Exposiciones
Trece ilustradoras dan forma a «Estereo tipas» que podemos visitar en la terraza de La Casa Encendida hasta el 4 de julio
Érase una vez un tiempo en el que se decía que hombres y mujeres eran, con sus diferencias, iguales. Sin embargo, pese a que en muchos aspectos se había avanzado, en otros casos las cosas seguían igual que siempre y los mensajes que se transmitían contradecían, en muchas ocasiones, este relato de igualdad. En este contexto, surge un proyecto peculiar: “Estereo tipas”, que propone, mediante la ilustración infantil, mostrar con humor y transparencia este cuento de nunca acabar.
Así nos presenta “i con i”, que la coordina, esta exposición que podemos visitar hasta el 4 de julio en la terraza de La Casa Encendida, en Madrid. Un grupo de trece ilustradoras decide embarcarse en esta aventura, pero necesita un aliado que le proporcione su ayuda: niños y niñas de distintas edades, quienes han prestado sus opiniones sobre temas como el reparto de tareas en casa, hábitos culturales, roles en el trabajo o la vida social.
Partiendo de estos testimonios espontáneos, que reflejan una mirada sincera y directa de la realidad, nuestras mejores ilustradoras emprenden la tarea de traducir esos pensamientos en imágenes. El resultado con unas ilustraciones impactantes, hermosas y cargadas de sensibilidad, las cuales, acompañadas de los testimonios que han servido de inspiración a las autoras, nos invitan a reflexionar sobre los estereotipos y las desigualdades de género.
“Estereo tipas” es también un guiño hacia la ilustración, una disciplina artística en la que abundan las mujeres artistas. Con este proyecto, se quiere también poner en valor el trabajo de las ilustradoras y la importancia de la ilustración infanil como una disciplina accesible a todas las edades. Porque la igualdad también es cosa de niños, y de niñas, y de mayores.
En la muestra participan Elisa Arguilé, Cecilia Afonso Esteves, Patricia Garrido, Mónica Gutiérrez Serna, Violeta Lópiz, Ximena Maier, Raquel Marín, Rocío Martínez, Patricia Metola, Rosa Osuna, Claudia Ranucci, Natasch Rosenberg y Noemí Villamuza. No pudimos hablar con todas (ya nos hubiera gustado), pero aquí tenemos las palabras de algunas de ellas, que nos hablan de su trabajo para esta exposición.
Natascha Rosenberg: “Mi ilustración, el tema principal era la familia. Los niños habían planteado un concepto un poco tradicional de la familia. No es que yo tenga una idea muy moderna de la familia, pero a veces creo que la ilustración parece casi como una imagen un poco religiosa, porque tienes al padre, la madre, el niño, la niña,… claro que yo soy una familia así, no religiosa, sino que somos cuatro. Quería respetar la idea de la tarjeta postal, el cofre, que era como un tesoro, que también creo que la familia lo es y así lo valoro. Y los colores que surgen, pues la familia tiene que ser algo así, alegre, emanar felicidad, esa es la idea fundamental de familia para mí. Está hecha con ceras, acrílicos y lápices de colores”.
Patricia Metola: “Mi ilustración habla del tema del trabajo. Se llama “A sus puestos”, y viene a hablar un poco de los estereotipos que tenemos los adultos y los niños respecto a los trabajos que corresponden a las mujeres y a los hombres. A mí me llamó mucho la atención las respuestas que nos dieron de los niños: era como que los niños podían hacer cualquier cosa, pero las niñas había muchas cosas que no podían hacer. Incluso las niñas daban estas respuestas. La respuesta que a mí más me llamó la atención, que es en la que me basé para hacer mi ilustración, era que las mujeres no podían pilotar; ‘las niñas no podíamos pilotar’, decía la niña, porque tenía mucho vértigo. Entonces en mi ilustración quise representar a una niña/niños, no se ve muy bien lo que es exactamente, manteniendo un equilibrio imposible, y como volando y diciendo que cualquier niño puede realmente hacer lo que se proponga sin trabas, independientemente de su sexo y de su género. Está hecha con témperas”.
Rosa Osuna: “Yo la ilustración la he interpretado de una forma muy libre, porque los niños hablaban de disfraces, y entonces, como se trataba de romper los estereotipos, había una niña que dijo: ‘yo me disfrazaría de supermana’; yo me lo tomé totalmente libre, mi ilustración consiste en un personaje que va vestido de sí mismo, disfrazada de sí misma. Son dos personajes, una disfrazada de lo contrario de la otra. Una señorona muy vestida y muy puesta, y una que es una especie de chico/chica llena de pinchos, de inocencia en el fondo. Jugando con el juego de no juzgar por el aspecto. La técnica es mixta, acuarela, lápiz, y un poco de témpera”.
