Es la hora del baño, una rutina diaria que puede convertirse en una auténtica aventura cuando le echamos imaginación. Si el envase del jabón nos recuerda a un platillo volante, la esponja nos transporta al autolavado y la espuma del champú se parece mucho a un iceberg, ¿hay algo mejor que un baño para vivir grandes emociones? Sí, que mamá se bañe contigo. Pero, ¿es mamá o es una isla desierta? ‘La bañera’, editado por Takatuka, es una invitación a jugar y dejar volar la imaginación en el baño. Un libro de Lisa Biggi y Paloma Corral. Con ésta última charlamos un poquito más sobre este proyecto.

Paloma Corral

¿Cómo nace este proyecto? Paloma Corral: “La bañera es el segundo libro que hago con Lisa Biggi. Lisa y yo nos conocimos por redes en 2016. Ella admiraba mucho mi trabajo y me pasó un texto por si me apetecía ilustrarlo. De ahí salió nuestro primer libro “Il fantasma” editado en Italia y Francia. De ese proceso tan largo que es construir un libro y mucha retroalimentación compartida, me propuso colaborar juntas de nuevo en “La bañera”. Ella además tenía en mente la maqueta del libro y cómo podíamos jugar con el ritmo narrativo a través de las imágenes. No pude estar más de acuerdo con su visión. Trabajar con Lisa es muy agradable, construimos juntas el libro, nos pasamos ideas y mucho feedback, rechacemos si es necesario…Hacemos buen tándem”.

¿Qué nos vamos a encontrar en sus páginas? “Este álbum narra una historia de un momento cotidiano en los cuidados de los hijos, que es el momento del baño. Pero nos muestra cómo este acto rutinario puede estar lleno de fantasía y magia si seguimos el juego del niño y nos sumergimos con él en sus aventuras. Además visibiliza ese vínculo precioso entre ambos personajes que comparten intimidad. Es un libro lleno de ternura y diversión, una mezcla de conceptos maravillosa”.

Paloma Corral

¿Qué te pareció la historia de Lisa la primera vez que la leíste? “La historia de “La bañera” me enamoró desde el principio – nos cuenta Paloma Corral-. Me pareció muy redonda, fácil de leer para llegar al lector, muy sugerente de ilustrar y toca el tema de la maternidad que me atrae mucho, contado de una forma dulce y naif”.

Háblanos un poco de tus ilustraciones para este libro. “El libro podríamos decir que tiene dos partes. La parte que corresponde a la realidad con ilustraciones más contenidas para las cuales he utilizado técnicas más controlables. Siempre consigo esto con técnicas secas como lápiz de color, ceras, grafito y rotulador. La otra parte del libro corresponde al mundo imaginario del niño, y tiene ilustraciones más sueltas, azarosas, expresivas, pictóricas… hechas con acuarelas que es una técnica que para mi es menos controlable. Es bonito cuando salen cosas que no esperas y te sorprendes”.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Lápices de color, grafito, rotuladores, ceras, acuarelas. Después ajusto composición y pesos visuales de forma digital y a veces en este proceso se eliminan algunos elementos y aparecen otros”, afirma Paloma Corral.

Paloma Corral

Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “La primera parte fue hacernos una carpeta en Pinterest entre Lisa y yo donde compartimos ilustraciones o pinturas de referencia para el libro. Normalmente me es un poco difícil trabajar cada parte de forma ordenada y suelo ir construyendo casi al mismo tiempo el story board en bocetos mientras voy experimentando con las técnicas hasta ir encontrando la clave gráfica”. 

“Al principio -continúa Paloma Corral-, obsesionada con la parte imaginaria del libro donde quería meter fantasía y magia, me perdí en los resultados gráficos y empecé a visualizar esta parte llena de colores flúor y brillantes. Esto además de complicar la reproducción final no me terminaba de encajar con el estilo narrativo del texto. Como quería imitar texturas de agua pensé que la mejor opción de conseguirlo sería haciendo en tinta china cada parte de color que después coloreaba digitalmente y superponía a modo de capas, pero el resultado final no funcionaba. Además a nivel cromático no terminaba de ofrecer esa ruptura entre realidad e imaginación que tanto nos interesaba a Lisa y a mi”.

“Las pruebas de técnicas me llevaron a utilizar las acuarelas y me topé con una ilustración maravillosa de Stepán Zavrelde de su libro L’ultimo albero que me abrió los ojos. Me puse a copiarla y reinterpretarla y salieron cosas que me gustaban. Por un lado respondía al mundo fantástico e imaginario gracias a los efectos fluidos y azarosos de la acuarela y al mismo tiempo representaba los juegos bajo el agua gracias a la gama cromática elegida, cosa que también ayudaba a generar esa ruptura con la parte del libro que correspondía a la realidad. Encontrado esto todo lo demás fue un juego explorando las posibilidades expresivas de esta técnica y asociando cada efecto a las páginas que le iban mejor según lo que la ilustración representaba”.

“Una vez encontramos la editorial interesada en publicarlo terminamos de construir el libro ajustando detalles en las ilustraciones y el texto. Patric el editor de Takatuka me dio algunas claves cromáticas que han mejorado mucho el libro además de orientarme con la cubierta”, concluye Paloma Corral.

¿Algún proyecto nuevo? ¿En qué trabajas ahora mismo? “A finales de año saldrá un álbum con Galimatazo editorial y escrito por Begoña Oro. Estoy ansiosa por tenerlo en las manos, es el libro que más he tardado en ilustrar, un proceso de más de 4 años. Y tengo entre manos dos proyectos personales que además de ilustrar también he escrito. “El abrazo” que está totalmente cerrado, solo queda hacer los últimos finales y otro proyecto muy querido que estoy construyendo del cual aun estoy en la fase de ajustar el story board, el ritmo narrativo y la clave gráfica, estoy cerca de que todo encaje. Es un proyecto que nació en esos momentos tan salvajes que experimentamos las mujeres cuando parimos y tenemos a nuestro bebé en brazos, cuando no dormimos y tenemos grietas en las tetas por amamantar, cuando sentimos la VIDA perforar nuestro cuerpo por primera vez”.