¿Cómo nace este proyecto? Maite Mutuberria: “Bichopoemas nace del deseo de Leire Bilbao de crear poemas con humor para niños. Ella cree que el primer contacto que tenemos con la literatura es a través de la poesía. Desde muy niños y de forma totalmente natural, creamos poesía con juegos de palabras, trabalenguas, rimas… Nacemos con la poesía en la boca, por eso Leire quería ofrecer poemas que, más que con los ojos, se leyeran con el oído y se cantaran”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “En el libro encontrarán poesías con forma y carácter animal: poemas voladores, acuáticos, reptadores y rugidores. Es un bestiario poético ilustrado dividido en esas cuatro partes”.
¿Qué te parecieron los poemas de Leire Bilbao la primera vez que los leíste? Maite Mutuberria: “Llevo años trabajando con Leire por lo que conocí el proyecto desde sus inicios. En un viaje en coche Leire me cantó algunos poemas y me contó sus ideas. Después, fue enviándome textos a medida que escribía. El proyecto y los poemas me encantaron desde el principio, porque aparte de divertidos, me parecieron muy sugerentes y con mucho espacio para que yo pudiera crear mi propio universo visual“.
¿Era la primera vez que ilustrabas poesía? ¿Es más fácil o más difícil que otro tipo de textos? ¿O simplemente diferente? “He ilustrado más poesía. Es un género con el que disfruto mucho como ilustradora. Al fin y al cabo, la poesía crea imágenes continuamente, está llena de metáforas, hipérboles, símiles, personificaciones…. Todo esto es perfecto para dibujar: puedes responder a esas figuras retóricas, ir tirando del hilo y jugar con ellas“.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este proyecto? Maite Mutuberria: “Me parece que las ilustraciones también son juegos poéticos. Intenté crear un bestiario divertido partiendo del propio título: pequeños “bicho-poemas”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Fundamentalmente con collage. Creo que esta es la clave del libro: fotografías antiguas, letras, estampados, huellas, manchas, recortes… que mezclados dan vida a diferentes personajes. Hubo una parte muy manual y otra digital: cree una gran biblioteca escaneada de recursos gráficos para poder trabajar después en el ordenador“.
Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “Antes de empezar a ilustrar cada poema, decidí seguir la actitud del libro y sentarme a jugar con todas las herramientas que tenía alrededor. Lo que salió de ahí fueron un montón de bichitos simpáticos -continúa Maite Mutuberria-. Vi que ahí mismo, en ese pliego de papel, tenía ya la portada y también línea estética del libro. A partir de ese momento fui poema a poema, yuxtaponiendo los elementos gráficos que encontraba en cada texto para crear cada ilustración“.
¿Qué dirías que has aprendido con este proyecto? “A jugar. A veces mis proyectos nacen de largas reflexiones, de forma más conceptual o intelectual que visceral. Sin embargo, aquí intenté captar el tono del libro y dejarme llevar. Creo que esto se nota en el resultado”.
¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Después de este proyecto ilustré mi primer libro, Enorme suciedad, que también nace de un proceso un tanto anárquico, de dibujos que tenía en mis cuadernos. Y ahora mismo estoy con otro libro de poesías, aunque para adolescentes, escrito por Iñigo Astiz: se llama Joemak eta Polasak (Joemas y Puegos) y lo publica Elkar”.