“La sencilla solidez del texto se convirtió en un faro de luz infalible que me guió en los momentos de desorientación” dice Jacobo Muñiz de “Comino”, escrito por NiñoCactus

“La sencilla solidez del texto se convirtió en un faro de luz infalible que me guió en los momentos de desorientación” dice Jacobo Muñiz de “Comino”, escrito por NiñoCactus

“Comino”, escrita por NiñoCactus, es una dulce y poética historia sobre la inmensidad del cosmos y la importancia de valorar lo que nos hace únicos. Por muy pequeño que sea Comino su deseo es gigante, solo tiene que encontrar la estrella adecuada para confesarle su anhelo y esa estrella única en el firmamento lo hará posible. Comino aprenderá que cada cosa del universo tiene un valor infinito.

Así nos presenta este libro la Editorial Libre Albedrío. “Una preciosa edición, con las ilustraciones del genial Jacobo Muñiz, que impregnan esta historia de una paz y un silencio feliz, como un deseo cumplido por las estrellas. Una atmósfera acogedora rodeada de fríos paisajes que nos recuerdan que el calor está en el interior”. Hemos hablado con los dos hacedores de este precioso libro, y este es el resultado…

NiñoCactus: “Comino nació jugando. Quizás sea una de las mejores formas de nacer. Fue hace años, varias personas que coincidimos en un taller de Arianna Squilloni decidimos continuar creando y compartiendo en común. Consejos, críticas constructivas y juegos de gimnasia para la imaginación formaban parte de nuestro grupo. Allí surgieron historias preciosas, una de ellas fue Comino. Después, el texto se fue puliendo: reescribí, enfaticé, recorté…, y, cuando creía que ya estaba listo, aún faltaba lo mejor: el trabajo de Jacobo”.

Jacobo Muñiz: “Alberto y yo nos cruzábamos correos desde hacía algún tiempo y un día me mostró algunos relatos suyos. Me enamoré de Comino, le pedí ilustrarlo y a él le pareció bien. Luego vino el proceso de darle forma, que se prolongó durante tres años. Solo podía dedicarle los poquitos ratos libres que me quedaban entre la familia y el trabajo, así que fue complicado conservar la atmósfera de los dibujos a lo largo de todo ese tiempo. En un periodo tan largo se suceden acontecimientos y emociones que lo cambian a uno y hacen que se replantee todo lo hecho con anterioridad, de manera que las ilustraciones realizadas meses atrás parecían haber perdido su vigencia. Pero, de alguna manera, la sencilla solidez del texto se convirtió en un faro de luz infalible que me guió en los momentos de desorientación. Una vez terminado, empezamos a moverlo y gracias a Alberto surgió la ocasión de hacerlo realidad con Libre Albedrío”.

¿Qué mensaje querías transmitir con esta historia? (NiñoCactus) “Comino es una historia de aceptación, de búsqueda y de hallazgos. No tiene recovecos pero profundiza más de lo que pueda parecer en una primera lectura”.

¿Qué sensación te dejó el texto de Alberto la primera vez que lo leíste? (Jacobo) “Alberto tiene el don de conmover el corazón y la inteligencia con sus relatos y esta conmoción fue lo que sentí.”

¿Qué hay de Alberto en esta historia? (NiñoCactus) “Comino es de estos cuentos que se escriben solos, como si aguardasen dentro de uno a tener la oportunidad de salir. No hay duda de que Comino tiene mucho de mí. Por suerte mi estrella, o mis estrellas, no las tuve que buscar tan lejos como el protagonista. “Quizás yo soy también uno de esos puntos resplandecientes visto desde otro rincón del cosmos”, piensa Comino. Yo estoy convencido de ello. Todos tenemos personas que nos iluminan y, del mismo modo, todos somos una estrella para alguien. El cosmos puede estar todo lo cerca o lejos que uno quiera”.

Igual que Comino se queda embobado con las estrellas, a nosotros nos ha pasado con tus ilustraciones. ¿qué dirías que tienen de característico? (Jacobo) “En este caso, pienso que lo característico es el juego que se establece con el protagonista de la historia. También la ambientación ocupa un lugar destacado en el planteamiento de las ilustraciones. ¿Por qué en Ulan Bator? ¿Por qué no? El relato de Alberto funciona por sí mismo. Trata un tema universal y mi labor aquí fue jugar con sus palabras y ubicarlo en un contexto.”

Los personajes cobran vida de una manera especial. La sensación es como si hubieras dibujado a los personajes y después los hubieras vestido. ¿Doble trabajo? ¿Ilustrador y diseñador/modisto? “Más que a través de sus ropas, intenté que los personajes cobraran vida desde su mirada. La mirada como vehículo de expresión de las emociones al compás de las palabras de Alberto. El vestuario forma parte de la ambientación y la ambientación, como comentaba antes, tiene también un papel importante en cuanto que determina en cierto modo nuestra percepción de lo ambientado, pero por detrás de las miradas.”

¿De dónde sacas la inspiración para esas texturas, para esos tejidos? “¡De la basura! Hace unos años iba paseando con mi mujer y nos encontramos un precioso muestrario de tapicerías junto a un contenedor. Y desde entonces lo utilizo. Las telas le dan a los dibujos cierto aire hierático del que me cuesta mucho prescindir. Una vez un editor me advirtió cariñosamente que podría acabar encasillado como “el ilustrador que colorea con retales”. Realmente somos muchos los que lo hacemos. Hay temporadas en las que intento evitarlo y a veces lo logro pero, al final, siempre recaigo. Será que como mi abuelo era sastre lo llevo en la sangre”.

¿Con qué técnicas has trabajado las ilustraciones de este libro? “Son dibujos digitales realizados a partir de texturas escaneadas”.

¿Qué te parece el trabajo de Jacobo? (NiñoCactus) “Me parece un trabajo impresionante. Jacobo es de esas personas sabias de pocas palabras que cuando hablan te descubren secretos tan obvios que resulta increíble no haberlos visto antes. Esa claridad le permite plasmar en las ilustraciones aquello que el texto no dice. Para mí, la magia de Comino es obra suya. Yo sólo escribí un texto sencillo, con su ternura y poesía; y él le puso la sorpresa, un protagonista que se cuela en las imágenes y se revela en la última página”.

Por último, ¿qué opinas de proyectos como el de la Editorial Libre Albedrío?

Jacobo: “Es una editorial pequeña, joven, con mucha ilusión y amor por lo que hace. Esas características tienden a perderse conforme aumenta el tamaño de las editoriales. Las pequeñas conservan el cariño de un taller artesanal y son imprescindibles para mantener esa calidez humana que a veces se pierde cuando entran en juego otros factores.”

NiñoCactus: “Soy un gran lector y reconozco que últimamente la mayoría de libros que compro están publicados por pequeñas editoriales. No sé si de forma insensata, por no conocer los peligros del “mercado”, arriesgan más y ofrecen auténticas maravillas no destinadas al consumo en masa. Sobre mi experiencia con Libre Albedrío todo son buenas palabras. Me resulta increíble el entusiasmo de Gema Sirvent, su energía, su atención en todo momento. Desde el principio me ha hecho sentir que mi trabajo es importante, que Comino está en buenas manos, y que no es un libro más para su catálogo. Con Vicente he tenido menos contacto, pero siempre ha mostrado su disponibilidad y escucha, valorando todas nuestras sugerencias durante el proceso de maquetación. Un auténtico placer”.