Visitar la ciudad de Vitoria-Gasteiz es un privilegio para los sentidos, y si lo hacemos en diciembre, lo puede ser más. Hay una sensación que hay que experimentar, y es perderse por sus calles más céntricas, buscando una de esas escaleras mecánicas escondidas e integradas en esta histórica ciudad, para ascender hasta la entrada del Centro Cultural Montehermoso. Allí dentro, en sus entrañas, en un antiguo depósito de aguas, se concentran los días 14, 15 y 16 de diciembre 40 artistas, ilustradores e ilustradoras, que muestran lo mejor de sí. Y, además, las personas que asisten, tienen la oportunidad de llevarse un trocito de ellos y ellas a casa, una obra de arte, seguro. Hablamos del Mazoka, el Mercado de Dibujo e Ilustración de Vitoria-Gasteiz, que celebra en 2018 su cuarta edición.
El acceso a este Mercado es gratuito. El visitante podrá disfrutar del trabajo de los 40 participantes, premiados y reconocidos como mazokalaris, de sus técnicas en directo, y adquirir la obra de los y las ilustradoras y artistas visuales presentes: desde originales hasta reproducciones o aplicaciones en diferentes formatos: papelería, textil, cerámica, serigrafía, litografía, autoedición, 3D, decoración, complementos, juegos, artesanía, etc.
En mi primer párrafo hablaba de vivir experiencias, porque al final es lo que uno hace en el Mazoka. No se trata simplemente de asistir a un evento. Cada uno tendrá las suyas, y las mías están bien grabadas en mi memoria. Ese primer abrazo con Marta cuando llegas a Montehermoso y están a tope terminando de prepararlo todo; los reencuentros y las miradas cómplices con los y las ilustradoras que ya conoces; el saludo a las y los ilustradores a los que alguna vez has entrevistado pero no conocías personalmente; ver cómo Cintia Martín de Ediciones Tralarí cuenta a una niña uno de sus cuentos; escuchar en un lugar tan bonito canciones en euskera en directo; tener la suerte de compartir tus conocimientos en redes con ilustradores e ilustradoras en un pequeño taller; ver a la gente dibujar; escucharles hablar de su trabajo; el ratito de entrevista con cada uno de los y las 40 mazokalaris; estar tomando un café en una cafetería del centro de Vitoria-Gasteiz y ver pasar a Celsius Pictor y saludarlo; meterte en un pequeño bar con diez o quince personas más para seguir pasándolo en grande, pasear bajo una leve llovizna, encontrarte con alguno de los murales ilustrados de la ciudad,… para mí todo esto es el Mazoka, y mucho más. Y esta nueva edición estoy seguro de que no defraudará.
Este año cabe debe destacar que entre las participantes se encuentran ilustradoras consagradas como Maite Gurrutxaga, que fue galardonada en 2014 por el Premio Euskadi de Ilustración de Obra Literaria, la ilustradora Noemí Villamuza, con gran recorrido editorial y galardonada con el premio Nacional de Edición por el trabajo “Libro de Nanas”; o Bea Enríquez, que recibió en el 2017 el más prestigioso Premio de Novela Gráfica, el Internacional Fnac-Salamandra.
Otro de los participantes al que descubriremos en Mazoka será al veterano ilustrador Luis Fernández Sanz. Su obra es conocida por haber ilustrado artículos en diferentes medios de comunicación como El País, Men’s Health y Rolling Stone. Y especial mención merecen también los mazokalaris más internacionales que estarán presentes en esta edición. Desde Oslo, el colectivo de Ediciones Armadillo, con su obra autoeditada de fanzines artesanales y serigrafiados; desde Reino Unido, más concretamente desde Worcester, la ilustradora Sol Rodríguez, que nos acercará sus delicadas acuarelas inspiradas en la naturaleza; desde Francia, el colectivo francés Athanor trae su original trabajo de serigrafías desde Burdeos. Y desde Portugal, llega el delicado trabajo de ilustración de la argentina Ileana Rovetta.
Este festival gráfico vuelve a ser instrumento para el descubrimiento de nuevos valores del dibujo, la ilustración y las artes plásticas. El lanzamiento de la pequeña beca MAZOKA/bekikasle ha confortado que el 24,40% de las solicitudes provengan de escuelas de arte y universidades. La organización considera que “este mercado tiene que ser un evento donde profesionales consagrados y valores emergentes compartan espacio, convivan y sumen juntos”. Por esta razón, son siete estudiantes, los y las que participan en la IV edición de Mazoka, que están presentes por méritos técnicos y creativos propios.
Ilustración y Educación
El objetivo añadido de esta nueva edición del Mazoka “no es superar los 8.000 asistentes de la edición del 2017” -nos comenta la organización-, sino que “aprovechando la gran acogida, que nuestro público pierda el miedo a expresarse gráficamente, a educar a través de la imagen, y se acerque a valorar el trabajo de los mazokalaris, hasta incorporar la práctica del dibujo como un medio más de expresión útil en todos los ámbitos de su vida personal, académica y profesional. Y fundamentalmente mostrar, compartir y “convencer” que la ilustración es una opción más (y muy potente) de lectura para grandes y pequeños”. Por ello, las actividades complementarias programadas este año, además de los conciertos e ilustraciones, girarán en torno al valor de la ilustración como lenguaje en la educación, con especial foco en las familias, educadores, intermediarios y mediadores (bibliotecarias, profesores, asistentes sociales, interlocutores de la administración, etc.).
