Connect with us

Entrevistas

Elena Val escribe e ilustra ‘Nubes en la cabeza’

Published

on

Dicen que no tenemos los pies en el suelo. Dicen que yo tengo la cabeza en las nubes y que la abuela tiene nubes en la cabeza. Con estas palabras nos presenta la editorial Akiara Books ‘Nubes en la cabeza’, un álbum ilustrado de Elena Val. Con ella hemos charlado sobre su trabajo.

¿Cómo nace este proyecto? Elena Val: “Bueno, creo que siempre me ha interesado cuestionar la realidad, ponerme en el punto de vista de personajes que se sienten desubicados o perdidos o ajenos a lo que se da por sentado. Ese juego de percepciones entre lo relativo y lo absurdo siempre está ahí, rondando por mi cabeza. Y, un día, mientras improvisaba un retrato a lápiz contrapicado, asocié los cabellos blancos y suaves de una mujer mayor con las nubes del cielo de fondo. A partir de ese primer dibujo, toda una serie de imágenes y frases, se sucedieron sin parar, una detrás de otra”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Una relación de cariño, respeto, normalidad, aceptación, compañía, lo que para mí sería una convivencia esencial, sin ningún tipo de juicio, entre dos personajes que se encuentran en diferentes etapas vitales, casi opuestas, que sin embargo coinciden por un momento, en una especie de complicidad. El mundo de fantasía de uno y el principio de demencia del otro, pasean de la mano, cada uno tomando la forma de un amigo imaginario”.

¿Cómo se aborda un tema como el de la demencia en un álbum ilustrado? “Si lo planeara de antemano, seguro que me parecería muy difícil -asegura Elena Val-. Pero como te decía, las primeras ideas surgieron sin una intencionalidad previa. Casi que con el primer dibujo ya me vino dado moverme por el terreno de lo poético, a través de la mirada ingenua de un niño/a. A partir de ahí, seguí construyendo la historia, poniendo siempre más foco en la emoción que en la lógica. En el libro conviven personajes ficticios pero “reales” con personajes imaginarios, demencia y fantasía, sueños y pesadillas. Pensé que el estado de confusión y aceptación de lo ilógico con los que encaramos algunos sueños podía acercarnos un poco a lo que debe sentir una persona que vive con la dificultad de distinguir lo que es real de lo que no lo es”.

Háblanos también un poco de la guía de lectura que aparece al final del libro… “La colección tiene esta estructura. A través de la guía pude dirigirme directamente a tres grupos de lectores muy diferenciados con los que quería compartir reflexiones muy distintas: Lectores muy jóvenes, que están descubriendo poco a poco el mundo con la cabeza muchas veces en las nubes, para los que este álbum podría ser una pequeña introducción al tema. Lectores que deben tener los pies en el suelo y cuidar de los demás. Y por supuesto, también tuve la necesidad de dirigirme a los lectores que quizás empiezan a notar alguna nube en la cabeza”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? “Es un proyecto personal hecho con muchísima libertad -confiesa Elena Val-. Disfruté dando forma a las metáforas visuales y diseñando y reinterpretando algunos personajes como quise en cada momento. Creo que las ilustraciones están en línea con el contenido del libro, porque me parece que son duras y suaves a la vez. Hay degradados y contornos difuminados donde se mezcla lo real y lo onírico pero también contrastes fuertes más impactantes. Predominan los grises, el blanco y el negro. Pero el color es muy importante. Representa todo el mundo imaginativo del personaje infantil. Está lleno de significado durante de todo el libro”.

¿Qué hay de diferente respecto a otros trabajos? “Bueno, es mi primer álbum como ilustradora y como autora. Fue un trabajo emocionalmente bastante intenso. Me impliqué mucho dentro de cada una de sus páginas, utilizando una técnica suficientemente lenta como para meterme en la piel, el mundo y el ritmo de los personajes”.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Lápices negros de grafito y de carbón, y guache para el color”.

Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “La base del libro está en esta libreta. Cada vez que, con el lápiz plasmaba una idea, de inmediato el resultado me sugería otra imagen relacionada. Y así una y otra vez. Me pareció una parte del proceso casi mágica. Enseguida introduje el personaje infantil que también hace de narrador -continúa Elena Val-. En una segunda fase, a la vez que pulía el argumento separé el mundo en blanco y negro de la abuela, del mundo de color e introduje el león, el último personaje que, junto con el inquilino, completa el cuarteto”.