Claudia Ranucci: “A mí me tocó la parte en la que la pregunta era que cuál era la prenda que vale para hombres y para mujeres, para los dos. Me puse a pensar, y era un momento en el que estaba viendo mucho “Los Increíbles” con mi niña, y dije: los superhéroes tienen una capa, superman tiene una capa roja, caperucita también tiene una capa roja… Ah, está bien, podría hacer eso. Desde el primer momento lo veía como un círculo, con los dos niños que salían uno de un lado y otro del otro. Pero luego, cuando lo planteé, eso de caperucita, que se la come un lobo y luego la salva un hombre, no, no puede ser. Entonces fue cuando me decidí por los superhéroes, también hay superheroínas. No puede haber Mr. Increíble, sin la señora increíble. Antes salían del círculo, luego los metí dentro, para que pareciera más armónico, fueran dentro de una misma realidad. Está hecho con collage. En estas ocasiones prefiero experimentar con el collage, porque es una técnica que cuando hago libros de texto u otras cosas no me es cómoda a la hora de trabajar”.
Patricia Garrido: “El tema mío era famosos y famosas. Era el éxito. Lo que decían los niños me chocó. Porque la niña decía que no quería ser famosa, le agobiaba la fama, porque te persiguen haciéndote fotos; y el niño sí. Al niño no le importaba. Investigando el término famoso, vi que famosa era peyorativo, pero famoso no. Y que famosa no era una persona con méritos, sino que salía mucho en los medios. Y mirando revistas, descubrí que había un lenguaje sexista brutal. Fui recortando, y he hecho un collage que recoge recortes de revistas y periódicos, y que deja muy claro lo que es ser una famosa, que es el físico sobre todo; y en cambio un famoso es como más amplio: puede ser inteligente, puede ser creativo, genial. Pero las famosas casi siempre son curvas sinuosas, escotes vertiginosos y cosas por el estilo”.
Violeta Lópiz: “Me preguntaron sobre el trabajo y la casa. Como era un tema difícil, decidí hacer como un cadáver exquisito, en el que hay mezcladas figuras vestidas de hombre, de mujer, estereotipos de hombre y de mujer, haciendo diferentes labores, como levantando pesas, cogiendo un cocodrilo, cocinando, cuidando un bebé; entonces se pueden intercambiar las cabezas, los troncos y los pies. Se pueden hacer combinaciones de distintos géneros, haciendo cosas de casa, de trabajo,… Es algo en lo que me resultaba difícil profundizar, porque yo también vivo rodeada de estereotipos; entonces decidí mezclarlo todo. Que cada uno juegue con esas partes y encuentre diferentes posibilidades. Las ilustraciones originales están hechas a pincel, pero luego lo he transformado todo para hacer impresiones en serigrafía. Y he hecho libritos serigrafiados en los que se pueden intercambiar las cabezas, los cuerpos y las piernas. Son unos libritos que estoy autoeditando para poder promocionar mi trabajo. Se llama “Genera género”.
Noemí Villamuza: “La ilustración surgió un poco mezcla del proyecto de “estereo tipas” y, por supuesto, las genialidades de los niños. Porque ahí lo que más entra en clave es cómo los críos reflexionan sobre esto. Porque por un lado te sorprende, te divierte, y por otro lado te da mucha pena, porque compruebas que los estereotipos están ahí. En mi caso en particular los niños hablan de cómo vestir a un bebé. Entonces a un niño le pondrían una capa de superhéroe, superintrépido. A un bebé niña, un vestidito. Hablan de un vestido un poco puñetero, encorsetado. Así con la cinturita, los tirantes, como de princesa, como tieso, un vestido como un poco de cartón. Entonces empecé a hacer bocetos donde un bebé estaba encajado, primero, en las matrioskas, luego lo encajé en todo tipo de cosas…. Hasta que me di cuenta de que tenía a un bebé que era como una croqueta, un óvalo, y al lado un vestido suelto, … Y pensé, ¿y si hago como que el bebé queda encapsulado en el corsé del vestido? Y además con cara de disgusto. Y ya está. Da un poquito de miedo. Lo encuentro un poco siniestro. Pero parecía que, dado el tema, venía bien uno un poco macarra, un poco blanco y negro. Es lápiz sobre papel”.
Cómic
María Herreros nos acerca a Georgia O’Keeffe
La sala de la Muralla del Colegio Mayor Rector Peset acoge hasta el 4 de junio en colaboración con el Aula de Cómic del vicerrectorado de Cultura y Sociedad de la Universitat de València la exposición Georgia O’Keeffe x María Herreros, un recorrido a través del cómic por la vida de la artista norteamericana.
