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María Molina (Maricuela) y Sonja Wimmer nos invitan a escalar sus «Montañas en la cama», editado por OQO Editora

Poco a poco, Martín salió de su escondite. A cuatro patas, para que no lo vieran, avanzó hacia la habitación de mamá y papá. ¡Quería contarles su aventura de pe a pa! La puerta estaba extrañamente cerrada. Se pegó a ella para investigar y escuchó: papá respiraba cansado, como cuando iba al monte. Y mamá, también. ¡Ahí va! ¡Les ha salido una montaña en la cama!
“Esta incursión nocturna a la habitación de sus padres desemboca en un divertido relato, en el que se aborda la sexualidad con mucho humor, naturalidad y la dosis justa de ternura”. Así nos presenta OQO editora “Montañas en la cama”, escrito por María Molina (Maricuela) e ilustrado por Sonja Wimmer. Con las dos hemos hablado.
María Molina: “Montañas en la cama surgió de una pequeña anécdota que alimenté con imágenes y recuerdos. Y así, mezclando, inventando, jugando con ella… la puse a rodar y se convirtió en esta pequeña historia. Me cautiva observar a las niñas y a los niños: su original mirada sobre el mundo; su capacidad para ver más allá de lo que cualquiera puede sospechar; esa gran curiosidad que les permite imaginar (muchas veces para poder saciarla) situaciones sorprendentes… me fascinan y me conmueven”.
Sonja Wimmer: “Conocí a Belén, mi editora de OQO, en la feria de libros infantiles de Bolonia y poco después, me preguntó si podría imaginarme ilustrar las montañas en la cama. Cuando Belén me mandó el texto, me dijo que tal vez me resultaría un reto ilustrarlo, así que lo leí con bastante curiosidad. Me quedé unos días pensando, cómo plantearlo mejor, pero me gustó, porque plantea un tema, que les podría resultar delicado a los papás de explicar a sus hijos con mucho humor”.
María: “Las cavilaciones infantiles, sin ningún prejuicio, suelen dejar en evidencia la estupidez de los adultos, tan preocupados por el pasado o por el futuro, que terminan abortando la curiosidad infantil con un simplista “eso son cosas de mayores”, sin pararse a pensar que lo prohibido es, sin ninguna duda, lo que más les atrae. Los adultos olvidamos a menudo que, para el/la niño/a la vida es presente y las cosas son lo que son, sin recovecos ni segundas intenciones”.
Sonja: “Montañas en la Cama” cuenta a los niños de una manera divertida, que los papás se quieren, y por qué a veces necesitan estar solos de noche en su habitación. La historia tiene dos planos: el primero es, lo que dice el texto. Los pensamientos del niño y lo que se imagina cuando escucha los ruidos en la habitación de sus padres. El segundo plano es, lo que realmente está pasando. Y esa era la parte que tocaba mostrar en las imágenes para complementar las palabras”.
María: “Tres buenas razones me animaron a escribir sobre “este tema” a través de la mirada de un niño: mi admiración por la infancia y, quizás, la añoranza de ese estado que perdemos demasiado pronto; el deseo de encarnar, en tiempo presente, la voz interior de un niño. En el relato, Martín nos va contando su visión subjetiva de lo que ocurre en cada momento, a la vez que el narrador (en estilo indirecto y ayudado por las ilustraciones), nos va mostrando la realidad de los hechos; el recuerdo infantil de la atracción por lo prohibido. El protagonista nos cuenta lo que le pasa en “esa noche tan rara”. A Martín empiezan a ocurrirle cosas muy emocionantes antes incluso de comenzar la historia, y todas ellas dejan de tener importancia cuando entra en escena el misterio de lo que papá y mamá están haciendo detrás de la puerta. Para él, como para todos los niños, los adultos son el mayor enigma”.
