Entrevistas
Laura Borràs y la magia oriental de ‘A oscuras’

La llegada inesperada de aquel circo ambulante fue celebrada por todos con gran entusiasmo. ¿Cómo era el animal que guardaban en secreto?’A oscuras’ es una nueva versión de un cuento tradicional de Oriente que nos invita a reflexionar sobre la parcialidad de nuestra mirada. Con estas palabras nos presenta Akiara Books este libro, del que hablamos con Laura Borràs, su ilustradora.
¿Cómo nace este proyecto? Laura Borràs: “Por mi parte, fue un encargo de Akiara Books. Tanto Inês Castel-Branco, su editora, como Halil Bárcena, el autor de la adaptación del texto, pensaron en mí para ilustrar este álbum, solo eso ya me convenció de inmediato. El texto me pareció una maravilla en seguida, y trabajar con Akiara Books es un placer desde el primer momento, por lo que todo el proyecto fue una experiencia maravillosa y una suerte inmensa”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Magia oriental, creo que eso es lo que me gustaría que pudieran descubrir. La magia, la sabiduría y la comprensión profunda del mundo están en todas las culturas. Pero creo que la oriental a veces sabe transmitirla con una óptica tan deslumbrante que a mí, al menos, me impresiona. Me impresiona por esa profundidad, aparente simplicidad y espiritualidad natural que emana. El álbum cuenta una historia muy antigua de la India, que Halil Bárcena ha adaptado con gran respeto y cuidado desde la versión del poeta sufí Mawlâna Rûmî (del siglo XIII)”.
“Cuando hablo de magia oriental quiero decir la sabiduría que suele desprenderse de este tipo de historias, pero también me refiero al misterio. Es un texto en que el que se mantiene la intriga hasta el final. Todos los personajes de la narración intentan descubrir cuál es un animal que está en un lugar a oscuras, y solo pueden intuir una parte… cada uno da su versión según su experiencia parcial… pero ninguno puede hacerse una idea del conjunto completo, aunque todos piensan que tienen razón y defienden su pequeña parte de “verdad”. Rûmî destaca que lo importante es saber ver, y que ver es “comprender la naturaleza real de las cosas”. Dicho así, parece muy sencillo, pero luego en el día a día de cada uno de nosotros, no es tan fácil. Partir de esta reflexión me parece fundamental”, asegura Laura Borràs.
¿Qué te pareció este relato la primera vez que lo leíste? “Me pareció magnífico, además hablé con Halil y me di cuenta de que había estado trabajando en él hasta la última coma, para intentar que fuera exactamente una historia muy mínima, pero que no perdiera ni un poquito del poder y de la esencia auténtica de la historia original. Es decir, vi un cuidado exquisito en cada detalle”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? “Intenté trabajar de otra manera, con una técnica que no suelo usar, al menos no de la forma en que lo hice en este proyecto. En lugar de utilizar la acuarela, opté por el gouache, porque como muchas de las páginas del libro transcurrían a oscuras y quería que el texto puediera verse a pesar de todo, me interesaba una técnica que fuera capaz de buscar la oscuridad y la opacidad (total o parcial), pero también la transparencia -nos cuenta Laura Borràs-. El gouache diluído me permitió jugar a veces como si se tratara de acuarela y, al mismo tiempo, también usé bases de pintura al óleo aplicada con rodillo, de manera que el gouache al agua hiciera sus juegos con el óleo todavía húmedo que estaba debajo. Es decir, intenté explorar lo oculto y lo visible con el gouache; la transparencia y la opacidad”.
“Al mismo tiempo, las páginas “a oscuras” decidí que fueran azules, así permitía la referencia al azul de los países árabes, muy característico en algunas zonas, el azul ultramar. También es un color propio de la zona donde vivo (en pueblos marineros). Así dejaba de lado, además, la oscuridad del negro, que me parecía en este casó que podía ser demasiado agresiva. No puedo explicar muy bien por qué, pero me imaginaba azul la oscuridad en este álbum”.
¿Qué hay de diferente respecto a otros trabajos? “Además de lo que he explicado antes, fue un reto interesante el uso de la oscuridad y la relación con el texto, que no queríamos que destacara demasiado dentro del conjunto -continúa Laura Borràs-. Y la idea de cómo se iban a ver las partes del animal en esa especie de acertijo misterioso que es el álbum también tuvo que ser bastante trabajada, porque inicialmente yo pensé en abrir pequeñas ventanas en la ilustración para que se viera solo una parte del animal, pero el resultado de esa prueba no me gustó demasiado, no quedaba claro. Así que tuve que seguir investigando para dibujar de forma abstracta cada parte, para no caer en el spoiler de dar demasiada información del todo (del animal completo) en ningún momento antes del final”.