María Herreros (València, 1983) es una de las pintoras, ilustradoras y autoras de cómic más originales y con una trayectoria más afianzada en nuestro país y en el extranjero. Ha publicado con editoriales como Taschen, Lunwerg o Astiberri, así como en diferentes revistas y periódicos, como La Vanguardia, El País o Público. Sus obras se han expuesto en el CCCB de Barcelona, el SLPinture Institute of Arts de Seúl o el SOMArts a San Francisco. Fue elegida como una de las 100 ilustradoras más influyentes del mundo por el catálogo Taschen en 2019.
La exposición que ahora podemos disfrutar es el resultado del trabajo de investigación sobre la figura de Georgia O’Keeffe que María Herreros llevó a cabo para la realización del cómic que el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza le encargó sobre la pintora norteamericana con motivo de la celebración de la exposición que, junto con la Fundación O’Keeffe, organizaron en 2021. Se trata de los 102 dibujos a lapiz y carbón con la totalidad de la historieta, el original de la portada, 14 bocetos del rostro de O’Keeffe que María realiza para familiarizarse con el rostro tan característico y expresivo de la pintora de Wiscosin, y el layout de la obra, donde puede verse el primer germen de lo que será la obra terminada.
Asier Mensuro, comisario de la exposición, destaca la importancia de incluir el cómic dentro de la programación de exposiciones como ya viene realizándose en museos como el MNAC, el MoMA, El Centro de Arte Georges Pompidou, el Museo del Prado, y evidentemente el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. También destaca que “una de las peculiaridades de este cómic es que la autora rotula la obra sobre el propio original, lo que permite al visitante, dado que las páginas están ordenadas en la sala, realizar una lectura integra de la obra y así apreciar el proyecto en su dimensión narrativa”.
Con esta exposición el CM Rector Peset continúa la colaboración con el Aula de Cómic del vicerrectorado de Cultura y Sociedad de la Universitat de València, apostando por acercar el cómic a la comunidad universitaria y a la sociedad valenciana, siguiendo con la trayectoria ya iniciada con las exposiciones Dr. Uriel. Mil dies de guerra, de Sento Llobell, y Cálamos y viñetas organizada por Casa Árabe y el IEMed, la presentación de varias publicaciones o de diversas ediciones de Splash Sagunt Festival del Còmic de la Comunitat Valenciana.
La exposición en el Colegio Mayor Rector Peset se realiza en colaboración con el Aula de Cómic del vicerrectorado de Cultura y Sociedad de la Universitat de València y se podrá visitar hasta el 4 de junio.
Entrevistas
El Roto y sus heterónimos en el Centro José Guerrero
A lo largo de una trayectoria que abarca medio siglo, en la obra de Andrés Rábago se pueden rastrear temas, motivos y símbolos que han persistido, con variaciones, en la producción de sus tres heterónimos, y que inciden en distintos aspectos de la realidad, plasmados de diferentes maneras. OPS, El Roto, Rábago: Una microhistoria del mundo, es el título de la exposición que podemos visitar en el Centro José Guerrero de Granada, y que hace un repaso de su trabajo a través de sus diferentes firmas.
La mirada dadaísta de OPS los recoge desde un punto de vista crítico y mordaz, que retrata el inconsciente de una época y un país ―los últimos años de la dictadura franquista― y pone en tela de juicio su herencia ideológica y consecuencias. Sus imágenes generalmente carecen de palabras, obedeciendo a un silencio impuesto por la censura.
Los dibujos de El Roto, de rasgos expresionistas en la línea de los artistas satíricos del periodo de entreguerras, como George Grosz, se aproximan en ocasiones a la poética beckettiana del absurdo a través de un deslumbrante y paradójico uso del lenguaje. Su enorme corpus de imágenes, que dio comienzo a mediados de los años 70 y se extiende hasta nuestros días, denuncia los continuos abusos de poder, subraya las taras ideológicas y cuestiona los postulados actuales del neocapitalismo y la sociedad digital.
El tercer heterónimo del autor es el pintor Rábago, que se sitúa en una zona próxima a lo espiritual y se ocupa de los aspectos que trascienden la mirada automática y superficial de lo que convencionalmente se denomina «realidad». Rábago pretende recuperar esa dimensión de lo humano y posibilitar una ventana (el cuadro) por la que pueda filtrase una luz a la vez física y simbólica. En sus lienzos percibimos una atmósfera de calma y sencillez que se deriva no tanto de lo que sus personajes hacen en silencio como de lo que el silencio hace con y en sus personajes.
