El Amaryllis es una plantita a quien le gusta pasear cuando se acaba el verano. Hace todo tipo de amigos por el bosque y en su camino encuentra aventuras y peligros, todo con el fin de llegar adonde nadie ha llegado cuando comienza el invierno. Así nos presenta Thule Ediciones este álbum ilustrado que ha recibido ya diferentes premios: 2017 Nami Concours de Corea del Sur, ilustraciones finalistas; 2018 Golden Pinwheel, Young Illustrators Competition, Feria del Libro de Shanghái (China),ilustraciones finalistas; y 2019 White Ravens. Un trabajo de Germán Machado y Anna Aparicio Català. Con ésta última charlamos un poquito más sobre su trabajo.
¿Cómo nace este proyecto? Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. Anna Aparicio Català: “Este proyecto empezó siendo una serie de cinco ilustraciones, una pequeña narrativa visual. La presenté a Nami Concours en 2017, un concurso de ilustración de Corea del Sur, y quedó seleccionada finalista. Es una serie que visualmente se diferencia bastante de lo que suelo hacer, y me pareció que quizás sería interesante hacer un álbum ilustrado partiendo de ahí. Fue entonces cuando le enseñé las ilustraciones a Germán y le propuse una colaboración. Ya habíamos trabajado juntos antes con la historia ‘El caballo de la plaza mayor’ (historia de ‘El Batiscafo en las nubes’ publicado por Kireei) y pensé que sería genial poder hacer otro proyecto juntos, y esta vez un poco distinto, partiendo de unas imágenes ya existentes”.
¿Qué te pareció la historia de Germán Machado? “El texto que escribió Germán a partir de las imágenes me gustó mucho. Me pareció poético, delicado y en perfecta sintonía con las imágenes. Para mí fue muy interesante poder trabajar como lo hicimos; poder iniciar la historia a través de ilustraciones, crear personajes, escenarios y dejar entrever el universo personal que, a veces, si tienes un texto del que partir, no lo sientes tan propio. Me gustó mucho que Germán le diera al personaje la calidad de flor en potencia. Cuando creé el personaje no lo había pensado; para mi era una cebollita andante. Germán le dio un sentido muy poético al personaje convirtiéndolo en bulbo y conectándolo así con el bosque”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Una aventura metafórica y floral sobre el paso del tiempo, la toma de decisiones, el hecho de perderse y encontrarse, de buscar caminos y ver hacia dónde nos llevan. Es una historia de vida”. asegura Anna Aparicio Català.
¿Con qué técnicas trabajaste? ¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este proyecto? Háblanos también del uso del color. “Este proyecto está trabajado digitalmente. Trabajé por capas (utilicé una capa roja y otra verde, y el negro es la fusión de ambas) como si preparara las ilustraciones para hacer serigrafías a dos tintas”.
“En aquel momento justo había descubierto un poco el mundo de la serigrafía, gracias a unos amigos que tienen un taller de serigrafía (Taller La Roda) en Sants (Barcelona). Para mí fue un experimento y algo interesantísimo, ya que estaba acostumbrada a trabajar a todo color o en blanco y negro. El hecho de utilizar solo dos tintas y transparencias crea unas limitaciones cromáticas que al mismo tiempo se convierten en nuevos recursos creativos. Con esta técnica obtuve un resultado gráfico plano y la reducción de paleta le dio un aire distinto de lo que suelo hacer a la ilustración. Es un poco más sobrio tal vez, pero que funciona muy bien para explicar gráficamente toda la vegetación del libro”.
¿Qué supone que tu trabajo se reconozca en diferentes premios a nivel internacional? “Hace mucha ilusión. Y también ha sido una sorpresa -nos cuenta Anna Aparicio Català-. Algo que empezó de manera muy espontánea y experimental está gustando, y esto es siempre emocionante. Que el trabajo sea reconocido con premios da ánimos para seguir adelante, para experimentar”.
¿Qué dirías que has aprendido con este proyecto? “Aprendí a improvisar. Con este proyecto me divertí mucho. Salió de manera muy natural. En aquel momento creo que no estaba trabajando en ningún otro proyecto en paralelo, y para mí cada doble página era un juego. Tenía que volver a aprender, casi de cero, a crear imágenes con los recursos de los que disponía. El proceso fue muy libre y quedé muy contenta con el resultado”.
¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Hace poco terminé el segundo tomo de la serie ‘Nico et Ouistiti’, un proyecto que empecé el año pasado con la editorial francesa ABC Melody (‘Nico et Ouistiti explorent les fonds marins’ fue el primer libro. En el segundo van a explorar el bosque). En marzo saldrá un nuevo álbum que ilustré para NubeOcho (Hugo no puede dormir) ; una historia muy divertida de Davide Cali para los más pequeños, donde utilicé también transparencias y técnica plana, pero a todo color”.