Sonja: “El reto a la hora de ilustrar fue el de insinuar lo que estaban haciendo los padres, de una manera adecuada para un libro infantil. Y la mejor manera de conseguir eso, me parecía que era seguir el espíritu de la historia y plantearlo con humor, exageración y algo de poesía. Decidí mezclar visualmente la realidad, con lo que se imaginaba y sentía el niño. Y así surgían entre las sábanas árboles e indicadores de camino hacia la cima. Aparecen montañas de edredones, poblados por una cabra montés, que en una escena lleva bragas en la cabeza, y en otra tiene un camisón colgado de uno de sus cuernos, o un sujetador que le tapa los ojos. Respecto al niño, le di como compañero un pequeño conejo peluche, que le acompaña a través de todo el libro, y que refleja sus sentimientos y acciones”.
María: “Me gusta mucho intentar ponerme en la piel de las niñas y los niños cuando cuento esta historia. Oigo cómo los adultos que me escuchan se ríen con ganas (creo que nos reímos de nosotros mismos) y observo también la risa cómplice de los niños y niñas que, aunque no terminen de entender el trasfondo de la historia, intuyen lo que de prohibido y subversivo contiene. Y si este pequeño relato sirve para que alguna familia empiece a tratar este tema con más frescura, y para que el niño que pregunte por él, no se vaya a dormir con una sensación de fraude, mejor que mejor. Aunque, tengo que confesarlo: la razón principal para escribir este cuento fue divertirme haciéndolo y divertir a quien lo lea o lo escuche. Así de fácil… lo demás no son más que estrujamientos de “sesera” adulta”.
Sonja: “Es una mezcla entre lápiz, pasteles, acrílico blanco y un collage de diferentes papeles y estampados para conseguir de una manera fresca los diferentes edredones, sábanas y vestidos del cuento”.
María: “El trabajo de Sonja me encanta. Me parece que ha sabido mezclar la mirada del niño y la del adulto de una forma fina, fresca, inteligente y divertida. Las ilustraciones están llenas de detalles que enriquecen al texto, es muy sugerente todo lo que le aporta. Su estilo es limpio, claro y me hace soñar. Por otro lado, en el libro hay dos planos de interpretación (lo que cree el niño y lo que hacen los padres realmente) casi hasta el final y pienso que no es fácil ilustrar esto. Ella lo ha sabido hacer muy bien, con humor y de forma muy sutil”.
Sonja: “Nuestro único trabajo conjunto fue el de tomarnos un té juntas para conocernos un poco. María es encantadora y muy creativa”.
María: “Yo no conocía a Sonja. En la editorial me la propusieron como ilustradora y me mandaron un boceto suyo del libro para ver si me gustaba. Al verlo supe que, por fin, habíamos encontrado a la ilustradora adecuada. Y digo «por fin» porque no fue fácil; muchas/os ilustradores/as con los que conectó la editorial y algunos/as que yo les sugerí, no se atrevieron con «el tema» y a muchos/as de ellos/as les pareció muy osado publicar algo así. Me resultó muy curioso todo esto. No pensé en ningún momento mientras lo escribía que fuera tan comprometedor. Así que después de esto, me puse en contacto con ella y al poco nos conocimos en Barcelona donde vive, porque coincidió que yo tenía que viajar hasta allí”.
María: “Nos vimos y me enseñó más bocetos en directo y en papel y, como decimos aquí en Aragón, me dejó «embolicada» ya completamente, porque con todo lo que me enseñó pude ver que había entendido desde el principio por dónde iba mi humor y mi historia. Creo que casan muy bien ilustración y texto. Ella dice que se lo ha pasado muy bien ilustrando esta historia. Yo también me he divertido escribiéndola. Normalmente, si pasas un buen rato en la creación de algo, en el resultado se nota”.
¿Qué opinas del resultado final? El libro en su conjunto. Sonja: “Tal vez, sería mejor preguntar eso a los editores de OQO y a los lectores, pero, creo, que ha quedado un libro que es delicado, fresco y divertido a la vez”.
María: “La editorial ha hecho un gran trabajo también y la maquetación del libro e impresión es muy buena. Creo que han puesto mucho cariño y esfuerzo en ello. También la traducción que han hecho al gallego me gusta. Así que estoy muy contenta con el trabajo de todos y con la suma de habilidades que han dado forma a esta ‘pequeña gran montaña’”.
Cómic
La memoria contra el olvido en la muestra de Paco Roca