¿Qué dirías que has aprendido con este proyecto? “He tomado más consciencia de lo que se puede llegar a aprender a través del acto de dibujar (sobre cualquier tema, sobre el mundo, una misma, etc). Pero también de las consecuencias que se desencadenan por el mero hecho de dar forma a una idea. He tenido la suerte de ver nacer una, poderla desarrollar y tener la oportunidad de transmitirla. Para mi es fascinante darme cuenta de esa especie de viaje no solo dentro del proceso de creación sino también cuando todo eso tiene continuidad en los lectores y sigue creciendo y evolucionando según la experiencia de cada uno. Y, si encima, descubro que más allá de los dibujos, de alguna manera el libro puede haber llegado a ayudar, aunque solo sea un poquitín, en algún momento, a alguien… me hace sentir una sensación de plenitud, que me es muy difícil de explicar”.

¿En qué estás trabajando ahora? “Ahora mismo acabo de terminar dos encargos para dos revistas infantiles que me ha hecho mucha ilusión ilustrar. En cuanto a álbum ilustrado, a parte de mis proyectos personales, estoy en dos colectivos de ilustradoras con las que desarrollo proyectos conjuntos. El trabajo de ilustrador/a es muy solitario y, para muchas de nosotras, alternarlo con proyectos cooperativos es muy interesante, enriquecedor y también muy divertido”.

Continue Reading

Álbum Ilustrado

Kike Ibáñez y su trabajo en ‘El diablo sobre ruedas’

Published

on

Kike Ibáñez

Lucía Fernanda es una niña lista e intrépida que ama con locura su bicicleta. ¿Tiene algún problema? Lucía Fernanda no sabe lo que es la paciencia, sobre todo si el tráfico de la ciudad le impide llegar a tiempo a la fiesta de carnaval. Y si además una furgoneta cargada de mercancía peligrosamente radioactiva está a punto de chocar con ella y su madre… No veas el pandemonio que es capaz de desatar. Kike Ibáñez en ‘El diablo sobre ruedas’ celebra la lucidez del pensamiento infantil dando vida a un personaje provisto de una personalidad irresistible que le ha llevado a ganar el premio del Concurso Internacional de la Biblioteca Insular de Gran Canaria. Un álbum ilustrado editado por A buen paso sobre el que hablamos con su autor.

Kike Ibáñez

¿Dónde está el origen de este libro? “El diablo sobre ruedas nace de un enfado. A mí me gusta moverme en bicicleta, me desplazo diariamente al estudio en bici, es una media hora de trayecto y la mitad es por carril bici. Un día iba yo tan tranquilo por el carril cuando de repente aparece un coche circulando por el carril bici hacia mí. Yo me quedé sorprendido, no porque hubiera un coche invadiendo el carril sino porque es un carril segregado, es decir, está aislado de la carretera y es difícil meterse en él si eres un coche -nos cuenta Kike Ibáñez-. Bien, pues yo me bajo de la bici y salgo del carril para que el coche pueda pasar y el conductor, un tipo muy calvo, muy gordo y con un enorme puro al llegar a mi altura me dice un insulto que no puedo reproducir, pero imagínate el insulto más asqueroso que hayas oído, yo me quedo más sorprendido aún, el tipo encuentra un hueco, da la vuelta y se incorpora a la carretera, y al volver a pasar a mi altura me vuelve a decir el insulto más repugnante que hayas podido imaginar. Yo aluciné y de la alucinación pasé al enfado, y del cabreo empecé a imaginar diferentes maneras de venganza. Cuando llegué al estudio empecé a dibujar El diablo sobre ruedas”.

Kike Ibáñez

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Los lectores se encontrarán una historia que está pensada para divertir, hice este libro para los niños, no sé qué les parecerá a los padres que la madre muera al principio y ese no sea el tema del libro, pero estoy seguro que a los niños les encantará porque aunque parece un disparate, en realidad todo tiene sentido”.

¿Qué nos dices del humor como herramienta de denuncia social? “La denuncia social es necesaria pero también es aburrida. Si cuentas lo mismo pero con gracia probablemente te escuchen más -asegura Kike Ibáñez-. Y no solo me refiero al humor, el arte como medio de comunicación y de entretenimiento llega más lejos que cualquier queja en una reunión familiar, en una cola de supermercado o en un atasco”.

