórficos, monstruos en la basura, ratas con inquietudes metafísicas y marcianos exterminadores a bordo de un monopatín rabioso que no para nunca de correr y que, huyendo de todo, acabará enfrentado al propio vacío y su naturaleza inexplicable: ¿qué hay donde no hay nada? Con el fin de la juventud como eje central de la obra y una estructura dividida en tres bloques, el protagonista, compendio de los estereotipos con los que se representa a los adolescentes en ciertos iconos de la cultura popular, se enfrentará a la problemática del vacío, de la nada, y la imposibilidad de explicarla o delimitarla, y verá las implicaciones metafóricas que esas ideas tienen en su propia existencia. Así nos presenta Astiberri este trabajo de Antonio Hitos, para el que ‘Ruido’ supone también un punto de inflexión formal y la respuesta a una búsqueda personal de los elementos esenciales del lenguaje de los cómics. El dibujo está desnudo y es más transparente en sus referencias, y el margen expresivo es más amplio y liberado.
¿Cómo nace este proyecto? Antonio Hitos: “Hace cosa de diez años cayó en mis manos un ensayo del astrofísico Lawrence M. Krauss sobre el origen del Universo y los conceptos del vacío y la nada. Me interesó mucho por sí mismo, pero también me puso a pensar en las posibilidades metafóricas de esas ideas, y desde entonces lo he tenido en la cabeza y he seguido leyendo sobre el tema. Los personajes que finalmente articulan todo fueron surgiendo espontáneamente en los márgenes de otros dibujos, hasta que sentí que había ahí ya la posibilidad de un libro”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Un trabajo muy visual, muy dinámico, que se lee rápido pero que invita a releerse despacio, y algunas ideas a las que se le puede dedicar mucho rato. Es una celebración cartoon, pero también un pensamiento abstracto con un montón de potenciales implicaciones y ramificaciones”.
¿Qué diríais que tienen de característico tus dibujos para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Hay un trabajo de síntesis formal muy importante, una búsqueda consciente de la melodía en la secuencia, del ritmo -nos cuenta Antonio Hitos-. Una reducción a la esencia, me gustaría pensar, que es un proceso en el que creo que ando metido desde que me dedico a esto. También bastante tradición, en un sentido celebratorio. A mí me gustan mucho los cómics, sobre todo los que están orgullosos de ser cómics”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Todo el tebeo está dibujado a lápiz, desordenado, en folios sueltos de fotocopiadora. Mi plan era ir haciendo y luego darle unidad entintándolo todo, pero algunos amigos sabios me recomendaron que dejara el lápiz tal cual, que no lo tocara más. Mi dibujo tiende a ser muy limpio, pero en este proceso interrumpido ha quedado una textura con la que estoy muy contento”.
Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “Ha sido un poco montaña rusa. Lo pude empezar gracias a una beca y una residencia en la Maison des Auteurs de Angoulême concedida por Acción Cultural Española y la Cité Internationale de la Banda Dessinée et de l’Image, donde estuve casi un año, pero tuve que abandonarlo a mi vuelta a Barcelona en 2019. Luego tuve algún intento de remontarlo, pero no fue hasta mediados de 2022 que finalmente lo recompuse todo y pude acabarlo, de vuelta en Angoulême de nuevo”, afirma Antonio Hitos.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Estoy trabajando en un montón de cosas al mismo tiempo, entre ellas un proyecto nuevo que tiene aún una estructura muy precaria, pero en el que estoy deseando zambullirme”.