Blas es un perro casi, casi, como los otros perros. Le gusta correr tras la pelota, asomarse al balcón, salir a pasear… Pero hay algo que le hace diferente, una extraña costumbre. ¿Quieres conocer a Blas y averiguar por qué es tan especial? Nos pregunta la editorial Apila Ediciones. “Un álbum que educa la sensibilidad de los niños a través de sus delicadas ilustraciones y de su tierna historia. El amor a los animales está presente en este divertido cuento. Un hermoso libro -continúa la editorial- que trasmite la importancia de la música para ser felices”. Nosotros hablamos con su autora, Elena Hormiga, para conocer un poquito más sobre este proyecto.

Elena Hormiga

¿Cómo nace este proyecto? Elena Hormiga: “La historia se me ocurrió hace unos años. Al convertirme en mamá empecé a pasar mucho tiempo jugando con mi hijo en el suelo, y ese pequeño cambio de escenario en mi vida me trajo muchas reminiscencias de mi infancia. Pequeños detalles como ver las habitaciones desde otros ángulos, encontrar huequitos y escondrijos, o los sonidos vibrando a través del suelo. Cuando yo era pequeña tenía unas vecinas con la misma afición que la vecina de Blas (¡no quiero destripar mucho el libro!) y de ese recuerdo surge esta historia”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Encontrarán la historia de un perrito que cada día, durante un ratito, se tumba a “no hacer nada”, y quizá se pregunten ¿qué significa eso de “no hacer nada”? ¿tenemos que estar siempre haciendo algo? Y cuando no hacemos nada, ¿no hacemos nada realmente?”

“Me gusta lanzarme estas preguntas de vez en cuando, porque siento que la inercia del día a día nos empuja hacia un montón de tareas urgentes y de objetivos que a veces ni siquiera hemos elegido nosotros, sino que de alguna manera se nos han impuesto, o simplemente los hemos adoptado porque creemos que nos corresponde perseguirlos… ¿me estoy poniendo muy filosófica? El libro es, en cierto modo, una invitación a regalarse unos momentos a la contemplación (y es, en realidad, un recordatorio para mí misma)”, asegura Elena Hormiga.

¿Tienes un Blas alrededor? “Pues no tengo ninguna mascota, pero vamos a ver, déjame pensar… Blas es juguetón y divertido, es simpático y cariñoso… y también es sensible y está atento a cosas que nadie más parece percibir…. ¡pero bueno, si resulta que tengo un Blasete en casa! Y ahora que lo pienso, este hombrecito de cinco años en el que estoy pensando, resulta que además tiene un poquito de cada personaje de esta historia, ¡y yo sin darme cuenta!”

¿Qué importancia tiene el humor y el juego en este libro? “Uy, creo que el humor y el juego lo son todo, no ya en este u otros libros, sino en general -afirma Elena Hormiga-. Son las mejores herramientas para la vida, para las relaciones, para el trabajo, para superar los tropiezos ¡para todo! No sé si soy tan hábil como para transmitir esta idea en mis libros, pero desde luego en mi día a día trato de jugar, de reír y sobre todo de hacer reír siempre que puedo. Y me gusta la gente que sonríe y que está dispuesta a jugar. Básicamente esta es la definición de niñ@, independientemente de la edad”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? “Las ilustraciones son muy sencillas y sintéticas. En un primer borrador las figuras eran quizá demasiado esquemáticas y frías, y trabajé para suavizar a los personajes sin perder esa idea de simplicidad que me parecía que necesitaba la historia. Tengo debilidad por el arte medieval que es una gran influencia, salvo por un detalle, en el románico todo es seriedad, y a mis personajes les encanta sonreír :)”.