Kike Ibáñez

¿Qué hay de Kike en la protagonista de esta historia? “La historia nace de mi experiencia personal y de cómo digiero esa vivencia, pero también el estilo gráfico bebe de mi mirada más limpia, es decir, de aquellas cosas que me gustaban cuando era niño, y muchos de esos referentes se pueden encontrar literalmente en las ilustraciones del libro: Superman, Pipi Calzaslargas, Mortadelo y Filemón, Bola de dragón, Wally…”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Estoy en mi momento profesional más sólido, siempre he variado el estilo en función del proyecto porque me parecía coherente, pero ahora he dado con una manera de dibujar con la que me siento muy identificado, las imágenes del diablo son lo más Kike que he hecho hasta ahora, inspirado por esa mirada infantil y sobre todo por una mirada a mi yo más profundo. Puede que mirar dentro de uno mismo parezca dramático, pero en realidad es bastante divertido”, confiesa Kike Ibáñez.

Kike Ibáñez

¿Con qué técnicas trabajaste? “Todas las imágenes las hice sobre una cuadrícula, construyendo a partir de formas geométricas muy básicas, con un software de dibujo vectorial que no controlo demasiado, por que pensé que esa limitación podría dar un resultado interesante, al final trabajar así fue un infierno, ideal para esta historia”.

Kike Ibáñez

Cuéntanos un poco más sobre el proceso de elaboración de este libro. “Algo que me parece interesante de este proyecto es que primero fueron las imágenes, hice tres dibujos que no sabía si se convertirían en unas pinturas, unas láminas o una historia; ni siquiera sabía si esa historia sería un cómic o el álbum que al final salió -afirma Kike Ibáñez-. Y fue un álbum porque me quise presentar al Concurso de Álbum Ilustrado de la Biblioteca Insular de Gran Canaria, y entre todos los proyectos que tenía, generar una historia sobre ese diablo me parecía que era lo que mejor encajaba con A Buen Paso que es quién edita el libro si ganas el premio. La historia que envié al concurso era un delirio, en algunas fases un sin sentido, pero gustó mucho al jurado y con la ayuda de Arianna (A Buen Paso) mantuvimos el delirio pero creamos un libro”.

Kike Ibáñez
Kike Ibáñez

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Estoy trabajando en varios proyectos muy diferentes: una serie de cuadros, un libro para niños muy pequeños, un ABC book, un libro informativo y unas ilustraciones para un juego de cartas”.

Continue Reading

Álbum Ilustrado

Luciano Lozano nos invita a seguir ‘La línea amarilla’

Published

on

Luciano Lozano

Mientras pasea, una niña descubre una línea amarilla y decide seguir su rastro. Sin saberlo, está a punto de recibir un regalo único que la acompañará para siempre. Con estas palabras la editorial Tres Tigres Tristes nos presenta ‘La línea amarilla’, un álbum ilustrado de Fernanda de Oliveira y Luciano Lozano. Con éste último hemos charlado un poco más sobre este libro.

Luciano Lozano

¿Dónde está el origen de este proyecto? “Parte de un texto de Fernanda. Habíamos trabajado en otro proyecto con Véronique Kirchhoff para Brasil y me lo enseñó. Se lo enviamos a Tres tigres tristes y les gustó y nos propuso editarlo”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Un viaje de conocimiento y aprendizaje con un texto corto y profundo como un haiku”, afirma Luciano Lozano.

Luciano Lozano

¿Qué te pareció la historia de Fernanda la primera vez que la leíste? “Me encantó. Me pareció muy profunda. El texto que explicaba lo que pasaba en la historia era mucho más largo que el texto que aparece escrito. Me encantan estos proyectos, que dejan mucho peso a la imagen, y el texto está reducido al mínimo. Se parecen mucho a los proyectos que hago como autor”.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Ha sido un proceso diferente al de otras veces. Más orgánico. Como el texto explicativo era tan largo, lo hice directamente casi sin bocetos para ver cómo funcionaban las imágenes -continúa Luciano Lozano-. A Tres Tigres Tristes les envié el libro hecho sin bocetos. Luego limamos algunas cosas, sobre todo la portada, y una vez que teníamos la narrativa en imágenes y se entendía bien, rehice los personajes, pero el resto se mantuvo más o menos como lo hice al principio”.

