Silke vive en Börr, una ciudad donde durante el invierno reinan el frío y la nieve. En la escuela nunca sabe qué decir; las palabras se le atascan en la garganta y salen entrecortadas. Por eso, sus compañeros se ríen de ella y la llaman «la grulla». Entonces ella busca la compañía de los animales que se acercan al patio. Pero todo cambia después de la primera nevada cuando, inspirada por la lección de su maestra sobre los iglús, Silke pone en marcha un plan que revolucionará no solo su vida, sino la dela escuela entera. Las palabras y las imágenes de ‘El palacio de Silke‘ se alían para tomar al lector de la mano y acompañarlo en un recorrido mágico al ritmo pausado de la caída de los copos de nieve. Un libro editado por A buen paso, obra de Uxue Juárez y Araiz Mesanza. Con ésta última charlamos un poco más sobre este proyecto.
¿Cómo nace este proyecto? Araiz Mesanza: “El proyecto nació gracias a Uxue Juarez y a Arianna Squilloni de A buen paso, yo fui la ultima en llegar y se lo agradezco un montón.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Que aunque parezca que no, siempre hay un hueco en el que encajar. Ah! Y un poco de nieve”.
¿Qué te pareció la historia de Uxue la primera vez que la leíste? “Fue un poco como un viaje al pasado la verdad, y recordar como muchas veces yo también me he sentido la rara y la que no encajaba de la clase”, nos cuenta Araiz Mesanza.
¿Qué diríais que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Para cada proyecto que empiezo intento buscar algo nuevo, creo que me canso un poco de usar siempre la misma fórmula, y cada vez paso por un proceso de búsqueda hasta que encuentro el universo específico de la historia que tengo que contar. Creo que esta vez he usado el lápiz de una manera más intencionada que otras veces, y gracias a eso he descubierto algo que quiero seguir desarrollando en futuros proyectos”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Siempre suelo empezar con lápiz y crear todo el esqueleto de las páginas analógicamente -afirma Araiz Mesanza-. Y esta vez he creado las atmósferas digitalmente con texturas que tengo escaneadas de acuarelas y he metido color digital”.
Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “Ha sido un proceso un poco a trompicones, empece a trabajar en el libro embarazada de mi primera hija y lo acabé cuando ya tenía 5 meses. Así que he trabajado mucho por las noches y mucho en mi cabeza hasta que sacaba huecos para trabajar y entonces la mano me iba casi sola y los dibujos salían a borbotones”.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Llevo arrastrando un proyecto de cómic desde hace unos años que quiero acabar y Uxue y yo tenemos otro álbum infantil entre manos”.