Ya nos has contado algunas cosas, pero, ¿con qué técnicas trabajaste? “Bueno, ya lo he avanzado antes sin querer, porque este es un tema importante en el álbum. Quise explorar las posibilidades y texturas del gouache con óleo de base, las aguas y juegos que esta mezcla produce. Pero además he usado tinta china y tinta de color marrón, que son muy habituales, imprescindibles, en mi trabajo. Aplicadas con plumilla casi siempre y a veces con pincel. Otro aspecto es que muchas de las ilustraciones están realizadas directamente, es decir, muy pensadas y ensayadas, digamos, a pequeña escala, pero luego realizadas espontáneamente. De tal forma que de alguna de ellas tengo unas cuantas, hasta que conseguí más o menos lo que quería. No siempre es tan sencillo, por más que tengas claro el discurso visual”.
Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “Fue un libro que trabajé, como siempre hago, en varios meses, más o menos cinco o seis, puede dedicarme mucho a él, porque había terminado justamente hacía muy poco un encargo de libro de texto, y estaba volcada en el proyecto -nos relata Laura Borràs-. En mi caso, combino la ilustración con la docencia en la universidad, por eso a veces no puedo hacer muchos proyectos a la vez, e intento centrarme en uno solo, sobre todo si se trata de un álbum. A veces no lo consigo, y llevo a cabo varios encargos, pero en este caso pude dedicarme mucho a él exclusivamente. Fue un gusto poder compartir con Halil y con Inês el proceso de desarrollo de las ilustraciones, que desde el primer momento les gustaron mucho y por lo tanto me llegó una energía muy positiva y creativa de su parte, lo cual ayuda enormemente. Fuimos un equipo magnífico. Lástima que el libro se publicó justo antes del confinamiento estricto en marzo de 2020, quedó encerrado en un almacén y ya no hemos podido ni hacer prensentaciones ni talleres ni nada… en aquel momento me dio mucha pena, pero ahora lo veo como una parte más de su historia, de su carácter como libro”.

¿Qué dirías que has aprendido con este proyecto? “Algo más sobre la filosofía sufí, intuitivamente he sentido un poco mejor mi conexión con esta magia oriental de la que antes hablaba. He conocido la forma de trabajar de Inês, que me parece tan cuidadosa y respetuosa con el libro como contenido, pero también como objeto, que es realmente una delicia. Y he conocido también a Halil, un poco de su mundo y de los proyectos que tiene entre manos. Aunque desde luego el confinamiento y las medidas actuales han dificultado muchas cosas que, de otra manera, hubieran sido todavía más enriquecedoras y cercanas para todos. Es decir, me he quedado con las ganas, para decirlo de forma directa, de poder presentar el libro con ellos, de poder conocerlos todavía mejor y compartir el proceso de presentación del “producto”, actividades, ferias y talleres alredador del álbum. Siempre quedan temas pendientes… algún día llegará el momento”, afirma Laura Borràs.
¿En qué estás trabajando ahora? “En este momento no estoy en ningún proyecto de ilustración, imparto un taller en mi casa en pequeño comité, muy muy pequeño comité, y me dedico a la docencia. Acabo de terminar un álbum de poemas muy delicado y que como proyecto también me ha parecido precioso, que saldrá pronto, y del que todavía no quiero decir mucho, y estoy a la espera de concentrarme en otra historia, propia o ajena, en cuanto la energía fluya en ese sentido”.
Cómic
Léa Mazé y ‘Elma, una vida de osa’

