En ‘12 poemas de Rafael Alberti’ nos encontramos con una aproximación al extenso legado de uno de los mayores representantes de la poesía española del siglo XX. Elena Ferrándiz ilustra estos poemas, y con ella hemos charlado un poquito más sobre su trabajo en torno a los versos del poeta en este libro editado por Kalandraka.

¿Cómo nace este proyecto? Elena Ferrándiz: “Cuando me propusieron el encargo de “12 poemas de Rafael Alberti” fue una alegría inmensa. Tenía muchas ganas de trabajar con la editorial Kalandraka, me encanta esta colección de poesía y además ¡ilustrar a un poeta que admiro tanto desde pequeña! Pero luego, casi inmediatamente, un vértigo, porque todos tenemos la imagen de sus trazos y sus dibujos… Él también era pintor y todos recordamos sus dibujos y serigrafías. La editora me tranquilizó, me dijo que se trataba de crear mi propio Alberti. Y eso es lo que he intentado hacer con mis ilustraciones, mostrar un Rafael Alberti distinto. He huido de lo obvio, de lo más reconocible, que hubiera sido lo más fácil, y esto ha supuesto todo un reto, pero estoy muy contenta con el resultado”.

Elena Ferrándiz

¿Cómo era tu relación con la poesía de Alberti antes de este libro? ¿Cómo ha cambiado tras este trabajo? “Siempre me ha gustado mucho la poesía, y como decía, Alberti es un poeta que admiro desde pequeña, que habla de los paisajes que también lo son de mi niñez: la luz, el mar, las salinas, pero también he admirado su compromiso político y su infatigable búsqueda de libertad. Poemas como “Galope” o “Balada del que nunca fue a Granada” forman parte, igual que la luz andaluza, de mi vida”, nos confiesa Elena Ferrándiz.

“Este trabajo ha supuesto un viaje muy intenso a su poesía del que surgió una nueva percepción de su obra, al tener que hacer una relectura mucho más profunda, quitar mucha pátina de tiempo, saborear cada verso de otra manera y hacer una reflexión más exigente y consciente de cada uno”. 

Elena Ferrándiz

¿Cómo es la experiencia de ilustrar un poema? “La poesía, creo que es el reto más complicado, porque cada poema, y más aún en el caso de Alberti, está repleto de imágenes. Hay que zambullirse en cada uno, profundizar, hacer una atenta relectura, para luego intentar mostrar su esencia, su alma, lo que trasmite. A mí me gusta mucho trabajar con el concepto, con la idea, a través de metáforas y guiños visuales, como el poeta lo hace con las palabras, para generar una emoción, una reflexión, que vaya de la mano de la que el poema propone”. 

¿Qué diríais que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Este libro tiene elementos que son muy específicos, como el azul, el mar, la espuma, el niño con camiseta a rayas y sobre todo la luz -continúa Elena Ferrándiz-. Cada proyecto es diferente y requiere algo distinto. Mi voz, aunque es siempre la misma, tiene que adaptarse a lo que plantea cada nuevo trabajo y utilizar un tono diferente según cada libro”.

Elena Ferrándiz

¿Con qué técnicas trabajaste? “Grafito, guache, acuarela, acrílico… Me gusta mezclar, aunque la técnica para mí no es más que una herramienta, un instrumento para materializar la idea, que es lo que de verdad me interesa”.

Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “El proceso creativo fue delicado. El resultado final es fruto de muchos bocetos previos y muchos otros desechados. Como decía, he querido huir de lo obvio y mostrar un Alberti más íntimo. Eso me obligaba a ahondar en su poesía de otra manera para encontrar una coherencia entre las imágenes, entre las ilustraciones. Mientras trabajaba, me encantó volver a releer sus memorias, “La arboleda perdida”, que me sirvió tanto para parte de la documentación, como de inspiración”, asegura Elena Ferrándiz.

Elena Ferrándiz

¿Con qué poema de esta selección te quedas? “Es difícil decidir, hay poemas que me emocionan profundamente, como “Si mi voz muriera en tierra”, o los que ya he citado, “Galope” o “Balada del que nunca fue a Granada”. Pero creo que elijo “El mar, la mar”, porque es para mí muy especial, porque la primera ilustración que hice para el libro fue este poema y que ha sido además la cubierta. Me identifico mucho con él, porque de alguna manera, yo también me siento marinera en tierra”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Estoy con varios proyectos que saldrán en otoño y preparando otros que también me ilusionan mucho. Alternando álbumes ilustrados, textos clásicos y alguna cosa diferente…”