Massimiliano di Lauro y “La calle del Puchero”: “Este trabajo me ha cambiado mucho. Me siento como si me hubiera pasado todo un año trabajando en mí mismo”

Massimiliano di Lauro y “La calle del Puchero”: “Este trabajo me ha cambiado mucho. Me siento como si me hubiera pasado todo un año trabajando en mí mismo”

En la calle del Puchero estaba llorando un niño. Aquel llanto puso de un humor de perros al vecino de abajo. El vecino de abajo pegó un zapatazo en el suelo y le pisó el rabo a su gato. A partir de este incidente, las rutinas y hábitos cotidianos del vecindario se alteran y, siguiendo el mismo efecto que la caída de fichas en el dominó, los contratiempos se concatenan uno tras otro, propagando un ambiente hostil por el barrio.

Este es el planteamiento inicial que nos indica OQO editora sobre “La calle del Puchero”, una historia de Charo Pita ilustrada por Massimiliano di Lauro, que para la construcción de los personajes -asegura la editorial en su web-, “se inspiró en los álbumes ilustrados de los años 50. De este modo, ninguno tiene contorno —excepto en la cara y en las manos— y únicamente están compuestos por colores y texturas, difuminándose incluso en la parte inferior de la página”.

¿Cómo nació este proyecto? “Yo ya había trabajado con OQO en 2012. Así que, me pidieron trabajar con ellos de nuevo. Acepté de inmediato, porque es maravilloso trabajar con ellos. Saben cómo sacar lo mejor de mí (y creo que de todos los ilustradores)”.

“Me gustó la historia de inmediato, pero al principio, este texto despertó cierta preocupación para mí y para ellos: que nunca había trabajado en un texto para niños pequeños. Pero entonces me lancé y empecé a trabajar en él”.

¿Cuál es la historia ? “La historia tiene una estructura clásica, de narración oral, y es muy simple. Es increíble cómo Charo ha logrado mantener una estructura y un lenguaje brillante, y al mismo tiempo, crear un texto tan bonito. Cuenta con un ritmo trepidante, es gracioso, y hay partes del texto que se repiten como en una balada”.

“La historia está ambientada en un pequeño camino, uno de esos caminos que se podían ver en mi pequeño pueblo (Trani, Puglia, Italia), y habla de una serie de eventos causados por el llanto de un niño. Todos estos acontecimientos están conectados el uno al otro, pero al final, con una sencilla cortesía, todo estará bien. Inmediatamente detecté un ritmo horizontal: tiene una partida y un regreso, lo que he tratado de dejar claro en las ilustraciones”.

“Además, el texto está lleno de personajes y esto es algo que me encanta, porque me permitió introducir a otros (algunos son amigos míos o gente de mi ciudad), inventar la historia de cada uno de ellos y añadir otras historias paralelas. Realmente lo disfruté”.

Respecto a las ilustraciones, ¿podemos encontrar algo nuevo o diferente respecto a otras obras ? “Oh, sí, muy diferente.
Este trabajo me ha cambiado mucho. Me siento como si me hubiera pasado todo un año trabajando en mí mismo (y en parte es verdad). Tuve la oportunidad de experimentar con algunas soluciones que tuve durante mucho tiempo en mi cabeza”.

“En el trabajo anterior con OQO tuve un concepto totalmente diferente: los fondos muy elaborados, sombras, imágenes complejas, profundas. En ” La calle del Puchero “, sin embargo , hice exactamente lo contrario: traté de eliminar todo lo que no era necesario para la narración del cuento. Quité la perspectiva, los fondos, los contornos de las figuras, los matices, he simplificado los personajes, trabajé contrastando tonos”.

“Fue difícil al principio, llené muchos cuadernos de dibujo, pero por fin encontré el camino correcto. Me inspiré en los ilustradores contemporáneos como Valerio Vidali, y también en los ilustradores del pasado, como Vladimir Lebedev”.

¿Con qué técnica están hechas? “Las ilustraciones están todas hechas a mano. He trabajado con acrílicos y lápices de colores”.

¿Es más difícil de ilustrar para niños de entre 3 y 7 años de edad ? “No, creo que son dos cosas diferentes. Inicialmente para mí fue difícil, porque nunca lo había hecho antes. Pero entonces, en colaboración con el personal de OQO, estudiando, haciendo un gran trabajo de investigación, lo hice (espero haber hecho lo correcto)”. El problema es que tienes que usar la ropa adecuada para el evento correcto. Si me invitan a una boda, iré a la peluquería, me cortaré el pelo, me pondré un traje elegante, de color oscuro. Pero si voy a hacer un poco de ‘footing’, me pondré una camiseta vieja y unas zapatillas de deporte (por lo general, de colores brillantes)”.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún nuevo proyecto? “He publicado otro libro antes que este. Es un libro de fábulas de Giani Rodari (“Favole per bambini a testa in giù”, Editori riuniti 2014). Ahora estoy publicando un libro precioso sobre las diferencias de género para la joven editorial Settenove (el libro se llama “Mi piace Spiderman … e allora?”), y estoy terminando un libro de un autor polaco. Después de esto, voy a empezar a trabajar en alguno de mis antiguos proyectos”.