De norte a sur, un vuelo migratorio lleno de sueños y esperanzas. Una metáfora poética de la vida que nos invita a alzar la vista al cielo para descubrir la belleza del ritual ornitológico. Así nos presenta Kalandraka este precioso libro, ‘El vuelo infinito’, un trabajo de Fran Pintadera y Alejandra Acosta. Con ésta última hemos charlado un poquito más sobre este proyecto.

Alejandra Acosta

¿Cómo nace este proyecto? Alejandra Acosta: “Nace de la invitación de la editora a colaborar. Llevaba mucho tiempo esperando trabajar con Kalandraka, soy una gran admiradora de su catálogo y de su visión editorial, así que cuando recibí la propuesta estaba feliz de colaborar, sobre todo tratándose de un libro de poesía”.

¿Qué se encontrarán los lectores en sus páginas? “Al pasar por sus páginas encontrarán un viaje mágico y delicado. Un recorrido por la vida, en cuatro estaciones que los llevará a observar con atención cada vez que dirijan su mirada al cielo”.

Alejandra Acosta

¿Qué te parecieron los textos de Fran Pintadera la primera vez que los leíste? “Soy una gran lectora de poesía y una obsesionada por los pájaros, que son protagonistas en muchas de mis obras, así que la conexión con sus poemas fue inmediata -nos cuenta Alejandra Acosta-. Los textos de Fran son una observación atenta y cuidadosa. El hecho de que sea un ave del Norte la que narra el viaje en primera persona, me parece una propuesta preciosa y muy sensible”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este proyecto? ¿Qué hay de diferente respecto a otros libros? “Cada libro es un universo distinto, y esa es una de las cosas que más disfruto de mi trabajo, porque me permite experimentar, probar estéticas o lenguajes diferentes para cada texto. No solo me parece un disfrute, sino que una responsabilidad tanto con el autor del texto como con los lectores. Siempre trato de que mi propuesta visual sea coherente y respetuosa con el texto. Me cuesta mucho cuando se me pide que imite el estilo de alguno de mis libros anteriores, porque me interesa mucho que se diferencien entre sí”.

¿Cómo surgió la idea de esos personajes humanos con cabeza de pájaro (o esos pájaros humanizados)? “El libro habla de ciclos, de la vida, de este viaje que realmente todos hacemos constantemente -afirma Alejandra Acosta-. Me pareció interesante jugar con estas imágenes de pájaros que forman parte de mi imaginario hace mucho tiempo y que nunca había tenido la oportunidad de usar en un libro. Mágicamente los poemas de Fran eran los indicados”.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajé con dibujo digital. Me interesaba mucho lograr una atmósfera compuesta de colores planos y con una tonalidad pastel que ayudara a destacar a los personajes dentro del paisaje”.

¿Cómo fue el proceso de elaboración de este libro? “Fue un proceso largo, intuitivo y de mucha prueba y error -nos confiesa Alejandra Acosta-. Las primeras imágenes proponían una estética diferente, pero de a poco fueron apareciendo estos personajes más complejos que dan cuenta de la metáfora de vida que pude encontrar en los poemas. Generalmente trabajo lento, porque para mí la parte más importante del proceso tiene que ver con la búsqueda. El texto es el punto de partida y la brújula, pero a medida que voy probando ideas suelo llegar a caminos inesperados que surgen de alguna anotación o una asociación de ideas”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Estoy trabajando en un libro de la editorial colombiana Cataplum, un proyecto que me tiene muy contenta porque tiene un toque de humor muy inteligente. También estoy enfocada en empezar a hacer mis propios libros para las infancias, tengo muchas ideas y después de tantos años publicando, creo que ya tengo las herramientas necesarias para probar qué resulta”.