El Instituto Cervantes alberga la exposición ‘La memoria. Viaje emocional por los cómics de Paco Roca’, que recoge más de 70 piezas del autor de ‘Arrugas’ con las que propone un recorrido para «vencer el olvido» a través de viñetas que van desde la memoria silenciada de los exilados españoles hasta enfermedades como el alzhéimer.
En total, la muestra, además de con cuatro murales con dibujos inéditos, cuenta con 19 viñetas enmarcadas y 51 piezas originales en vitrina, entre páginas, bocetos, apuntes, guiones y fotografías de referencia. Todas ellas obras desde el año 2007 hasta la actualidad, provenientes de la colección privada del autor, y que recorren desde el dibujo hasta la impresión digital.

El hilo conductor de la muestra es la memoria, tanto en su vertiente histórica como en la emocional y la identitaria, temas recurrentes en la obra del artista, que cuenta en su haber con títulos como ‘Los surcos del azar’, ‘El abismo del olvido’, ‘Arrugas’ o ‘Regreso al Edén’.
Para el director del Cervantes, Luis García Montero, Roca ha organizado una exposición «luminosa y llena de color», lo que supone una apuesta significativa por la memoria. «Los ejercicios de memoria de hoy, más que invitar a un recuerdo en blanco y negro, tienen que invitar al color, porque se trata de recordar lo vivido sin mentiras», ha apuntado. En este sentido, ha defendido que la memoria en la obra del autor no se convierta en «una vuelta a las heridas del pasado», sino un ejercicio de recuerdos a través de imágenes y palabras. «Porque las palabras también son importantes y en ellas cabe algo más que un vocabulario: memoria, olvido, miedo, justicia…todas ellas nos invitan a pensar por dentro la realidad», ha destacado García Montero.

En esta exposición, coorganizada junto al Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática y que estará hasta el próximo 28 de septiembre, se recoge obra original, viñetas, bocetos, guiones y fotografías de Paco Roca, premio Nacional de Cómic (2008). Se trata de un recorrido estructurado en tres partes, cada una representada a través de un mapa emocional y la correspondiente obra del autor. Por un lado, la memoria histórica, centrada en cómics como ‘Los surcos del azar’ y ‘El abismo del olvido’, donde se abordan testimonios, injusticias, reconstrucción del pasado o memoria visual. Por el otro, la memoria e identidad, cuando a partir de ‘Arrugas’ se aborda la memoria como un elemento clave en la construcción de la identidad, reflejando el impacto del paso del tiempo y la pérdida de recuerdos. Por último, la memoria familiar, enfocada en ‘Regreso al Edén’ y ‘La casa’, en la que se profundiza en los recuerdos íntimos y la herencia emocional.

La lucha «contra el olvido» de Paco Roca
Se exhiben originales de estos cómics: páginas, bocetos, apuntes, guiones y fotografías de referencia, además de disponer un bodegón con dibujos recortados de distintas obras del autor. «Nos pasamos la vida luchando contra el olvido, queriendo mantener el recuerdo de lo vivido, de las personas que ya no están o de nuestro pasado como sociedad», señala Paco Roca, quien explica que esta muestra gira en torno a esa «preocupación» del ser humano en su lucha por mantener los recuerdos.
«En cierta manera se parece a un viaje en el que de camino a nuestro destino nos paramos a descansar en un lugar, un lugar pintoresco: nos detenemos a comer en un merendero de la infancia, nos desviamos a ver un sitio sugerente, y el azar nos hace parar en un sitio inesperado», apunta, asegurando que esta muestra es una recopilación de «lugares a los que se vuelve una y otra vez, recuerdos, testimonios o fobias».

La España «desmemoriada»
Para el dibujante, existe un riesgo al dejar de lado la memoria, en especial con las nuevas generaciones. «Es nuestra identidad y somos parte de nuestro pasado. Como dijo Orwell, quien controla el pasado controlará el futuro y ese es el peligro: España a la fuerza se ha hecho desmemoriada y es un grave riesgo no saber de dónde se viene», ha afirmado.

De hecho, Paco Roca ha hecho una crítica a que esa desmemoria actual permite que «todo quepa y acabe siendo un gran embarramiento en el que no se entiende nada». «Ahora ser fascista o franquista es lo más moderno entre determinados chavales y eso es el gran peligro de desconocer el pasado», ha lamentado.
La muestra se puede visitar hasta el 28 de septiembre.
Cómic
COMICMED, el encuentro que conecta el cómic con el Mediterráneo

La Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, con la colaboración del Polo Nacional de Contenidos Digitales del Ayuntamiento de Málaga, han celebrado la primera edición de COMICMED, un encuentro que ha abordado el mundo de la novela gráfica y el cómic producido o vinculado con el Mediterráneo.
La programación, plagada de importantes creadores del género, ha combinado conversaciones con autores, talleres prácticos para público infantil y juvenil, y una innovadora propuesta que fusiona cómic con música electrónica con aires marroquíes al ritmo de la DJ Hajar Lagranja.

El cartel de esta primera edición ha sido realizado por Nadia Hafid (Tarrassa, 1990), ilustradora de ascendencia marroquí cuyas obras han sido varias veces portada en ‘El País’, además de aparecer en artículos en medios internacionales como ‘The New York Times’, ‘The New Yorker’ y ‘The Washington Post’, entre otros. Su nuevo trabajo, ‘Mal olor’, recientemente ganador del premio Finestres, ha visto la luz en castellano este mes y los asistentes a COMICMED han podido tener acceso a el en primicia. Nadia protagonizó una de las mesas de este encuentro, en la que conversó con Javier Alonso, director del programa ‘Territorio 9’ en Radio 3.



