David Belmonte y Carmen Pardo hablan de lo que hay detrás de su cómic “1840. La rosa secreta”, editado por EDT

David Belmonte y Carmen Pardo hablan de lo que hay detrás de su cómic “1840. La rosa secreta”, editado por EDT

1840. La rosa secreta”. Esta es la aventura victoriana en un Londres de niebla y sueño. Un misterioso libro que encierra insondables secretos, sombras del pasado y reliquias de un mundo perdido. Un enano, una audaz muchacha, un caballero maldito, dos enamorados, un loco; magos, brujas, una niña singular y un singular extranjero… ¿Qué destino les aguarda? ¿Qué incomprensible azar cambiará sus vidas para siempre?

Con estos parámetros se nos presenta este cómic obra de David Belmonte y Carmen Pardo, que edita EDT. Con sus dos autores hemos hablado para que nos contaran más sobre este proyecto, y sobre su nacimiento.

David Belmonte: “Surgió de la forma que menos hubiera esperado. Unos amigos y yo nos reuníamos al final de la semana para evadirnos de la rutina jugando una partida de rol ambientada en la época victoriana y de la cual Carmen era la directora de juego. En dicha partida surgió una trama y personajes que nos resultaron a todos atractivos y mi hermano, que participaba en la misma, lanzó la idea de poder realizar un cómic con dichos personajes. El comentario nos picó a Carmen y a mí y decidimos colaborar juntos en desarrollar este proyecto sin pensar en donde nos metíamos, ya que el primer escollo a resolver fue dar cuerpo y coherencia a la trama de la historia. En ello estuvo Carmen pelando como una cosaca día tras día para dar cuerpo a la historia que es actualmente 1840, La Rosa Secreta”.

Carmen Pardo: “Sí, la verdad es que esta aventura, tal como puede leerse en nuestro tebeo, es muy distinta de aquella que se creó en un primer momento. El trabajo más duro no fue sólo darle coherencia a una trama que no estaba pensada para ser leída, sino también sintetizar en unas pocas páginas todo lo que queríamos contar, la riqueza de los personajes, etc. Además, yo nunca había escrito un guión para cómic: en un primer momento pensé que sería sencillo – total, sólo se trata de escribir unos diálogos de nada-, pero no podía estar más equivocada”.

David: “En síntesis, narra la búsqueda personal de unos personajes de distintas clases sociales y personalidades dispares en el Londres de la década de 1840. La búsqueda de cumplir unos sueños o anhelos les lleva a transitar caminos que hasta entonces les resultaban insospechados, sin pensar en las consecuencias que tendrá para sus vidas y las de sus allegados. Que esa búsqueda transite por un camino plagado de misterio y magia ancestral es algo que ellos no esperaban. ¿O tal vez si?”

Carmen: “Es una historia de magia y misterio, cuyo eje central es un antiguo libro que todos quieren encontrar. Pero como bien dice David, cada uno ve en ese volumen sus propios deseos y está empujado por sus propias motivaciones”.

¿Cómo son los dibujos? ¿Están en la misma línea de otros trabajos anteriores o es diferente? David: “Podría aplicarse el adjetivo de dibujo estilizado y próximo a estilos de animación como los de Bruce Timm, pero con un tratamiento de color atmosférico. Aunque había realizado algún encargo y proyecto anterior tanto con este estilo de dibujo como con el tratamiento del color, se puede decir que realmente en “1840” es donde he explotado ambas técnicas de dibujo y de color juntándolas por primera vez”.

¿Con qué técnica están hechos? ¿Es la que usas habitualmente? David: “No es la que más uso habitualmente, aunque a raíz de 1840 he recibido algunos encargos solicitando su tipo de estilo y técnica. La técnica se basa en el uso de una base de dibujo con la valoración de luces y sombras en grises (grisalla) y la aplicación del color por medio de capas de color dentro de un entorno de trabajo digital. Es una técnica habitual en muchos trabajos de ilustración y cómic”.