Identidad gráfica
Hay muchos motivos, y de peso, para asistir a esta cuarta edición del Mazoka. Pero para conocerlos hay que acercarse a este evento, que este año cuenta con una imagen que nos invita a devorar arte, a degustar ilustración, porque en este Mercado encontramos platos de primera. La ilustración de esta IV edición ha sido encargada nuevamente a una profesional local: Naiara Errasti, ilustradora con más de 20 años de experiencia y fundadora del Estudio alavés Mooneki. Errasti está especializada en estampados para textil, diseño de superficies y branding corporativo. Ha trabajado con la diseñadora alavesa Anuska Arbildi, responsable de toda la imagen gráfica y la identidad del evento, así como del propio espacio.
La organización repite así la apuesta que hizo en 2017 confiando en una ilustradora profesional: Yolanda Mosquera, con cuya propuesta obtuvieron el premio al Diseño Alavés en 2017. “Invertimos de forma que la identidad de nuestro festival de Dibujo e Ilustración sea un ejemplo que represente la importancia de una buena y eficaz comunicación gráfica”, asegura la organización.
Actividades
Y ahora que habéis vuelto a leer estas líneas después de comprar vuestro billete de bus, tren o avión para ir en diciembre a Vitoria-Gasteiz al Mazoka 2018, os damos más motivos para asistir a esta actividad, y es que durante los tres días que dura el Mercado de Dibujo e ilustración, podremos asistir a demostraciones y talleres de técnicas específicas y muy especializadas para diseñadores, ilustradores y creativos gráficos en general: Risografía. También hay talleres cortos de entretenimiento y juego para familias que buscan descubrir la expresión singular y la fuerza del trabajo colaborativo, en definitiva, un punto de encuentro entre peques, libros y arte.
En estos días hay programadas conferencias y talleres, dirigidos a todo tipo de personas creativas, artistas, gestores o, sencillamente, gente con inquietudes artísticas no profesionales. Con estas actividades se pretende “profundizar y acercar la lectura, la ilustración, la formación y la creación a los profesionales de la educación, animadores socioculturales, mediadores de lectura, bibliotecarias y progenitores; aprender sobre recursos culturales y cómo idear, redactar y presentar proyectos; o cómo optimizar nuestros recursos y utilizar la improvisación como herramienta para la creación. Diferentes formas de encarar y reforzar los procesos creativos”.
Y entre estas conferencias y presentaciones, destacamos la de Wonder Ponder, con su proyecto de filosofía visual para niños, o las charlas de Daniela Martagón (“Dibujar para preguntar”, el sábado 15 de diciembre) y Beatriz San Juan (“¿Qué es la lectura compartida? La traducción simultánea”, el domingo 16 de diciembre).
Nos pondremos manos a la obra con talleres como el de ‘Cuentos sin palabras’ para familias y niños de más de cinco años con Elena Detalleres; el taller dirigido a padres y madres y educadores con niños mayores de diez años con Karla Fernández de Gamboa; o el taller de Beatriz San Juan para bebés (0 a 5 años) “Con los cinco sentidos”.
Y si todo esto fuera poco, que no lo es, música, con Conciertos de Rock para txikis; de Soul, Rithm & Blues, y un acústico con una la cantautora euskaldun Irune Goñi.
Por y para la ilustración
Y, ¿qué persigue la organización de este evento con todo esto? Los objetivos son muchos y claros: “porque dibujar y leer imágenes debería ser obligatorio para grandes y pequeños”. Las mujeres que están detrás de todo esto, Marta, Anuska, María, Ana Lidia, Naiara… pretenden divulgar “la importancia del dibujo y la ilustración para comunicar conceptos, narrar historias o aplicar y desarrollar diferentes productos o lenguajes más allá del editorial y del endogámico sector de profesionales, acercarlos a la ciudadanía en general. Reivindicar la necesidad de no dejar de dibujar o de retomar el dibujo y, la comprensión y lectura de imágenes”.
“El dibujo no es exclusivamente una forma de arte. Ante todo es una herramienta comunicativa, un medio para resolver problemas, visualizar nuestras ideas, analizarlas, criticarlas, mejorarlas, crear ideas nuevas y compartirlas con otros, no un fin. Cuando observamos algo con el propósito de dibujarlo, nuestra mirada es mucho más profunda; comprendemos el funcionamiento de las cosas y proyectamos nuestro pensamiento sobre el papel. El dibujo crea la necesidad de estudiar y responder a los detalles, estimulando la imaginación y el pensamiento. Alrededor del 80% de la información que recibimos nos llega a través del sentido de la vista y el lenguaje visual hace que un mensaje sea más atractivo, más accesible a la comprensión, más persuasivo y más fácil de recordar”. Toda una declaración de intenciones con un fin: “que los asistentes al Mazoka se animen a perder el miedo a expresarse gráficamente, a educar a través de la imagen, a acercarse a valorar el trabajo de los mazokalaris, a incorporar la práctica del dibujo como un medio más de expresión útil en todos los ámbitos de su vida personal, académica y profesional. Y, fundamentalmente, mostrar, compartir y “convencer” que el álbum ilustrado es una opción más (y muy potente) de lectura para grandes y pequeños”.
Y yo, que lo he vivido en más de una ocasión, no puedo hacer más que invitar a disfrutar de una experiencia, no ya de un evento, sino de una experiencia muy rica para todos nuestros sentidos. Me estaré tirando de los pelos cuando vea todas vuestras fotos chulas disfrutando a tope de un evento que, por desgracia, este año me pierdo, y que, por desgracia, solo tiene lugar una vez al año, eso sí, para bien de sus organizadoras, que se dejan la piel en él, y eso se nota. ¡Enhorabuena! Y, ahora, ¡a disfrutar!
Toda la información en mazoka.org