Elma y Papá Oso tienen que marcharse. Dejar su hogar en el bosque y lanzarse a un largo y arriesgado viaje del que Papá Oso no quiere desvelar ni el destino ni el motivo. Para Elma, una niña humana temperamental y cariñosa de casi ocho años criada desde bebé por el animal, el viaje es un misterio y solo sabe que irán lejos, muy lejos. El oso, en cambio, es plenamente consciente de que tiene que disfrutar de estos preciados momentos, ya que son los últimos juntos. Aceptó una misión hace siete años y ahora tiene que “devolver” a la pequeña humana. ¿Por qué razón? ¿Y por qué parece que el mismísimo bosque no quiere que padre e hija consigan terminar el viaje?
Los caracteres de los dos miembros de esta familia muy unida chocan a lo largo de un peligroso recorrido hacia el destino de Elma, recordando por momentos al Libro de la selva. La ternura y el suspense están presentes en cada una de las páginas de esta historia de Ingrid Chabbert, creadora de un relato iniciático que aborda cuestiones como la madurez, la resiliencia y el luto. Vuelve a impactar el colorido trabajo de la talentosa Léa Mazé, autora completa de la trilogía Los Muértimer (Astiberri, 2021-2022), ganadora entre otros galardones del premio al mejor cómic infantil ACBD (Asociación de periodistas y críticos de cómic de Francia). Con ella hemos charlado un poco más sobre su trabajo en ‘Elma, una vida de osa’.

¿Dónde está el origen de este proyecto? Léa Mazé: “El proyecto nació en 2016. En ese momento, solo había publicado un cómic; yo estaba apenas empezando. Un día recibí un correo electrónico de Ingrid, a quien todavía no conocía personalmente, quien me ofreció el guión de Elma. ¡Me sentí muy halagada y emocionada de que ella pensara en mí para esta historia! Además, los planetas estaban alineados: estaba haciendo las maletas para irme a Quebec durante varios meses. Así que pude inspirarme en los fabulosos colores del otoño y los paisajes canadienses para crear los decorados”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Los lectores encontrarán dos personajes extremadamente entrañables: Elma, una pequeña y alegre humana del bosque, y su Papá Oso, un oso gruñón con un corazón tierno. Ambos se embarcan en un viaje lleno de obstáculos, donde vemos florecer su hermosa relación padre-hija. Es una historia llena de aventuras, secretos, peligros, pero también llena de ternura, emoción y amor”.

¿Qué te pareció la historia de Ingrid la primera vez que la leíste? “Me encantó inmediatamente la atmósfera del bosque y los personajes -nos cuenta Léa Mazé-. En sus diálogos, Ingrid logró destilar una vivacidad y una complicidad loca entre Elma y Papá Oso, lo que me permitió visualizar inmediatamente los dibujos, los escenarios, las miradas. ¡Fue una historia hecha para mí!”
¿Qué hay de Léa en el personaje de Elma? “Al igual que Elma, me encanta la naturaleza y es en el bosque donde mejor me siento. Por otro lado, cuando era pequeña era muy tímida y tenía miedo de todo… ¡así que Elma es demasiado atrevida para mí!”

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Antes de empezar a dibujar, paso mucho tiempo recopilando documentación, haciendo bocetos de los personajes e investigando los escenarios. ¡También hice muchas pruebas de herramientas, técnicas de color, pinturas, papeles varios y variados antes de encontrar la técnica final!, asegura Léa Mazé.