¿Qué proceso sigues desde la página en blanco hasta que está totalmente terminada? David: “El proceso es el mismo que realizan casi todos los autores de cómic. Lo primero y más importante es la base de un guión bien construido y coherente partiendo de una idea o argumento, junto con la descripción de los personajes, su biografía, personalidad y motivaciones, así como la documentación necesaria sobre la época histórica en la que sucede la historia. De esto se encarga Carmen, que creó la historia y realizó un trabajo duro, de muchas horas, en construir un guión, revisándolo y reescribiendo en cada una de sus fases (sinopsis, redacción de su estructura, esquemas iniciales, etc.) hasta que estuvimos satisfechos de la historia y pudimos pasar al apartado gráfico”.

Carmen: “El proceso del guion es más o menos siempre el mismo: yo elaboro un esquema con lo que va a pasar, y David y yo lo discutimos hasta que estamos de acuerdo. Luego escribo las escenas, y vuelta a lo mismo. Con sus viñetas también seguimos el mismo proceso: él me envía story board, lo discutimos, luego lo mismo con los bocetos, y así hasta que el trabajo está más o menos acabado…”

David: “Aunque ambos nos encargamos independientemente en nuestro respectivos estudios de uno de los dos campos del proceso de trabajo (Carmen el literario y yo del gráfico), ambos analizamos y revisamos el trabajo del otro, aportamos comentarios e ideas, enriqueciéndose de esta manera el método de trabajo. Luego está el tercer campo de trabajo que es la promoción, y dentro de ese campo ambos tratamos de aportar nuestros conocimientos y esfuerzo en lo que mejor sabemos, en el caso de Carmen es buena en la relaciones en la red y yo me manejo mejor en los salones”.

¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto? David: “Ahora estamos comenzando a calentar motores con el tomo 2 de 1840 con el título provisional de “Los dos árboles”. En otra obra personal de estas características no, pero si en encargos de mis clientes, a los que trato de darles el mejor servicio y dedicación posible con los tiempos que pueden dar para su proceso”.

¿Cómo ves la industria y el mercado del cómic en nuestro país? David: “No soy un gran investigador del tema histórico y de mercado de la industria española del cómic, pero por lo que sé de lecturas especializadas, tertulias sobre el tema y conversaciones con otros profesionales más veteranos, me da la impresión que siempre ha sido delicada y descuidada en el respeto y autorespeto de los autores, en la labor editorial, de promoción y de distribución, en la falta de cultura de la gente de este país por este medio y también en dar la espalda a los que sí nos leían”.

David: “Delicado en el escaso apoyo de la cultura de este país y de sus intelectuales al medio, considero que con motivo se ha llorado más por el teatro y el cine español pero no tanto por la industria del cómic español cuando ha habido tantos best sellers, desde los clásicos: Guerrero del antifaz, Roberto Alcázar y Pedrín, Capitán Trueno, Mortadelo y Filemon, Superlópez, Anacleto agente secreto, etc. a los más actuales como es el caso de Arrugas, El baile del vampiro, Blacksad o Una posibilidad entre mil, sin olvidar éxitos de los 70 y 80 como Goomer, Rocco Bargas, Makinavaja o las obras de Carlos Giménez (Paracuellos, Barrio, los Profesionales) y con grandes autores reconocidos fuera de nuestras fronteras así como de otros profesionales de menor repercusión pero sobre los cuales se han sostenido muchas editoriales generación tras generación”.

David: “Salvaría de la quema a los libreros especializados en cómic, que sí considero que han hecho un buen trabajo y poco reconocido por la industria. ¿Existe algún tipo de galardón a su labor? Esperemos que ahora las cosas cambien y que los heroicos kamikazes que tratan de organizar jornadas y eventos del medio, los que deseamos crear obra y los que desean construir una editorial, tengan mejores oportunidades de desarrollar negocio dentro y fuera de nuestras fronteras”.