La lectura es una actividad nómada, en constante desplazamiento de un libro a otro. Pero existen libros a los que siempre se regresa porque son hogar. ‘27 casas’ no es ningún catálogo inmobiliario ni tampoco un tratado de arquitectura, sino un abecedario de casas construidas con la argamasa de la poesía. Son poemas para entrar a vivir y reflexionar sobre la importancia de tener un hogar, un refugio, una guarida. Poemas que hablan del adentro y el afuera de las casas y los corazones. Poemas que se edifican sobre el solar del libro de la mano de juegos poéticos: un texto monovocálico, poemas con números, versos de cabo roto… Y a través de la poesía de Raúl Vacas y al abrigo de las ilustraciones de David Pintor, recorreremos diferentes lugares del mundo, de China al Polo Norte, de África a Yellowstone. En la intimidad o en buena compañía, seas la nieta o el abuelo, seas quién lee o quién escucha, deseamos que este libro te haga sentir siempre como en casa. Adelante, la puerta está abierta… Esta es la invitación de La Guarida Ediciones para que abramos las páginas de este libro. Sobre él hemos hablado con su ilustrador, David Pintor.

David Pintor

¿Cómo nace este proyecto? David Pintor: “Fernando Rubio, editor de La Guarida, me envió los textos de Raúl. Eran unos poemas que me engancharon desde el primer momento. Le dije que me encantaría ilustrarlos y así sucedió. He de decir que me encanta ilustrar poesía aunque hasta ahora no he tenido demasiadas oportunidades para hacerlo. Me parece un género idóneo para un ilustrador como yo. Quiero ilustrar más poesía. Hace no mucho descubrí la obra de Karmelo C. Iribarren y me fascinó. Ojalá algún día tenga la oportunidad de ilustrar sus poemas”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Mi visión personal de los fantásticos poemas de Raúl Vacas. Me he subido a lomos de sus versos y ellos me han llevado a donde han querido. Mi rotulador ha sido un barco que ha navegado gracias a los vientos que Raúl ha creado en este libro”.

David Pintor

¿Cuál sería tu casa ideal? “No voy a ser muy original -asegura David Pintor-. En 2017 tuve la oportunidad de viajar a Estados Unidos y visitar la Casa de la Cascada del arquitecto Frank Lloyd Wright. Una casa construida en medio de un bosque, sobre una cascada de agua. Es una joya de la historia de la arquitectura y dudo que haya en el mundo casas más impresionantes que esa”.

¿En cual de las que salen en el libro te gustaría al menos pasar algunos días? “En la de la portada. A la hora de pensar en cómo iría la portada, me imaginé una casa en medio del mar a la que llegásemos Raúl y yo en un barco de vela para brindar por el libro, sentados en esa terraza encima del mar, viendo el atardecer”.

¿Alguna casa se ha quedado fuera de la selección? “Sé que sí, porque Raúl así me lo ha comentado, pero creo que debería ser él el que contestase a esta pregunta”.

¿Cómo fue el trabajo de documentación o investigación para este libro? “Muy entretenido porque me recordó mis tiempos en la Escuela de Arquitectura -continúa David Pintor-. Un ejemplo fue cuando tuve que revisar fotos del Chrysler Building para uno de los dibujos. Este maravilloso rascacielos sigue destacando en una ciudad arquitectónicamente tan competitiva como Nueva York a pesar de haberse construido hace casi 100 años”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? “Supongo que lo curioso en estas ilustraciones es que los personajes pasan a un segundo plano porque el protagonista principal en todos los poemas es una construcción. Eso dificulta un poco el trabajo porque siempre dan más juego los sujetos animados que los objetos inanimados, pero es que a mi me gusta mucho dibujar edificios…”

¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Es una evolución en mi trabajo. Cada libro supone un paso en un camino que empecé hace 30 años”, afirma David Pintor.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Pluma y tinta china y color digital”.

Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “El proceso es sencillo. Lo primero es leer los poemas, lo segundo intentar hacerlos míos, luego dejar que mi imaginación vuele al escuchar los versos. Cuando un texto es tan bueno como este libro de Raúl, el ilustrador sólo tiene que dejarse llevar…”

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Tengo un cuaderno con muchas ideas de proyectos que quiero hacer en el futuro. En ese cuaderno no sólo hay libros, hay muchas cosas relacionadas más o menos con el dibujo. Me gustaría que uno de esos proyectos tuviera que ver con la caricatura, con revitalizar la caricatura, con sacarla de las revistas satíricas y las tiras de humor político y llevarla a un nivel más artístico. Creo que es un género que no está siendo valorado en general en el mundo editorial, y puede que los caricaturistas debamos esforzarnos en valorar el género de la caricatura y explicarlo mejor”.