Luciano Lozano

Esta línea amarilla, ¿es una especie de camino de baldosas amarillas? “Bueno, es algo más cotidiano. Es como la típica frase de Cavafis que dice que lo más importante no es la meta sino el camino. Es poner el foco en el camino personal de cada uno. Aunque es verdad que la imaginación también tiene un papel importante. Ahora que lo pienso, el tema sería conocerse a uno mismo a través del otro, que la verdad, es un tema muy profundo para un libro infantil. Aunque el libro es divertido, no es un ladrillo. Tiene muchas lecturas”.

Luciano Lozano

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Tiene un aire retro, que es muy mío. Es un poco atemporal, aunque está muy despojado de elementos superfluos. Es un poco más gráfico porque he jugado con la línea para que no fuera una línea fina homogénea de principio a fin, sino que se deformara, que se acercara y se alejara -confiesa Luciano Lozano-. Al principio lo visualicé todo en blanco y negro y con colores neutros para que la línea amarilla resaltara, pero luego fui añadiendo colores, aunque tampoco muchos. Creo que estoy en una etapa personal más colorista”.

Luciano Lozano

¿Con qué técnicas trabajaste? “Este libro es 100% digital. Últimamente todos los libros los hago así. Aunque elijo pinceles que tengan afinidad con mi trazo y que sean irregulares para que tengan un aire más artesanal. Me gusta usar lo digital como una herramienta y no como un fin”.

Luciano Lozano

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Ha sido un proceso muy fluido. Los editores veían muy claro el formato, que me encantó -asegura Luciano Lozano-. Y hablando con ellos por Skype se nos ocurrió la trama para la cubierta y las guardas. Fernanda ha sido muy flexible, y tanto ella como los editores y yo hemos aportado nuestra visión. Ha sido un trabajo en equipo muy enriquecedor. Me encanta trabajar así. Creo que es como mejor salen las cosas. Aunque para eso tienes que tener afinidad con la gente con la que trabajas y confiar en su criterio. Si eso coincide, el libro sale solo. Al final, los libros son como los hijos, cada uno tiene su propia personalidad. No hay dos libros iguales”.

Continue Reading

Álbum Ilustrado

Elena Val y la espera de ‘El hijo del astronauta’

Published

on

Elena Val

El hijo del astronauta’ hace tiempo que no ve a su papá: está en una misión espacial. «Cuando papá regrese, habrá una gran fiesta. La gente orbitará a su alrededor para decir: “¡Bienvenido a casa! ¡Bienvenido a casa!”. Solo yo diré casa de verdad». Con estas palabras la editorial Ekaré nos presenta este álbum ilustrado, un trabajo de Elena Val, con la que hemos charlado sobre este proyecto.

¿Cómo nace este proyecto? “Nace de pequeñas ideas que van germinando, se van sumando, solapando, empujando, ¡también boicoteando! Hasta que, por suerte, todo encaja. Una de ellas sería el trasfondo de la figura del héroe -nos cuenta Elena Val-. Me refiero a lo que hay detrás de ese momento de valentía en el que el héroe (ficticio o real) lleva a cabo su cometido, el acto heroico en sí, en el que es capaz de sacrificarse por los demás. Y como que suele tratarse de unos “demás” genéricos, me pregunté por cómo viven esa heroicidad sus seres queridos, que inevitablemente quedan relegados por debajo del rango de prioridades y responsabilidades del héroe”.

Elena Val

“Eso por un lado. Otras ideas surgen de todo un background personal. Un chup-chup de fondo que se fue cocinando entre tantos amigos y conocidos hijos de padres ausentes de mi generación y que a su vez crecimos alucinando con las noticias sobre alunizajes y la fantasía de los viajes interestelares. Y así un buen día, pum, apareció el astronauta como un heroico profesional y como la figura paterna más alejada del planeta. Y a partir de ahí, un boceto de un sofá flotando en la nada y un niño sentado junto a un traje vacío”.

