Esto que vemos sobre estas líneas es un fragmento de una ilustración de este mismo año para la revista “Life and Style”, de la editorial Expansión. Su autor, Manuel Monroy. A Manuel lo conocimos en Valladolid, en IlustraTour 2012. En la charla que impartió conocimos parte de su obra y aspectos de su metodología de trabajo. Un diseñador gráfico que ahora, nos confesó, es más ilustrador.
Desde hace 11 años trabaja en su estudio y asegura que “es complicado vivir 100% de la ilustración. El camino, entrar en distintos campos. Hago álbumes, pero también publicaciones para revistas, y ahora también ‘cápsulas’ animadas para la televisión”.
Manuel confesó varias cosas sobre su trabajo. Por ejemplo, que su estudio siempre está lleno de cosas tiradas por el suelo, que una cosa que le encanta es tener libros y que, en los mercados de pulgas, se encuentran cosas increíbles. “México es un lugar de muchas energías encontradas. Me encantan estas imágenes (dice mientras muestra unas postales del siglo XIX). Las compro porque tienen contenido y porque me llaman la atención”.
Sobre sus referencias conceptuales, nos cuenta que su padre le “introdujo con autores, libros de arte, y también con los materiales, los pinceles… Tengo dos referentes fundamentales: Miguel Covarrubias y Antonio Ruiz ‘el Corcito’”.
Sobre sus referencias diarias, nos confiesa que tiene “obsesión por hacer anotaciones. Antes tenía más respeto a las libretas y arrancaba los dibujos feos”.
“El contexto para mí es muy importante. Hago siempre una investigación”, nos cuenta Manuel Monroy justo antes de mostrarnos su trabajo para la conmemoración de la ‘migración japonesa a México’. Encontré en Tokio un documento que estaba en español, y me pareció oportuno usar esa imagen. A continuación nos habla de su ilustración de Jackie Kennedy para la revista “Letras Libres”. Se trata de Jackie Kennedy en el momento del funeral. “Trabajé con las escalas”, nos cuenta (en la ilustración podemos ver a la esposa de JFK junto a dos hijos en la parte de atrás de un coche. Ella y los dos hijos están realizados a un tamaño, mientras que el coche y el sombrero de ella son muchísimo más grandes).
Después pasamos a un álbum, “Un pueblo lleno de bestias”. “En un pueblo, un niño se pregunta por qué no hay más niños. Luego descubre que sí los hay, pero que están escondidos porque el alcalde cree que son un peligro para la paz pública”. Entonces Manuel muestra una de las ilustraciones para ese libro, una mesa con cuatro comensales, entre ellos el niño. Los personajes van como en escala, desde el padre hasta el hijo. “La disminución del tamaño de los personajes tiene que ver con la voz menos tomada en cuenta. Una mujer que no puede opinar, y por eso se tapa la boca con una servilleta”, relataba Manuel Monroy.
En el turno de preguntas surgió la interrogante de las nuevas tecnologías, el libro electrónico, las aplicaciones para móviles y tabletas… “Creo que todas las editoriales trabajan en este tema. Los que ya lo tienen más digerido, como Estados Unidos o Reino Unido, no son tan optimistas… Creo que soy receptivo, soy de una generación de transición… para mí es lo mismo. Trabajar en contenidos y no en soportes. Yo me aproximo a las tecnologías que me sirven, pero son las ideas detrás de cualquier proyecto las que determinan la eficiencia del producto”.
“Me parece todo muy divertido, pero se vuelve en uno de los 500 estímulos que no necesitamos. No hace falta tener un Ferrari para andar por la ciudad”.
Sobre la situación de la literatura infantil en Latinoamérica, Manuel Monroy aseguró que “se edita demasiado. Hay una oferta que provoca un efecto de voracidad. El consumo produce una bulimia, se consume pero pronto se vomita. No se trata de hacer un libro más, sino proyectos más reflexivos”.
Sobre estas líneas vemos varias ilustraciones de la animación Heller Keller, proyecto Imaginantes, Fundación Cultural Televisa, 2011.
Y aquí vemos completa la ilustración de Manuel Monroy para la revista “Life and Style” de la editorial Expansión (2012).