‘La visita’ es un álbum original que nos anima a disfrutar de la soledad y el silencio. Una propuesta necesaria en una sociedad saturada de “ruido”. Así presenta la editorial Kalandraka este libro, un proyecto ganador del XVI Premio Internacional Compostela de Álbum ilustrado. Con su ilustradora, Anna Font, charlamos un poquito más en las siguientes líneas
¿Cómo nace este proyecto? Anna Font: “Núria Figueras me contactó para ofrecerme ilustrar su texto, como un proyecto personal para intentar enviarlo al concurso de Compostela para álbumes ilustrados. Nos conocíamos porque ella es la redactora de la revista infantil El Tatano, de Ediciones Cavall Fort, y anteriormente me había pedido alguna colaboración en su revista. Esta fue la primera vez que iniciamos un proyecto juntas al margen de lo profesional”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Una pequeña zorrita se queda sola en su madriguera cuando su madre se ausenta, y recibe la visita de un personaje inesperado, el Silencio. Su primera impresión es de desconcierto y temor, pero a medida que avanza la historia, esta visita permite a la zorrita encontrarse consigo misma y tomar conciencia de su mundo interior. Con la visita del silencio, acaba por descubrir las ventajas de la quietud, la calma, o incluso la soledad, hasta darse cuenta de que el silencio puede ser un buen amigo”.
¿Qué te pareció la historia de Núria la primera vez que la leíste? “Me pareció un texto maravilloso, muy evocador a nivel gráfico, y muy necesario en estos tiempos que corren donde nos abruman el ruido y las prisas -nos cuenta Anna Font-. A la vez, me gustó que no se tratara de un libro aleccionador, sino que habla de la introspección, la tranquilidad o la soledad, mediante una historia sencilla muy acorde a la tradición narrativa y dónde los lectores más pequeños pueden seguir la historia que sucede a una pequeña cría y empatizar fácilmente. Otra cosa por la que me encantó embarcarme en las ilustraciones del libro, fue que me parecía un reto tratar de dibujar algo tan intangible y abstracto como el silencio”.
¿Qué diríais que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Supongo que sigue una línea gráfica basada en la síntesis y las formas sencillas, y en el contraste cromático o de proporciones en las composiciones, con la que me siento a gusto y me identifico bastante. Por otro lado, suelo trabajar mucho utilizando el collage y sin marcarme restricción de gama cromática o determinadas consignas, cosa que no fue así para este proyecto. Aquí, el trabajo intenso fue dar con el personaje del silencio, y una vez lo tuve claro me centré en la atmósfera y el espacio donde sucede la acción, quería que con muy poco a nivel gráfico, se entendiera la sensación de soledad de la pequeña zorrita en su madriguera, y pudieras verla actuar en su espacio aún sin tener en cuenta a el silencio”.
Háblanos del uso del color en este trabajo. “Por un lado, opté por expresar al silencio, es decir, la ausencia de todo ruido o estímulos, con el grafismo más sencillo posible: la línea o trazo -afirma Anna Font-. Propuse también el blanco en su representación para enfatizar esa ausencia de toda información. Para la atmósfera general me centré en los momentos del día en que sucede la acción; el anochecer y el amanecer, con lo que opté por un escenario oscuro, pero a la vez llené de matices y color al bosque, puesto que es donde se expresa el ruido y bullicio exterior”.
“Utilicé el amarillo en la madriguera, que es uno de los espacios a los que presté atención por ser donde se desarrolla el grueso de la acción, porque a pesar de ser un espacio vacío y en cierta manera inhóspito, quería que expresara la calidez del hogar, y me funcionaba muy bien el contraste con la naturaleza del paisaje para jugar con los planos en los que se desarrolla la historia”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Abordé el proyecto experimentando con técnicas manuales para dar con las texturas que quería usar, y también con el collage para probar distintas formas y proporciones. Aun así, el trabajo final es enteramente digital, y las pruebas anteriores me sirvieron para entender cómo quería trabajar las capas y las transparencias que usé en el trabajo final”, afirma Anna Font.
¿Qué supone el Premio Internacional Compostela para álbumes ilustrados? “Personalmente es un empujón a muchos niveles, por la proyección que aporta, pero también, como motivación para seguir intentando desarrollar proyectos de álbum ilustrado. Además, trabajar con una editorial de tal calidad como Kalandraka, para mi supone haber alcanzado uno de mis sueños, que no es poco”.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Dentro de poco va a publicarse un nuevo libro con NubeOcho, en el que he ilustrado un texto de José Carlos Andrés. Por otro lado, actualmente estoy ilustrando un poemario de la colección Akipoeta, de Akiarabooks, con poemas de Fran Pintadera, previsto para primavera. A la vez, avanzo con un cuento infantil para la editorial Baula, y sigo intentando hacer hueco a mis proyectos personales como autora. Justo acabo de terminar uno de ellos que espero empezar a mover en breve”.