¿Qué huelen mejor? ¿Las flores? ¿El pescado? Para gustos, pintan colores. Un cuento tradicional de la India escenificado con una delicada y sugestiva propuesta estética. Así nos presenta la editorial Kalandraka este álbum, ‘Las Pescadoras‘, un minucioso y laborioso trabajo de la ilustradora Nadia Menotti, con la que hemos charlado sobre los entresijos de la creación de este proyecto que no deja de asombrarnos.
¿Cómo surgió este proyecto? Nadia Menotti: “Me encontraba terminando mi formación académica como diseñadora gráfica en la Universidad de Buenos Aires y para ello elegí completar mis estudios con la asignatura Ilustración en la Cátedra de Daniel Roldán. El cuento “Las Pescadoras” llega a mí por parte del Prof. Gastón Caba, quien elige especialmente qué texto dará a cada uno de sus estudiantes y yo he tenido la oportunidad de estar entre ellos. Realicé una primera maqueta del libro durante la cursada, luego la completé y presenté al Premio Internacional Compostela de Álbum Ilustrado en 2014. Fue seleccionado entre otras 255 propuestas y recibió una mención y recomendación de publicación. Es un libro que ha madurado, pues requirió de un trabajo conjunto desde su selección en el Compostela. Al tratarse de un texto anónimo, el mismo Xosé Ballesteros realizó una cuidada adaptación del cuento que debió ser acompañada de una esmerada edición de las ilustraciones. Este es un proyecto que ha crecido y se ha enriquecido en cada etapa”.
¿Qué opinas de la historia que nos contáis en este álbum? “La historia en sí misma, es una idea sencilla y en tanto tal no pretende ser más que eso. Tres jóvenes pescadoras, son sorprendidas por una fuerte tormenta que les impide llegar a sus casas, en el camino encuentran cobijo en la casa de una hospitalaria florista. Allí descubren que, ante el intenso olor a flores no podían dormir. Sin embargo, su simpleza alberga el potencial de los relatos orientales, pues este cuento tradicional de la India está lleno de espacios en blanco esperando ser completados. Se concibe para ser contado y compartido en el ámbito de la familia y la escuela; es una puerta abierta a la reflexión y el diálogo, pues siembra las semillas del concepto de lo relativo, expone también el carácter subjetivo de determinadas convenciones, costumbres o usos culturales y a la vez, alude a situaciones que tienen que ver con el esfuerzo en el trabajo, la solidaridad ante las adversidades o la capacidad creativa de las personas para solucionar problemas -asegura Nadia Menotti-“.
¿Quiénes son estas pescadoras? “Dar respuesta a quienes son las protagonistas, es contar el cuento detrás del cuento pues debí inventar mi propia historia. Aquí les comparto algunas líneas que escribí para caracterizar a Las Pescadoras”.
“Ang, Dhatí y Sherpa, más que pescadoras son mujeres del mar, tres jóvenes hermanas, que desde edad muy temprana aprendieron el oficio de la pesca artesanal. Una pescadora, una marisquera y una alguera, que navegan en su pequeña embarcación pesquera, llevando pescado fresco a quien quiera”.
“Ang, la mas tímida de las hermanas, vergonzosa y vegetariana, prefiere la recolección de algas para una comida más sana. Dathí, romántica y aventurera, fantasea más que cualquiera… Con encontrar un príncipe en los riscos mientras extrae sus mariscos. Sherpa, fuerte y laboriosa, de su trabajo está orgullosa, casi siempre de cuclillas podemos verla pescar en la orilla usando su balde de silla”.
Háblanos del proceso de elaboración de este libro, ¿cómo ha sido? ¿Cuánto tiempo te ha llevado? “Este es un libro “criado” en laboriosas tareas sucesivas. Para la primer maqueta –que realicé en la cursada del taller de Ilustración- trabaje durante todo un mes casi exclusivamente: construí las muñecas, el bosque, las barcazas, los remos, los peces, las casitas, los cajoncitos, las macetas, los almohadones, el perrito… luego, no lo toqué durante un tiempo, viajé a la India y cuando volví le dediqué el invierno a completar y modificar detalles para que la puesta en escena y los encuadres estuvieran al servicio de evocar aquellas fantasías que me proponía despertar cuando elegí contar la historia de esta forma. Así llegó la segunda maqueta y al verano siguiente la tercera, que es la que llega al Premio Compostela. Cada ajuste fue minucioso como el pintor que retoca el cuadro cuando el óleo todavía está fresco -nos cuenta Nadia Menotti-. Y luego vendrá la cuarta con la que el libro maduro llega a las librerías después del trabajo conjunto con Kalandraka. Tal vez sea por eso que acompaño con pasión el recorrido de este libro, pues yo también crecí con el”.
Se trata de unas singulares ilustraciones, ¿cómo les diste vida? “¿Dar vida? Nunca lo había pensado en esos términos, este libro comenzó con un proceso de indagación minucioso de los detalles. Pasé horas y días observando casi obsesivamente, haciendo bocetos, buscando los materiales, haciendo pequeños moldes, tallando, cosiendo, estampando… a tal punto de perder la noción del tiempo, de pronto fui muchas personas a la vez, trabajé en soledad como si fuera un gran equipo de profesionales y para ser sincera cuando todo estuvo listo, simplemente jugué con cada objeto”.
¿Qué materiales utilizaste? “He utilizado diferentes tipos de materiales: pequeños caracoles, maderas, esterillas, lienzos, lanas, hilos, puntillas, alambres, papeles, cartones, pinturas… diminutos objetos o parte de ellos que encontraba en las largas caminatas de mi casa al taller, mientras pensaba dar respuesta a esta historia. Si hoy tuviera que volver a hacerlo, la lista de materiales sería larguísima… me propuse conectar emocionalmente con los materiales porque dependía de ellos para construir ese ambiente que le diera un escenario evocador a la historia -dice Nadia Menotti-. Cada elección de los materiales estuvo guiada por la necesidad de una articulación armoniosa entre ellos para que las imágenes, así construidas, fueran portadoras de una densidad que excediera a la representación visual del texto narrado”.
¿Habías trabajado antes así? “La verdad es que no había trabajado de esta forma. Unos años antes de este proyecto comencé a interesarme por los desarrollos gráficos de reconocidos diseñadores y artistas contemporáneos que trabajan con materialidades diferentes. Me aventuré casi como hobby a construir pequeños objetos que terminaban solo en una actividad lúdica y formando parte de algún repertorio visual de referentes personales. Antes de realizar este libro, en algún proyecto editorial, infografía o afiche, permití que estas ilustraciones se colaran tímidamente entre textos y fue recién con Las Pescadoras cuando cobraron protagonismo. Hasta entonces, no las había considerado como un propuesta visual y estética”.
¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Estoy trabajando con la talentosa escritora Paloma Vidal en un nuevo libro, una historia que profundiza sobre los vínculos y saldrá con el sello de Wolkowicz Editores. Además, avanzo en algunos proyectos personales, que implican nuevos desafíos porque requieren que investigue sobre nuevos materiales y soportes -concluye Nadia Menotti-“.
Si os ha gustado esta entrevista os invitamos a leer la que realizamos con Irma Gruenholz.