‘Oso y yo’, de Esther Peces, ganó el I Premio Internacional de Álbum Ilustrado Ciudad de Fuengirola. El jurado otorgó este premio por unanimidad tras analizar las 151 propuestas recibidas de diferentes partes del mundo, como Argentina, Colombia, Gran Bretaña, México o Italia. Nosotros en las siguientes líneas hablamos un poquito más de este proyecto con Esther. El libro ha sido editado por OQO editora.
¿Cómo surge este proyecto? Esther Peces: “Este proyecto lo realizo para el concurso de álbum ilustrado de la ciudad de Fuengirola. Estaba terminando un curso con la escuela Minúscula en Madrid, en la que nos animaban a presentarnos a concursos y aunque quedaba una semana para que éste cerrara el plazo, decidí presentarme porque a veces me viene bien la falta de tiempo, así no lo pienso demasiado. Pero la idea la tenía desde hacía meses, creo que cualquier persona con cierta sensibilidad tiene la sensación de que hay cosas que hacen demasiado ruido, de que aunque intentamos construir cosas desde la calma hay muchos acontecimientos que rompen lo que se intenta construir y te quedas con la sensación de decir continuamente “no pasa nada” cuando sí que pasa algo. Quería escribir e ilustrar un cuento que respondiera a eso”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Creo que encontrarán una historia que ayude a hablar de las cosas que nos hacen daño, a cómo poner límites y entendernos mejor. Pero sobre todo es una historia divertida y tierna que no busca dar lecciones de vida. El protagonista (que hay gente que interpreta como niño y otros como niña) estaba tranquilamente jugando cuando ha entrado un oso en casa. Eso es emocionante sin ir mucho más allá, pero si los adultos quieren buscar más significado, les doy licencia para hacerlo”.
¿Qué ha supuesto para este proyecto el Premio de álbum ilustrado del Ayuntamiento de Fuengirola? “Sobre todo ha supuesto que se publique. Es el primer cuento que escribo e ilustro, y no existiría sin ese premio -confiesa Esther Peces-. Si hubiera perdido lo hubiera intentado enviar a otras editoriales, pero soy consciente de que yo personalmente no tengo la “fama online” o lo que se necesite para que las editoriales se fijasen en la historia. Este tipo de premios en los que se participa anónimamente ayudan mucho. El premio además está impulsado por la red de bibliotecas, así que he estado trabajando al lado de gente que tiene verdadera ilusión por proteger y cuidar historias. Y el cariño con el que han acogido los talleres y las firmas es algo que me llevo y que me hace querer seguir trabajando para que llegue a más ciudades”.
¿Qué diríais que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Es una ilustración bastante expresiva sobre todo en el oso. Nunca había trabajado con tantos materiales en un mismo cuento, así que de muchas maneras no puedo comparar este trabajo con trabajos anteriores porque realmente nunca había hecho algo parecido. Pero si algo tiene en común es la importancia que le doy al color y a transmitir algo con las expresiones de los personajes y la composición de la escena”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “He trabajado con acrílico, pastel, lápices de colores… Ha sido una pequeña locura controlada, cada imagen tiene bastantes capas, tengo un cajón entero de montones de pruebas y osos dibujados de manera diferente”, asegura Esther Peces.
Cuéntanos algo del proceso de elaboración del libro. “El proceso fue díficil al principio, porque al ser una propuesta que elaboré bastante rápido, que saqué de algún lugar de expresividad y pensar poco, de repente ganas y tienes la sensación de que no vas a ser capaz de repetirlo. Pero después de un par de semanas haciendo dibujos, al final lo que más le gustaba a la editorial eran los bocetos. Así que aprendí bastante a quitarme un peso de encima y a entender que lo que se dibuja cuando se cree que nadie está mirando, es normalmente lo mejor. Es una pena y una suerte que sea así porque conseguir ese estado de forma constante me parece bastante difícil, pero intentar conseguirlo es bonito”.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Ahora mismo estoy trabajando en un cuento para la reserva natural de Dzanga-Sangha en República Centroafricana, que espero se publique también en España. Y estoy escribiendo e ilustrando una novela gráfica de la que todavía no puedo hablar, pero ojalá pueda hacerlo algún día”.