Elena Val

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Puede haber diferentes interpretaciones, pero en cualquier caso los lectores compartirán la espera larga, entretenida y paciente de un niño que imagina, planea, proyecta, se hace preguntas y sueña despierto, pendiente del regreso de su papá -asegura Elena Val-. El niño vive en esa especie de paréntesis temporal continuo sin ser muy consciente de la soledad que siente, y tampoco de lo bien acompañado que está”.

Elena Val
Elena Val

En ‘Nubes en la cabeza‘ ya abordabas un tema de calado como la demencia. ¿Qué importancia tiene para ti el álbum ilustrado para abordar cualquier tema posible? “Si vemos los libros ilustrados como pequeñas ventanas por las que se asoma el mundo (bajo unas reglas determinadas), me parece lógico que contengan toda una gran variedad de temas propios del pensamiento humano con sus infinitos modos de enfocarlos. Pueden mostrar situaciones más o menos reconocibles o también sorprendentes, muy extrañas o completamente ajenas. Como formato es genial porque, entre otras cosas, la relectura tiene el súper poder de convertir lo extraño en reconocible. Aunque “reconocer” no tiene porqué significar “entender”. 

“A mí, en particular, me parece interesante que la puerta de la interpretación quede entreabierta. De hecho, me gusta mucho pensar en la lectura del álbum ilustrado como un viaje a través del tiempo y el espacio, en el que simplemente nos dejamos seducir por la forma y el contenido tanto de la imagen como del texto. Pienso que hay mucho potencial en todo ese juego, tanto para los lectores como para los autores”, afirma Elena Val.

Elena Val

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Para este libro usé una gama cromática un poco distinta con predominio de colores primarios tradicionales (sobre todo el azul). Además de ser una paleta sencilla típica de los juegos infantiles, son tonos que me recuerdan a los colores corporativos de la carrera espacial (los símbolos, los logos, las banderas, las naves, también el cielo y el sistema solar). Combinados con grises y negros generan un contraste que me encaja con el tono del argumento, con las luces y las sombras del espacio y de alguna manera también con el contraste de conceptos opuestos que se pueden encontrar entre líneas como por ejemplo el héroe y el padre ausente, lo cotidiano y lo excepcional, la fama y la familia, la admiración y la confusión, el pensamiento y la realidad, la celebración y el silencio… También es verdad que en este álbum en concreto, el color destaca en todas las páginas como mancha plana y simplifica bastante las formas si se compara con otras ilustraciones en las que empleo más lápiz o tinta y juego más con gradientes y volúmenes. Pero aunque el resultado pueda parecer algo distinto a trabajos anteriores, siempre me ha gustado alternar las dos cosas”.

Elena Val

¿Con qué técnicas trabajaste? “Gouache y algo de lápiz. Un par de ilustraciones tienen algún ajuste de color o algún retoque de fondo digital. El rojo es acrílico mate”, relata Elena Val.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Igual que en “Nubes en la cabeza”, después de la primera imagen (la del sofá), fueron surgiendo otras ideas encadenadas, sobretodo visuales, que describían el día a día y el contraste social en la vida de un niño con un padre astronauta. Ahí ya tenía claro de qué iba a hablar y también el tono que quería utilizar. Encontrar un orden y un propósito para unir todos los puntos me resultó más difícil».

Elena Val
Elena Val

«Recuerdo investigar mucho sobre la vida en el espacio y encontrarme dándoles vueltas a pensamientos en principio inútiles como “Y en el espacio ¿se sentirá agorafobia o claustrofobia?” En esa fase mis proyectos suelen ser muy caóticos, pero preguntas como ésta son las que después me sirvieron para decidir explicar la historia a través del diálogo interior del protagonista. Me encantó trabajar en equipo con Cecilia Silva-Díaz e Irene Sabino de Ekaré que me hicieron tomar consciencia de mi forma de narrar y me ayudaron a ajustar y pulir el texto. Guardaré muy buen recuerdo del proceso de este libro”.

Elena Val

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Ahora mismo acabo de entregar unas páginas para una revista infantil. Es fantástico investigar y aprender mientras se ilustra. En breve empiezo con un trabajo colaborativo de no ficción. Pero aún está todo muy verde. Por cierto, un color difícil de encontrar este libro”.

Continue Reading

Tendencia

2024 © Un Periodista en el Bolsillo | Las ilustraciones pertenecen a cada uno de sus autores