Las obras seleccionadas por el escritor Óscar Curieses para esta exposición explora los vasos comunicantes de las tres vertientes plásticas a través de elementos constantes que reaparecen en su obra con distintas apariencias y formas: el bosque, los sombreros, los tránsitos, la familia, los pájaros, la vigilancia, la figura del doble, el poder, la guerra, la creación artística, las guerras, etc. Todo se repite, pero en otro nivel y con otro significado gracias al fenómeno intertextual y a las resonancias que despliegan unas imágenes sobre otras, unos bloques sobre otros.
Entrevistas
Sergio García y su trabajo toman el Hospital Real
La exposición En línea: Sergio García Sánchez plantea un recorrido en torno a la trayectoria profesional del dibujante, ilustrador, teórico del cómic y profesor del Departamento de Dibujo de la Facultad de Bellas Artes de la UGR Sergio García (Guadix, 1967), Premio Nacional de Ilustración 2022, a partir de su continua experimentación desde la década de los noventa en torno a la narrativa secuencial del cómic.
Esta constante experimentación gráfica, que parte del rechazo de los límites acotados de la viñeta, de la página y del libro, que encorsetan e impiden la expansión del dibujo, ha transcendido y revolucionado tanto los formatos tradicionales del cómic como su lenguaje secuencial. En su lugar, Sergio García apuesta por la búsqueda de formatos alternativos y recursos gráficos que posibiliten la deconstrucción de la narración lineal del cómic, propuesta de la que se ha convertido en un destacado referente y sobre la que teorizó en Sinfonía gráfica. Variaciones en las unidades estructurales y narrativas del cómic (2000) y en Anatomía de una historieta (2004).
De este modo, desde sus primeras creaciones, ha mostrado una actitud inconformista respecto al lenguaje convencional del cómic basado en el uso de la viñeta como unidad narrativa básica y del globo como soporte textual, caracterizándose su obra por la ruptura de la composición de página y del orden de lectura tradicional.
Este cuestionamiento de los recursos considerados esenciales dentro del cómic a lo largo de su historia, de los que él disiente al considerarlos como códigos cerrados que restringe tanto la libertad creativa del autor como la de lectura del público, lleva a Sergio García a explorar nuevas propuestas alternativas o a profundizar en otras que, experimentadas previamente por otros autores, por lo general, no han tenido más que un carácter incidental en la narrativa gráfica, convirtiéndose, en cambio, en fundamentos del proceso de creación en su obra. Esencialmente, lo que plantea, por tanto, es socavar el orden tradicional de lectura del cómic basada en una secuencialidad narrativa que se dispone de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha y en páginas que se suceden unas a otras.
Gracias a recursos como el dibujo-trayecto y la narrativa multilineal, la tradicional página basada en la composición de viñetas deja paso a formatos más extensos como el panel de doble página, el póster desplegable o la concertina. En consecuencia, una parte de la obra de Sergio García resulta ser un arte híbrido, a medio camino entre el cómic y la ilustración, al introducir la narrativa secuencial en una única imagen que concentra un alto grado de información y detalle y que exige, por tanto, una lectura más detenida para su captación.
En este sentido, el jurado del Premio Nacional de Ilustración destacó en el comunicado hecho público por el Ministerio de Educación y Deporte que el premio se ha concedido este año a Sergio García Sánchez porque “es un ilustrador que amplía el formato libro llevando la narración gráfica a otros lugares y por multiplicar las posibilidades de la ilustración con imágenes que por sí solas narran… goza de un lenguaje propio y singular, además de una técnica con una riqueza lineal que se adentra al infinito”.
Más allá de los formatos editoriales, Sergio García, dentro de una novedosa tendencia surgida en los últimos años, que ha venido en denominarse como cómic expandido, experimenta en el presente para generar piezas con el lenguaje del cómic sin las limitaciones espaciales de la página del libro, interviniendo, por ejemplo, sobre las paredes de un espacio expositivo.
Sus innovadoras propuestas han conllevado el progresivo reconocimiento internacional de su obra tanto en el mercado editorial del cómic como en los medios de comunicación de la prensa escrita con los que colabora, algunos tan prestigiosos como The New York Times, The New Yorker o El País. Refrendo de este reconocimiento ha sido la concesión de otros galardones como los Premios ÑH (2019-2020), APIM (2020), Society of Illustrators (2016, 2021 y 2022), American Illustration (AI37), School Library Journal (2016), Kirkus (2016), Festival Internacional de Bande Dessinnée de Sierre (2001) y el CBBD-Centre Belge de la Bande Déssinne, así como la participación en exposiciones celebradas en París, Angulema, Nueva York, Bruselas, Frankfurt, Ginebra o Barcelona.
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