¿Qué dirías que tienen de característico de tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente respecto a otros trabajos? “Elma, una vida de oso” es la primera tira cómica que he creado íntegramente con pintura. Descubrí lo mucho que me encantaba pintar y lo mucho que esta técnica daba vida a mis dibujos. ¡Aprendí y mejoré mucho con este libro y cambió mi visión del dibujo para siempre!”
¿Qué nos puedes contar del uso del color? ¿Con qué técnicas trabajaste? “Como era mi primera vez trabajando con pintura, no tenía mucha confianza. Entonces encontré una técnica para tranquilizarme: pinté las páginas de Elma sobre papeles de colores (papel amarillo para el atardecer, azul para las escenas nocturnas, gris para los días de lluvia, etc.). Así que tuve una base desde la cual trabajar para crear el ambiente de iluminación que quería. Antes de empezar a pintar, siempre hacía un boceto rápido de los colores en la tableta, lo que me permitía saber hacia dónde iba. Luego agregué las áreas planas en gouache, las texturas en lápiz de color y los detalles y contornos en tinta”, afirma Léa Mazé.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Con Ingrid tuvimos la suerte de encontrar inmediatamente un editor que se enamoró del proyecto. Entonces fue todo un reto, porque al mismo tiempo estaba dibujando la serie “Los Muértimer”. Además, los dos volúmenes 1 fueron publicados el mismo día en Francia (en Francia Elma fue publicada en dos volúmenes, unidos en un solo volumen integral en la edición española de Astiberri). Así que fui pasando de un álbum a otro, y no conté mis horas de trabajo… Aunque trabajé mucho, disfruté mucho dibujando y pintando esta historia, cada página era un nuevo desafío y una alegría absoluta de lograr”.


¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Actualmente estoy trabajando en un cómic en solitario que se lanzará en Francia en 2026. Por primera vez, me dirijo a un público adulto en una historia que combina ciencia ficción, road movies e historias íntimas. Sigue a un grupo de centenarios que descubren que son inmortales… pero que aún envejecen. Es una historia divertida y conmovedora a la vez, que me permite abordar muchos temas que me llegan al corazón. ¡Y como Elma, dibujo todo el álbum en papel de colores!”
Álbum Ilustrado
Irene Mala y el mundo del ‘true crime’ de ‘Desalmados’

‘Desalmados’ es el primer libro de ‘true crime’ de Irene Mala, una autora que explora como nadie el lado oscuro de la naturaleza humana. Editado por Lunwerg, sus páginas nos sumergen en el mundo fascinante y aterrador del ‘true crime’, a través del relato rigurosamente investigado de una selección de crímenes violentos y perturbadores. Estas historias nos enfrentan de manera brutal a nuestros miedos más profundos y nos asoman al abismo de psiques desequilibradas. No se trata solo de satisfacer una curiosidad morbosa, sino de entender la complejidad de la naturaleza humana y nuestras propias sombras. ¿Por qué algunos individuos son capaces de cometer actos tan atroces? ¿Cómo podemos prevenirlos? ¿Dónde está la línea que separa el bien y el mal? Lejos de proporcionar respuestas fáciles, la autora e ilustradora nos invita a explorar el lado más salvaje y despiadado de la conducta humana, cuestionando los límites de lo que somos y de lo que podemos llegar a hacer. Con estas palabras la editorial nos presenta este trabajo de Irene Mala, con la que charlamos en las siguientes líneas un poquito más sobre este libro.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “Hay mucha curiosidad, mucho interés en descubrir y conocer los orígenes del mal. ¿De dónde viene tanta violencia? ¿Por qué tanto sufrimiento? ¿Cómo puede alguien llegar a cometer un crimen? Para mí era prioritario acercarme a las raíces, intentar profundizar en estas cuestiones”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Encontraran varias secciones. Una parte que habla de los psicópatas, otra de asesinos en serie, otra nos invita a reflexionar sobre el bien y el mal, … Todo ello ejemplificado con cuarenta y tantos casos reales, algunos de ellos ficcionados en relatos -nos cuenta Irene Mala-. ‘Desalmados’ es un libro ilustrado, la ilustración tiene mucho peso en este proyecto. En resumen, un libro que nos invita a reflexionar sobre el crimen, nuestra responsabilidad ciudadana y a ser más conscientes de la sociedad en la que vivimos”.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de documentación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Ha sido muy fructífera, muy interesante y muy descorazonadora también. ¡La fase de documentación me encanta! Pero un tema me conducía a otro: filosófica, psicológica, socialmente hablando… infinito, inabarcable. Y a ratos muy duro, estrellarte de bruces con la naturaleza humana. Como he realizado tanto texto como imagen, mientras escribía iba recreando en mi cabeza las ilustraciones”.
¿Qué es lo que más te sorprendió o llamó la atención tras ese trabajo de documentación? “Me ha parecido fascinante estudiar la figura del psicópata, por ejemplo, saber que hay tantos de ellos integrados en nuestra sociedad -confiesa Irene Mala-. Lo de “matar en serie” también me ha sorprendido sobremanera, pero quizás, lo más duro es ser consciente de que cualquiera puede convertirse en un criminal o actuar como tal. Lo más chocante, lo más triste es saber de la falta de integridad que ante la maldad pueden tener algunas personas “normales”.