Siguiendo con autores de gran nivel, el festival ha traído por primera vez a España a dos creadores que, sin ser de origen mediterráneo, acuden con una obra cuya temática está muy presente en este mar y que, además, entronca a la perfección con los valores que promueve Tres Culturas de solidaridad, diversidad, inclusión y esperanza. Se trata de Victoria Jamieson y Omar Mohamed, que conversaron sobre la historia que les unió: la multipremiada ‘Cuando brillan las estrellas’, inspirada en las vivencias del propio Omar Mohamed en los campamentos de refugiados de Dadaab, en Kenia.

También tuvieron cabida los cómics que dan el salto a la gran pantalla a partir del exitoso caso de ‘Robot Dreams’, el primer cómic de la escritora de libros infantiles Sara Varon que el director Pablo Berger plasmó en una inolvidable cinta que llegó a optar al Oscar como Mejor película de animación el pasado año. Ambos desgranaron los detalles de esta colaboración que ocupa un lugar de privilegio entre las producciones cinematográficas nacidas de un cómic.

Y si la historia de ‘Robot Dreams’ viajó desde Estados Unidos hasta España para llegar al celuloide, el mismo trayecto, pero a la inversa, es el que realizan las obras de Natacha Bustos (nacida en Ibiza en 1981, aunque malagueña de adopción) y Carmen Carnero (Málaga, 1983), dos españolas que triunfan en Marvel y DC. La primera de ellas con cómics como Moon Girl and Devil Dinosaur, fue elegida por Marvel como una de las ocho artistas más prometedoras de la próxima generación en 2020; mientras que la segunda trabaja para esta misma compañía en exclusiva desde 2018, donde fue incluida en 2019 en el programa de artistas de élite de Marvel ‘Stormbreakers’.


Igualmente por su importante proyección, destaca el reconocido dibujante e historietista Diego Galindo (Sevilla, 1978), que conversó con la profesora e ilustradora Cristina Peláez sobre su experiencia adaptando Stranger Things al cómic, explorando los retos y oportunidades de trasladar esta exitosa serie. Comentaron sus inicios, y Diego confesó que «siempre fue primero la imagen, el dibujo. Yo al principio miraba los cómics, más que los leía».

Por último, cabe mencionar a Wilfrid Lupano, (Nantes, 1971), con quien se analizaron libros como ‘La bibliomula de Córdoba’, del que es guionista, y en el que muestra el poder de la cultura y el conocimiento como barrera ante los totalitarismos. Wilfrid habló sobre el proceso de investigación y documentación para el libro. «Era difícil poner en imágenes un universo que no había sido representado. Era como poner una primera piedra», indicó. Lupano señaló el trabajo enorme de investigación que había realizado también el ilustrador, y apuntó a la idea de sacar a la luz temas como la arquitectura y también toda la producción de la Gran Biblioteca de Córdoba. «En occidente la construcción de Catedrales era un gesto económico y político fuerte. La construcción de Bibliotecas también lo era». Definió a ‘La bibliomula de Córdoba’ como una «mula movie», una road movie a ritmo de mula, en la que se expresa su amor a la cultura y los libros. «El libro es un objeto con una fragilidad increíble… y a pesar de todo, todo el saber ha llegado hasta nosotros porque ha habido personas que han hecho la conservación, las copias… Siempre algunas escapan hasta la civilización siguiente».


Además, fue uno de los protagonistas de los talleres infantiles a partir de su obra El lobo en calzoncillos en el apartado COMICMED KIDS, donde también se ofreció otro taller que aúna creación con nuevas tecnologías para la creación de videojuegos y uno para público adolescente en el que Natacha Bustos mostró cómo dibujar superhéroes.

En resumen, una programación diversa y heterogénea en la que se habló mucho de cómic, pero también de nuevas técnicas de creación, universos digitales y fusión con otras artes.
Cómic
Málaga se convierte en el centro del cómic mediterráneo con la primera edición de COMICMED

La Fundación Tres Culturas y el Polo de Contenidos Digitales de Málaga organizan la primera edición de COMICMED del 6 al 8 de marzo en las instalaciones de Tabacalera con la presencia de creadores como Benjamin Lacombe, Victoria Jamieson, Sara Varon, Pablo Berger, Nadia Hafid, Natacha Bustos, Wilfrid Lupano y Carmen Carnero.
La Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, con la colaboración del Polo Nacional de Contenidos Digitales, del Ayuntamiento de Málaga, presenta la primera edición de COMICMED, un encuentro sin precedentes que abordará el mundo de la novela gráfica y el cómic producido o vinculado con el Mediterráneo.
La programación, plagada de importantes creadores del género, combina conversaciones con autores, tres talleres prácticos (para distintas franjas de edad: adultos, adolescentes y niños) y una innovadora propuesta que fusiona cómic con música electrónica con aires marroquíes al ritmo de la DJ Hajar Lagranja.