¿Qué hay de diferente respecto a otros trabajos? “Me resulta complicado responder esta pregunta porque al hablar de “mis trabajos” solo podría hacer referencia a los trabajos publicados, esos son los que los lectores pueden identificar y mi respuesta podría entenderse… pero en realidad esos libros publicados son una porción muy pequeña de “mis trabajos”, jeje, me explico: desde hace años intento desarrollar al menos dos proyectos de álbum (autoencargos) al año, a veces más -nos relata Elena Hormiga-. Casi ninguno se publica, acaban en un cajón y no saldrán nunca de ahí porque es ahí donde deben estar. Pero voy haciendo y tengo la esperanza de ir aprendiendo en cada uno. En el proceso voy desarrollando mi manera de ilustrar, de narrar, voy probando estructuras, distintas voces, puntos de vista… Como soy muy impaciente mis trabajos son en general rápidos y sintéticos, eso me permite hacer pruebas y cambiar elementos de manera ágil, y cuando lo doy por finalizado puedo pasar a otra cosa sin sentir que si no se publica he perdido un año de mi vida. Además siempre fabrico una maquetita para poder leerlo en casa, así que estoy contenta porque ya ha cumplido su fin último de ser leído por una familia. Y todo este rollo, para acabar respondiendo a la pregunta de esta manera tan poco original: ¡cada proyecto es diferente!”

¿Con qué técnicas trabajaste? “En esta pregunta no me enrollo: digital :)”.

Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “Mi manera de trabajar suele ser siempre la misma: tomo la idea (que en general surge de algún recuerdo, alguna anécdota divertida o algún comentario que escucho y me hace pensar) y empiezo a plantear sobre un cuaderno de qué manera podría contarla. Me divierto inventando un universo con ayuda de todas esas preguntas que en inglés empiezan por “w” (¿quien? ¿cuándo? ¿dónde? ¿porqué?…). En este punto me gusta irme por las ramas imaginando rasgos y detalles. Después no tendré ninguna piedad en la poda. Tiendo a simplificar todo mucho (quizá demasiado) para poder manejarlo (¡soy una creadora muy limitada!). Y cuando ya lo tengo organizado en un primer storyboard, el siguiente paso es desarrollarlo un poco para construirme una minimaqueta en papel y empezar a testearlo en casa, y ver si funciona. Por ejemplo, el ritmo es un aspecto que solo puedes chequear realmente cuando tienes el proyecto en papel y realizas ese acto mágico de pasar la página… las expectativas, la anticipación… todo eso es muy difícil de ver en un storyboard (al menos a mi me cuesta mucho)”.

Elena Hormiga

“Y después de esto, una a una, voy desarrollando las ilustraciones, empezando por el diseño de personajes y siendo muy consciente de que probablemente a medida que vaya avanzando cambie de idea y me toque volver atrás y revisar todo lo anterior, como fue el caso de Blas”, asegura Elena Hormiga. “Es un proceso de desarrollo reiterativo e interminable, pero al final llega un día en que digo «¡pues ya estaría!». La recta final de este libro fue un poco atípica. Me iba a encontrar con Raquel y Edu, editores de Apila, en la Feria de Bolonia, pero ante la terrible situación de la pandemia y la suspensión de todo no pudimos realizar ese encuentro. Sin embargo no nos desanimamos y nos reunimos virtualmente, a ellos les cayó bien Blas y a mi me encantaron ellos, me quedé prendada de su forma de hacer y entender la edición. Así es como Blas saltó de la edición limitada de un solo ejemplar a las librerías”.

¿Qué dirías que has aprendido con este proyecto? “Una cosa muy bonita de este proyecto ha sido aprender a disfrutar de la cercanía de los lectores de otra manera. Como no pudimos hacer presentación, ni firmas, ni eventos, ni talleres, me daba mucha tristeza pensar que me iba a perder toda esa interacción con los y las peques, que es realmente la parte más bonita y especial de todo esto. Así que me puse a pensar de qué manera podríamos conectar y surgió esta idea del fanzine de reseñas literarias en que los niños me enviaban sus comentarios y yo les dedicaba una paginita en una pequeña publicación para imprimir en casa y colorear. Recibí comentarios escritos, dibujos, notas de voz… ¡fue muy especial!”

¿En qué estás trabajando ahora? “Tengo entre manos un par de proyectos bonitos. El primero, más inminente, es un libro en el que colaboro con mis ilustraciones y que revisita de forma divertida un famoso cuento popular. El otro proyecto es uno de esos autoencargos de los que hablaba. Ya he dejado atrás la primera fase y ahora estoy trabajando en algunas ideas nuevas que creo que lo van a enriquecer un montón. Espero que salga a la luz hacia la segunda mitad del año, pero como son tiempos locos y hacer planes es arriesgado, me concentro en trabajar como una hormiguita para tener pronto el libro acabado, aunque la edición se limite a un solo ejemplar”.