Dice sobre ti la web de Lunwerg: “una autora que explora como nadie el lado oscuro de la naturaleza humana”. ¿Qué nos dices de esto? “Jajaja, eso habría que preguntárselo a la editorial, pero puede que se refieran a que me gusta inspirarme en la “Cara B” de las cosas. Me inspira lo ridículo, lo sórdido, el desamor… Siempre desde la ironía, el humor y un toque de “mala leche”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? Imagino que los retratos siguen teniendo mucha fuerza… “Como siempre, he disfrutado mucho con la “iluminación” del texto. He sido bastante fiel a mi estilo, creo que es bastante reconocible -continúa Irene Mala-. Sigo trabajando con técnicas analógicas sobre papel y me he dejado influenciar particularmente por la pintura Gótica, los Primitivos Flamencos, con sus infiernos, sus cielos, sus locuras… También he querido huir de los tópicos: hay alguna que otra salpicadura de sangre pero he preferido ser más original en los recursos, recurrir a metáforas visuales, etc”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Las ilustraciones están realizadas con acrílico sobre papel. También hay dibujos a grafito”.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “He leído mucho, he visto muchos documentales, muchas películas y algunas series también. He ido elaborando listas de casos, según secciones, que al principio eran muy largas… Algunas historias las he descartado, por dejar heridas muy abiertas, estar muy cercanas en el tiempo o poder herir demasiado la sensibilidad del lector. He procurado plantearlo todo desde un punto de vista de análisis que enlaza con el de responsabilidad, constructivo y feminista, siempre tratando a las víctimas con mucho respeto y cariño. De hecho el libro está dedicado a todas ellas. Después me puse a escribir y para finalizar, cogí los pinceles”, afirma Irene Mala.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Ahí ando, estoy dándole vueltas a algunas cosas. Más luminosas, blancas y divertidas…”.
Álbum Ilustrado
Marc Taeger, ‘Los niños guarros’ y las ‘Greguerías de la luna’

‘Los niños guarros’ es un libro compuesto por 17 poemas de Nacho Rubio, ilustrados cada uno de ellos con el arte personal e intransferible de Marc Taeger. Es el primer poemario de Pepa a Loba Editora y con el que se abre su colección de poesía infantil.

‘Doce greguerías de la luna’ contiene doce creaciones ingeniosas, humorísticas y sorprendentes para acercarnos a la obra del gran escritor vanguardista Ramón Gómez de la Serna. Este libro editado por Kalandraka contiene la inmensidad, es alimento poético, navío onírico, reflejo vibrante, instrumento musical… la luna inspiró muchas de las ocurrencias literarias de Ramón Gómez de la Serna. Este libro reúne una selección de sus célebres y genuinas greguerías con las propuestas gráficas del artista Marc Taeger, con la técnica del collage como plataforma expresiva.

Sobre estos dos libros hemos hablado con Marc Taeger para conocer un poco más sobre su trabajo en estos proyectos.
Los niños guarros
¿Cómo nace ‘Los niños guarros? ¿Qué te parecieron los poemas de Nacho Rubio la primera vez que los leíste? “Un día sonó el teléfono – al otro lado estaba Nacho Rubio, el autor de los poemas. Lo había conocido hace años a través de su padre, el gran Antonio Rubio-. Y me preguntó si me interesaría ilustrar un poemario llamado LOS NIÑOS GUARROS. No dudé en aceptar el reto cuando leí los poemas. Para empezar en los tiempos ‘políticamente correctos’ que corren hay pocos libros que tratan una temática tan poco comercial. Por otro lado estaba la editorial Pepa A Loba que llevaba poco tiempo trabajando y se atrevía a publicarlo”, nos cuenta Marc Taeger.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Son textos que tratan con mucho humor y ritmo el tema de mocos, caca, pedo, pis…. Yo quería ilustrar los poemas de manera ‘sucia’ y con humor, el tema lo requería…muy colorido y divertido” .
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? ¿Con qué técnicas trabajaste? “Pues suelo dibujar mucho para encontrar un registro, una técnica,… que me valga. Dibujo en cuadernos para retener las ideas que me vienen a la cabeza… Quería que fuese un libro guarro, sucio por fuera y por dentro, manchado…, así que empecé manchando papeles para luego intervenir”, continúa Marc Taeger.