El cartel de esta primera edición ha sido realizado por Nadia Hafid (Tarrassa, 1990), ilustradora de ascendencia marroquí cuyas obras han sido varias veces portada en ‘El País’, además de aparecer en artículos en medios internacionales como ‘The New York Times’, ‘The Economist’, ‘The New Yorker’ y ‘The Washington Post’, entre otros. Su nuevo trabajo, ‘Mal olor’, recientemente ganador del premio Finestres, verá la luz en castellano en este mes de marzo y los asistentes a COMICMED podrán tener acceso a ella en primicia.

Otro de los grandes nombres propios del festival es Benjamin Lacombe (París, 1982), considerado uno de los ilustradores más importantes del mundo, con un estilo muy marcado y personal que le lleva a concebir cada dibujo como una auténtica obra de arte: figuras pálidas, de grandes ojos y una mezcla de fragilidad y potencia visual.

Siguiendo con autores de gran nivel, el festival traerá por primera vez a España a dos creadores que, sin ser de origen mediterráneo, acuden con una obra cuya temática está muy presente en este mar y que, además, entronca a la perfección con los valores que promueve Tres Culturas de solidaridad, diversidad, inclusión y esperanza. Se trata de Victoria Jamieson y Omar Mohamed, que conversarán sobre la historia que les unió: la multipremiada ‘Cuando brillan las estrellas’, inspirada en las vivencias del propio Omar Mohamed en los campamentos de refugiados de Dadaab, en Kenia.

También habrá lugar para los cómics que dan el salto a la gran pantalla a partir del exitoso caso de Robot Dreams, el primer cómic de la escritora de libros infantiles Sara Varon que el director Pablo Berger plasmó en una inolvidable cinta que llegó a optar al Oscar como Mejor película de animación el pasado año. Ambos desgranarán los detalles de esta colaboración que ocupa un lugar de privilegio entre las producciones cinematográficas nacidas de un cómic.
Y si la historia de Robot Dreams viajó desde Estados Unidos hasta España para llegar al celuloide, el mismo trayecto, pero a la inversa, es el que realizan las obras de Natacha Bustos (nacida en Ibiza en 1981, aunque malagueña de adopción) y Carmen Carnero (Málaga, 1983), dos españolas que triunfan en Marvel y DC. La primera de ellas con cómics como Moon Girl and Devil Dinosaur, fue elegida por Marvel como una de las ocho artistas más prometedoras de la próxima generación en 2020; mientras que la segunda trabaja para esta misma compañía en exclusiva desde 2018, donde fue incluida en 2019 en el programa de artistas de élite de Marvel ‘Stormbreakers’.

Por último, cabe destacar a Wilfrid Lupano, (Nantes, 1971), con quien analizaremos libros como ‘La bibliomula de Córdoba’, del que es guionista, y en el que muestra el poder de la cultura y el conocimiento como barrera ante los totalitarismos. Además, será uno de los protagonistas de los talleres infantiles a partir de su obra ‘El lobo en calzoncillos’ en el apartado COMICMED KIDS, donde también se ofrecerá otro taller que aúna creación con nuevas tecnologías para la creación de videojuegos (en el Campus 42) y uno para público adolescente en el que Natacha Bustos mostrará cómo dibujar superhéroes.
En resumen, una programación diversa y heterogénea en la que se hablará mucho de cómic, pero también de nuevas técnicas de creación, universos digitales y fusión con otras artes. Una iniciativa en la que, además, se han implicado otras entidades e instituciones como el Centro Andaluz de las Letras, la Fundación Telefónica, el Instituto Francés y las editoriales Maeva, Edelvives, Norma Editorial, Apa Apa Cómics y Penguin Random House.
El acceso a todas las propuestas de este festival será gratuito previa inscripción en la página web de la Fundación Tres Culturas (www.tresculturas.org). Asimismo, los interesados podrán adquirir ejemplares en el punto de venta que habilitará la tienda Cómic Stores en el mismo festival.
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