“Y me valía todo tipo de material: témperas, ceras, lápices, rotuladores… intervenciones espontáneas, frescas, poco estudiadas. Normalmente los errores son bienvenidos en mi trabajo, y en este especialmente. No quería un trabajo demasiado limpio y frío. La maquetación también va por ese camino: Los títulos son rotulados con una tipografía un poco torpe, y los versos de los textos bailan en la página. Un libro descuidado con mucho cuidado. Y un trabajo de edición por parte de Pepa A Loba impecable”.

Las greguerías de la luna
¿Para las greguerías de Gómez de la Serna trabajaste con las mismas técnicas? ¿Fue muy diferente trabajar con esos dos tipos de texto, la poesía y las greguerías? Danos algunas pinceladas sobre el proceso de elaboración del libro de las greguerías. “Una de las cosas que más me gusta del trabajo de ilustrador es la búsqueda de la expresión adecuada para ilustrar un texto -confiesa Marc Taeger-. Cada texto tiene su voz y su traje. No es que no me guste repetir una técnica, me gusta ilustrar lo que me sugiere el texto”.

Con ‘El elefante que perdió su ojo‘ me encontré con el mundo de Boniface Ofogo. Su tierra Camerún, los colores de sus trajes, bosques y flora. Tras dibujar cientos de elefantes, tortugas, cocodrilos, hipopótamos….. el colorido vivo de los lápices de colores tratado con fuerza y ritmo me llevar por un camino. ‘Los niños guarros‘ me pidieron un tratamiento ingenuo, un poco art brut, sucio con humor. Las ‘Greguerías de la luna‘ me llevaron a collage. Me dí cuenta que tenía que evitar ser demasiado literal. Las greguerías suele ser muy cortas y te generan una imagen al leerla. Yo no quería irrumpir en esa imagen personal de cada uno, no quería adelantar el final del chiste… había que encontrar otra manera”.

“Y el collage me lo ofreció -sentencia Marc Taeger-. Generar un juego visual con la luna, una forma muy básica: un círculo con sus menguantes y crecientes. Tenía la capacidad de generar accidentes ‘felices’. Podía crear imágenes que se completaban y complementaban con la greguería. Además es una técnica afín a la época de la creación de las greguerías. Mientras Gómez de la Serna reunía a sus contertulianos en el Café Pombo en Madrid, los dadaístas tomaban copas en el Café Voltaire en Zurich. Ambos son movimientos experimentales y transgresores”.
¿Cuál es tu favorita? “La verdad, tras trabajarlas tanto, leerlas tanto, documentarme sobre Ramón … cada día me gustaba una diferente. Aquí va una que no tiene que ver con la luna, pero me sirve para despedir este texto: “Las gaviotas nacieron de los pañuelos que dicen ¡adiós! en los puertos”.
-
Álbum Ilustrado1 mes ago
Anna Font descubre lo que hay ‘Dentro del león’
-
Arte Urbano1 mes ago
Núria Alemany: ilustradora de palabras, poeta de la imagen
-
Álbum Ilustrado4 semanas ago
Susana Rosique y la aventura de ‘Acuerdo bajo las estrellas’
-
Álbum Ilustrado1 mes ago
Christian Inaraja nos hace viajar en ‘Una caja misteriosa’
-
Álbum Ilustrado1 mes ago
Diana Zela nos traslada a ‘Cuando eran como tú’
-
Álbum Ilustrado1 mes ago
Araiz Mesanza y la historia de ‘El nogal’
-
Cómic1 mes ago
Dunia Navinés y el desmadre de ‘Vicious Pop’
-
Álbum Ilustrado2 semanas ago
Silvia Álvarez y el homenaje a las madres de ‘Mamá’